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Un medio que demanda sumir el acelerador

Desde que el medio digital llegó a formar parte de la vida cotidiana de los editores y de los académicos universitarios, día a día nos encontramos ante nuevos retos tecnológicos que nos obligan a realizar altos en el camino para replantearnos la ruta dentro del trayecto que habrán de tener nuestras publicaciones a futuro en los medios electrónicos.

A principios del 2007, se publicó la noticia referente al nombramiento de la UNAM como la mejor universidad de Iberoamérica en el terreno de la web,1 – tanto por la aportación que se hace en la difusión de las actividades académicas y de investigación como por otorgar acceso libre a la información científica generada en su interior–, asunto que, dentro de la producción universitaria invariablemente obligará a las entidades editoras universitarias a acelerar la producción de las publicaciones electrónicas.

Noticias de esta índole no son más que el reflejo de una creciente demanda y oferta de recursos en línea, así como de la idea construida bajo la premisa de que en la sociedad de la información y del conocimiento “si algo no está en Internet no existe”. Y aunque las brechas de consumo de la mayoría de los recursos en línea se han perfilado en países y sectores muy definidos, como el académico, este crecimiento mundial sirve para recalcar la importancia del papel que la producción académica mexicana desempeña en nuestra región.

Ante la demanda de productos académicos en línea, así como de la apertura de canales de difusión tan relevantes para el mundo iberoamericano como Latindex <http://www.latindex.org>, e-journal <http://www.ejournal.unam.mx> y Scielo < http://www.scielo.org.mx/scielo.php>, los editores y los investigadores hemos tenido que recurrir a la pronta y casi autodidacta aplicación de metodologías no siempre óptimas para el medio en el que queremos posicionarnos. Si bien hemos resuelto de manera inmediata la digitalización mediante el uso del PDF, pocas veces nos hemos planteado dichos proyectos bajo la perspectiva de elegir un lenguaje digital apto que cubra la incorporación de nuestra producción editorial tanto a los medios digitales disponibles como que también haga posible la preservación a futuro de la información.

Por ello, es necesario contar con un método adecuado para que toda publicación que sea digitalizada en cualquiera de nuestras dependencias universitarias cumpla con una serie de requisitos técnicos y editoriales que posibiliten su preservación, transmisión, divulgación y diseminación por aquellos servicios electrónicos que dispone la universidad para las publicaciones. De esta manera las dependencias ganaremos en tiempo y planeación, y la universidad podrá ver enriquecidos en corto tiempo sus acervos en línea con su propia producción académica. Ello ayudaría a completar el enorme vacío de materiales que sufren los acervos electrónicos nacionales y que son tan necesarios para la consulta de los académicos nacionales y extranjeros.