Revista Digital Universitaria
10 de agosto de 2005 Vol.6, No.8 ISSN: 1607 - 6079
Publicación mensual

 
     

RDU

 

 


Fig. 2


Fig. 5


Fig. 6


Fig. 7


Fig. 8


Fig. 9

 

 

 
Introducción

La conservación de los ecosistemas acuáticos continentales, viendo su utilización racional, es uno de los aspectos centrales de la Limnología moderna (estudio de las aguas interiores o continentales, lénticas (lagos) o lóticas (ríos). Algunos problemas ambientales a los que son sometidos muchos cuerpos de agua son: el represamiento de las aguas (Figura 1) por ser una barrera para los movimientos migratorios de algunos peces; la deforestación que ocasiona un aumento en el material particulado que poseen las aguas; las actividades humanas, como desagües y agricultura, que incrementan los desechos químicos que se vierten a las aguas; la introducción de especies exóticas, que planeada o accidentalmente ocasiona grandes problemas por ser difíciles de controlar y son las causantes del declive de muchas especies nativas.

Muchas de las actividades arriba mencionadas han causado y continúan ocasionando cambios en la composición de especies en respuesta a las condiciones de alteración de los hábitats; típicamente la abundancia total se incrementa pero la riqueza declina.

Conservar los ambientes acuáticos junto con las especies de las diferentes comunidades biológicas (microorganismos del plancton, macroinvertebrados del bentos, vertebrados del necton como peces, anfibios y mamíferos entre otros) significa mantener sus condiciones naturales para que puedan tener garantizados usos múltiples, como el abastecimiento de agua, la generación de energía eléctrica, la producción de alimentos para el hombre y los animales, la investigación, entre otros (Figura 2). Es por ello que las aguas tienen una necesidad cada vez más urgente de ser restauradas y preservadas (Allan, 1995).

Desde el punto de vista biológico propiamente, es importante mantener la diversidad de hábitats y la biodiversidad acuática. La biodiversidad o diversidad biológica es la enorme variedad de seres vivos y sus complejas interacciones; se refiere al número de especies presentes en un ecositema, país o región (Brack, A., 2004). Es importante mantenerla por la utilidad que desde la antigüedad le da el hombre a muchos organismos en su vida diaria (por ejemplo las medicinas naturales, látex, tintes, etc., solo para citar organismos vegetales), pero sobre todo por la función que cumple cada organismo dentro de un ecosistema. Cuando más especies posea un ecosistema, más estable y más fácilmente podrá restablecerse su funcionamiento. La conservación de la biodiversidad no es posible si no conserva igualmente los hábitats.

Respecto a la biodiversidad de peces, se estima para América del Sur un número de 5 mil a 8 mil especies de peces de agua dulce (Lowe-Mc Connell, 1987). Sólo para el Perú, hasta 1986 se tenía registradas 736 especies de peces de agua dulce, entre nativos e introducidos (Ortega & Vari, 1986). Actualmente los registros de peces para el Perú son de 855 especies (com.per. Ortega, 2005).

Estudios de las áreas de endemismo y filogenia biogeográfica son ideales en países como el Perú, donde los Andes actúan como barreras para la migración de muchas especies de peces. Desafortunadamente este potencial no está aun investigado (Vari -Weitzman, 1990).

Un área se considera endémica cuando sólo en ella vive una determinada especie. El lago Junín por ejemplo, es considerado una zona endémica y por tal motivo, se encuentra dentro de una zona reservada (Reserva Nacional de Junín). En este lago es el único lugar donde se encuentra al ave Zambullidor de Junín, categorizado en peligro crítico por la legislación peruana.

La filogenia biogeográfica se refiere al estudio del desarrollo evolutivo de las especies de antepasado comunes en las zonas donde se distribuyen dichas especies. Una especie nueva aparece cuando sus poblaciones son separadas de otras cercanas, principalmente por barreras; en el caso del Perú, la principal barrera la cosntituye los Andes. Las zonas más rica en endemismos en el Perú lo constituye los bosques de las vertientes orientales (Brack, A., 2004).

 
   
Estudio de las aguas interiores o continentales, lénticas (lagos) o lóticas (ríos).
Es importante mantenerla por la utilidad que desde la antigüedad le da el hombre a muchos organismos en su vida diaria (por ejemplo las medicinas naturales, látex, tintes, etc., solo para citar organismos vegetales), pero sobre todo por la función que cumple cada organismo dentro de un ecosistema. Cuando más especies posea un ecosistema, más estable y más fácilmente podrá restablecerse su funcionamiento. La conservación de la biodiversidad no es posible si no conserva igualmente los hábitats.
Un área se considera endémica cuando sólo en ella vive una determinada especie. El lago Junín por ejemplo, es considerado una zona endémica y por tal motivo, se encuentra dentro de una zona reservada (Reserva Nacional de Junín). En este lago es el único lugar donde se encuentra al ave Zambullidor de Junín, categorizado en peligro crítico por la legislación peruana.
La filogenia biogeográfica se refiere al estudio del desarrollo evolutivo de las especies de antepasado comunes en las zonas donde se distribuyen dichas especies. Una especie nueva aparece cuando sus poblaciones son separadas de otras cercanas, principalmente por barreras; en el caso del Perú, la principal barrera la cosntituye los Andes. Las zonas más rica en endemismos en el Perú lo constituye los bosques de las vertientes orientales (Brack, A., 2004).
 
   
 

 

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