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Métodos
de conservación de alimentos marinos
•
Enhielado
• Congelación
• Conservas de pescado
• Salazón
• Ahumado
• Escabechado
Enhielado
Para
la conservación del pescado fresco,
desde que se pesca hasta su exhibición
y consumo, una vez extraído o capturado,
el pescado debe ser acondicionado en las bodegas
de los barcos pesqueros con hielo molido o
hielo en escamas. Esta hace que el pescado
se enfríe, pero no se congele. Una
vez en tierra, se los dispone en cajones o
en envases, distribuyendo el hielo por debajo
y por encima. Cuando el pescado llega a la
pescadería se lo almacena en cámaras
de frío, pero sin congelarlo. Luego
se lo exhibe en las góndolas de los
comercios, también acondicionados con
hielo en escamas o molido. Luego el consumidor
debe conservarlo en el refrigerados hasta
prepararlo en la cocina, sabiendo que el tiempo
de conservación en fresco es limitado.
Congelación
La
industria de la alimentación ha desarrollado
cada vez más las técnicas de
congelación para una gran variedad
de alimentos: frutas, verduras, carnes, pescados
y alimentos El fundamento de la congelación
es someter a los alimentos a temperaturas
iguales o inferiores a las necesarias de mantenimiento,
para congelar la mayor parte posible del agua
que contienen. Prácticamente no se
pierden vitaminas ni minerales debido a que
la congelación no afecta ni a las proteínas,
ni a las vitaminas A y D, ni a los minerales
que ellos contienen.
Conservas de pescado
Se
conocen corrientemente como pescados enlatados
y son pescados envasados en recipientes herméticamente
cerrados, sometidos a un tratamiento térmico
suficiente para proteger su conservación
y seguridad durante un almacenamiento prolongado
a temperatura ambiente. Este método
de conservación se aplica por lo general
a pescados grasos (especialmente sardinas
y túnidos) y mariscos (principalmente
mejillones, berberechos, navajas y cefalópodos).
El pescado fresco es muy nutritivo, pero la
conserva de pescado también. El proceso
industrial no altera la composición
nutricional del alimento, por lo que mantiene
todas sus vitaminas y minerales intactos.
Al no darle la luz al contenido de la lata,
los nutrientes fotosensibles (vitaminas A,
K y ácidos fólicos) no se pierden
con el paso del tiempo.
Salazón
Es
una de las técnicas más antiguas
de conservación de los alimentos. La
sal aumenta la vida útil de los productos
de la pesca retrasando su alteración.
La sal se utiliza conjuntamente con la desecación
(caso del bacalao seco), con el humo (ahumados)
o con el vinagre (encurtidos), para mejorar
la conservación del pescado y conseguir
las características particulares de
los pescados desecados-salados, ahumados y
escabechados, respectivamente.
Ahumado
En
este caso, después de salado, se somete
el pescado a la acción del humo de
madera no resinosa. Como consecuencia de la
interacción de la sal con los componentes
del humo se modifican el color, olor y sabor
del pescado al tiempo que se produce una deshidratación
parcial de los tejidos del pez y se modifica
su textura. La deshidratación parcial
de los tejidos y la presencia en el humo de
compuestos con actividad antimicrobiana o
bacteriostática determinan un ligero
aumento de la vida útil del pescado
ahumado, respecto del fresco, pero insuficiente
para permitir su conservación a temperatura
ambiente, por lo que estos productos se deben
conservar en refrigeración. Ejemplos
típicos de este tipo de productos son
el salmón, la trucha y la palometa
ahumadas
Escabechado
Consiste
en la conservación del pescado por
la acción conjunta de la sal y el vinagre.
La creación de un medio ácido
y la disminución del agua disponible
consiguen aumentar la vida útil del
pescado.
Los boquerones en vinagre representan un ejemplo
de preparación de “escabeche
frío”. En este caso, el pescado
fresco se introduce durante varios días
en una salmuera con vinagre. También
la conservación de estos productos
requiere refrigeración.
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