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Cuando
hablamos de tecnología
y música, pensamos inmediatamente en los recientes avances
en el campo de la computación y el sonido, precedidos
por los inventos de distintos aparatos electrónicos
analógicos que fueron creados desde inicios del siglo
XX (sintetizadores, amplificadores, mezcladoras, bocinas, etc),
y por supuesto del fonógrafo, que ya tiene más
de un siglo de haber sido inventado. Pero la relación
entre tecnología y música trata también
sobre los avances de los instrumentos acústicos tradicionales
(instrumentos de viento, piano, pianola, etc) desligados completamente
de la electricidad. |
En este texto me voy a centrar en el campo tecnológico sonoro
que tiene que ver con la música producida por medios electrónicos.
Para hablar de los últimos diez años de música y tecnología en nuestro país, tenemos primero que establecer un contexto histórico internacional para poder comprender nuestros avances, nuestras carencias, y finalmente el lugar que ocupamos en relación
con el resto del mundo.
Los primeros pasos en el desarrollo de un nuevo lenguaje sonoro, supeditado a los avances de las ciencias de la física acústica y de la electrónica, surgen en los países del primer mundo, mientras que en los países en vías de desarrollo, como el nuestro, estos avances nos van a llegar a cuenta gotas y con gran retardo.
Ahora bien, en la actualidad estamos viviendo una globalización
del uso de la tecnología sonora gracias al avanzado desarrollo
de las computadoras personales y al abaratamiento de estas, así como
de los productos de audio externos básicos (hardware como
tarjetas de sonido de varios canales, mezcladoras multi pistas, etc).
Ésto nos brinda la oportunidad de participar en el club de
los países primer mundistas, cuando menos en cuanto al consumo
de estos productos. Sin embargo, existe un factor que nos sigue distanciando:
mientras ellos ya han añejado el uso de la tecnología
en el lenguaje musical, ya poseen una “tradición”,
nosotros somos todavía como niños descubriendo un mundo
nuevo de experimentación sonora que apenas comenzó a
ser vislumbrado por los compositores mexicanos en los años
sesenta y setenta1 (Rocha Iturbide, 2004).
El desarrollo técnico-científico sonoro
Podemos decir que históricamente se han dado tres vertientes de desarrollo técnico-científico sonoro a nivel internacional. La primera está constituida por los laboratorios de experimentación sonora que surgieron en una primera instancia en las radios publicas de países Europeos como es el caso del ORTF de Radio Francia (hoy llamado Groupe de Recherche Musical GRM) que fue creado por el padre de la música concreta Pierre Schaeffer en 1948, o del laboratorio de música en la Radio de Colonia Alemania fundado por Herbert Eimer y Robert Beyer en 1951. Posteriormente, estos centros van a surgir también en distintas universidades (particularmente en EUA) que invirtieron fondos para la investigación en el campo de la música y la tecnología. Este fue el caso de Columbia Princeton en NY, universidad que inició un laboratorio en 1959 gracias a la adquisición del sintetizador Mark II que fue donado por la compañía de audio RCA. En décadas posteriores (años sesenta y setenta), otras universidades como el MIT, San Diego UCSD, Mills College, etc, van a desarrollar centros de investigación y producción de música electrónica en los EUA.
Finalmente,
a partir de los años setenta, surgirán centros
de investigación
y producción de música electrónica en
algunos países Europeos financiados por gobiernos federales
y fundaciones privadas, un ejemplo es el Instituto
de Investigación
y Coordinación de Acústica y Música (IRCAM) en
Paris, Francia surgido en 1973, o más recientemente (en
la década de los noventa) el ZKM en Alemania. |
El trabajo de investigación y producción en todos estos centros ha dado lugar a un nuevo campo de investigación llamado “música por computadora”, del cual han surgido varias sociedades académicas internacionales como la International Computer Music Association (ICMC) a la cual pertenecen más de 500 miembros de países de Europa, EUA, Canadá, Asia, pero pocos de América Latina.
La segunda vertiente del desarrollo musical tecnológico se
ha desarrollado en las compañías comerciales de audio
y de telecomunicaciones. En el primer caso ha estado enfocada al
mercado del desarrollo tecnológico musical, lo que dio lugar
al inicio de la producción de sintetizadores (a finales de
los años setenta), que fueron destinados a ser utilizados
principalmente por grupos de música POP,2 estudios de grabación
de música comercial, etc. En el segundo caso, algunas compañías
telefónicas como la Bell Laboratories en los EUA, desarrollaron
en los años sesenta diversas técnicas de manipulación
y transformación sonora enfocadas a la transmisión
del audio que luego fueron aprovechadas por investigadores interesados
en el desarrollo de la música por computadora.3
La tercera vertiente es de carácter alternativo: se trata
de inventores y experimentadores diversos que han creado desde inicios
del siglo XX aparatos sonoros electrónicos que no tuvieron
ninguna secuela por no haber sido financiados y producidos por las
grandes compañías de audio. Sin embargo, algunos inventores
han logrado en la actualidad producir pequeñas cantidades
de aparatos destinados a la experimentación sonora que encuentran
ahora un muy reducido mercado, pero que les permite sobrevivir. También
están los artistas sonoros y compositores que se han dedicado
desde hace años a subvertir el uso de aparatos electrónicos,
de encontrarles otras maneras de uso alterándolos, modificándolos,
etc.
El caso de México
Pasemos ahora a nuestro tema central que es México, un país
que como casi todos los países de América Latina ha
tenido muy poco desarrollo en el campo de la música electrónica4 debido
a un retraso no sólo económico con el resto
del mundo, sino también académico.
Las tendencias vanguardistas musicales han tenido siempre una gran
resistencia por instalarse en nuestro país, cuando menos en el ámbito académico,
cosa que sucede también en el campo de las artes plásticas. Sin
embargo, en este segundo caso, el mercado mundial del arte ha obligado a los
países emergentes como el nuestro a aceptar estas estéticas nuevas.
En el campo musical en cambio, seguimos estando a expensas de nuestras raíces
fundadas en una educación poco progresista. Sin embargo, en el ámbito
de la música electrónica popular hemos logrado evolucionar gracias
al gran desarrollo de la tecnología de la música por computadora
de carácter comercial, que viene dándose justamente desde hace
10 años de manera latente5.
Por otro lado, en los últimos años
han surgido programas de computadora para hacer música, donde no es
necesario que el usuario tenga que saber absolutamente nada acerca de las
bases musicales tradicionales o de la música electroacústica.
Algunos de estos programas son más especializados, y están destinados
a jóvenes
que quieren hacer música electrónica Pop,6 mientras
que otros están
destinados al público común y corriente7.
Vivimos pues un boom mundial en el cual México está inmerso
y en el que cualquier usuario puede ser músico creador, así como
editor de video, diseñador gráfico, etc, todo esto gracias a
la facilidad de uso de estos “softwares”. Debo decir que esto ha
beneficiado mucho a nuestro país, ya que estos jóvenes, ávidos
de escuchar y de producir música electrónica rítmica bailable,
son un público potencial de las músicas contemporáneas
actuales,8 en
las que sus protagonistas se han mantenido ocultos en un mundo elitista
que los ha aislado del gran público. Ahora bien, este fenómeno
no sólo se ha instalado en las músicas electrónicas bailables,
existen grupos de jóvenes que están creando música experimental
a través del uso de estas herramientas. Ellos tienen a veces muy pocas
nociones de la historia de la experimentación sonora, pero poseen en
cambio una gran imaginación y libertad creativa.
Nos encontramos actualmente con un movimiento de música electrónica
experimental que se está desarrollando de la misma manera en que la hierba
crece en un jardín abandonado en época de lluvias, y podemos
decir que éste
tuvo sus comienzos a finales de los años noventa (Rocha Iturbide,
2005).
Alrededor de 1998, en el museo Carrillo Gil del DF se abrió un café en
el que comenzaron a tocar DJ’s de beat music (música rítmica
electrónica). Fue apenas el comienzo, pero ya allí llegaron algunos
músicos iniciados en la búsqueda de la experimentación
sonora. Fuera de este bar surgieron algunos foros que abrieron sus espacios
a la música electrónica experimental como el festival
de arte sonoro en el museo Ex Teresa (1999-2002)9 inmerso
foro sonoro en el museo Tamayo (2002-2006), o el festival radar en
el centro histórico del DF
(2002-2006) . Actualmente, en lo que va del 2006 podemos ver que han surgido
nuevos espacios alternativos en donde estos músicos experimentales
han dado rienda suelta a su expresividad.10
Tenemos sin embargo un gran problema: esta gran evolución que se ha
dado de manera casi espontánea peligra también de un estancamiento
debido al retrasado proceso de la educación dentro del ámbito
de las músicas electrónicas. Todavía no existen en México
programas de licenciatura o cuando menos diplomados de un año que sienten
las bases de una formación de música y tecnología integral,
destinados a un gran público que tiene una gran hambre por aprenderlas.
Hablamos de un público perteneciente a distintas disciplinas como lo
son: la música contemporánea académica, el radio arte,
la poesía sonora, el arte sonoro, música popular electrónica,
diseño de audio para cine, páginas de Internet, etc.
No obstante, es necesario recalcar que hemos tenido grandes logros
en los últimos
años, como la reciente aparición de una maestría de música
y tecnología en la ENM de la UNAM (desde 2004), la licenciatura en música
(que incluye materias de música electroacústica) en vías
de desarrollo en el centro de las artes de Mérida Yucatán,11 el
surgimiento muy reciente de un centro de música y tecnología
en Morelia Michoacán12 y
la aparición cada vez más numerosa
de talleres de música por computadora en el centro multimedia del DF,
o en distintos festivales como Callejón del Ruido en Guanajuato Gto,
Radar, Polisensorial en Morelia Mich, etc. También han surgido 20 encargos
de obra electroacústica para compositores jóvenes en los últimos
dos festivales de música Instrumenta Oaxaca (2005 y 2006), un hecho
inédito en el ámbito de la música y tecnología
en nuestro país. Sin embargo, seguimos careciendo de esa formación
integral de la que hablo, y más importante, no tenemos todavía
centros de investigación que incluyan el área no solo de la música
en relación con la tecnología, sino del arte electrónico
en general.
Logros obtenidos
Los únicos países latinoamericanos que han tenido un
avance a nivel académico en esta área han sido Brasil
y Argentina, y esto lo podemos observar al ver que cada vez más
compositores jóvenes de estos dos países han ganado
concursos de música electroacústica internacionales
como el de Bourges en Francia.13
Sólo cuando los futuros gobiernos de nuestro país tengan
más interés en el campo de la investigación
y educación en relación al arte y la tecnología
podremos tener avances importantes a nivel internacional.14 Sin
embargo, no desfallezcamos, incluso dentro del ámbito académico,
tenemos desde mediados de los noventa a un cada vez mayor número
de jóvenes que se han trasladado a Europa, a los EUA y a Canadá para
realizar estudios de maestría y doctorado en música
electroacústica.15 Por
otro lado, las primeras generaciones de compositores especializados
en música electroacústica
en México16 (Rocha Iturbide, 2004 a), han tenido grandes
logros a nivel internacional como lo comprueban los premios internacionales
obtenidos por compositores como Javier Álvarez, Roberto Morales
Manzanares, Manuel Rocha Iturbide, etc . Desafortunadamente, nuestros
esfuerzos por hacer avanzar este ámbito no han sido suficientes
y requerimos de la ayuda de las nuevas generaciones.
Para terminar con este texto, es necesario hacer un reconocimiento
al trabajo realizado en el Centro Multimedia del CENART en el ámbito
sonoro. A pesar del poco apoyo económico que ha recibido la
institución, su departamento de audio se ha convertido en
un laboratorio de experimentación sonora en el cual se han
desarrollado programas para la creación de música electrónica
en tiempo real que involucran censores, circuitos electrónicos,
programación, etc.17 De
el ha surgido el grupo Mu integrado por Ernesto Romero, Ezequiel
Netri y Eduardo Meléndez. También
hay que reconocer el trabajo de experimentación sonora que
han realizado de manera individual músicos jóvenes
como Rogelio Sosa y Mario de Vega.18
No quisiera dejar de mencionar a todos los creadores e investigadores importantes en el ámbito de música y tecnología que han destacado en los últimos diez años en nuestro país, por lo que termino este texto con una lista que los engloba a todos. Hay que mencionar también que México ha tenido grandes avances en el ámbito del arte sonoro (Rocha Iturbide, 2006) internacional, y que este nuevo campo de carácter interdisciplinario esta directamente involucrado con la tecnología. No hay espacio aquí para tratar el tema, pero existen dos artículos de mi autoría que los lectores podrán consultar en la bibliografía.
Música y tecnología en México 1996-2006
Compositores electroacústicos activos nacidos en los 50’s y 60’s:
Javier Álvarez, Ignacio Baca Lobera, Carole Changeron, Alejandro
Escuer, Antonio Fernández Ros, Guillermo Galindo*,19 Alejandra
Hernández, Miguel Hernández Montero*, Gonzalo Macías,
Roberto Morales Manzanares*, Gabriela Ortiz, Manuel Rocha Iturbide*,
Salvador Rodríguez*, Antonio Russek*, Carlos Sandoval*, Pablo
Silva, Jorge Reyes*, Vicente Rojo Cama*.
Compositores electroacústicos activos nacidos en los 70’s y 80’s:
Guillermo Acevedo, Ricardo Cortés, Alejandro Gómez, Sergio Luque*, José Manuel Mondragón*, Alejandro Montes de Oca, Iván Naranjo*, Pablo Gav, Felipe Pérez Santiago, Juan Rodrigo García Reyes, Víctor Romero*, Víctor Manuel Rivas Dávalos*, Rodrigo Sigal, Luz María Sánchez, Mauricio Valdés*, Hirám Zagoya.
Compositores de música electrónica experimental activos:
Andrés Almeida, Antena, Daniel Aspuru Guzik, German
Bringas y Julio Clavijo, Alejandro Casales, Childs, Mario
de Vega, Duopanda Mix, E Lebleu, Arthur Henry Fork, Jose
Luis García Nava, Israel M, Jack ‘son, Kampion,
Kong, Daniel Lara, Latinsizer, Lumen Lab, Machintosco,
Metaculto, Métrica, Manrico Montero, Alejandro Morse, Mu,20 Murcof,
Panóptica, Plug, Prozac Ensemble, Ricardo Rendón, Resistol
Vomitado, Retractor Mantle, Álvaro Ruiz, Ángel
Sánchez, Antonio Solís, Rogelio Sosa,21 Transistor,
Fax, Zofa.
Centros o laboratorios relacionados con la música y la tecnología:
• Laboratorio de informática musical y música electroacústica (LIMME). Nace en 1991 en la ENM de la UNAM y desde 1994 lleva este nombre.
• Laboratorio de Informática Musical (LIM). Creado en 1992 en la escuela de música de la Universidad de Gto. Creador y director: Roberto Morales. Desde hace 5 años está fuera de actividad.
• Departamento de Audio del Centro Multimedia. Surge en 1994 como parte del centro multimedia del CENART, pero solo a partir del año 2000 va a comenzar a tener actividades enfocadas en la exploración sonora.
• Centro mexicano para la música y las artes sonoras (CMMAS). Apoyado por CONACULTA y el gobierno de Michoacán. Director: Rodrigo Sigal.
Festivales con música electroacústica y / o electrónica:
Festival del callejón del ruido (1994-2005) Gto, Gto. Festival internacional de arte sonoro (1999-2002) México DF. Festival de música electroacústica de la Universidad de Puebla (2002-2003), Puebla Puebla. Festival Radar (2002-2006) México DF. Festival Mutek (2003, 2004 y 2006) México DF. MEDIA MUSIC FEST (2002), México DF. Sound Image, Centro Multimedia y Laboratorio de Arte Alameda, México DF. Festival SISMO 04 (2004) ENM UNAM, México DF. Festival Transitio (2005) Cenart, México DF. Festival Visiones Sonoras (2005), México DF. Festival Instrumenta Oaxaca (2005-2006), Oaxaca, Oaxaca.
Festivales en los que se ha presentado música electroacústica o / y electrónica:
Bienal Internacional de Radio (1996-2006) México DF. Jazzorca (1996-2006), México DF. Foro de Música Nueva Manuel Enríquez, México DF. Festival de música y escena, México DF. Festival de música de Morelia, Morelia Michoacán. Festival Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC), León Gto. Festival Polisensorial (2002-2004), Morelia Michoacán. Festival México Puerta de las Américas, México DF.
Bibliografía
ROCHA ITURBIDE, Manuel. 2004 a. “Primera retrospectiva
de la música electroacústica mexicana en el festival
Radar 2003”. Revista Pauta. No. 89. Enero-Marzo 2004.
(también
publicado en www.artesonoro.net).
____________________ 2004 b. “Cronología comparada de la Historia
de la Música
Electroacústica en México”. Revista Pauta. No.
89. Enero Marzo de 2004.
_____________________ 2005. “El arte sonoro en México”. Revista
Curare No.
25. (también publicado en www.artesonoro.net).
_____________________. “Nuevo Arte sonoro Mexicano”. Periódico
Reforma.
Suplemento Cultural, Domingo 9 de abril del 2006. No 617. (también publicado
en www.artesonoro.net).
SÁNCHEZ, Ángel. “El abatimiento de la experimentación
musical”. www.artesonoro.net
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