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Lenguas, culturas y ciencia en las comunidades indígenas de México

Documentando una lengua: el caso kumiai

Ana Daniela Leyva González
Documentando una lengua: el caso kumiai
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Introducción

La lingüística es la ciencia que estudia las lenguas que usamos para comunicarnos entre nosotros. Una lengua es un sistema estructurado de signos lingüísticos que permiten la comunicación, la socialización y la transmisión de la cultura. El estudio del lenguaje humano es tan amplio como pueda imaginarse cada lector, y las disciplinas dentro de esta ciencia son diversas. La lingüística se puede enfocar en los sonidos, las palabras, oraciones, la manera en que los significados son asignados a las palabras y las frases, o los textos que una lengua puede producir. Además, genera diversos elementos teóricos para acercarse a la diversidad de fenómenos que los lingüistas encuentran en las estructuras de las lenguas. Incluso describe los procesos neurológicos y psicológicos que permiten el aprendizaje de una lengua, o la capacidad de las máquinas para producir lenguajes que se asemejen a la comunicación humana.

La lingüística atiende un caso urgente a nivel internacional: el de las lenguas que están siendo desplazadas por otras mayoritarias.
La investigación lingüística se vuelve compleja, no sólo por las estructuras que componen los sistemas de comunicación, sino porque éstas son usadas por seres humanos que tienen diferentes relaciones sociales, habitan un territorio en el que conviven con otros, construyen significados a partir de conocimientos heredados, hablan del mundo que los rodea y de lo divino, y cada grupo social está permeado por una cultura específica que otorga un sistema de creencias, valores y significaciones de la realidad que les es particular. Nuestra postura en este texto es que los trabajos lingüísticos deben atender a la ciencia dura y del mismo modo prestar atención a asuntos de carácter coyuntural para las sociedades que usan las lenguas. La lingüística atiende un caso urgente a nivel internacional: el de las lenguas que están siendo desplazadas por otras mayoritarias. El tema es complicado y no se abordará en este artículo de manera exhaustiva, simplemente describiremos una de las ramas de la lingüística que se está desarrollando en la actualidad: la documentación lingüística. Nos centraremos en un caso particular, la documentación de la lengua kumiai, una lengua que está siendo notoriamente desplazada por el uso del español. Esta lengua pertenece a la familia lingüística cochimí-yumana, compuesta por lenguas habladas en Baja California y Estados Unidos. Mencionaremos el escenario lingüístico de ellas, compartiremos la experiencia en el registro de material lingüístico del kumiai y delinearemos algunas propuestas para la documentación de esta familia lingüística.

¿Por qué es relevante hablar de documentación en las lenguas bajacalifornianas?

Baja California es un estado multilingüe. Su posición geográfica hace que el contacto con el inglés sea necesario, y su historia nos habla de poblaciones habitadas en distintas etapas por hablantes de lenguas como el ruso o el chino, por nombrar sólo un par. En la actualidad es posible escuchar en Ensenada, sentados en un café, tagalo, árabe palestino, italiano o alemán; pero no sólo nos referimos a este multilingüismo, sino a uno indígena que podemos separar en dos oleadas de llegada. Por un lado tenemos hablantes de distintas lenguas indígenas de todo el país, o más allá de éste, que han llegado recientemente a estas tierras en busca de trabajo y mejores condiciones de vida, lo que nos permite tener un mosaico cultural y lingüístico imponente. Por el otro lado están las lenguas que permanecen en este territorio desde antes de la llegada de los primeros españoles, los descendientes de los primeros pobladores de la península siguen aquí y sus lenguas siguen escuchándose, cada vez más bajo, cada vez por menos personas y en menos espacios.

Lenguas de la familia cochimí-yumana .
Figura 1. Lenguas de la familia cochimí-yumana (Cf. Miller 2001; Mixco 1978 y 2007)

Estas lenguas pertenecen a la familia lingüística cochimí-yumana; dentro de esta familia hay varias ramas y lenguas (ver figura 1). Tenemos la primera división que se da entre el cochimí y el grupo de lenguas yumanas. La lengua cochimí (o tal vez el grupo de lenguas cochimí) desapareció en el siglo XVIII, dejando sólo algunos vocabularios y gramáticas realizadas por misioneros que cruzaron este territorio, por lo que es difícil saber exactamente cómo sonaba esta lengua. Las lenguas yumanas se dividen en cuatro grupos: el Pai, que incluye las lenguas walapai, havasupai, yavapai y paipai, siendo esta última la única hablada en nuestro país. El grupo Río incluye lenguas que sólo se hablan en Estados Unidos, como el mojave, maricopa y quechan o yuma, al que debe su nombre la familia completa. El otro grupo es el Delta-California, al que pertenecen las lenguas kumiai y cucapá, habladas en ambos lados de la frontera. Por último está el grupo Kiliwa, con un miembro que es la lengua kiliwa.

La vitalidad de las cuatro lenguas originarias de Baja California es similar. Aun sin la necesidad de diversos factores para medirla, podemos señalar que están siendo desplazadas notoriamente por el español y que están en peligro de desaparecer en los próximos años. El número de hablantes es reducido, los hablantes fluidos son mayores de cuarenta años (salvo contadas excepciones) y no hay niños que las estén aprendiendo como lengua materna ni espacios de uso en los que la lengua indígena sea exclusiva. Es por esto que podemos decir que su vitalidad es baja y que todas ellas están en riesgo. Los cuatro casos son distintos y el más alarmante, por la cantidad de hablantes, es el caso del kiliwa. Las otras tres lenguas no están lejos de la desaparición a menos que se modifiquen los patrones que hasta ahora han existido.

Hablar de documentación es relevante en el caso de las lenguas yumanas debido a su situación de desplazamiento, aunque también sería atractivo hablar de documentación para las demás lenguas indígenas que se encuentran en el estado y crear un acervo que permita compararlas con el habla de sus comunidades de origen.


Hablante de lengua kumiai.

¿Qué es la documentación lingüística?

Cuando hablamos de documentación lingüística nos referimos a una rama de la lingüística que se ha desarrollado como disciplina en los últimos años. Presenta una respuesta a la pérdida acelerada de lenguas en el mundo entero y genera reflexión sobre los procesos de recopilación de material lingüístico, su relación con las nuevas tecnologías y su reincorporación a la comunidad de habla que se está documentando. Si bien es cierto que los lingüistas dedicados a describir las lenguas desde el siglo XIX han hecho registros lingüísticos, nunca se había puesto tanto énfasis en los distintos métodos de recopilación de audio y video como hasta ahora que contamos con avances tecnológicos que permiten registrar sonidos e imágenes de alta calidad.

Documentar esta lengua con registros audiovisuales puede aportar información para que los lingüistas conozcamos su estructura, desde el nivel de los sonidos hasta el complejo mundo de los significados en cuentos, conversaciones y pláticas cotidianas.
Nos referimos a la documentación como un “registro duradero y multifuncional de una lengua” (HIMMELMANN, 2007). La idea es compilar y preservar datos lingüísticos primarios, como las grabaciones en audio y/o video de algún evento comunicativo, o las notas tomadas durante las sesiones de obtención de datos lingüísticos. Otros datos primarios pueden ser las genealogías creadas por los hablantes. Lo ideal es que estos materiales puedan ser utilizados no sólo por lingüistas sino por miembros de las comunidades hablantes o no hablantes y por otros investigadores que deseen conocer temas de dichos grupos en particular. Es por esto que la compilación debe hacerse de manera estructurada y debe ser accesible mediante diversos tipos de anotaciones y comentarios (HIMMELMANN, 2007). Serviría de poco tener horas y horas de grabación de una lengua si no se sabe qué es lo que se tiene, es decir, tal vez valdría para un tipo de análisis lingüístico pero quedaría lejos de ser multifuncional. La documentación es importante porque permite tener un acervo digital en audio y video del uso de las lenguas, que posibilitaría compartir especificidades culturales de estos grupos y generar una memoria para sus descendientes.

¿Para qué documentar la lengua kumiai?

Documentar esta lengua con registros audiovisuales puede aportar información para que los lingüistas conozcamos su estructura, desde el nivel de los sonidos hasta el complejo mundo de los significados en cuentos, conversaciones y pláticas cotidianas. Además, podemos tener material sociocultural e histórico valioso para los miembros de estas comunidades que entienden la lengua, o que no la hablan ni la entienden pero en un futuro podrían interesarse en aprenderla. Estas grabaciones pueden ser de utilidad para generar materiales de enseñanza de la lengua, y para eso se necesita la conjunción de diversos esfuerzos desde fuera y dentro de las comunidades.

¿Qué programas se están llevando a cabo?

El Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) inició a partir de 2010 un proyecto de documentación de las lenguas de la familia cochimí-yumana. En él se registraron 20 horas de conversaciones entre hablantes de kumiai de la comunidad de San José de la Zorra, en Baja California (ver mapa 1). El proyecto se realizó incluyendo las otras lenguas de la familia, con lo que se obtuvo un registro completo de distintas situaciones comunicativas. El siguiente proyecto de documentación, impulsado también por el INALI, contempló el registro de más de 1400 palabras en lengua kumiai y frases que ayudan a tener un panorama de la forma en que esta lengua compone las palabras y construye las oraciones. Estas grabaciones se realizaron en la misma comunidad con dos hablantes, Virginia Meléndrez Silva y Gregorio Montes Castañeda.


Mapa 1. Comunidades indígenas yumanas en Baja California. SIG- INAH Baja California.

Las grabaciones se realizaron en dicha comunidad y en Ensenada, cuidando la calidad de los registros. La clasificación y ordenamiento de los datos sigue en proceso y ahora nos encaminamos a la transcripción de cada una de las palabras obtenidas durante el 2012.

Recordemos que la documentación debe facilitar el uso de los datos para distintos motivos y análisis lingüísticos, y ser de utilidad a la comunidad para la recuperación de su lengua, por lo que las anotaciones y datos deben ser accesibles. En la primera etapa de documentación utilizamos etiquetas que muestran la fecha y los hablantes involucrados, también hicimos anotaciones sobre el tema que se estaba tratando. En la segunda etapa de documentación, los fines son específicamente lingüísticos y permitirán comparar la estructura de diversa lenguas del país. Aunque el objetivo es principalmente lingüístico, estas grabaciones podrán facilitar la creación de materiales de enseñanza de la lengua, sobre todo de palabras aisladas. Por ejemplo, se podría hacer un material de audio con las partes del cuerpo, tal vez acompañado de una animación donde se señale, sin tener que recurrir al español, cada una de éstas en lengua kumiai (ver figura 2).


Figura 2. Organización de los archivos de audio.

¿Qué propuestas se plantean para continuar la documentación?

Es necesario extender la documentación, reforzar otras áreas, como la descripción lingüística de las lenguas documentadas, y apoyar los proyectos de revitalización de la lengua. Esto se debe hacer de manera coordinada con los miembros de las comunidades y diversos esfuerzos institucionales. Una propuesta a corto y mediano plazo es formar a los miembros como documentadores de sus propias lenguas, pues ellos son quienes tienen acceso a diversos ámbitos comunicativos de manera cotidiana y son familiares de los hablantes mayores. Así les sería mucho más fácil obtener los registros, además asegurarían tener información considerada por ellos relevante sobre su cultura y lengua. Esta formación deberá incluir capacitación en el manejo de los medios de registro, como grabadoras de audio y video, y formación lingüística básica necesaria para ordenar el material, transcribirlo y garantizar así que los registros sean aprovechados para sus propias necesidades.

Integrantes de la comunidad kumiai.
Integrantes de la comunidad kumiai.

¿Qué efecto tiene la documentación en la vitalidad de las lenguas?

No esperamos que la documentación lingüística por sí sola frene el proceso de desplazamiento que viven estas lenguas. Creemos que este esfuerzo, aunado a la descripción de las lenguas, a los proyectos de revitalización lingüística y al interés de los miembros de las comunidades por continuar utilizando las lenguas que les fueron heredadas por sus antepasados, podría modificar las tendencias y permitir la presencia de un bilingüismo estable en las comunidades. Son los miembros de las comunidades los que deben encontrar una razón para su uso. Esta utilidad ayudará, tal vez, a mejorar sus condiciones de vida y reforzará los rasgos identitarios que los caracterizan.

Son los miembros de las comunidades los que deben encontrar una razón para su uso. Esta utilidad ayudará, tal vez, a mejorar sus condiciones de vida y reforzará los rasgos identitarios que los caracterizan.
Es nuestra responsabilidad como lingüistas, investigadores, antropólogos o miembros de instituciones municipales, estatales o federales, dar a conocer al no hablante de lengua indígena la diversidad lingüística y cultural con la que convive de manera cotidiana, generar una toma de conciencia sobre la importancia del hecho de respetar y valorar esa diversidad, mostrar las distintas maneras de nombrar y aprehender el mundo que porta cada cultura, y enriquecernos no sólo de culturas que están lejanas, como las asiáticas o europeas, sino de las que tenemos a un lado, con las que compartimos el territorio que habitamos.

Los proyectos de documentación deben realizarse con objetivos claros y siguiendo metodologías específicas, ya que de otra forma podría acumularse una gran cantidad de datos y grabaciones sin tener una clara idea de qué es lo que se tiene. La utilización de los registros como materiales de enseñanza también implica tiempo y creatividad, tanto de los lingüistas como de los miembros de las comunidades, y requiere de la colaboración de especialistas en la enseñanza de las lenguas para la creación de materiales que sean útiles para la comunidad. Éste es sólo uno de los esfuerzos necesarios para la revitalización, esfuerzo valorado por los lingüistas por la cantidad de información sobre la estructura de la lengua. Sin embargo, debemos ver más allá de nuestros intereses y así apoyar las iniciativas comunitarias para la revitalización de sus lenguas.

A manera de conclusión

Es fácil hablar sobre los procesos de desplazamiento lingüístico desde fuera, mencionar el número de hablantes y cómo es que no se están transmitiendo de generación en generación, o enumerar una serie de factores que observamos desde fuera como partícipes en la preferencia del uso del español sobre la lengua indígena. Sin embargo, la realidad de la vida de estas lenguas y sus hablantes es más compleja, y las decisiones que se han tomado con respecto a la práctica de una lengua u otra han tratado de fortalecer lo que cada núcleo familiar considera mejorías en su calidad de vida.

La documentación es sólo una vía, es un tramo pequeño en el largo camino que han tenido estas lenguas y por el que continuarán andando.
A partir de un cambio de discurso gubernamental, en los últimos años (tal vez sea solamente en el último decenio) se ha visto reforzado el valor hacia la diversidad lingüística, se han creado instituciones para velar por su protección y se han transformado otras instituciones que ya atendían a la población indígena desde hace más de tres décadas en este estado. También se ha tratado de sensibilizar a la población monolingüe en español sobre esa diversidad, incluyendo contenidos en los libros de texto. Empero, la realidad es que sigue existiendo un desconocimiento generalizado sobre el patrimonio inmaterial de nuestra región y folclorización sobre las manifestaciones indígenas, mas no un respeto de igual a igual. Hasta que eso suceda, todas las lenguas de nuestro país seguirán amenazadas por el español.

Ni la lingüística ni las acciones institucionales han sido capaces de recuperar la vitalidad de las lenguas, y esto se debe a que ninguna acción desde fuera y desde arriba salvará el futuro de una lengua. Es desde los núcleos familiares, desde los actores interesados en perpetuar la transmisión de sus conocimientos utilizando la lengua de sus abuelos y desde los jóvenes atraídos por su cultura y lengua lo que realmente hará un cambio y conservará su uso. Lo que ahora planteamos es superar la problemática y ofrecer algunas opciones para la conservación del patrimonio cultural, como espacios para que los propios miembros de las comunidades puedan actuar con respecto a sus lenguas y sus culturas, ligadas a sus formas de concebir la realidad y a los territorios en las que esa realidad toma forma. La documentación es sólo una vía, es un tramo pequeño en el largo camino que han tenido estas lenguas y por el que continuarán andando. fin

Portada del material interactivo sobre lenguas yumanas.
Portada del material interactivo sobre lenguas yumanas.

Bibliografía

HIMMELMANN, Nikolaus P. “La documentación lingüística: ¿qué es y para qué sirve?”, en HAVILAND, J y J. Flores Farfán (ed), Bases de la documentación lingüística, México: INALI, 2007, pp. 15-37.

MILLER, Amy. A Grammar of Jamul Tiipay, Berlín: Mouton de Gruyter, 2001.

MIXCO, Mauricio J. Cochimí and proto-Yuman: lexical and syntactic evidence for a new language family in Lower California, Utah: University of Utah, 1978.

Mixco, Mauricio J. "El cochimí del norte: comprobante de la clasificación cochimí-protoyumana", en BUENROSTRO, C et al (ed), Clasificación de las lenguas indígenas de México. Memorias del III Coloquio Internacional de Lingüística Mauricio Swadesh, México: IIA-UNAM/INALI, 2007, pp. 193-206.

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2013 Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons
Ana Daniela Leyva González
Profesor investigador del Centro INAH en Baja California.

Ana Daniela Leyva González La lingüista Ana Daniela Leyva es egresada de la licenciatura en Lingüística de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, trabajó desde 2000 en el estudio de la lengua rarámuri (tarahumara) de Chihuahua. Presentó su tesis sobre dicha lengua en 2005, donde se analizaron elementos morfológicos y gramaticales.

A partir de 2010 se incorpora al Centro INAH-Baja California donde desarrolla un proyecto de investigación sobre la fonología y morfología de la lengua kumiai. Al margen de su proyecto de investigación, en colaboración interinstitucional con el INALI, lleva a cabo el proceso de documentación de dicha lengua.

Formó parte del cuerpo curatorial de la exposición “Yumanos: Jalkutat, el Mundo y la Serpiente Divina” y del comité organizador de los dos encuentros “¡Auka! Diálogo de Saberes”, en el 2011 y 2012 respectivamente.

LEYVA González, Ana Daniela "Documentando una lengua: el caso kumiai" Revista Digital Universitaria [en línea]. 1 de febrero de 2014, Vol. 15, No.2 [Consultada:]. Disponible en Internet: <http://www.revista.unam.mx/vol.15/num2/art11/index.html> ISSN: 1607-6079.

Documentando una lengua: el caso kumiai

Ana Daniela Leyva González

En este trabajo se aborda el caso de la documentación lingüística de la lengua kumiai, perteneciente a la familia lingüística cochimí-yumana, hablada en Baja California, que se encuentra en un severo proceso de desplazamiento por el español. Se explicará qué es la documentación lingüística; se hablará de la vitalidad de las lenguas de esta familia lingüística y se delinearán algunas propuestas para continuar el registro que apoye a los miembros de las comunidades kumiai.

Palabras clave: Kumiai, documentación, familia cochimí-yumana, lenguas en riesgo.