Nos encontramos con Hilda Laura Vázquez Villanueva en la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de la Información y la Comunicación de la UNAM. Hilda Laura es Licenciada en Trabajo Social por la UNAM, cuenta con una certificación en manejo de Herramientas de Microsoft Office, es Agente Capacitador Certificado por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, es Consultora y Asesora externa de los CECATIS de la SEP y actualmente se encuentra cursando una Maestría en Alta Dirección.
Rebeca Valenzuela: ¿Consideras que en la actualidad las TIC están cubriendo necesidades de Diseño Universal y tomando en cuenta a la población con discapacidad como usuarios efectivos potenciales de sus desarrollos?
Hilda Laura: Lo que creo es que nos están viendo como consumidores y al vernos como consumidores por supuesto que están tomando en cuenta las necesidades de Diseño Universal. A partir de que las TIC empiezan a popularizarse, las necesidades van surgiendo como tal, per se. Se van haciendo necesarias y se van involucrando en la vida de las personas con discapacidad y las personas que van desarrollando estas tecnologías nos van viendo como posibles consumidores, es por eso que se van involucrando cada vez más en los diferentes ámbitos. Eso es bueno porque se preocupan por hacer accesibles todo tipo de dispositivos y de herramientas.
Esther Labrada: ¿Se toma en cuenta el beneficio social y económico que tiene el desarrollo de TIC orientado a la discapacidad?
Hilda Laura: Yo creo que más que tomarse en cuenta por parte de las personas con discapacidad debe hacerse presente el beneficio social o el impacto lo tenemos que medir los usuarios con discapacidad. La gente comúnmente no se preocupa por qué necesitamos o por qué nos interesa, cada uno de nosotros vivimos nuestros propios ambientes y vamos respondiendo a nuestros propios intereses. Entonces las TIC, dentro de la discapacidad, el costo social o el impacto económico que tienen se determinan en función de cuánto se usan o de cuánto podríamos nosotros aprovecharnos de eso. Cada herramienta, cada dispositivo que va resolviendo una necesidad directamente hacia las personas con discapacidad o que nosotros le encontramos ese beneficio y lo apropiamos responde directamente a nuestro desarrollo como colectivo.
Un ejemplo rápido es la lectura; las personas con discapacidad visual pedimos acceso libre a la lectura a través de diferentes dispositivos, ahora con tantas páginas y tantas bibliotecas, gratuitas o de costo, y las páginas, incluso de los medios impresos que publican de manera electrónica sus noticias, pues leer un periódico para un persona ciega es tan fácil como para una persona normovisual, y ese impacto es directo en la vida cotidiana, la vida profesional de las personas y en beneficio del colectivo como tal.
Rebeca Valenzuela: ¿De qué forma crees que las personas con discapacidad podrían participar en el diseño, desarrollo y fortalecimiento de TIC y su aplicación?
Hilda Laura: Pues única y exclusivamente participando. Haciéndose presentes de todas formas. Como usuarios, como consultores, como desarrolladores, como personas que las necesitan, que les interesa, que se involucran en su utilización, que se involucran en participar y en demandar su uso. Hay una frase que dice que quien no tiene presencia no tiene presupuesto y creo que es así. Si nosotros, las personas con discapacidad no levantamos la voz y pedimos que las TIC sean accesibles, que haya herramientas y dispositivos que nos apoyen y acerquen todo este acervo cultural, tecnológico y de comunicación que nos permite hacer mucho más confortable nuestra vida o nos permite un desarrollo profesional o social mucho más amigable y mucho más equiparable, mientras no digamos qué se necesita y que lo usemos, no vamos a tener este beneficio o esta respuesta por parte de los desarrolladores, tenemos que decir qué necesitamos, decir qué nos interesa, y participar en estos desarrollos de cualquier forma.
Esther Labrada: ¿Qué aspectos se deben considerar en el proceso de inclusión educativa y social de un alumno en la Universidad?
Hilda Laura: Depende primero de que el alumno llegue a la Universidad, porque el primer aspecto es que el alumno quiera llegar a la Universidad. Ya que el alumno está, el propio alumno te va a proponer cuáles son sus necesidades, sus intereses y lo que requiere: los recursos que necesita. A partir de ahí, el que haya material accesible, el que haya todos los trámites y todas las posibilidades como cualquier alumno de la Universidad. Que no sea algo especial o condicionado sino que simplemente sea como parte de ese diseño amigable y flexible como es la filosofía de la Universidad. Considero que cada una de las personas con discapacidad que ha pisado esta Casa de Estudios lo ha hecho por sus propios medios, ha resuelto las situaciones con sus propios recursos y que finalmente la Universidad justamente, con que sea de mente abierta, con posibilidades, eso ya es una gran ganancia. La otra parte es la persona.
El compromiso es más que de actitud creo que ahí las barreras son más fuertes. Las barreras de actitud que las barreras arquitectónicas o que las barreras tecnológicas. A veces la actitud de los profesores, de los administrativos y de todas las personas involucradas en un proceso de inclusión cuenta mucho más que el simple hecho de que la persona quiera o no quiera estar, o que si tenemos o no tenemos libros. Entonces creo que parte de la cultura de la Universidad tendría que ser justo esa, una cultura de inclusión, de dignificación y de equiparación de oportunidades para poder estar de manera más confortable y digna dentro de la Universidad.
Rebeca Valenzuela: Pues me resta preguntarte Hilda ¿quisieras agregar algo más a lo que ya nos has aportado hasta ahora?
Hilda Laura: Pues mira, lo único que quisiera comentar es que considerando que la discapacidad es una condición de vida y que es un componente de nuestra sociedad; que como tal se tome dentro de una comunidad universitaria, que podemos ser trabajadores, alumnos, usuarios, y podemos brindar algún servicio y que bajo esa perspectiva las TIC son determinantes y que todo ello nos derivará en lograr que la discapacidad, que la Universidad y que todo este bagaje de factores que intervienen en todos estos ambientes puedan abrir un poco más su mente para ver en este conjunto de fenómenos, una verdadera inclusión.
No necesitamos adaptar o hacer cosas especiales, lo único que necesitamos es un cambio de actitud y abrir las posibilidades para que no nos estanquemos y tampoco etiquetemos qué se puede y qué no se puede. Yo creo que a imposible le sobran dos letras y que mientras planteamos que muchas cosas son más posibles, todo el desarrollo que tiene la Universidad desde las diferentes perspectivas podría beneficiar no solo al colectivo con discapacidad, sino a toda la sociedad en general.
Rebeca Valenzuela: Bueno pues solo nos resta agradecerte muchísimo toda la información que nos has compartido, tu experiencia y bueno pues invitarte a que sigas participando con nosotros en esta tarea de promover la importancia de la inclusión de las personas con discapacidad. Muchas gracias Hilda.
Hilda Laura: Al contrario, muchas gracias a ustedes. Gracias por la oportunidad y es un orgullo ser Universitaria. Es un orgullo ser egresada de la UNAM y es mucho más orgullo poder aportar a la Universidad. Gracias.
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