|
Audiencia
o público como mercado
En
los últimos años es más
frecuente encontrase con la expresión
de “mercado mediático”, que
a decir de McQuail (2001), en la actualidad
puede designar tanto a un conjunto de “consumidores
de los medios” como al target
de un anunciante publicitario. El problema que
presenta esta concepción al estudio de
los medios es que el concepto describe el vínculo
entre emisor y receptor como un acto calculador
o meramente mercantil, de consumo y no como
un acto social, ignora las relaciones internas
del grupo de consumidores y da preferencia a
los indicadores socioeconómicos como
características principales de la audiencia.
Se
define a la audiencia mercado como un conjunto
de consumidores, reales o potenciales, de servicios
y productos mediáticos, con un perfil
socioeconómico conocido, al igual que
en la concepción de masa como audiencia
no hay conciencia de pertenencia ni de identidad
como audiencia y la investigación que
se genera alrededor de ésta sólo
considera el tamaño y los comportamientos
individuales. (McQuail: 2001:438-439)
Uno de los problemas de considerar a la audiencia
como mercado, es que subyace en esta idea la
concepción de masa, una vez más
como un grupo de sujetos manipulables e influenciables,
y se relaciona de manera muy estrecha esta idea
de la audiencia como mercado con los grupos
empresariales y su discurso mediático.
No
hay que olvidar que existen influencias económicas
sobre la estructura de la audiencia, que se
originan en la variación del costo de
los medios de comunicación para el consumidor
y, lo que es más importante, la financiación
de los medios por parte de la publicidad, que
obliga prácticamente a los medios a armonizar
los mensajes con las audiencias adecuadas, definidas
de acuerdo con patrones de ingresos y consumo
que se obtienen a partir de los estudios de
audiencia y segmentación de mercados,
asunto nada ajeno del terreno de la publicidad;
lo cual no debe sernos extraño dado que
sabemos que el desarrollo de los medios de comunicación
ha estado estrechamente vinculado a dos aspectos:
la producción de objetos de consumo y
la publicidad, es decir en una sociedad capitalista
estros tres elementos difícilmente subsisten
el uno sin los otros.
|
|