El
panorama que presenta la literatura bibliotecológica
actual muestra que existen avances importantes a nivel internacional
acerca de los parámetros
e indicadores aceptados para evaluar la calidad de los servicios
bibliotecarios. Podríamos citar estudios
sobre el uso de las colecciones impresas, sobre las búsquedas
por materias que realiza el usuario o la rapidez en el suministro
de documentos; sin embargo, todavía son pocos los estudios
que incluyen la evaluación de los recursos digitales
de manera muy específica, debido a la reciente incorporación
de éstos en las bibliotecas.
Los
trabajos existentes sobre el tema en cuestión, han sido,
en la mayoría de los casos, elaborados en Estados Unidos
y Europa. Están enfocados a reseñar distintos
tipos de evaluaciones, por lo que los parámetros e indicadores
que utiliza cada institución pueden variar. Lo anterior
ha dificultado la normalización de esta actividad.
Por
otra parte, cabe mencionar que si bien los cambios y avances
de las tecnologías de información suceden con
gran rapidez, no ocurre lo mismo con la evolución de
los métodos utilizados para evaluar. Podemos considerar
entonces que los indicadores de evaluación de los recursos
digitales, de su difusión y promoción por parte
de instituciones bibliotecarias y sobre todo del uso que tienen
son aún incipientes.