Nuestras huellas y cicatrices
Vol. 23, núm. 3 mayo-junio 2022
Nuestras huellas y cicatrices
María de las Mercedes de Agüero Servín CitaEn este número, de los meses de mayo y junio, la Revista Digital Universitaria les comparte un interesante grupo de artículos que me llevan directamente a pensar en las huellas que dejamos los seres humanos en nuestro vivir en el planeta y las interacciones entre personas con el medio ambiente y la naturaleza. Éstas, además de dejar huella, nos producen cicatrices diversas. Pienso en estas huellas como hermanas de las cicatrices en nuestros cuerpos, ambas como alteraciones permanentes, imborrables, cuyas marcas quedarán ahí hasta el fallecimiento, pero, a su vez, con la esperanza de la reparación. Si las huellas del vivir humano en el planeta y las cicatrices en nuestros cuerpos no entran en proceso de reparación, ese ser viviente, o parte de sí mismo, innegablemente morirá; ya sea un miembro de su cuerpo, parte del tronco, tal vez sólo las ramas de un árbol o una pequeña planta aledaña; también pudiera ser una herida, hambruna, fractura de mandíbula o de alguna pata de un animal que pudiera sentenciar de forma fatal.
Las huellas como las cicatrices pueden causarse por cirugías, heridas, infecciones, quemaduras, inflamaciones, lastimaduras etcétera. El proceso de reparación toma largo tiempo y tiene sus momentos, sigue etapas puntuales de intervención de elementos de distinta naturaleza que necesitan ser cuidados y respetados para que la reparación, nunca completa, pero sí restaurativa, suceda y culmine en la sobrevivencia de ser que haya sufrido la quemadura, cirugía o lastimadura.
Este proceso de reparación es sistémico, tanto en nuestro cuerpo como en el medio ambiente. Esto es animales, seres humanos, plantas y minerales, todos interactuamos para jugar nuestra parte en la restauración. No es difícil comprender que el intercambio entre seres vivos para nuestra sobrevivencia requiere armonía y equilibrio. Tomar demasiado de la tierra o de otra persona, vaciar, o dañar sin freno, límite o mesura llevará a una lastimadura o daño sin vuelta para atrás.
Desde esta mirada es que este número de la rdu nos comparte cuatro interesantes artículos que consideran a los animales en relación con los seres humanos; el primero intitulado“Trazabilidad en los productos de origen animal y su papel para desalentar las malas prácticas” en el que cuatro autores de dos Universidades y una Asociación Civil (A.C.) nos muestran con claridad la importancia de la trazabilidad, que se refiere al proceso de regulación y supervisión de la cría y la comercialización de animales para el consumo en nuestra alimentación; así como la forma en que la industrialización de alimentos y el mercado de alimentos, así como los variados productos derivados de los animales se realiza hasta llegar a todos e integrarse en nuestra dieta diaria. Recorrer, certificar y supervisar este largo proceso es fundamental en la atención y conservación de las especies y su cría regulada, a través de buenas prácticas; también, sirve para prevenir e informar al consumidor de posibles falsificaciones; por ejemplo, en la comercialización de la miel, que se consume más de la que se produce en el mundo. Todas las huellas en el planeta que son consecuencia de este largo proceso hay que vigilarlas y garantizar su reparación o al menos regulación en áreas restringidas de cría, pastura, caza y formas de hacerlo con cuidado al sistema ambiental y para el bienestar de las personas y la preservación natural.
Dos artículos se refieren a energía. El primero se titula: “Sustentabilidad energética: hidrógeno como combustible limpio”, en el que los autores nos narran cómo se produce la energía proveniente del hidrógeno, para una vida sana y de bienestar, al reducir el uso de fuentes no renovables de energía y el impacto para México. De este modo, se busca contribuir al cambio de fuentes de energía no renovables por las formas y costos de producción del hidrógeno limpio o verde y hacer una diferencia en su producción, es decir, pasar del uso del carbón del llamado hidrógeno azul (al que los autores tampoco consideran energía limpia) a la obtención de hidrógeno verde. El texto explica qué son las celdas de combustible, la producción de hidrógeno verde y los altos costos que aún se imponen en México. Más huellas y cicatrices al ambiente, al planeta y su atmósfera, si se continúa con la producción de energías sucias o con fuentes de productos no renovables.
El segundo artículo acerca de la energía es acerca de los “Calentadores solares: nanotecnología orientada al beneficio de la sociedad”. Aquí, como los mismos autores nos dicen, “se aborda el concepto de nanotecnología y su aplicación para fabricar calentadores solares de agua que propicien una forma más limpia y asequible de proveer energía, priorizando el desarrollo social y humano de manera igualitaria.” Nos explican las formas en que la tecnología ha avanzado y desarrollado hasta la intervención exitosa de la nanotecnología, cada vez más eficiente para el diseño y construcción de calentadores solares y sus posibles usos.
El artículo “La flor de jacaranda: más allá de su uso ornamental”, escrito por tres autoras de la Universidad de Guadalajara, llama nuestra atención por la cercanía de dicho árbol en muchos entornos urbanos de nuestro país en especial en los campus universitarios de la unam, lo que hace de estos árboles nuestros diarios acompañantes, que presumimos todas las primaveras por su hermoso colorido y por cómo sus flores alfombran nuestras calles, camellones y parques. Pues estas autoras nos muestran algunos datos y evidencias del valor benéfico del uso de las bellas flores de jacaranda para distintas áreas de intervención y estudio de la salud humana. Si quieres averiguar qué nos dice la ciencia al respecto en pocas palabras y de forma muy rápida, este atractivo artículo nos sorprende de manera muy agradable.
En armonía con el tema de la interacción con los animales y las plantas, y su impacto en nuestro beneficio y la salud, el artículo de José Armando Sánchez, cuyo título es: “Investigación experimental en neonatología: ¿es el cerdo el mejor amigo del niño?” nos parece fundamental para atender y solucionar el problema de la mortalidad por asfixia de bebés durante el parto y la continuada falta de oxígeno enseguida del nacimiento, así como las fatales consecuencias para el desarrollo de las y los bebés y las niñas y niños, lo que comúnmente se nombra como parálisis cerebral y cuyo nombre correcto es encefalopatía hipoxia-isquémica. Si esta situación ocurre en un momento cercano al nacimiento, marca de manera permanente, con problemas de discapacidad, la vida de miles de niñas y niños. El autor nos explica la importancia del uso del cerdo recién nacido para experimentación sobre la terapia con bebés en caso de asfixia al nacer; nos dice: “existe un consenso acerca del uso del cerdo neonato recién nacido como uno de los modelos animales más adecuados para el estudio de esta alteración debido a su similitud con el humano recién nacido en cuanto al tamaño y la madurez cerebral”. El autor nos comparte con detalle los principios éticos y de salud que sustentan el argumento que favorece estas investigaciones y cómo el hacerlas de forma adecuada contribuye a salvar miles de vidas y detener o reparar la falta de oxígeno al nacer. Temas de esta complejidad e importancia no son para explicarse en pocas hojas, sin duda presentan cierta dificultad para personas que están en formación o que buscamos comprender esta situación que afecta la vida de muchas personas, así que quienes carecemos de una formación como médicos o enfermeros encontramos aquí información valiosa que contribuye a tomar mejores decisiones e interacciones sociales. Trabajar para prevenir cicatrices y lastimaduras profundas en el cerebro, y las que de este daño causen en el alma de los bebés y sus familias al nacer, merece nuestra empatía, comprensión y educación.
Ya adentrados en el cuerpo humano y la importancia del cerebro y su sano desarrollo, al igual que el del sistema nervioso central para los procesos cognitivos, este número continúa con un artículo de dos profesores de la Universidad Autónoma de Baja California acerca de los procesos de memoria. El artículo titulado “Recordar para olvidar: cómo la reactivación de una memoria permite su modificación”, y retomando la metáfora de las huellas y cicatrices, a la que recurrimos en esta editorial, es claro cómo las cicatrices psicológicas de los recuerdos negativos –y los positivos– conforman los significados que damos a las experiencias de vida, y la manera cómo van dando forma a la construcción desde la infancia de nuestra personalidad. Asimismo, estos divulgadores nos ofrecen a través de una puntual y clara descripción, videos, diagramas e imágenes de la relación de la memoria y los eventos traumáticos, la manera cómo se puede trabajar con dichas memorias y la relación con los procesos electroquímicos, con el fin de llegar a un nuevo significado, para una vida mejor y más saludable.
La memoria es un proceso psicológico superior que es fundamental para el aprendizaje, su correlativo es la motivación, por ser la energética para la construcción del conocimiento, energía que tiene su fuente tanto interna como externa al sujeto que aprende. Así, es difícil que la participación de los estudiantes se dé en los procesos escolares sin que haya un espacio en el que se generen interacciones entre ellos, con los contenidos y con las y los docentes. Algunas estrategias educativas recomiendan ciertas tácticas para estimular la participación en las aulas y fomentar los procesos cognitivos sin los cuales no habrá aprendizaje. La autora del artículo intitulado “Golden Points: gamificación en el aula”, de la Universidad Autónoma de Nuevo León, nos cuenta cómo debido a los cambios en el modelo educativo propuestos por la Secretaría de Educación Pública (2016), se busca mejorar el aprendizaje significativo de los alumnos, con un enfoque basado en el incremento de interés y participación. En este documento se describe la estrategia didáctica Golden Points, que utiliza gamificación, técnica que está siendo actualmente estudiada como una posibilidad para incrementar la motivación y el aprovechamiento de los contenidos educativos por parte de los alumnos en aulas virtuales y presenciales.
Enseguida la rdu nos comparte el tema de los tatuajes, muy presentes en los cuerpos, vidas y expresión de la identidad de las y los jóvenes —o no tan jóvenes—. Muchas son las formas en que, desde distintas culturas o momentos en la historia, se hacen huellas de identidad en el cuerpo para, a través de las impresiones, heridas o lastimaduras sobre éste, expresar distintas características como cualidades y valores de fortaleza o resistencia. Ejemplos de ellos son las escarificaciones de algunas culturas africanas o las ancestrales mayas, olmecas o chichimecas, más conocidas en México; resalta la famosa escultura olmeca del “Señor de las limas” con tatuajes en su cara, hombros y rodillas.
Así como marcar el cuerpo no es una actividad reciente, los tatuajes también son representaciones simbólicas de situaciones, memorias o cualidades que van comunicando aspectos importantes de la persona y su cultura. Algunos tatuajes son verdaderas expresiones artísticas, diseños que muestran la individualidad y creatividad. La autora de “El cuerpo como discurso a través del tatuaje” nos adentra paulatinamente a este mundo expresivo, cada vez más extendido socialmente y menos estigmatizante, a través de una interesantísima investigación con entrevistas y observaciones que nos llevan desde un recorrido histórico hasta su aceptación en por muchas personas, al ir introduciendo el concepto que se ha construido en la actualidad y el uso de prácticas simbólicas y artísticas menos prejuiciosas. Esta extensiva aceptación está muy conectada con las redes sociales, y las más precavidas técnicas para su implementación que reducen los riesgos en la salud, en una larga forma de dejar huellas milenarias con los tatuajes que se encuentran en momias tan ancestrales como las de hace más de tres mil años. ¡Es increíble! ¿No creen?
El número cierra en la sección de Caleidoscopio con la entrevista “Cáncer de mama: tatuajes que reconstruyen”. El equipo editorial de la rdu entrevista a la tatuadora Tatiana Hernández, con el fin de conocer cómo surge la idea de hacer tatuajes a las sobrevivientes de cáncer de mama, las técnicas que utiliza para dicho procedimiento, y conocer, según su experiencia, cuáles son las implicaciones que traen a nivel emocional este tipo de tatuajes, tanto para la tatuadora como para las mujeres sobrevivientes del cáncer de mama. Esta es una emotiva y fuerte entrevista que realizaron las editoras de la rdu, que evidencia el valor y la compasión del trabajo de Makandaxu, también su altruista y reparadora acción de sanar tanto las cicatrices físicas como las psicológicas, desde un acto de sororidad con mucho profesionalismo hacia las mujeres que perdieron una parte de su cuerpo y viven la experiencia con esta enfermedad. ¡Entrevista que recomiendo compartir con todas aquellas hermanas, amigas, madres, hijas, colegas y sus familias! Una alternativa en el proceso de restituir el trauma y resignificar la pérdida.
Les invito a adentrarse a este número, que nos lleva al recorrido de cómo entre huellas ambientales, cicatrices humanas, rastros de plantas y flores, y encuentros con animales, todas son memorias que cuentan dos caminos recorridos importantes de la vida. El primero, el triste, doloroso y fatal, que es aquel en que esos recuerdos acaban por esfumarse, al no ser más desde su existencia viva. Y el segundo, en el que las memorias, afortunadamente, entran y transitan el largo proceso de reparación. Así, algunas cicatrices nos narran historias y andan por doquier como huellas permanentes e imborrables, como evidencias y memoria de reparación. Los procesos de reparación y restitución permiten a la humanidad estar en interacción y hallar un punto de acuerdo y armonía con la vida.