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Linda
Seger en su libro Cómo crear personajes
inolvidables, hace un acercamiento desde
la perspectiva psicológica principalmente,
para la formulación de personajes.
Propone ejercicios prácticos dirigidos
a escritores de todas las ramas: novela,
cuento, publicidad, cine y televisión.
Seger propone cinco descripciones iniciales
para la creación de un personaje:
1.
Primera idea por observación y
experiencia propia
Al
escribir imaginamos un personaje que tiene
características que seguramente tomamos
de gente que hemos visto o que conocemos.
Pero también tiene características
nuestras, pues siempre habrá algo
de nosotros; lo que somos, lo que queremos
ser, nuestros ideales y nuestra postura política, ética
o moral, especialmente en el personaje principal.
Desde luego, nunca se debe olvidar la anécdota
donde este personaje se moverá.
2.
Descripción física
En
general se le dedican una o dos líneas
a describir los rasgos importantes del personaje
pero la extensión depende de la complejidad
que necesite, finalmente serán el
director y el actor quienes darán
vida a la caracterización. Abundar
en elementos actorales como el encorvamiento
de hombros o la forma de caminar dan “pistas” al
actor que podrá o no tomarlas. Sin
embargo, hay que tener cuidado en el uso
de los adjetivos como “guapo”, “fuerte”, “inteligente” que
sirven de poco para una interpretación
adecuada.
Al
escribir descripciones que vayan a ser
interpretadas, es importante que sean lo
suficientemente generales como para que
varios actores puedan representar el papel,
y lo suficientemente específicas
como para que se cree un personaje bien
definido. Una descripción que evoca
otras cualidades y asociaciones puede cautivar
la imaginación del actor y convencerle
de que se trata de un personaje que vale
la pena interpretar (Seger, 2000, p. 38).
3.
La coherencia del personaje
Los
personajes deben ser coherentes con su perfil,
lo cual no quiere decir que sean previsibles.
Quizá esta sea la parte más
difícil en la creación de personajes
multidimensionales y realistas. La coherencia
tiene que ver con los valores éticos
del personaje, lo que es capaz de hacer y
lo que no y la forma de solucionar los problemas
que se le enfrentan. “Los valores
expresados por un personaje pueden llegar
a convertirse en un oportunidad para que
los escritores expresen su forma de ver las
cosas” (Seger, 2000, p. 45). Incluso,
algunos géneros cinematográficos
basan su historia en el fortalecimiento de
los valores, en películas bélicas
o de agentes secretos, donde vale la pena
luchar y morir por los valores que muestran
los personajes.
"El
hecho de incorporar valores en determinados
personajes no significa que sus personajes
tengan que discutir sus creencias, sino que
significa que usted comunicará esos
valores a través de las acciones del
personaje, de sus conflictos y de sus actitudes" (Seger,
2000, p. 46). Además,
la coherencia no es sólo en los actos,
sino también en los saberes del personaje.
Su educación debe reflejar una forma
determinada de actuar, su familia y creencias,
raza y situación social también
deben reflejarlo. Para esto sirve la investigación.
Sin
embargo, la coherencia también tiene
paradojas, que es propia de la naturaleza
humana. “Las personas son ilógicas
e imprevisibles. Hacen cosas que nos sorprenden,
que nos sobresaltan y que cambian todas las
ideas preconcebidas que teníamos de
ellas” (Seger, 2000, p. 40). Esto convierte
un personaje estereotipado en otro único
y fascinante. Encontrar el balance entre
la coherencia y la paradoja del personaje
sólo puede darse a través de
las lecturas del guión a otras personas
y de una amplia construcción previa,
con base en una investigación, del
perfil del personaje.
4.
Actitudes y emociones
“Si
sólo crea personajes coherentes, éstos
serán más bien planos. Pero
si añade algunas paradojas, sus
personajes serán más singulares.
Y, si desea hacer que sus personajes sean
más profundos, puede añadir
otras cualidades. Puede ampliar sus emociones,
sus actitudes y sus valores” (Seger, 2000,
p. 41). Las
actitudes y emociones transmiten las opiniones
del personaje, su punto de vista ante situaciones
límite, lo definen ante la vida.
5.
Individualizar un personaje
Además
de crear personajes multidimensionales por
medio de la descripción física,
la apropiación de valores, las actitudes
y las emociones que expresa y las paradojas
que lo conmueven, se le deben añadir
detalles: comportamientos específicos,
lenguaje particular, gestos o tics, ropa
que lo diferencie de los demás, también
la forma de mirar, de moverse, de bailar,
así como las imperfecciones de esa
persona. Todo esto serán sugerencias
para el director y el actor cuando se llegue
a la puesta en escena. Además de elaborar
estos 5 documentos, son necesarios otros
más extensos para adentrarnos en el
conocimiento del personaje.
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