Versión 1.1. La publicación
Se lanza en 1997. Los diseños están hechos en HTML
básico, los juegos son con la caja de texto, la tipografía
y el formato; las ilustraciones, obviamente, son dedicadas para cada
texto. Hallamos ensayos, cuentos, artículos, poemas, postales
híbridas.
En 1999 incorporan las ventanas emergentes, animaciones en flash y pequeños videos. Gradualmente las animaciones y los videos dan paso a los interactivos; incluso hay algún PDF perdido por ahí.
A partir del 2000 los ensayos comienzan a escasear. Igual que los relatos. La poesía se apodera casi por completo de la parte textual de la publicación. Continúan las postales híbridas.
En los últimos siete años Born
Magazine ha ido depurando
su selección de material, los objetos digitales que presentan
son pequeñas obras de arte, según ellos mismos proclaman,
en las que destaca la belleza y el juego interactivo en el que el
lector-usuario se vuelve cómplice y partícipe del juego
que propone la publicación.
Directorio raíz. El concepto de la ¿revista?
Lo primero que aparece es la ilustración
de portada: cada número —de los 398 que hasta ahora
van en línea— cuenta
con una viñeta diferente. Viene una breve descripción
de la publicación1 y
los créditos de los colaboradores
en turno. Después de “entrar” al contenido está la
liga
a cada uno de los objetos digitales -y
otros enlaces: anuncios,
el proyecto Born o el patrocinio de (MT),
quien los hospeda y de Belle & Wissell,
Co.,
el estudio de diseño que se encarga
del sitio. Luego viene la zambullida en la telaraña.
¿Qué es bornmasgazine.org? De su propia definición
se deduce que, más que una revista, a pesar de su periodicidad
trimestral, son una plataforma, un obvio escaparate para exhibir
el talento combinado de literatos y expertos en multimedia.
Pero la parte correspondiente a magazine es parte de un proyecto mayor: Born project. Una organización sin fines de lucro que apoya las manifestaciones artísticas, dentro y fuera de la red y a sus creadores.
Versión 2008. Nivel uno. Los interactivos
Culinary Pantoum
Un cocinero triste que se lamenta, ollas humeantes, albahaca.
What Afterlife
Una vieja televisión en blanco y negro, que habla más
de lo que muestra imágenes.
Five Kinds of Weather Roll Across Texas –
Una camioneta medio destartalada avanza por una carretera lluviosa.
Among the Gospel Trees, the Only Moving Thing –
Las raíces de un árbol que se entierran en dos libros,
mientras un pájaro rojo canta.
Versión 2008. Plugins
La mayoría de sus escritores son muy jóvenes, veinteañeros
muchos de ellos, algunos publicados anteriormente en medios digitales
o acreedores de premios en su especialidad literaria.
Las obras publicadas son, casi en su totalidad,
un universo en sí mismo
que dispara, a partir de las imágenes en movimiento y el sonido
combinado, ecos y reminiscencias de un mundo que no está aquí,
pero al que tenemos acceso gracias a la pantalla y al cursor del
ratón. Hay una respiración en las palabras, un ritmo
se potencia o se crea gracias a la atmósfera resultante de
ver y escuchar la propuesta de cada artista.
El buscador que se encuentra en la parte superior de la pantalla, permite hallar cualquier número, de cualquier año, tecleando en una de las casillas el dato que se conozca o al que se desee acceder. Ejemplo: si yo escribo una B en el apartado de ‘autor’, automáticamente se enlistan, en orden alfabético, los ejemplares donde aparecen autores cuyo apellido empieza por la letra B. Sucede lo mismo con la casilla de ‘artista’, pero con la prioridad de quién hizo el objeto digital. Etcétera. Es más fácil verlo que describirlo.
Subir
Versión Beta. Lo curioso
Lo obvio es pedirle textos a un escritor. ¿Qué es lo
obvio a la hora de buscar quién se encargue de la parte visual? ¿Buscar
a un pintor, a un dibujante, a un autodenominado artista? Born Magazine
anuncia con bombo y platillo una suerte de matrimonio entre literatura
y arte. Más allá de la evidente exclusión que
supone escindir la primera del conjunto de las Artes (que eran seis
y, con el cine, son oficialmente siete), estriba la cuestión
de que las artes visuales a que se refiere esta publicación
son dominadas por un conjunto quizá mucho más numeroso
y abierto —por no decir mejor adaptado el medio digital— que
el de los artistas tradicionales: los diseñadores.
Así, al momento de buscarle pareja a una manifestación poética, acuden a gente que se puede definir, perfectamente, como multidisciplinaria. Las animaciones en Flash representan más que el uso de cierto programa de computadora: son el resultado de la abstracción particular que del texto hizo un artista visual necesariamente contemporáneo, que domina más de un medio a la vez. El resultado es, entonces, algo que trasciende la simple lectura, el solo entretenimiento e, incluso, el gozo de interactuar con algo bello.
Versión de prueba
Uno de mis favoritos en este primer número del año,
Culinary Pantoum. Se puede dividir en varios niveles:
Nivel uno: el de la simple lectura del poema, predestinada a seguir
un claro movimiento acorde a la repetición de versos y frases;
que se puede sustituir por la lectura en texto plano (un acierto
de la publicación es que cada objeto digital cuenta, además,
con el texto íntegro en HTML básico, como en los orígenes).
Nivel dos: la secuencia de imágenes que ilustran, apoyan,
o cuentan una historia independiente, según se mire, de acuerdo
al poema que avanza o retrocede. Imágenes que se suceden en
una pequeña máquina virtual de estética victoriana
y que recuerda una de esas maravillas infantiles para pasar diapositivas
frente a los ojos.
Nivel tres: el que marca el sonido, que acompasa las palabras imprimiéndoles
un matiz enteramente particular, que no tendrían, si la música
fuera distinta o estuviera ausente.
Versión uno punto uno: El conjunto de todos los elementos
y el impacto (hay que decirlo) emocional, que éste crea.
Enter
Con la combinación de elementos aparentemente muy simples,
este sitio logra cautivar gracias a la telaraña propia que
encierra cada uno de sus números. Cada portada es autónoma
del número en turno, cada objeto digital es autosuficiente,
en relación con los demás, cada ejemplar tiene vida
propia, contenida en la variedad de sus textos y sus interactivos.
Y todo esto forma, metafóricamente hablando, igual que la
gran Web que la contiene, una telaraña propia con los hilos
enlazados, pero independientes entre sí, que forman un figura
que va cobrando sentido si se mira en perspectiva.
En Born Magazine explotan lo que todavía nos queda de asombro, en el universo electrónico que ha crecido demasiado en estos últimos diez años. Esta publicación nos recuerda que aún somos sensibles a ciertos detonadores y podemos sintonizarnos —si atendemos a su petición de pensar, renovarnos, hablar, crear…— con una parte específica de ese universo: el arte.
D.R. © Coordinación de Publicaciones
Digitales
Dirección General de Servicios de Cómputo Académico-UNAM
Ciudad Universitaria, México D.F.
Se autoriza la reproducción total o parcial de los artículos aquí presentados,
siempre y cuando se cite la fuente completa y su dirección electrónica.