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Diagnóstico general provisional y no apocalíptico:
Sobre la investigación y producción de imágenes
e imaginarios domina el empíriocriticismo. Hay una
crisis de sobreproducción de Imágenes generadora
de caos y barbarie cultural e intelectual. Se rinde culto
fetichista al fetichismo. La producción de imagen
e imaginarios se ejerce dentro de los límites fijados
por las leyes del utilitarismo convencional burgués1. A pesar del avance tecnológico se ha detenido notoriamente
el desarrollo de Imágenes e Imaginarios con estereotipos
alienantes e instituciones culturales rígidas.
Los trabajadores de los medios y modos de producción
de Imágenes e Imaginarios viven bajo condiciones
de explotación y alienación aceleradas. Tanto
los independientes como los asalariados soportan estragos
del modo de producción y distribución hegemónicos
que sólo depara abandono y depresión. Hay
conciencia gremial limitada, poca organización y
poca capacitación transformadora por miedo al desempleo
y la violencia legalizada.
Un cierto clientelismo académico y científico
elude el debate y la investigación crítica
entre docentes y alumnos frente a los medios y modos de
producción. Se incentiva poco o nada el desarrollo
de protocolos o estatutos de enseñanza, investigación
o creación teórica, hacia una práctica
científica transformadora. En lo general el concepto
Imagen se reduce a lo visual y, casi exclusivamente, se
privilegia el estudio lineal de técnicas y formas
de producción sin contexto y crítica. El
estudio crítico de la Imagen aparece en la pedagogía
como esclava de lo visible y disuelta en un laberinto de
confusiones visualistas. Hay, no pocos, devaneos mercantiles
para la formación e inserción de estudiantes,
investigadores y creadores dóciles, al mercado laboral
hegemónico.
Ciertadegeneración en algunas
organizaciones científicas, universitarias, ha producido
grupos y tendencias sectarias de géneros diversos.
En general se niegan a luchar por los intereses y las necesidades
elementales de las sociedades en su situación actual.
Dan la espalda a la realidad con sus verdades. Permanecen
indiferentes ante la lucha interna de las universidades,
a sus debates, tensiones y contradicciones. Como si se
pudiera conquistar la verdad y la ciencia sin intervenir
en esa lucha. Se rehúsan a poner en la práctica
la ciencia con sus teorías y métodos para
la transformación total de la realidad burguesa
imperialista y el fascismo, camuflado como se camufle.
La producción científica sobre la imagen,
en el campo de la educación, tiene, además,
tareas críticas importantes vinculadas con la transmisión
de imágenes e imaginarios en el proceso enseñanza
aprendizaje desde la escuela primaria. No están
exentas de un estudio crítico las teorías
y las tecnologías para la educación. Tales
tecnologías son hoy aun objeto de pocas intervenciones
críticas. Es imprescindible advertir el riesgo de
farandulización del conocimiento en manos de vendedores
de herramientas e ideas para el apoyo educativo.
Hay una Imagenfilia fetichista de cierto estrellato libresco
dirigido por algunos poseedores del secreto mayor. Convierten
el mana de la Imagen en votos. Garúes del poder
que santiguan a sus clientes (y a sí mismos) con
estrategias de mercado más o menos funcionales.
Para bienes o servicios, para la farándula o la
política. Hay una lógica fetichista que instaura
en la Imagen poderes domesticadores sobrenaturales que
constituyen un adiestramiento al consumo temprano de tecnologías
e ideologías de época.
Con apoyo de algunos gobiernos
Desde 19942 se desarrolla un movimiento vertiginoso que ha sido capaz de producir experiencias de Imagen alternativas, independientes, rebeldes… no son una “novedad” tienen historia y herencias muy concretas, se trata de un estallido de imágenes e imaginarios dispuestos a construir modos y medios de producción transformadores. Con sus limitaciones y contradicciones diversas, semejante estallido debe ocupar un lugar privilegiado en las investigaciones sobre la Imagen, algunas de ellas también en efervescencia. Eso está en ciernes.
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