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Se puede pensar que “… los discursos obedecen a un muy general principio de pertinencia, según el cual si un discurso existe es porque debe haber razón para ello”¹ . Sin embargo cuando la tecnología brinda la oportunidad de generar nuevos textos², entendidos bajo el nombre de hipertexto o hipermedia (estos conceptos conforman el mundo de los bits – un bit es aquel que “no tiene color, tamaño o peso y puede ser llevado a la velocidad de la luz. Es el elemento atómico más pequeño del DNA de la información”³ y a su vez se insertan dentro de la llamada Sociedad del Conocimiento o de la información. Y su rasgo principal es la conversión del conocimiento “en un recurso clave, y el único escaso”, además de que “el conocimiento efectivo es el especializado”⁴); se generan una serie de cuestionamientos alrededor de ellos, como son: ¿pueden calificarse estas nuevas formas, el hipertexto y la hipermedia, como textos o inclusive como discursos?, ¿qué son los nuevos textos?, ¿cuál es la razón por la que existen? y ¿cuáles son sus implicaciones entre los individuos?

Este ensayo pretende adentrarse en estas interrogantes, así como cuestionar si la presencia de las nuevas tecnologías es un problema o ventaja para la creación de nuevos textos, para ello se pretende realizar una reflexión sobre la condición actual de los textos producidos por medio de la tecnología, llegándose a hablar en la actualidad inclusive de “documentos inteligentes”⁵. El nivel de desarrollo de la tecnología ha sido tal que ya se habla del “análisis lingüístico de la red” o “netlinguistics”⁶ el cual incluye al momento cinco tipos de géneros o “cybergenres” a partir del contenido, la forma y la funcionalidad⁷. Además, no hay que olvidar que con la utilización del chat y los mensajes SMS de los dispositivos móviles, las formas de escribir se alteran a causa de la simplificación de caracteres y la utilización de iconos gestuales⁸