Columpios
Música de Sergio Cárdenas para
orquesta de cuerdas
Sonoridades expresionistas con algunos tintes
de México; producto de un gran trabajo
intelectual, que se ha nutrido de las mejores
fuentes musicales del siglo XX, es ésta
creación revelada en una extraordinaria
producción discográfica del
maestro Sergio Cárdenas.
Este CD, “Columpios”, reúne
cuatro trabajos con características
peculiares dentro de los géneros
nacidos en el siglo XX pero perfectamente
vigentes en estos albores del XXI. Cada
uno de ellos resultó a mi audición
una joya, creada con sobriedad, equilibrio
y pasión de innegable madurez.
![](columpios-1.jpg) |
La
excelente composición de Columpios
para clarinete y orquesta de cuerdas
tiene una forma perfectamente acabada,
que nos remite desde la introspección
del alma al simbolismo reflejo del
medio circundante. En tan sólo
uno de tantos elementos que enriquecen
esta primera obra encontramos a manera
de refracción a un lejano pasado
el famoso Adagio para clarinete de
Mozart, último del genio de
Salzburgo, que nos sorprende por estar
perfectamente integrado en las concepciones
líricas del expresionismo.
La organicidad de motivos y de figuras
nos dan la apariencia de una sociedad
de personajes conviviendo en aparentes
vidas paralelas y en una sola dirección.
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Es
así como el clarinete me representa
un personaje, las cuerdas frotadas, otro,
los pizzicatos en los bajos otro. Su energía
central junto con elementos aleatorios,
cadencias, logros atmosféricos, grandes
pausas asonoras y efectos de gran técnica,
no distraen la sincera reflexión
e introspección de quien le escucha
por primera vez y cuyo final tan sólo
es una apariencia pues da pauta a la continuidad
permanente del pensamiento, que a mi gusto
podría ser este: “el ¿Qué
pretendemos ser? y ¿Para qué
hemos sido destinados?” preguntas
eternas, jamás satisfactoriamente
resueltas, pero que es necesario plantear
con cierta regularidad.
La
afortunada disposición de obras en
este CD nos lleva al Adagio expresivo de
“Cuando alguna vez te pierda”.
Basado en la poesía simbolista del
alemán Rainer María Rilkem,
es una obra destinada a ser uno de los adagios
emblemáticos de todos lo tiempos
por su gran lirismo y profundidad. Aquí
vendría bien inducir un paréntesis
y hacer un sentido elogio al trabajo de
la Orquesta Filarmónica de Cámara
de Polonia, a sus solistas y al maestro
Cárdenas de quien además quedó
explícito su gran conocimiento del
alemán, en la traducción de
la “Canción para dormir”,
y por supuesto también a la excelente
dirección de estos músicos
en sus manos.
Acerca
de la tercera obra quisiera narrar el sendero
de esos excelsos monólogos y diálogos,
esos solsticios en la cuerda frotada que
a su vez son vías etéreas
a la contemplación unitemporal de
la estética y del alma...la primigenia
cita Ponciana en esta ocasión está
transformada en su armonía, llevándonos
subliminalmente a su transformación
melódica ya sea a través de
un Moto cuasi perpetuo o en una trama contrapuntística
que abruptamente es rota por otro hermoso
monólogo del violín solo....
más adelante me pareció reconocer
otra curiosa cita a nuestras raíces
que me coincide con el verso no tan sutil
que dice: “una pasión me domina,
es la que me hizo venir Valentina, Valentina
yo te quisiera decir...” cita musical
desmentida por el autor pero que es al fin
de cuentas un vals antiguo engalanado con
nuevas armonías y contrapuntos del
violín. Todo ello se llamó
como lo indica el jadeante susurro final
“Dime... si me quiere... un poco”.
La
conclusión, “Canción
de la estatua”, basada en otra poesía
de Rilke, es sin duda una obra de impresionante
energía rítmica y contrastes
donde se sella el coraje de la ineludible
muerte que en la memoria pétrea de
su presa se muestra paralizada pero anhelante
de un nuevo flujo de sangre.
Yo
terminaré mi breve exposición
diciendo que poeta y músico no podrán
estar ya disociados a partir de esta creación
musical. Felicito a todos los presentes
por la oportunidad que tenemos de apreciar
estas nuevas partituras y al maestro le
deseo una vasta y exitosa producción
en lo futuro.
Con
gran admiración
Savarthasiddh Uribe Moreno
Texto leído en la
presentación del CD “COLUMPIOS,
Música De Sergio Cárdenas
para Orquesta de Cuerdas”, en la Escuela
Nacional de Música-UNAM, de México,
D. F., el 21 de Noviembre de 2000.