Los migrantes enfrentan múltiples y crecientes problemas para acceder a los servicios públicos, particularmente de salud, en las sociedades receptoras. | ||
Los conflictos que aparecen entre la relación entre ciudadanía y migraciones, y sus propios retos, afectan (CRIADO, 2008):Entre la necesidad (económica y demográfica) de la migración contra la resistencia a considerar e incorporar a los migrantes como miembros de pleno derecho del cuerpo social. Entre la lógica de la residencia contra la lógica de la identidad y pertenencia a la comunidad, en cuanto ejes articulares en la atribución de derechos. Entre la libertad de elegir contra la jurisdicción y potestad estatal sobre el territorio y la idiosincrasia de la comunidad. Entre la lógica de la disparidad y la exclusión contra el principio de inclusión y paridad.
La noción actual de ciudadanía se ha convertido en una institución de naturaleza excluyente, que mantiene al margen de la sociedad política a una gran cantidad de personas y que impide el ejercicio de sus derechos fundamentales, lo que hace necesaria e impostergable replantearla. Es debido a esto que es urgente traer al debate la política de la adquisición de ciudadanía respecto a los migrantes, sus familiares inmediatos y sus descendientes.El vínculo de pertenencia a una unidad política y a una comunidad nacional. El vínculo de pertenencia a una comunidad política y a la dotación de derechos.
1. Integración: el individuo mantiene aspectos de la cultura de origen y también adquiere trazos de la nueva cultura.Aunado a lo anterior, que de por sí representa ya un problema en términos de identidad, muchas de las personas que migran enfrentan serias dificultades en términos reales (económicos, grupales e interculturales) e internos (psicológicos). Sobre este último punto, conviene decir que durante el traslado, hay quienes presentan niveles de estrés altos; mientras que otros tienen índices de adaptación elevados a la nueva realidad social. No hay que perder de vista que existe una íntima relación entre los grados de estrés que viven los migrantes y la aparición de síntomas psicopatológicos. La persona sufre por estrés los llamados lutos o duelos correspondientes a su situación migratoria, lo que puede originar la aparición de síntomas psíquicos y somáticos. Los lutos o duelos son procesos de
2. Asimilación: sin dejar de mantener la cultura de origen, el individuo adquiere los trazos propios de la cultura de la sociedad a la que llega.
3. Separación: el individuo sobrevalora los aspectos de su propia cultura, negando su inserción en la sociedad receptora.
4. Marginación: no mantienen elementos de la cultura originaria, pero tampoco se identifican con los valores de la cultura de la sociedad receptora. El sujeto se mantiene al margen (PASQUA & MOLIN, 2009).
reorganización de la personalidad que tiene lugar cuando se pierde algo que es significativo para el sujeto. En el caso de la migración tendría que ver, con la reelaboración de los vínculos que la persona ha establecido con el país de origen (personas, cultura, paisajes...). Vínculos que se han constituido durante las primeras etapas de la vida y que han jugado un papel muy importante en la estructuración de su personalidad (ACHOTEGUI, s.f.).Las angustias, que forman parte de estos síntomas, son del tipo persecutorio, de confusión y depresivo, con variaciones de intensidad, durabilidad y evolución. Los lutos o duelos, por su parte, son de siete tipos (ACHOTEGUI, 2000): 1) de la familia y de los seres queridos; 2) de la lengua; 3) de la cultura; 4) de la tierra; 5) del status social; 6) del contacto con los grupos de pertenencia, y 7) de los riesgos para la integridad física. Por otra parte, son tres las formas de elaboración del luto en el proceso migratorio (ACHOTEGUI, 2004): 1) el simple: puede ser elaborado y se da en buenas condiciones; 2) el complicado: existen serias complicaciones de elaboración, y 3) el extremo: no puede ser elaborado, superando las capacidades de adaptación del sujeto. Finalmente, desde la perspectiva de la elaboración psicopatológica del duelo, existen cuatro etapas (ACHOTEGUI, 2015):
1. Negación: no se puede aceptar la realidad del cambio si el individuo no la quiere ver; 2. Resistencia: hay protesta y queja ante el esfuerzo que supone la adaptación. 3. Aceptación: la persona se instala ya a fondo en una nueva situación (en el caso de la migración, el país de acogida); 4. La restitución: es la reconciliación afectiva con lo que se ha dejado atrás y con la nueva situación.
1. La soledad-separación forzada de la familia y los seres queridos: desde el punto de vista social, el luto es sentido de forma intensa cuando se dejan, en el país de origen, hijos pequeños y padres con edad avanzada. Esta situación se repite, también, en aquellos migrantes legales que no pueden trasladar a sus familiares al país en donde el migrante radica debido a que no poseen las condiciones económicas suficientes.
2. El luto por el fracaso del proyecto migratorio: el sentimiento de desesperación y fracaso aparece cuando no existen posibilidades de continuar, de tener acceso a ofertas laborales y de regularizar su situación migratoria.
3. La lucha por la supervivencia: en general, la alimentación de una persona que migra no es buena. Las diferencias culturales son evidentes en la oferta de alimentos y en su costo, lo que puede provocar desadaptación, principalmente cuando la persona tiene baja escolaridad; asimismo, hay que agregar que las condiciones de la vivienda son precarias en extremo.
4. El miedo: la irregularidad propicia una especie de integración perversa a redes frías de sociabilidad: miedo por los peligros físicos relacionados al viaje migratorio, coerción por las mafias, prostitución, detención, expulsión y abusos. El estrés potencia el miedo.
[...] los lutos tienen lugar en el Síndrome del Inmigrante con Estrés Crónico y Múltiple, conocido como Síndrome de Ulises [...] | ||
y Ulises pasábase los días sentado en las rocas, a la orilla del mar, consumiéndose a fuerza de llanto, suspiros y penas, fijando sus ojos en el mar estéril, llorando incansablemente…/ Ulises para protegerse del perseguidor Polifemo, le dice: “Preguntas cíclope cómo me llamo… voy a decírtelo. Mi nombre es nadie y nadie me llaman todos…/Este personaje ejemplifica así cómo, si para sobrevivir se debe ser nadie, además de permanentemente invisible, se puede tener identidad ni integración social, además de la salud mental.
De forma tradicional, la responsabilidad por la salud se centró en la esfera de lo privado, asociada a la beneficencia y la caridad. | ||
1. Crear puntos de encuentro y centros de información que orienten a los migrantes sobre la atención social y sanitaria, siendo los interlocutores personas de las mismas minorías migrantes y que trabajen en esos centros.
2. Reforzar la cooperación con las organizaciones internacionales de estos grupos sociales, en el ámbito de la salud y supervisar y evaluar los problemas y beneficios a diferentes niveles geográficos.
3. Introducir programas nacionales de salud pública en los programas educativos tomando en cuenta las culturas minoritarias.
4. Establecer un fondo especial de compensación y programas en el ámbito de la formación, reasentamiento y cooperación entre los países de acogida y los de origen.
5. El acceso a los tratamientos médicos y a los cuidados preventivos debería proporcionarse, como un derecho humano, a todas las personas, sin importar su status, de conformidad con lo dispuesto en el derecho internacional, que garantiza el acceso a los cuidados preventivos y a la atención médica.
6. En los casos en los que no existan tales tratamientos y cuidados, se deberían introducir cláusulas de confidencialidad entre pacientes e instituciones médicas para garantizar que no se pueda divulgar a terceros ningún dato relacionado con la condición migrante de la persona.
7. Es necesaria la creación de mecanismos adaptados para determinar y responder a las necesidades sanitarias de todas las categorías de migrantes lo antes posible después de su llegada.
8. Se debería dar prioridad a la salud de los migrantes en el trabajo. Ello requiere que los interlocutores sociales colaboren y que las autoridades competentes garanticen el mantenimiento de normas de salud elevadas y seguridad en el trabajo en los sectores donde existen muchos migrantes empleados.
9. Los programas escolares de promoción de la salud también deberían considerarse como una manera de velar por las necesidades sanitarias de los niños migrantes.
1. El idioma es una base fundamental para cualquier interacción dentro de la sociedad. Por tanto, la integración lingüística se encuentra entre los pasos necesarios, y el nivel de dominio de las personas migrantes en el idioma o idiomas del país anfitrión ofrece una perspectiva importante en este aspecto de la integración.Ante todo lo anteriormente expuesto, no se debe considerar la salud sólo física como la cualidad para que los inmigrantes se incorporen con algún éxito a los circuitos laborales y productivos de las sociedades receptoras, pues la salud mental también puede ser igual o más importante. Los fenómenos psicológicos, como por ejemplo el cuadro de estrés extremo, el Síndrome de Ulises, tienen una estrecha relación con la capacidad de incorporación a la nueva sociedad y la capacidad de enfrentar los duelos y los sentimientos de pérdida.
2. La integración con el sistema educativo es una condición importante para la integración económica de los inmigrantes y sus hijos que aún no trabajan. Los indicadores son su desempeño en las escuelas, la opción de escuelas y universidades, así como la propensión de este grupo social a continuar con la educación posterior a la secundaria y más allá en comparación con los nativos del país.
3. La integración social se relaciona con el bienestar y la participación de los inmigrantes en la vida social de la sociedad de destino. La salud de los inmigrantes, así como su condición psicológica, debe tomarse en consideración dentro de este contexto y, por extensión, el acceso real de los inmigrantes al sistema de salud de los países que los reciben. La cantidad de matrimonios intergrupales entre inmigrantes y nativos es otro indicador importante para la aceptación e inclusión social.
4. La integración política está vinculada con la integración social. La pertenencia a asociaciones, sindicatos y partidos puede servir como indicador para la integración social y política. Las organizaciones de inmigrantes, la participación en las elecciones y la representación política a niveles local, regional y nacional son indicadores adicionales.
5. La integración económica se refiere a la participación de inmigrantes en el mercado laboral. Los indicadores incluyen la tasa de participación de inmigrantes; por ejemplo, el porcentaje de los inmigrantes en edad laboral empleados en el mercado nacional del trabajo y la tasa de desempleo de inmigrantes en comparación con la tasa general de desempleo. La consideración del ingreso doméstico en comparación con el promedio nacional también es indicador de la integración económica. La comparación de la distribución de inmigrantes en diversos sectores del empleo con la distribución de la población laboral en general, ofrece información adicional sobre tendencias de integración y segregación.
6. Integración residencial. El entorno en el cual viven los inmigrantes ofrece información sobre el nivel de integración residencial. El área de asentamiento, el nivel de concentración regional y la ghettoización local, así como la naturaleza y calidad de la vivienda en sí, todo demuestra en qué medida los inmigrantes están separados de la sociedad que los ha recibido, y si su estándar de vivienda se encuentra por debajo de, igual a, o más alto que las viviendas promedio estándar de la sociedad de destino (OIM, s.f.).
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