Author Archive

Vol. 21, núm. 5 septiembre-octubre 2020

¿Cómo abordar la dimensión socioafectiva en la enseñanza remota de emergencia?

J. Escamilla, R. García, C. Moreno, J. Osoria, J. Peña, A. González, J. Rodríguez, L. Salazar, R. Saldivar, V. Luna, O. Briz, A. García, N. Galván, M. Garrido, H. Infanzón, C. Rivero, K. Yap y C. Zavala Cita

Resumen

Para continuar la docencia durante la etapa de confinamiento generada por la pandemia, los profesores tuvimos que seguir enseñando en una modalidad que ha sido llamada enseñanza remota de emergencia. Enfrentamos el reto de repensar los métodos de enseñanza y aprendizaje, así como aspectos clave de la dimensión socioafectiva que son de gran relevancia para el éxito en esta transición.
Con la intención de contribuir a la preparación de los profesores en esta transición, algunos integrantes de las instituciones que conforman la Red de Innovación Educativa 360 (rie360) hemos preparado una serie de recomendaciones para atender la dimensión socioafectiva en la enseñanza remota de emergencia. Presentamos una descripción de las etapas por las que podría transitar el estudiante ante el cambio de modalidad; se exponen algunas ideas para involucrar y motivar a los estudiantes en su aprendizaje, así como pautas para establecer una relación afectiva en entornos virtuales.
Palabras clave: enseñanza remota de emergencia, enseñanza virtual, enseñanza en línea, contingencia educativa, dimensión socioafectiva.

How to address the socio-affective dimension in emergency remote teaching?

Abstract

To continue teaching during the confinement phase of the pandemic, higher education teachers have had to keep up teaching at a distance, in a model that has been identified as remote emergency education. We have faced the challenge of revising our teaching and learning strategies, as well as the socio-emotional aspects that impact students success in this transition.
Members of the Network for Educational Innovation (Red de Innovación Educativa 360, o rie360) have prepared a series of recommendations to address the social dimension in teaching and learning during the pandemic. We describe the stages that students go through as they move on to this new educational model; then we present ideas to engage and motivate students in their learning process, as well as to establish an effective relationship with them.
Keywords: emergency remote teaching, educational contingency, online teaching, teacher-student relationship, socio-affective dimension.

Introducción

Con el fin de dar continuidad a las clases ante la contingencia sanitaria, la comunidad educativa ha adaptado diferentes estrategias hacia la enseñanza remota de emergencia. Al transitar a espacios de aprendizaje que implican interacciones en línea con los estudiantes, es necesario que, como profesores, además de la preparación didáctica también consideremos los aspectos socioafectivos que invariablemente están presentes y que influyen en gran medida en el interés, motivación y autorregulación del estudiante (Wosnitza 7 Volet, 2005).

A la luz de lo anterior, integrantes de la Red de Innovación Educativa (rie360) hemos preparado una serie de recomendaciones para que los profesores consideren la dimensión sociafectiva en la enseñanza y el aprendizaje en esta transición. Primero, presentamos una descripción de las etapas por las que podrían transitar los estudiantes ante el cambio de modalidad; posteriormente, ideas para involucrar y motivarlos en su aprendizaje, así como para establecer una relación efectiva con ellos en los entornos virtuales.

Etapas de un estudiante ante el cambio de paradigma

La pandemia ha trastocado nuestra vida a nivel personal y profesional, nos ha orillado a repensar nuestras acciones como profesores, poniéndonos en una encrucijada, en donde prevalece la incertidumbre sobre el futuro. Encontramos que estar preparados es la mejor estrategia para afrontar los retos actuales y venideros. Esto conlleva pensar más profundamente cómo estamos viviendo este cambio de paradigma hacia la educación en línea y cómo lo están afrontando los estudiantes.

Las situaciones que implican un cambio abrupto a nuestra rutina o modo de vivir han sido estudiadas desde diferentes disciplinas. A continuación, abordamos una perspectiva psicológica y, después, una del ámbito de la educación en línea. Desde la psicología se retoman las fases de la crisis, todavía vigentes, planteadas por Caplan (1961). Una crisis puede estar ocasionada por la situación personal de cada individuo, aunado al contexto de cambio de paradigma formativo. Se divide en:

  • a) Shock o impacto ante un evento súbito. Se experimenta irritación, impotencia, desamparo, ansiedad ante la situación.
  • b) Desorganización crítica. El individuo trata de hacer uso de estrategias habituales para sobrellevar el evento crítico, entra a un estado de indefensión en donde se percata de que no está preparado para hacerle frente a la situación, o quizá encuentre apoyo para darle un buen cause de afrontamiento.
  • c) Resolución. Momento en el que es posible que se active la creatividad para plantearse estrategias de afrontamiento, para aprender de y con otros.
  • d) Decisión final. A partir del éxito obtenido de la puesta en marcha de las acciones anteriores, el individuo toma una decisión sobre cómo continuar y salir paulatinamente del estado de crisis.

En lo referente al cambio de un modelo educativo tradicional a la educación en línea, es posible que el estudiante viva un proceso de adaptación, como lo señaló hace algunas décadas Woods (1994). Al inicio, posee un nivel de desempeño acorde con los conocimientos y habilidades desarrollados en un modelo educativo tradicional o típico; sin embargo, a medida que interactúa con el modelo de aprendizaje no presencial comienza a transitar por las siguientes etapas:

  • 1. El estudiante experimenta una crisis debido al conflicto de paradigmas que ocurre cuando una persona ha vivido y aprendido bajo un modelo determinado durante un tiempo prolongado, y de pronto se encuentra inmerso en uno nuevo. Esto implica un cambio brusco que trastoca su estabilidad.
  • 2. Inmediatamente después de esta crisis, el estudiante toma una postura negativa ante el nuevo paradigma educativo, que le obliga a salir de su zona segura.
  • 3. El estudiante inicia un descenso en su estado de ánimo de forma paulatina, constante y profunda, que se manifiesta en una pérdida de confianza y síntomas como: miedo, angustia, culpabilidad, enojo y resentimiento.
  • 4. Como consecuencia, el estudiante, desarrolla una actitud de resistencia: se encuentra bloqueado. Manifiesta aislamiento y se plantea abandonar el trabajo que le implica el nuevo paradigma: contempla la posibilidad de renunciar.
  • 5. El estudiante ha llegado al nivel más profundo de desánimo y al grado mínimo de desempeño. Toma entonces una actitud de rendición al considerar una mínima posibilidad de éxito.
  • 6. Sin embargo, debido a la riqueza de recursos con los que puede contar la persona ante el fracaso, el estudiante inicia un ascenso sorprendente, buscando oportunidades en esa nueva realidad que ahora experimenta. No se da por vencido, poco a poco comienza la lucha por afirmarse en el nuevo paradigma educativo y por salir adelante a pesar de las dificultades que ha encontrado en el camino.
  • 7. Como resultado de esta actitud de lucha y de visión positiva ante el cambio, el estudiante va logrando pequeños éxitos en su desempeño, su nivel de confianza se eleva y la aceptación del nuevo paradigma inicia.
  • 8. Finalmente, el estudiante tiene éxito con el nuevo modelo y consigue un nivel de desempeño muy favorable, que incluso puede ser superior al que tenía en el modelo educativo anterior. El estudiante ha integrado sus experiencias y vivencias, comprobando que esta nueva forma de aprender da resultado: ¡esto funciona!

Figura 1. Etapas del estudiante ante el cambio de paradigma educativo (Woods, 1994, traducción propia).

Es importante hacerle notar al estudiante la alta probabilidad de que transite por estas etapas; incluso, pedirle que identifique en cuál de ellas considera que se encuentra, y animarlo a continuar y a buscar estrategias para enfrentarlas y superarlas. Hay que ofrecerle apoyo para revisar cómo va su proceso de adaptación al nuevo paradigma, haciéndole saber que eventualmente podrá retomar un nivel de desempeño alto, una vez que internalice la enseñanza y el aprendizaje en línea.

Apoyar a los estudiantes para que tengan éxito en la modalidad en línea

Un curso en línea no es fácil. No lo es para los docentes ni para los estudiantes que hemos tenido la experiencia, mucho menos para quienes nunca la han vivido. No podemos pasar por alto que no será un solo curso el que los estudiantes llevarán, sino toda la carga académica del semestre o año en curso, lo que vuelve el proceso más retador. Es por eso que, a continuación, presentamos algunas recomendaciones para los estudiantes, con el fin de que el desarrollo del curso en línea tenga un final satisfactorio:

  • Elegir un espacio donde se pueda estudiar cómodamente sin distracciones.
  • Establecer una rutina y usar una agenda para trabajar en las tareas y respetar los tiempos de descanso y alimentos.
  • Explorar la plataforma en la cual se interactuará con el profesor y los compañeros.
  • Informar al profesor si se tienen limitantes de acceso a internet.
  • Revisar los criterios de evaluación y apoyarse en las rúbricas.
  • Utilizar los recursos proporcionados por el profesor y buscar otras herramientas para complementar y fortalecer el aprendizaje.
  • Tomar en cuenta la retroalimentación brindada por el profesor para enriquecer el aprendizaje.
  • Dedicar tiempo para ejercitarse y emplear otras estrategias para despejar la mente cuando sea necesario.

Hay que recordar que la motivación, la autodisciplina y la honestidad son claves para el éxito del aprendizaje, por lo tanto, mantener una actitud positiva durante el curso en línea ayudará a lograr las metas, tanto en el plano académico como personal (Emagister, 2017; uanl, 2020).

Incluir el factor de afectividad en un ambiente virtual

La modalidad de cursos no presenciales requiere que se consideren, además de factores cognitivos, factores sociales y afectivos que permitirán que los estudiantes mantengan el interés y logren un aprendizaje significativo basado en la colaboración. Aunado a esto, sabemos que la preparación y actitud del profesor es fundamental para que un curso en línea funcione. Por tal motivo, la innovación y creatividad del docente juegan un papel esencial en el uso de herramientas y estrategias que generarán ambientes de aprendizaje propicios para el desarrollo de las competencias del curso (Quiñonez, Zapata y Canto, 2018).

El acompañamiento del docente es clave para fomentar el uso ético de las herramientas, el cumplimiento de las tareas y la generación de trabajo colaborativo. El profesor debe saber que su presencia en el curso en línea motivará a los estudiantes a tener comunicación constante a través de foros, chats, videollamadas y correos para hacerles sentir que no están solos y animarlos a expresar dudas, o bien situaciones que puedan poner en riesgo su desempeño académico. La responsabilidad del estudiante es un elemento inherente en el entorno virtual. Sin embargo, dada la situación que enfrentamos, la flexibilidad del docente en la entrega de tareas puede ayudar a disminuir ansiedad.

Estamos en tiempos en donde estaremos aprendiendo junto con los estudiantes a través de retos. Demostremos que nuestra prioridad son ellos y generemos grupos empáticos que logren en conjunto un aprendizaje significativo en un ambiente virtual.

Involucrar a los estudiantes en su aprendizaje

Una de nuestras primeras reacciones frente a la contingencia ha sido la de dar continuidad a nuestro curso. Lo hemos logrado mediante aplicaciones de interacción en tiempo real (síncronas) como Google Meet, Zoom, Webex, etcétera, con las que se reproduce, si bien de manera limitada, la forma en que se imparten las clases presenciales. El siguiente paso es dotar de interactividad a nuestros cursos con actividades que permitan a los estudiantes aplicar los contenidos de las clases y así asimilarlos de mejor forma. Para involucrar a los estudiantes en su aprendizaje, lo ideal es incorporar elementos de aprendizaje centrados en ellos, que les permitan realizar una actividad cognitiva con los conocimientos adquiridos, orientada a que apliquen lo que aprenden, socialicen entre sí sus impresiones y dudas, e incluso para que sean capaces de desarrollar sus capacidades analíticas o de ser creativos (Woods, 1994).

Otro elemento esencial es la retroalimentación, sea ésta de parte del profesor hacia ellos, entre los propios estudiantes, o, la que los estudiantes puedan ofrecerte también a ti sobre la forma en que el curso se desenvuelve, en este sentido es importante preguntarles cómo perciben la formación que reciben, con ello, además de darte elementos para mejorar o adecuar la clase logras que se vuelvan corresponsables con el desarrollo de la misma (acue, 2020; Flipped Learning Global Initiative, 2020).

Por último, dada la condición que se vive con la contingencia, la situación emocional de los estudiantes no es la mejor, el encierro y los cambios en su proceso educativo, así como la socialización con sus compañeros, se ha visto trastocada. Por ello, para garantizar su inclusión en el proceso educativo, es necesario mantener una comunicación activa y constante, con el fin de entender sus circunstancias y para que nadie deje de ser incluido en la clase (Meinecke, 2020).

Motivar a los estudiantes ante el cambio hacia la enseñanza a distancia

Para motivar a los estudiantes a participar y estar atentos en las clases, es importante procurar mantener un estado de ánimo cordial y amigable en cada actividad que se realice con los estudiantes. Al hacerlo se ayuda a que los estudiantes se adapten mejor a esta modalidad, hay que recordar que estamos viviendo un momento extraordinario. También es relevante retomar análisis teóricos como los de Eggen y Kauckak (2009), que plantean la importancia de generar experiencias percibidas como desafiantes por el estudiante, que permitan que tenga cierto control y le generen curiosidad e interés. Esto seguramente repercutirá en la dinámica de la sesión y el logro de los objetivos. Para mantener motivados a los estudiantes sugerimos:

  • Conocer muy bien la herramienta o medio que se utilizará, para apoyar la participación de los estudiantes. Esto ayudará a la fluidez de la clase y evitará distracciones por dificultades técnicas de uso de la herramienta.
  • Diversificar los recursos digitales y las estrategias didácticas para evitar la monotonía. Presentar retos que motiven la participación activa de los estudiantes en el proceso de aprendizaje.
  • Respetar el horario estipulado y las fechas establecidas. Lo que permite apoyar en la organización del tiempo para actividades académicas y de descanso.
  • Romper el hielo, mantener un ambiente tranquilo y empatizar con los estudiantes, tomando un momento para preguntar cómo están y escucharlos. Esto evitará que se sientan tensos durante la clase.
  • Situarse en el mismo contexto cultural y social para captar la atención. Iniciar la clase con una actividad lúdica que se relacione con el tema, utilizando recursos que los estudiantes conozcan.
  • Interactuar con los estudiantes durante la clase y fomentar su participación, ya que al no sentirse incluidos pueden distraerse fácilmente.
  • Utilizar un lenguaje casual y respetuoso para que los estudiantes se sientan en una conversación de la que son parte importante.
  • Asegurarse de realimentar las participaciones orales y escritas de los estudiantes, así como las entregas de tareas, ejercicios y exámenes. De esta manera, se mantendrá motvados a los estudiantes y se les acompañará en su proceso formativo, disminuyendo la sensación de abandono.
  • Realizar un recuento de la clase con la participación de los estudiantes al terminar la sesión. Esta reseña puede ser de utilidad para iniciar la siguiente clase.

En esta transición un elemento clave será la motivación para aprender y, por supuesto, también la de enseñar. La motivación del profesor es indispensable y es necesario que tanto profesores como estudiantes mantengamos ese interés y gusto por enseñar y aprender aún en estas circunstancias.

Establecer una relación profesor y estudiante efectiva en clases a distancia

Es importante mantener una estrecha relación con los estudiantes para evitar que sientan que están solos con un dispositivo. Es sustancial que en este vínculo se perciba cercanía y apoyo (Quin, 2017), para ello sugerimos:

  • Definir medios para comunicarse con ellos. Hacerles saber que pueden enviar comentarios o dudas de los temas o las tareas. Asimismo, permitir el envío de mensajes sobre sus experiencias y vivencias si así lo desean, para abrir un canal de cercanía personal. Sugerimos utilizar de preferencia medios grupales como redes sociales, pues el correo electrónico se podría saturar.
  • Imprimir un toque de personalidad. Personalizar los materiales que se compartan. Por ejemplo, si se envía un archivo en formato pdf, realizar algunos comentarios sobre reacciones sorpresivas o interrogantes en algunos párrafos, con ello se dará la sensación de que se está con ellos.
  • Organizar el tiempo para responder los mensajes. Leérlos atentamente y enviar una respuesta alentadora. De acuerdo con la naturaleza del mensaje se puede enviar información de apoyo.
  • Enviar mensajes alentadores. Hacerles saber a los estudiantes que se está siguiendo su progreso e invitarlos a hacer de la crisis una oportunidad para salir de la zona de comodidad en un continuo aprender y crecer, con ello se propiciará una sensación de seguridad óptima para el aprendizaje. Compartir pequeños desafíos y juegos mentales, notas sobre arte, cultura, música, comida, etcétera, que les permitan aprender de otros temas, y ser curiosos y creativos.
  • Destinar tiempo para escuchar sus vivencias. Cuando se realicen las reuniones con los estudiantes de manera virtual se debe “romper el hielo” narrando alguna situación personal y lo que se está aprendiendo de esta situación, buscar que compartan alguna de sus experiencias y realizar comentarios alentadores y empáticos.
  • Solicitar comentarios del curso. Esto permitirá detectar problemas y mejorar la dinámica y materiales sobre la marcha, también se les comunica a los estudiantes lo importante que es para ti lo que piensan y sienten. Se pueden utilizar diversos recursos para hacer encuestas.

Referencias



Recepción: 17/06/2020. Aprobación: 18/08/2020.

Vol. 21, núm. 5 septiembre-octubre 2020

Recomendaciones didácticas para adaptarse a la enseñanza remota de emergencia

Diana Galindo, Lorena García, Rubén García Sánchez, Patricia González Flores, Pablo César Hernández Cerrito, Mireya López Acosta, Verónica Luna de la Luz, Carlos Iván Moreno Arellano Cita

Resumen

Con la intención de apoyar a los profesores en la transición hacia la enseñanza remota de emergencia, algunos miembros de la Red de Innovación Educativa (rie360) hemos preparado una serie de recomendaciones relacionadas con aspectos instruccionales o didácticos en estos momentos en los que es crucial mantener una mirada innovadora en la preparación de la enseñanza debido a la pademia de covid-19. Seleccionamos aspectos puntuales de la educación en línea que han resultado clave para tener resultados favorables en esta transición hacia la educación remota de emergencia, abordamos pautas sobre planificar una clase utilizando el método de aula invertida, plantear objetivos de aprendizaje y definir estrategias dentro de un modelo de aprendizaje activo; así mismo se incluyen consideraciones para favorecer la participación de estudiantes con problemas de conectividad, el acompañamiento tutorial y se presentan sugerencias para lograr un aprendizaje –y una docencia– significativa.
Palabras clave: enseñanza remota de emergencia, contingencia educativa, planificación de la enseñanza, didáctica.

Instructional suggestions for implementing emergency remote teaching

Abstract

With the purpose of supporting teachers in the transition towards emergency remote teaching, some members of the Network for Educational Innovation (Red de Innovación Educativa 360 or (rie360) have prepared a series of recommendations related to instructional or didactic aspects for these moments in which it is crucial to maintain an innovative look at teaching preparation. We select specific aspects of online education that have been key for favorable results in this transition to the emergency remote education caused by the covid-19 pandemic. Instructional issues, such as establishing learning goals, planning teaching strategies, and using active learning methods at a distance are covered. Likewise, ideas on how to support students with limited access to digital devices and/or connectivity, to stimulate student engagement and participation, and to provide tutoring, all in order to achieve meaningful learning and teaching, are also covered.
Keywords: emergency remote teaching, educational contingency, course plaining, teaching.

Introducción

Ante la necesidad de transitar a una modalidad de enseñanza remota de emergencia para dar respuesta a la contingencia sanitaria –que ha representado un momento que nos invita a innovar e innovarnos– es fundamental acompañar a los profesores en aquellos aspectos teórico-metodológicos necesarios de considerar ante la transición a una modalidad educativa a la que no todos están habituados (Hodges et al., 2020). Miembros de la Red de Innovación Educativa 360 (rie360, Carvallo et al., 2018) nos hemos dado a la tarea de analizar cuáles han sido los aspectos educativos clave que han permitido tener experiencias de educación en línea exitosas en cada institución. Derivado de ello, definimos una serie de recomendaciones para los profesores con miras a orientar sus acciones antes y durante la transición a esta modalidad de enseñanza. La divulgación de estas reflexiones que emanan de la práctica de cinco universidades públicas y privadas mexicanas busca apoyar a profesores de otras instituciones educativas en el diseño de soluciones, e iniciar una discusión colectiva de los retos que enfrenta la educación superior en esta etapa.

Cabe mencionar que estas recomendaciones tienen la intención de orientar la incorporación de métodos y estrategias didácticas novedosas, que pueden ser plausibles en un contexto de enseñanza en línea, tales como el método de aula invertida o el aprendizaje activo, desde su planificación y planteamiento de objetivos. Asimismo, se incluyen consideraciones para favorecer que los estudiantes con problemas de conectividad tengan posibilidad de continuar con su formación, así como acciones para iniciar o continuar con el acompañamiento tutorial. Para finalizar, se presenta una serie de sugerencias generales orientadas a lograr una docencia significativa en esta transición.

Planear y estructurar una clase no presencial para aula invertida

“Hay muchos factores involucrados en la enseñanza en línea exitosa y efectiva. Estos incluyen: el diseño del curso, actividades, contenido, la “presencia” del maestro, las interacciones entre los estudiantes y el maestro la autonomía del estudiante e incluso la administración del tiempo”.
Meinecke

Un principio didáctico esencial es la planeación adecuada del proceso de enseñanza y aprendizaje. En la modalidad en línea o “virtual” toma una importancia mayúscula (Universidad Nacional de Educación a Distancia [uned], 2020). El primer paso para que comiences a planificar es seleccionar una plataforma ya sea un lms (Learning Management System), como D2L, Canvas, Blackboard, Moodle, u otras herramientas como Google Classroom, Zoom, Teams, etcétera. Después, necesitas organizar y estructurar las actividades de tu asignatura. Una forma ideal de estructurar tu materia virtual es establecer un calendario de sesiones y unidades (o temas) a impartir, y que hagas una diferenciación muy clara de:

  • Contenidos y materiales. Selecciona materiales adecuados a tu contenido en esta nueva modalidad: presentaciones, textos, ejercicios, videos, artículos, páginas web, etcéctera.
  • Actividades. Diseña las actividades que los estudiantes necesitan realizar para lograr el aprendizaje deseado: solución de ejercicios, proyectos, ensayos, lecturas comentadas, debates, infografías, videos, etcétera. Especifica las instrucciones y pasos a seguir de manera clara.
  • Medio de entrega. Define el medio o herramienta a través del cual los estudiantes te enviarán las actividades, pueden ser: aula virtual, correo electrónico, nube, etcétera.
  • Evaluación. Define cómo evaluarás las actividades. Por ejemplo: rúbricas, listas de cotejo, cuestionarios, etcétera.

El método de aula invertida o flipped classroom ha resultado exitoso para la enseñanza de diversas disciplinas (Strelan, Osborn y Palmer, 2020). Consiste en solicitar que los estudiantes realicen en casa las actividades que suelen llevarse a cabo en el aula (informarse sobre el contenido) y aprovechar el tiempo en clase para aquellas tareas que harían en casa (ejercicios, prácticas, proyectos orientados a la aplicación de los conocimientos). Por las condiciones actuales, se ha considerado viable su incorporación al contexto de enseñanza en línea (Berruecos-Vila, 2015). A continuación se presenta una propuesta de cómo implementarlo.

En esta nueva modalidad, lo más práctico y conveniente es reflexionar en el antes, durante y después de cada sesión o clase. En la Universidad Anáhuac México, hemos incursionado de manera decisiva en un modelo de aprendizaje invertido, teniendo una alianza con la Flipped Learning Organization. Por ello, a continuación te presentamos cómo organizar estos momentos y agregamos tips adicionales para usar esta metodología, que resulta especialmente útil para una modalidad virtual de enseñanza.

Antes de la clase

Reflexiona en la forma tradicional en la que acostumbras a impartir tus clases presenciales. Comúnmente preparamos la presentación de PowerPoint y los ejercicios que haremos durante la clase y, en ocasiones, les pedimos a los estudiantes que lean un capítulo o busquen algo de información antes de ésta.

Siguiendo con esta idea, para cada una de las clases en la modalidad no presencial, pregúntate y transmite muy claramente las respuestas a: ¿qué necesitan leer o revisar los alumnos?, ¿dónde les voy a colocar la información que tienen que leer?, ¿cómo voy a asegurar que han comprendido las instrucciones que deben seguir?

Alternativa con metodología de aprendizaje invertido: la palabra clave en este método es invertir, invertir lo que se hace en el antes, durante y después de las clases. Aprovecha el antes, en lugar del durante, para que los alumnos revisen los contenidos principales, prepara un video de unos 5 a 10 minutos con los aspectos importantes del tema, y solicítales que lo vean previo a la clase, para responder a algunas preguntas. Esto permitirá un mejor aprovechamiento del tiempo en el que estés (virtualmente) con tus alumnos.

Durante la clase

Pensando en una metodología “tradicional”, solemos transmitir la mayor parte del contenido en el tiempo de clase, por tanto, para la clase virtual es necesario tener perfectamente preparado cómo les vas a transmitir estos contenidos a los alumnos: ¿compartirás un PowerPoint en Blackboard Collaborate, Google Meet, Zoom, Teams?, ¿cuánto tiempo expondrás?, ¿cómo vas a saber si los alumnos están atentos o tienen una duda?, ¿cuánto tiempo de clase dedicarán a hacer ejercicios (ya sea individualmente o en grupo), o discusión y qué herramienta usarás para que lo hagan?

Alternativa con metodología de aprendizaje invertido: aprovecha de manera más productiva y enriquecedora el tiempo durante la clase, dedicándolo principalmente a explicar o demostrar conceptos más complejos, ejercicios, discusiones, presentaciones, casos y resolución de dudas. Esto se puede hacer dado que la presentación de conocimientos se hizo antes de la clase.

Tip: inicia tu clase con un cuestionario sobre el contenido que previamente debieron revisar los estudiantes.

Después de la clase

Solemos dejarles algunas tareas a los alumnos, ya sea realizar algún ejercicio o formular conclusiones de alguna lectura, entre otras. Nuevamente, a diferencia de una clase presencial en donde suelen entregarnos personalmente sus tareas, es necesario ser muy claro en la fecha, hora y a dónde te harán llegar lo que trabajaron durante la clase, ya sea por correo electrónico (no es lo más conveniente) o si lo van a subir a través de alguna herramienta seleccionada.

Alternativa con metodología de aprendizaje invertido: aprovecha el tiempo después de clase (antes de iniciar un nuevo contenido o tema), para dejar actividades muy dirigidas y útiles que te permitan evaluar los avances de tus alumnos.

En este infográfico te presentamos más consejos para organizar tus clases en los tres momentos: antes, durante y después.

Pautas a considerar para preparar tu clase
  • Revisa el programa de la asignatura
  • Verifica los requerimientos técnicos básicos para tu clase
  • Asegúrate de contar con el acceso a una cuenta de correo electrónico
  • Selecciona la herramienta de tu preferencia (lms Blackboard, Gsuite, Teams, etcétera)
  • Establece reglas de convivencia
  • Revisa que cuentes con el material por clase en formato digital:
    • Presentaciones
    • Lecturas
    • Vídeos
    • Links
    • Biblioteca digital
    • Actividades
    • Medios de evaluación (lista de cotejo, rúbrica, etcétera)

Diseñar objetivos de aprendizaje realistas y actividades de aprendizaje activo para los cursos no presenciales

Independientemente de la modalidad de tu curso, es decir, si se trata de cursos presenciales, en línea, mixtos o combinados, siempre será importante que determines con precisión lo que aprenderán los estudiantes en conjunto con los pasos y etapas para lograrlo (Eberly Center, 2020). En la coyuntura actual de la contingencia sanitaria, esto no es diferente. Si bien es probable que sea complicado mantener los mismos objetivos de aprendizaje que tenías planeados para las sesiones presenciales, sí es posible y deseable determinar objetivos de aprendizaje realistas y adecuados para la transición a cursos no presenciales.

Los objetivos de aprendizaje son enunciados que describen los conocimientos, habilidades o aptitudes que debe demostrar un estudiante al completar cada una de las lecciones que componen a un curso. Hay que considerar la importancia de que los objetivos estén articulados con los métodos de evaluación y las estrategias instruccionales (Fink, 2013). Durante el curso, el estudiante debe tener la oportunidad de demostrar lo que está aprendiendo y de recibir retroalimentación constructiva (feedback) al respecto, sea de tu parte como profesor o de sus compañeros de grupo.

Para definir objetivos de aprendizaje que puedan ser constatables, es necesario seguir algunas recomendaciones básicas: es ideal que un curso se diseñe de adelante hacia atrás (Wiggins y Tighe, 2005). Primero, se deben considerar los objetivos de aprendizaje; posteriormente, definir los modos en que se evaluaría el logro de esos aprendizajes, y, finalmente, diseñar las actividades de aprendizaje (Bowen, 2017).

La definición de los objetivos de aprendizaje debe partir de la identificación del sustantivo o lo que se busca que los estudiantes aprendan (Smith, 2012); posteriormente, se requiere establecer el nivel de profundización, es decir, necesitamos determinar qué se busca que los estudiantes sean capaces de hacer con lo que aprenden. Para ello, puede utilizarse una taxonomía como aquella propuesta originalmente por Benjamin Bloom (1956) y actualizada por Anderson y Krathwohl (2001): recordar, entender, aplicar, analizar, evaluar o crear (Churches, 2019). Finalmente, en función del nivel de profundidad, es necesario diseñar actividades de aprendizaje activo.

Las actividades pueden estar destinadas a que los estudiantes recuerden los conceptos principales; o bien, que analicen a profundidad un tema, e incluso crear algo nuevo con lo que aprenden. En cada caso, las actividades serán más elaboradas y, ¿por qué no?, diseñadas para buscar soluciones a problemas del entorno. En el manual Aprendizaje Activo, Diversidad e Inclusión (Jerez, 2014) y en el sitio de la University of California-Berkeley encontrarás varios ejemplos de actividades de aprendizaje activo, las cuales se pueden desarrollar en línea o de manera presencial. Dichas actividades podrían ser desde discusiones grupales, análisis de problemas, técnicas Think-Pair-Share para tratar rápidamente un tema, cuestionarios, encuestas en clase, creación de pósters, evaluación de tareas y trabajos entre pares, mapas conceptuales, etcétera. Lo importante es la creatividad para utilizar las técnicas que consideres más aptas para lograr que los estudiantes participen activamente en clase, profundicen en los temas y logren los objetivos.

Facilitar la participación de estudiantes con problemas de conectividad

Esta contingencia ha evidenciado que los problemas de acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (tic) en América Latina impactan en la equidad educativa (Diálogo Interamericano, 2020), pues se ha demostrado que en la región algunos estudiantes tienen dificultades de acceso a las tic requeridas (dispositivos y/o conectividad) para participar en actividades de aprendizaje en línea. Por ejemplo, en la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), sabemos que 16% de los estudiantes de bachillerato no tienen una computadora en casa y que aunque el 95% puede acceder a internet, muchos lo hacen desde su celular (Ticómetro unam, 2020). Encuestas recientes realizadas a los estudiantes universitarios en la unam indican que un porcentaje importante de ellos carece de un dispositivo, o de una conexión a internet con servicio óptimo para realizar sus actividades escolares (Román, 2020). Si las actividades que planeas demandan un acceso intensivo a un equipo propio y a conectividad con gran ancho de banda, puedes excluir a quienes carecen de ellos.

Para garantizar la equidad educativa, puedes implementar estas estrategias para posibilitar que la mayoría de tus estudiantes continúen aprendiendo y puedan acreditar tu curso:

  • Distribuye a tus estudiantes la información esencial mediante una combinación de medios que incluya alguno que (i) demande poco acceso a internet, y (ii) no implique horarios específicos. Recuerda que el video es el medio que demanda más ancho de banda; mientras que el texto con imágenes fijas es el que requiere menos. Una solución muy accesible son los archivos pdf con texto y gráficos, enviados por correo o disponibles para descarga desde un aula virtual, red social, o blog. La visualización de videos y la participación de videoconferencias puede resultar una solución más simple para ti, pero puede complicar el acceso a estudiantes con poca infraestructura tecnológica.
  • Establece un canal de comunicación flexible y de fácil acceso para resolver dudas de tus estudiantes. Dependiendo del número de alumnos y tu disponibilidad, puede ser el correo electrónico, una red social (Twitter o Facebook), un foro de discusión o el muro en alguna de las plataformas para cursos en línea (Moodle, Canvas, BrightSpace, Classroom).
  • Considera cómo ofrecerles a todos tus estudiantes las dos funciones esenciales de un docente: la realimentación (donde brindamos información sobre la comprensión o desempeño de los alumnos como insumo para que gestionen su aprendizaje) y la mediación didáctica (en la cual les ayudamos a que comprendan contenidos difíciles, mediante ejemplos, explicaciones simplificadas, o aclaraciones de sus dudas, o promovemos el desarrollo de habilidades con recomendaciones y demostraciones de procedimientos). Puedes hacerlo enviándoles información a través de cualquiera de los medios de comunicación disponibles para interacción en línea, así como aprovechando herramientas digitales que les brinden información sobre el nivel de dominio o desempeño alcanzado, como cuestionarios o exámenes autocalificados (Wiggins, 2012).
  • Ajusta tu estrategia de evaluación para que considere productos y evidencias que puedan generar incluso los alumnos que tendrán acceso limitado a un dispositivo y/o internet. Por ejemplo, un examen de libro abierto que pueda enviarse por correo electrónico y no requiera conectarse a una plataforma en un horario específico.
  • Evita o considera opcional la participación en actividades en línea síncronas, como las videoconferencias, que requieren que los estudiantes se conecten en una hora y fecha fija. Quienes tienen responsabilidades laborales o familiares, o acceso limitado a dispositivos e internet pueden tener problemas para acceder.
  • Si realizas videoconferencias, graba las sesiones y compártelas con quienes no pudieron asistir. Los videos son archivos muy pesados, por lo que puedes generar un canal de YouTube, subirlos ahí y enviar el link correspondiente (si te animas, incluso puedes generar una lista de reproducción con todas las sesiones del curso).

Brindar acompañamiento tutorial a los estudiantes durante su estancia en casa

Un estudio reciente en Cuba indica la importancia de continuar con el apoyo tutorial y realizar acciones precisas en tres etapas de interrelación sistémica (planificación, ejecución y control), que se realicen en un contexto de confianza a las acciones de apoyo y seguimiento en la mediación pedagógica (Díaz, Iglesias y Valdez, 2020). En esta sección se han seleccionado una serie de pautas para que continúes con esta actividad con los mejores resultados.

Durante la contingencia, es importante estar cerca de nuestros estudiantes tanto para el acompañamiento académico como para el apoyo personal que puedan necesitar. Es un hecho que los estudiantes estarán incorporando a su vida cambios radicales, entre ellos el de dar un uso académico y diferente a las tecnologías que normalmente utilizaban para crear una cultura juvenil en la que compartían música, intereses y gustos; y estarán expuestos a una tremenda cantidad de información y fake news, que les generarán inquietudes, en las que como tutores podremos auxiliar.

Para realizar un acompañamiento tutorial exitoso en esta etapa de confinamiento, toma en cuenta los siguientes puntos:

  • Desarrolla la pertenencia institucional. La integración de los estudiantes con la universidad es uno de los factores que incide en su permanencia (Tinto, 1993). Idealmente comparte con tus estudiantes materiales y comunicados institucionales. Obviamente, puedes apoyarte en algunos otros que tengan gran valor académico y no estén hechos en tu institución, pero el mantener una identidad con su casa de estudios reafirmará valores y generará un sentimiento de pertenencia, lo que disminuirá la incertidumbre.
  • Entiende y actúa en torno a las necesidades actuales. Dado que nuestra participación como tutores inició antes del confinamiento, es necesario realizar un nuevo diagnóstico para saber los requerimientos de los estudiantes en este momento y, con base en ellos, realizar el apoyo personal y académico. Ayudarles a organizar sus nuevas actividades y ajustar la planeación didáctica a la realidad de los jóvenes será gratificante para ellos y muy significativo para su aprendizaje.
  • Mantente cerca. Los jóvenes pueden sentir ansiedad al desvincularse de su contexto académico y, por ende, de sus amigos y profesores, con quienes regularmente consultaban dudas y preocupaciones. Los noviazgos siguen, las clases continúan, se preocupan por la salud de su familia, la nueva dinámica familiar les toma por sorpresa, y un correo electrónico de nuestra parte no genera el vínculo necesario para la fluidez de la confianza. Además del trabajo en línea, una videoconferencia de diez minutos por semana en la que preguntemos ¿cómo estás?, ¿cómo te sientes en casa?, ¿cuál es el estado de salud de tu familia? pueden generar una mayor cercanía y la confianza necesaria para dar continuidad a la acción tutorial.

Lograr una docencia significativa en el aprendizaje en línea

En esta última sección se exploran los aspectos esenciales para hacer de la docencia en línea una experiencia significativa tanto para los profesores como para los estudiantes. Es una invitación que nos hace la situación actual de repensar nuestro ejercicio docente (Inter-agency Network for Education in Emergencies [inee], 2020).

Enseñar en línea es una oportunidad para innovar los procesos de comunicación, las estrategias de aprendizaje, de motivación y de evaluación. Ante esta situación de cambio e incertidumbre se sugiere considerar los siguientes factores clave para una docencia significativa en esta modalidad (Universidad Autónoma Metropolitana [uam], 2020):

  • Diseño del curso. Como principio básico de un curso en línea, es necesario disponer al estudiante de un syllabus o plan del curso. Debe ubicarse en un lugar accesible y requiere por lo menos: una introducción, los objetivos y temas por semana, cronograma de actividades de aprendizaje, criterios de evaluación, webgrafía, así como una sección de códigos de conducta, donde se especifique el uso adecuado de citación para evitar el copy-paste y el plagio.
  • Actividades de aprendizaje interactivas. Lo más motivante para un estudiante es desarrollar actividades interactivas que tengan un vínculo entre la teoría y la práctica profesional. Actividades que motiven al análisis, al pensamiento crítico, a la reflexión y a la construcción colectiva del conocimiento. En este sentido, se propone aprovechar la diversidad de recursos y actividades que ofrecen las plataformas e-learning, tales como: foros, bases de datos, glosarios, lecciones, exámenes, así como objetos de aprendizaje diseñados para resolver retos, estudios de caso, etcétera.
  • Comunicación e interacción sostenida. Un elemento de motivación constante en los estudiantes es recibir realimentación oportuna. En este sentido, es preciso diferenciar entre actividades que requieren inmediata respuesta y actividades que es deseable esperar a la fecha de entrega para ofrecer realimentación. Por una parte, el mantener presencia virtual para disipar dudas y brindar seguimiento inmediato se puede realizar por medios de comunicación instantánea, como WhatsApp, Telegram u otra red social. Las actividades como tareas, foros, glosario, lecciones, pueden esperar a la fecha de entrega para brindar comentarios. Para mantener el interés en los foros discusión, es recomendable no dejar de responder en un plazo máximo a 72 horas. Es también una buena práctica que una vez a la semana exista una reunión síncrona del profesor con el grupo de estudiantes, ello se logra mediante los sistemas de videoconferencia como Zoom, Google Meet o Skype.
  • Evaluación para el aprendizaje. Consideramos que la evaluación para el aprendizaje es un instrumento de mejora continua. Los medios que empleemos en la educación virtual para evaluar, tales como listas de cotejo, rúbricas, exámenes, portafolios con entregas de proyectos, ensayos, estudios de caso, webquest, entre otros, deben contribuir a subsanar las deficiencias y fortalecer los conocimientos y habilidades de los estudiantes, de acuerdo con cada nivel disciplinar. La evaluación es más que una calificación, constituye el pilar de calidad educativa. En este sentido, la evaluación tiene que brindar información al estudiante para tomar decisiones en su aprovechamiento y progreso escolar.
  • Factor socioemocional. El aspecto socioemocional en la educación es fundamental para integrarse en una comunidad de aprendizaje. Un estudiante que se siente satisfecho con lo aprendido, que se siente cómodo, y en un clima y ambiente de apoyo solidario, tiende a generar identidad. Ser empático ante las problemáticas y situaciones o formas de expresarse y de compartir entre las nuevas generaciones es fundamental para fortalecer la autonomía del estudiante.

Como se ha explorado en las recomendaciones, aunque estemos en una modalidad que no nos permite estar físicamente juntos, las instituciones educativas podemos contribuir de distintas maneras para que los estudiantes aprendan de manera activa y desarrollen habilidades de autorregulación de su proceso de aprendendizaje, que les permitan tomar conciencia de sus actividades, alcances, metas, capacidades y manejo del tiempo. Tenemos grandes retos para continuar con la enseñanza a distancia; con estas ideas pretendemos facilitar la misión que tenemos como profesores hacia adaptar la enseñanza a esta situación de emergencia que ha trastocado nuestra vida en todos los sentidos. Aunque estas recomendaciones no se han puesto a prueba en el contexto de esta emergencia, eventualmente se visualiza viable definir líneas de investigación que permitan dar seguimiento a su implementación.

Es importante destacar que estas recomendaciones son el resultado de un trabajo conjunto y sostenido entre las universidades de la rie360 para apoyar al profesorado de educación superior, a partir de integrar las distintas experiencias de las instituciones que conforman la Red, así como lo ha sido la página http://rie360.mx/, en la que se han centralizado sitios que almacenan recursos educativos de acceso abierto.

Referencias



Recepción: 17/06/2020. Aprobación: 18/08/2020.

Vol. 21, núm. 5 septiembre-octubre 2020

La deserción universitaria: resiliencia como posibilidad de logro

María Paula Seminara Cita

Resumen

La deserción universitaria emerge como un fenómeno multifactorial alarmante porque presenta consecuencias en diferentes planos y para distintos actores: estudiantes, instituciones y el Estado. La literatura da cuenta de lo frecuente que resulta poner el acento en el estudiante como responsable casi exclusivo de sí mismo, a la vez que invita a cuestionar la persistencia de esta problemática aun tras décadas de investigación y de múltiples estrategias implementadas para abordarla. Éste y otros cuestionamientos evidencian la necesidad de un cambio de perspectiva para no perder de vista el papel que juegan las instituciones en lo que sucede respecto a la deserción universitaria, así como la urgencia de revisar las concepciones de éxito y fracaso normalizadas dentro del ámbito estudiantil de las universidades. Examinar estas ideas e interpelar a las instituciones puede ser uno de los caminos para encontrar alternativas frente a una mirada de este fenómeno que se considera determinista. El presente artículo explora la resiliencia como factor clave en la posibilidad de logro y enfatiza la importancia de observar las potencialidades de los estudiantes para abordar el fracaso y conducirnos hacia una universidad más democrática.
Palabras clave: deserción universitaria, resiliencia, concepciones de éxito/logro, fracaso.

University Dropout: Resilience as a Possibility of Achievement

Abstract

Dropping out of university is an alarming multifactorial phenomenon because it affects different levels and different agents: students, institutions and the State. Specialized literature suggests that it is common to highlight the student as the sole responsible for quitting superior levels of education. In addition, it poses questions on the persistence of this phenomenon even after decades of research and multiple strategies implemented to address it. It is evident that a change of perspective is needed to look at the role played by institutions within this complex scheme, as well as the urgency to review the normalized notions of success and failure among students at university. Examining these ideas and challenging institutions can be one of the ways to find alternatives to a social phenomenon otherwise regarded as deterministic. This article explores resilience as a key factor in the possibility of success and emphasizes the importance of looking at the students’ potential to address failure and, eventually, lead us towards a more democratic university.
Keywords: university dropout, resilience, conceptions of success/achievement, failure.

Introducción

La universidad moderna se había tratado más de un privilegio que de un servicio que ve por la formación de sus estudiantes, pues ha atendido a una exclusiva minoría como la de los herederos1 que describieron Bourdieu y Passeron (1970). Se ha llegado a considerar a la universidad como una institución de élite por el número reducido de estudiantes que solía recibir y por la extracción social de los mismos, tal y como explica Trow (Brunner, 2014). Tras la masificación de la universidad, surgen efectos como la incorporación a la educación superior de estudiantes no tradicionales, así como la cronicidad2 y la deserción. Estas problemáticas desestabilizan las nociones de éxito y fracaso en la universidad que, una vez normalizadas, matizan los condicionantes socioeconómicos de los alumnos bajo la idea de mérito propio o de selección natural a partir de ciertas aptitudes innatas. Revisar los criterios de éxito implica debatir si se trata de características fijas de los estudiantes o, por el contrario, si los condicionantes inherentes al alumno son desarrollables. Considerar que hay factores intervinientes que pueden aprenderse y dirigirse hacia la posibilidad de logro, o incluso propiciarse en el ámbito institucional, conduce a la resiliencia como factor posibilitador.

En la primera parte de este escrito se alude a la etimología de las concepciones sobre éxito y fracaso, así como a su normalización e implicaciones en la universidad. En la segunda, se revisa el concepto de resiliencia como una bisagra que se bifurca entre fracaso y éxito. El tercer eje articula la resiliencia con el fenómeno de deserción y las concepciones revisadas; además, se planta una visión alternativa a la que, con frecuencia, se observa en la literatura y que amplía la perspectiva hacia las potencialidades en pos de la permanencia en nuestras universidades.

Eje 1. Concepciones de éxito y fracaso, y sus implicaciones en la universidad

El éxito y el fracaso son fenómenos multifactoriales difíciles de definir y con variadas implicaciones. Podría hipotetizarse que existe cierta reproducción de éxitos y fracasos, a partir de rasgos y eventos particulares que emergen desde el ingreso a la universidad y van creciendo exponencialmente a lo largo del tiempo. Dicho de otro modo, los fracasos o éxitos iniciales, que dependen de condiciones socioeconómicas, de la preparación en la escuela media y de otros factores, parecen ir retroalimentándose en forma de espiral. Esto ocurre de modo que quienes ingresan con menores herramientas ven sus trayectorias obstaculizadas y terminan por rezagarse en el camino o, en el peor escenario, abandonando su educación superior.

Dentro del fracaso, algunos autores cuestionan si la deserción escolar se trata de una evasión o una expulsión por parte del sistema (Rojas, 2009; de Vries et al., 2011). A continuación se retoman un par de preguntas que redirigen la responsabilidad del sistema de educación superior por la pérdida de estudiantes: ¿abandonar es una decisión del alumno? y ¿el ingreso ilimitado implica equidad para todos?

La deserción es la desafiliación del alumno del sistema, de forma voluntaria o forzosa, definitiva o transitoria, y puede presentarse en relación a una carrera o institución particular, así como al sistema en su conjunto. No todos los tipos de abandono merecen igual intervención, ni conllevan el mismo sello negativo. Entre las causas existen aquellas de índole individual como el género, la integración social, o la edad; socioeconómicas, como el estrato social, la situación laboral del estudiante y sus padres; académicas, por ejemplo, la orientación vocacional, rendimiento académico, métodos de estudio; o institucionales, normativas que incluyen relación pares y profesores, infraestructura, entre otras (Aparicio, 1998). La literatura revela numerosos estudios que no han hallado aún el punto que persiste sobre el fenómeno (Seminara y Aparicio, 2018).

Se trata de ver, además de las causas superficiales, las representaciones que le son asociadas a los términos en cuestión. La palabra éxito, de procedencia latina, quiere decir salida. La palabra fracaso hace referencia a la frustración cuando se malogra una pretensión y proviene del vocablo italiano fracassare, que puede traducirse como estrellarse o romperse (Diccionario etimológico en línea, 2020). Cabe preguntar: ¿quién fracasa en la deserción? ¿Qué se considera que es ser un alumno exitoso? ¿Quién califica el éxito o fracaso estudiantil como tal? ¿Se trata de características determinadas e inamovibles? ¿Cómo puede intervenir la institución para cambiar el desenlace de quienes fracasan? ¿Qué características, si las hay, son propias de quienes persisten? ¿Pueden desarrollarse en quienes desertan? ¿Qué mirada alternativa al determinismo puede contribuir a la permanencia de quienes parecen destinados al fracaso en el sistema?

Se han revisado investigaciones de González Lizárraga, López González y Parra Ramos (s.f.) que indican variables asociadas al éxito en estudiantes y, en este sentido, Powell, Conway y Ross (1990) consideran que el éxito está vinculado a la finalización de los estudios, al igual que Cuellar Martínez (2003). En contraste, de los Santos (2000) añade que el éxito consiste en finalizar los estudios en los tiempos estipulados por los planes de estudio. Otros investigadores agregan que no se trata únicamente de terminar, sino hacerlo con calificación sobresaliente. Stelnicki, Nordstokke y Saklofske (2015) se ocupan de reportar las percepciones de los estudiantes sobre las fortalezas y debilidades que contribuyen a su éxito durante la carrera de grado. Entre las fortalezas, mencionan la orientación clara de futuro, la persistencia y la organización. Los resultados demuestran que el estrés, las habilidades académicas inadecuadas y las distracciones son detrimentos para el éxito universitario. Bonneville-Roussy et al. (2017) probaron un modelo que vinculaba motivación, afrontamiento de las dificultades y resultados académicos en la universidad, y mostraron que afrontamientos menos comprometidos fueron vinculados a resultados menos adaptativos y que lo opuesto sucedía con la motivación autodeterminada o intrínseca y el afrontamiento activo.

Según Perrenoud (2008, cit. por Valle et al., 2014), un alumno exitoso es quien cumple con las expectativas de la institución educativa al interior de la cual se fabrican los juicios de excelencia a los que no puede sustraerse. Es decir, que el éxito o fracaso académico son el resultado de juicios más bien automáticos (Valle et al., 2014) y el juicio de la institución influye en la construcción del juicio que el alumno hace sobre sí mismo. Entre muchos trabajos, resulta evidente que las percepciones de éxito y fracaso y la motivación y el modo de afrontar las exigencias de la carrera inciden de manera notable en el resultado (Valle et al., 2014; Rovella y Sans, 2005). Entre las preguntas posibles, aquí se destacan si estas percepciones pueden modificarse, si las instituciones efectivamente intervienen y qué modelo conciben para aportar estrategias acordes a la realidad de la problemática.

Hay varias posturas frente a la posición anteriormente hipotetizada. Así, González Fiegehen (2006) plantea que el rezago es una alerta que puede derivar en deserción, en tanto Tinto (1989) dice que quienes se retrasan pueden ser los que más persisten (Losio y Macri, 2015). Lo cierto es que, como postulan Salanova Soria et al. (2005), existen facilitadores y obstaculizadores del bienestar estudiantil asociados a la permanencia que también presentan una positiva correlación entre éxito o fracaso pasados, bienestar o malestar psicológico y éxito o fracaso futuros. Por lo expuesto, se entiende que el logro y el fracaso no son acontecimientos con proyecciones lineales y no dependen sólo de características de los alumnos sino de factores institucionales (Valle et al., 2014). Se sugiere que la sumatoria de eventos exitosos o de fracaso conduce a círculos viciosos o virtuosos en las trayectorias educativas y que el desarrollo de la resiliencia podría conducir a un egreso exitoso. A su vez, que las instituciones pueden generar espacios posibilitadores de resiliencia (Henderson y Milstein, 2003) o entornos facilitadores, pues se trata de dejar de concebir el éxito académico como mérito de aquellos con características aparentemente privilegiadas, para que así se abra la universidad no sólo con el acceso, sino también favoreciendo la permanencia. Por el momento, y lejos de suponer que ya no hay espacio de debate, cabe señalar que las nociones de éxito y fracaso en un contexto escolar son conceptos complejos o, como señala Diego Pasjalidis, dos caras de una misma moneda (ver video 1).



Video 1. Éxito y fracaso, ¿dos caras de una misma moneda? Por Diego Pasjalidis (TEDx Talks, 2016).

Eje 2. Recuperar el rol de la resiliencia como clave ante la deserción

Tradicionalmente, la psicología se centró en la psicopatología y en la descripción exhaustiva de enfermedades (Kotliarenco, Cáceres y Fontecilla, 1997). No obstante, muchas predicciones de resultados negativos en función de factores de riesgo no se cumplían (Werner, 1989 cit. por Coronado-Hijon, 2017). A fines de 1990, el psicólogo M. Seligman sistematizó los estudios de los aspectos más saludables de los individuos, y así creo una nueva corriente que denominó psicología positiva. Forma parte del cambio de enfoque desde lo patológico hacia lo saludable, y busca brindar herramientas para lograr una mejor calidad de vida y superar los obstáculos que la dificultan (Lorenzo, 2010). Adopta el concepto de resiliencia, aludiendo a que, mientras el estrés se resiste a la novedad, ésta afronta el problema (Wolin y Wolin, 1993 cit. por Henderson y Milstein, 2003).

Según la Organización Mundial de la Salud (Munist et al., 1998), la palabra resiliencia se usa en metalurgia e ingeniería para describir la capacidad de ciertos materiales de recobrar su forma original después de sufrir una presión deformadora. A partir de los años sesenta del siglo pasado, el término fue adoptado por las ciencias sociales para caracterizar a quienes, a pesar de vivir en condiciones de riesgo, se desarrollaban psicológicamente sanos y socialmente exitosos (Block y Kremen, 1996). Mientras que en física se habla de volver a un estado anterior, en psicología el concepto se amplía, ya que, en realidad, no se vuelve a un estado inicial, sino que el aparato psíquico se reorganiza aún de manera más eficiente (Lorenzo, 2010).

García-Vesga y Domínguez-de la Ossa (2013) identifican dos momentos en la evolución del concepto. En el primero, se analizaban factores individuales protectores y, en el segundo, se reconocieron ambientes donde las personas se desenvuelven como factores de protección. En otras palabras, se pasó de lo personal a lo relacional. Según Werner (1993, cit. por Meisels y Shonkoff, 2000), los factores protectores operan a través de tres mecanismos: compensar el estrés por cualidades o fuentes de apoyo, tomarlo como desafío si no es excesivo, y tomarlo como inmunidad. De esta manera se sugiere que los factores protectores modulan el impacto del estrés en calidad de adaptación. Por otra parte, los factores protectores pueden ser internos-personales o externos, que refieren a condiciones del medio que reducen la probabilidad de daños como la familia o la integración social.

La resiliencia, por tanto, es resultado de la armonía entre factores de riesgo y factores protectores internos y externos. Así, la persona puede “estar” más que “ser” resiliente, en el entendido de que la resiliencia no es una cualidad verificable en todo momento. Desde este enfoque, se la concibe como un proceso dinámico, dependiente de factores internos y externos que en interacción con el riesgo hacen posible enfrentar situaciones adversas. En la misma línea, Cyrulnik (2001, 2009 cit. por Melillo, 2005) destaca que no hay un comienzo absoluto del proceso resiliente ni una delimitada capacidad de resiliencia. Entenderla como proceso permite inferir que puede desarrollarse. Y es que, durante las crisis de la vida (como es el tránsito por la universidad), su promoción marca la diferencia entre el desarrollo de las potencialidades o el estancamiento (Saavedra Guajardo y Villalta Paucar, 2008).

No obstante, el estudio de la resiliencia en instituciones educativas ha sido pobre, especialmente en las de educación superior (Haz y Castillo, 2003; Lamas y Lamas, 1997; Lightsey, 2006, cit. por Peralta Díaz; Ramírez Giraldo y Castaño Buitrago, 2006). Más aún, Henderson y Milstein (2003) afirman que la mayoría de las investigaciones se ha centrado en niños y adolescentes. Los autores elaboraron un modelo de seis pasos que promociona la resiliencia en contextos formales, poniendo el foco en la adquisición y desarrollo de competencias, y no en el déficit. El modelo consiste en:

  1. Brindar afecto y apoyo como sostén del éxito académico.
  2. Establecer y transmitir expectativas elevadas y realistas.
  3. Brindar oportunidades de participación significativas.
  4. Enriquecer los vínculos con un sentido de comunidad educativa.
  5. Dar participación a toda la comunidad.
  6. Enseñar habilidades para la vida, cooperación, resolución de conflictos, destrezas comunicativas, habilidad para resolver problemas y tomar decisiones. Implica una posición respecto a la democratización de la educación superior.

Según Casassus (2005, cit. por Montes y Parcerisa, 2016) el sistema educativo puede reproducir, mantener o reducir las desigualdades; lo que equivale a decir que, independientemente de las fuerzas que se transmiten desde la estructura social (al interior del sistema), se encuentran poderosos mecanismos de diferenciación social. Brindar herramientas de desarrollo ante las adversidades contribuye a la equidad que va más allá de la igualdad.

Eje 3. Incluir la resiliencia para mirar la deserción: entre el fracaso y la posibilidad de éxito

Pascarella y Terenzini (2005, cit. por Aparicio, 1998 y Reason, 2009) exponen recomendaciones para avanzar en la comprensión de cómo la universidad afecta a los estudiantes, tales como reconocer la creciente diversidad de estudiantes, expandir la investigación sobre estudiantes e instituciones previamente ignorados, entre otros. Considerando estas recomendaciones, la resiliencia y el ingreso de estudiantes no tradicionales a la universidad (como estudiantes de medio tiempo que trabajan y/o tienen familia a cargo), a continuación, se presenta una mirada alternativa sobre la deserción universitaria (ver figura 1).



Figura 1. Mirada alternativa de la deserción desde la resiliencia (Díaz Peralta, 2008; Salanova Soria et al., 2005, entre otros). Fuente: elaboración propia.

El esquema presenta una mirada dinámica que sostiene la multicausalidad de la deserción universitaria. En él, los condicionantes indirectos influyen sobre el grado de compromiso e integración social y académica del estudiante en la institución universitaria. Asimismo, los condicionantes se presentan en combinaciones diferentes según la etapa de la trayectoria en la que se encuentre el estudiante. Éstos tienen mayor preponderancia en algunos momentos, pero todos afectan de manera constante. Esta distinción por etapas permite entender que las estrategias de retención deben ser diferentes según hablemos de ingresantes o alumnos avanzados.

A las concepciones de éxito y fracaso se suman otros factores influyentes que se mantienen en un equilibrio de fuerzas que el estudiante y la institución deben manejar y que pueden desencadenar círculos virtuosos hacia el logro. También se pueden desencadenar círculos viciosos por fracasos repetidos y que tengan como desenlace la permanencia o la deserción (Díaz Peralta, 2008). Ante la posible reproducción de éxitos y fracasos, la resiliencia podría resultar clave para virar hacia el logro aquellas trayectorias adversas. En este sentido, es importante apuntar a desarrollar el proceso de resiliencia y a crear un contexto institucional que la favorezca.

Conclusiones

Al inicio se planteó la siguiente pregunta: ¿por qué persiste el fenómeno de desercón luego de décadas de investigación y de múltiples estrategias implementadas para abordarlo? Este trabajo mostró a la deserción como fenómeno multicausal de responsabilidad compartida. En la primera parte, se aludió a las concepciones de éxito y fracaso y sus implicaciones en la universidad. En la segunda, se enfatizó en el concepto de resiliencia como clave y bisagra posible entre el fracaso y el éxito. En la tercera, se presentó una mirada alternativa (no determinista) de la deserción, enfatizando la importancia de incluir la resiliencia. Se intenta explicar que las causas fungen de manera distinta según el período de la trayectoria y que se trata de apostar por las potencialidades de los estudiantes para no quedarnos en una concepción de la educación como supervivencia meritocrática. Para ello hay que entender los factores que viran el fracaso hacia el éxito, o como dice Carlos Égido: “El que resiste, gana” (ver video 2).



Video 2. El que resiste, gana por Carlos Egido (TEDx Talks, 2018).

Por último, se expuso que se trata no sólo de estudiar las causas de la deserción, sino de buscar las posibilidades de permanencia en un intento por lograr una verdadera democratización de la educación superior. Así, cabe tener presente algunas preguntas del tipo: ¿propiciamos desde la universidad el despliegue de las potencialidades de los alumnos? y ¿trabajamos por la equidad que abunda en los discursos que proferimos? En resumen, ¿hacemos cotidianamente una institución verdaderamente universitaria? Y es que el cambio necesario no está sólo en grandes hallazgos, sino en revisar lo que hacemos a diario, cuestionarlo y trabajar por su mejora.

Referencias

  • Aparicio, M. (1998). Causas de la Deserción en Universidades Nacionales. Universidad Nacional de Cuyo.
  • Block, J., y Kremen, A. (1996). iq and ego-resiliency: Conceptual and empirical connections and separateness. Journal of Personality and Social Psychology, 70(2), 349–361. doi: https://doi.org/10.1037//0022-3514.70.2.349.
  • Bonneville-Roussy, A., Evans, P., Verner-Filion, J., Vallerand, R. J., y Bouffard, T. (2017, enero). Motivation and coping with the stress of assessment: Gender differences in outcomes for university students. Contemporary Educational Psychology, 48, 28-42. doi: https://doi.org/10.1016/j.cedpsych.2016.08.003.
  • Brunner, J. (2014). Universidad, poder y derecho. Páginas de Educación7(2), 06-32. http://www.scielo.edu.uy/pdf/pe/v7n2/v7n2a02.pdf.
  • Coronado-Hijon, A. (2017). Academic resilience: A transcultural perspective. Procedia. Social and Behavioral Sciences, 237, 594-598. doi: https://doi.org/10.1016/j.sbspro.2017.02.013.
  • De Vries, W., León Arenas, P., Romero Muñoz, J., y Hernández Saldaña, I. (2011, octubre-diciembre). ¿Desertores o decepcionados? Distintas causas para abandonar los estudios universitarios. Revista de la Educación Superior, xl(4)(160), 29-49. https://www.redalyc.org/pdf/604/60422569002.pdf.
  • Díaz Peralta, C. (2008). Modelo conceptual para la deserción estudiantil universitaria chilena. Estudios pedagógicos, xxxiv(2), 65-86. doi: http://dx.doi.org/10.4067/S0718-07052008000200004.
  • Diccionario etimológico en línea. (2020). http://etimologias.dechile.net.
  • Franco, A., Blanca, M., Cardona Marín, Á., y Molina Velásquez, D. (2008, septiembre-diciembre). Situaciones conflictivas que propician las transformaciones familiares. Revista Virtual Universidad Católica del Norte, 25. http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=194215513011.
  • García-Vesga, M. C., y Domínguez-De La Ossa, E. (2013). Desarrollo teórico de la Resiliencia y su aplicación en situaciones adversas: Una revisión analítica. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 11(1), 63-77. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=773/77325885001.
  • González Fiegehen, L. (2006). Repitencia y deserción universitaria en A. L. Informe sobre Educación Superior en América Latina y el Caribe 2000-2005. Metrópolis.
  • González Lizárraga, G., López González, R., y Parra Ramos, M. E. (s.f.) ¿Éxito o Fracaso académico en la Universidad Sonora? http://www.comie.org.mx/congreso/memoriaelectronica/v09/at16/PRE1178908763.pdf.
  • Henderson, N. Y., y Milnstein, M. (2003). Resiliencia en la escuela. Paidós.
  • Kotliarenco, M. A., Cáceres, I., y Fontecilla, M. (1997). Estado de arte en resiliencia [base de datos en línea]. Estados Unidos: Organización Panamericana de la Salud, Oficina Sanitaria Panamericana, Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud. http://www1.paho.org/Spanish/HPP/HPF/ADOL/Resil6x9.pdf.
  • Lorenzo, R. (2010). Resiliencia. Nuestra capacidad de recuperación ante los obstáculos. Andrómeda.
  • Losio, M., y Macri, A. (2015, noviembre). Deserción y rezago en la universidad. Indicadores para la Autoevaluación. Revista Latinoamericana de Políticas y Administración de la Educación, 2(3), 114-126. https://www.uai.edu.ar/media/42456/ganadores-2016_deserci%C3%B3n-y-rezago-en-la-universidad.pdf.
  • Meisels, S., y Shonkoff, J. (2000). Handbook of Early Child Intervention. Cambridge University Press.
  • Melillo, A. (2005). El pensamiento de Boris Cyrulnik. Perspectivas Sistémicas, 85. http://www.redsistemica.com.ar/melillo.htm.
  • Montes, A., y Parcerisa, L. (2016) Iguales en qué y cómo. Una revisión de las propuestas realizadas desde la teoría de la justicia al campo de la educación. Revista de sociología, 101(4), 451-471. http://dx.doi.org/10.5565/rev/papers.2194.
  • Munist, M., Santos, H., Kotliarenco, M. A., Suárez Ojeda, E. N., Infante, F. Y Grodberg, E. (1998, septiembre). Manual de resiliencia en niños y adolescentes. Organización Panamericana de la Salud; Organización Mundial de la Salud. https://es.scribd.com/document/47568179/OMS-Manual-Sobre-Resiliencia.
  • TEDx Talks. (2016, 1 de diciembre). Éxito y fracaso, ¿Dos caras de una misma moneda? | Diego Pasjalidis | TEDxUADE . YouTube. https://youtu.be/X5Aags8GEpg.
  • TEDx Talks. (2018, 15 de agosto). El que resiste, gana | Carlos Egido | TEDxHumboldtMexicoCity . YouTube. https://youtu.be/cqQVJCHBM0Y.
  • Peralta, S., Ramírez, A., y Castaño, H. (2006). Factores resilientes asociados al rendimiento académico en estudiantes pertenecientes a la Universidad de Sucre (Colombia). Psicología desde el Caribe, 17, 196-219. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=21301709.
  • Reason, R. (2009, noviembre-diciembre). An Examination of Persistence Research Through the Lens of a Comprehensive Conceptual Framework. Journal of College Student Development, 50(6), 659-682. doi: http://dx.doi.org/10.1353/csd.0.0098.
  • Rojas, M. (2009) El abandono de los estudios. Deserción y decepción de la juventud. Hologramá, vi(10), V4, 75-94. http://cienciared.com.ar/ra/usr/3/467/hologramatica_n10_vol4pp75_94.pdf.
  • Rovella, A., y Sans, M. (2005). Predictores de éxito académico en estudiantes universitarios. Revista Electrónica de Psicología Política, 2(6), 1-5.
  • Saavedra Guajardo, E., y Villalta Paucar, M. (2008). Medición de las características resilientes, un estudio comparativo en personas entre 15 y 65 años. liberabit, 14, 31-40. http://www.scielo.org.pe/pdf/liber/v14n14/a05v14n14.
  • Salanova Soria, M., Martínez Martínez, I., Bresó Esteve, E., Llorens Gumbau, S., y Grau Gumbau, R. (2005). Bienestar psicológico en estudiantes universitarios. Facilitadores y obstaculizadores del desempeño académico. Anales de Psicología, 21(1), 170-180. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=167/16721116.
  • Seminara, M. P., y Aparicio, M. (2018). Deserción universitaria. ¿Un concepto equivoco? Revisión de estudios latinoamericanos sobre conceptos alternativos. Revista de Orientación Educacional, 32(61), 44-72. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6739300.
  • Stelnicki, A., Nordstokke, D., y Saklofske, D. (2015) Who is the successful university student? An analysis of personal resources. Canadian Journal of Higher Education, 45(2), 214-228. http://journals.sfu.ca/cjhe/index.php/cjhe/article/view/184491.
  • Valle, G., Raiano, J., García, S., Suligoy, M., y Gómez, G. (2014). Éxito y fracaso académico desde la perspectiva de los estudiantes universitarios. Dos Puntas, vi(9), 161-186. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5067154.pdf.


Recepción: 30/07/2019. Aprobación: 20/05/2020.

Vol. 21, núm. 5 septiembre-octubre 2020

Experiencia del uso de una app para evaluación en el aula

José Alfredo Núñez Toledo Cita

Resumen

El desarrollo de las Tecnologías de la Información y Comunicación (tic) aplicadas en la educación ha permitido a los docentes disponer de una amplia gama de herramientas para innovar en el proceso de enseñanza-aprendizaje; en el cual, la evaluación juega un papel de suma importancia. Este trabajo describe la experiencia resultante del uso de la herramienta de respuesta de audiencia Plickers, durante la evaluación formativa de un grupo de estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (cch), plantel Azcapotzalco, institución educativa pública mexicana de nivel medio superior, con el propósito de conocer su efecto en la evaluación. Dicha herramienta permitió vincular un sitio web, un dispositivo móvil y un paquete de marcadores Quick Response (qr) para realizar una evaluación formativa. En esa actividad, participaron 25 estudiantes de primer semestre de la asignatura de Taller de Cómputo. Los resultados mostraron que en el aula se generó un ambiente divertido que facilitó la interacción, participación, actitud positiva y competitividad entre los estudiantes. Además, esta herramienta ayudó al docente en la organización y control de las tareas de calificación, así como en el análisis de los resultados. Debido a lo anterior, y de acuerdo con los efectos observados al llevar a cabo dicha actividad, podría sugerirse a otros docentes la implementación de este tipo de herramientas para obtener un proceso de evaluación innovador.
Palabras clave: evaluación formativa, herramientas de respuesta de audiencia, Plickers, tic.

Effect of using an audience response tool in a formative assessment

Abstract

The development of the Information and Communication Technologies (ict) applied into education has allowed teachers a wide range of tools to innovate the teaching-learning process, in which the assessment plays a very important role. This work describes the resulting experience of using Plickers an audience response tool, during the formative assessment of a student group from Colegio de Ciencias y Humanidades (cch), campus Azcapotzalco, a higher education, Mexican, public, educative institution, with the purpose of knowing its effect in the assessment. Such a tool allowed to bring together a web site, a mobile device and a Quick Response markers set (qr), so that a formative assessment can take place. 25 students, in first semester, from the Compute Workshop, participated in the activity. Results showed that a fun environment was generated in the classroom, which facilitated interaction, participation, positive attitude and competitiveness among students. Additionally, this tool helped the teacher in organizing and controlling grading tasks, as well as analyzing outcomes. Consequently, and according to the observed effects along the activity, Plickers could be suggested to other teachers, in order to implement this sort of tools as an innovative assessment process.
Keywords: formative assessment, audience response tool, Plickers, ict.

Introducción

Los contextos educativos hoy en día representan grandes retos para la comunidad docente, particularmente en lo relativo a la evaluación formativa, considerada elemento fundamental del proceso de enseñanza-aprendizaje. Ésta tiene como uno de sus propósitos el conocimiento de la consecución de los aprendizajes por parte del alumnado.

Esos propósitos fueron establecidos en el programa de estudio correspondiente. Es por ello que el docente debe buscar nuevas formas que le permitan llevar a cabo la evaluación en condiciones favorables, lo cual podría conseguirse con la implementación de herramientas tecnológicas. Tal es el caso de aquéllas que se diseñan para recopilar información de un grupo de personas, conocidas como herramientas de respuesta de audiencia, y que, de acuerdo con Fuertes y Grimaldo (2016), permiten introducir procesos de participación activa en el aula de manera sencilla y con un costo de implementación mínimo, dado que muchos estudiantes acuden a las clases con algún tipo de dispositivo móvil. En este trabajo, se describe la experiencia resultante del uso de la herramienta de respuesta de audiencia Plickers durante la evaluación formativa de un grupo de estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (cch), plantel Azcapotzalco, institución educativa pública, mexicana, de nivel medio superior, con la finalidad de conocer su efecto.

Desarrollo

El cch, es uno de los tres subsistemas de bachillerato con que cuenta la Universidad Nacional Autónoma de México (unam). Fue creado el 26 de enero de 1971, durante el rectorado del Dr. Pablo González Casanova, para atender la creciente demanda educativa de nivel medio superior en la zona metropolitana de la Ciudad de México, así como para impulsar la transformación académica de la propia Universidad con una nueva perspectiva curricular y nuevos métodos de enseñanza (Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades [encch], 2018).

El Colegio fundamenta su quehacer en la teoría constructivista del aprendizaje, que ubica al alumno en el centro del acto educativo y lo concibe como una persona capaz de transformar su medio y a sí mismo, que además es el responsable último de su propio aprendizaje. Así, el cch convierte la educación en un acto vivo y dinámico, en donde el docente funge como facilitador y guía del alumno durante todo el proceso de construcción de su conocimiento. El cch define tres principios filosóficos que le caracterizan: aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a ser (encch, 2015).

En las etapas del proceso de enseñanza-aprendizaje, la evaluación tiene un papel fundamental, ya que permite obtener información sobre el grado de efectividad de las actividades realizadas conjuntamente entre docente y alumnado en el aula y fuera de ella; las cuales pretenden coadyuvar en la formación de los estudiantes, al adquirir nuevos conocimientos y permitirles su aplicación en la vida cotidiana.

Para los fines del presente trabajo, se entenderá por evaluación educativa a:

…una actividad sistemática integrada dentro del proceso educativo, cuya finalidad es la optimización del mismo. Tiene por objeto proporcionar la máxima información para mejorar este proceso, reajustando los objetivos, revisando críticamente planes, programas, métodos y recursos, facilitando la máxima ayuda y orientación a los alumnos. Asimismo, permite elevar la calidad del aprendizaje y aumentar el rendimiento de los alumnos (Rosales, 2014, p.2).

Cabe señalar que, existen diferentes tipos de evaluación educativa: la diagnóstica, sumativa y formativa. Es la evaluación formativa a la que se hace referencia en este documento, y es aquella

…que se realiza durante el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje para localizar las deficiencias cuando aún se está en posibilidad de remediarlas, esto es, introducir sobre la marcha rectificaciones a que hubiere lugar en el proyecto educativo y tomar las decisiones pertinentes, adecuadas para optimizar el proceso de logro del éxito por el alumno (Rosales, 2014, p.3).

En seguida, el autor de este trabajo sugiere que algunos de los propósitos principales de la evaluación formativa son:

  1. Informar tanto al alumnado como al docente acerca del progreso alcanzado por el primero.
  2. Identificar oportunidades de mejora, tanto para el estudiante como para el docente, en el proceso de enseñanza-aprendizaje y actuar en consecuencia.
  3. Identificar comportamientos y actitudes del alumnado durante el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje.
  4. Detonar la motivación del alumnado para participar activamente, al obtener progreso en el aprendizaje.

Para llevar a cabo una evaluación formativa, el docente puede utilizar alguna de las distintas herramientas disponibles, que le faciliten obtener información sobre el progreso del alumnado en el logro de los aprendizajes. Entre ellas se pueden mencionar: cuestionarios, autoevaluación, lista de cotejo, mapas conceptuales, debates, ensayos, entrevista, etcétera, ya sea en su formato tradicional en papel y tinta o digital, echando mano de las Tecnologías de la Información y Comunicación (tic).

Por ejemplo, se puede usar una herramienta de respuesta de audiencia (hra), que consiste en un conjunto de recursos tecnológicos como teléfonos inteligentes (smartphones), tabletas, dispositivos móviles, sitios web, pizarrones electrónicos, entre otros, interconectados a través de una red de datos que generalmente es internet. Una hra, permite recopilar información en tiempo real sobre las opiniones o elecciones que, con relación a un asunto o tema particular, manifiesta un grupo de personas localizado, ya sea en un salón de clase, auditorio o cualquier otro lugar. Dicha información es procesada por el sistema y los resultados obtenidos son almacenados en un repositorio que puede ser accedido posteriormente para su análisis.

La experiencia

La experiencia se desarrolló a través de una actividad didáctica denominada “Qué tanto te enRedaste”, cuyo objetivo era evaluar los aprendizajes logrados por 25 estudiantes al finalizar una unidad temática del programa de estudios de la asignatura de Taller de Cómputo. Se incluía la realización de una evaluación formativa; para ello se usó la herramienta de respuesta de audiencia Plickers, conformada por una app, un sitio web y un conjunto de tarjetas escaneables, impresas con códigos de respuesta rápida o qr; además, se requirió de un proyector de video, una computadora de escritorio o laptop con acceso a internet, cuenta de usuario en el sitio web Plickers, un dispositivo móvil (smartphone) con sistema operativo Android, cámara y acceso a internet.

A continuación, se describen las fases de desarrollo de la experiencia.

Fase de preparación

El docente, de manera previa al inicio de la actividad, elaboró un banco de reactivos, los cuales alimentaron la hra. Accedió al sitio web de Plickers para generar una cuenta de usuario y creó una “clase nueva”, en la cual ingresó los nombres del alumnado que participaría en dicha actividad (ver imagen 1).

Imagen 1. Clase Taller de Cómputo, creada en Plickers, con nombres del alumnado. Fuente: elaboración propia.

También, desde el sitio web Plickers se imprimieron las tarjetas qr, que identifican al estudiante por medio de un número. Éstas tienen cuatro posiciones que corresponden a las letras A, B, C y D, que representan las posibles opciones de respuesta a las preguntas (ver imagen 2).

Imagen 2. Ejemplo de tarjeta qr. Fuente: elaboración propia.

Usando la opción “Library” del mismo sitio web, se creó una librería y se añadieron en ella las preguntas seleccionadas del banco de reactivos que conformarían el instrumento de evaluación. En este caso, un cuestionario que se aplicaría a los estudiantes. Finalmente, se descargó e instaló la app de Plickers en un smartphone con sistema operativo Android, a través de la tienda de software en línea Google Play Store.

Fase de inicio

En el salón de clase, el docente inició la actividad “Qué tanto te enRedaste” por medio de la siguiente pregunta detonadora: ¿se imaginan contestar un cuestionario usando una tarjeta, recolectar las respuestas con un celular y ver los resultados al instante en el pizarrón?, a continuación, explicó con detalle al alumnado en qué consistiría la actividad, dio las instrucciones necesarias para llevarla a cabo y repartió las tarjetas qr.

Fase de ejecución

El docente se conectó al sitio web y habilitó la opción “Live View”. Utilizando el smartphone con la app Plickers instalada, comenzó a mostrar en el pizarrón, por medio del proyector de video, la primera pregunta del cuestionario. De esta forma, el alumnado pudo leer la pregunta.

Después de presentar la pregunta y cerciorarse de que había sido leída por el alumnado, el docente solicitó levantar sus tarjetas qr para indicar con su posición la respuesta que consideraban correcta; posteriormente, utilizando la cámara del smartphone desde la app Plickers, el docente procedió a recolectar o escanear las respuestas del alumnado, mismas que quedaron registradas en tiempo real en el sitio web Plickers (ver imagen 3).

Image 3. Vista de una de las preguntas proyectadas en el pizarrón y cómo se marcan al ser contestadas. Fuente: elaboración propia.

Al finalizar la recolección de respuestas, el docente pudo ver en la pantalla del smartphone quiénes habían contestado bien o mal, pero el alumnado sólo sabría los resultados hasta que éste decidiera mostrar las respuestas de cada estudiante en el pizarrón. Después de preguntarles si estaban seguros de sus respuestas, el docente, dando un clic, hizo que la herramienta mostrara, por medio de los colores verde (correcto) y rojo (incorrecto), los resultados obtenidos. Al verlos, varios alumnos y alumnas saltaron de alegría al descubrir que habían contestado correctamente, mientras que otros se dieron cuenta de que no lo habían hecho y permanecieron quietos.

Este proceso de pregunta-respuesta-escaneo-resultado se realizó de forma iterativa hasta completar las preguntas contenidas en el cuestionario, generando un ambiente dinámico, participativo, competitivo y muy divertido (ver imagen 4). Para conocer cómo se llevó a cabo la dinámica de dicho proceso en el aula, se puede observar la videograbación disponible (ver video 1).

Imagen 4. Izquierda. Alumnado respondiendo mediante tarjetas QR. Derecha. Docente recolectando la información. Fuente: elaboración propia.


Video 1. Video de la dinámica (Nunez, 2016a).

Fase de cierre

Por medio de la opción “Reports”, el docente pudo conocer los resultados obtenidos en el cuestionario por los estudiantes de forma rápida y fácil, tanto de forma individual como grupal. En conjunto, el porcentaje promedio de respuestas correctas fue de 83%. Con esta información, el docente puede realizar un análisis de resultados con la finalidad de identificar aquellos aspectos en los que el alumnado presentó dificultades y, en consecuencia, trabajar en la elaboración de un plan de mejora que coadyuve a solventar las deficiencias encontradas en el logro de los aprendizajes.

Posteriormente, el profesor solicitó a los estudiantes valorar de forma individual las siguientes afirmaciones para conocer su actitud y satisfacción después de utilizar Plickers como herramienta de evaluación formativa:

  1. Es una forma innovadora y divertida de hacer una evaluación.
  2. Me gustó esta forma de hacer evaluaciones.
  3. Preferiría ser evaluado utilizando herramientas como ésta.

Para medir los resultados obtenidos de dicha valoración de afirmaciones, se utilizó una escala de Likert, con cinco niveles de respuesta: totalmente en desacuerdo, en desacuerdo, ni de acuerdo ni en desacuerdo, de acuerdo y totalmente de acuerdo. Se encontró que de una población de 25 estudiantes que respondieron, con respecto a la pregunta 1 (P1), 92% estuvo totalmente de acuerdo y 8% de acuerdo; para la pregunta 2 (P2), 100% estuvo totalmente de acuerdo; finalmente, en relación con la pregunta 3 (P3), 88% estuvo totalmente de acuerdo, 8% de acuerdo y 4% totalmente en desacuerdo (ver imagen 5).

Imagen 5. Resultados porcentuales obtenidos sobre actitud y satisfacción de los estudiantes al usar Plickers. Fuente: Elaboración propia.

Para finalizar, el profesor en plenaria, invitó a los alumnos a compartir su experiencia con el grupo después de realizar la evaluación formativa con Plickers. Al término de algunas participaciones, destacó ciertos puntos importantes de lo expuesto, agradeció la colaboración de los estudiantes y dio por concluida la actividad.

Conclusiones

La utilización de la herramienta Plickers permitió la participación activa del alumnado, que se mostró motivado e interesado por responder a las distintas preguntas. La interacción entre docente y alumnado se dio de forma natural, el ambiente era muy divertido y competitivo, hubo momentos en que alumnas y alumnos discutían entre ellos para decidir cuál era la respuesta correcta, algunos festejaban sus aciertos saltando en sus lugares y dando un fuerte grito, chocando las palmas con su compañeros o dándose un abrazo. En cambio, aquéllos que no acertaban se mantenían quietos y callados, pero dispuestos a lograrlo en la siguiente oportunidad. La actitud del alumnado fue muy positiva, lo cual puede constatarse en los siguientes videos que contienen sus testimonios (ver videos 2 y 3).



Video 2. Testimonio de Gerson (Nunez, 2016b).



Video 3. Testimonio de Paloma (Nunez, 2016c).

Los estudiantes que participaron en la actividad evaluativa con el uso de la herramienta Plickers manifestaron estar satisfechos y algunos plantearon la necesidad de que los profesores y profesoras “modifiquen su manera tradicional de enseñar”, lo que sugiere el desarrollo de estrategias didácticas innovadoras apoyadas en tic.

Ante tal situación, el docente debe estar dispuesto a adoptar una postura crítica sobre su propuesta educativa, escuchar lo que el estudiante opina al respecto y reconocerlo como elemento fundamental y central del proceso de enseñanza-aprendizaje, así como comprender de mejor manera sus motivaciones y la realidad actual en la que están inmersos y, además, ver al cambio como una oportunidad para mejorar. La innovación educativa a través del uso de tic se convierte en una gran aliada para enfrentar los nuevos retos que su quehacer docente le presenta.

La decisión de utilizar Plickers responde a la necesidad de explorar nuevas formas de abordar los retos que presenta la evaluación educativa, la cual, derivó en una experiencia que permitió, entre otras cosas, establecer una relación en la que tanto docente como estudiante ganaban, pues se pudo desarrollar una actividad didáctica que involucró la evaluación formativa de los estudiantes y que fue bien aceptada por ellos, y les brindó información valiosa sobre la consecución de los aprendizajes establecidos en el programa de estudio. Además, se logró su participación activa en un ambiente divertido, que incrementó la motivación por aprender de forma lúdica y diferente; asimismo, se acercó a los estudiantes al conocimiento de nuevas posibilidades tecnológicas y conceptuales, que ellos mismos reconocieron como importantes y útiles para su desarrollo educativo. Por último, la actitud mostrada por alumnas y alumnos, durante y después de la actividad, fue muy positiva. Incluso, en algunos casos, se manifestó el agradecimiento hacia el docente, por preocuparse en buscar nuevas formas para facilitarles el aprendizaje, que no fueran aburridas ni tradicionales.

Cabe señalar que, este trabajo, no fue concebido como una investigación rigurosa, sino como el desarrollo de una idea considerada innovadora para explorar alternativas y que afortunadamente dio como resultado una buena experiencia de aprendizaje.

Referencias



Recepción: 15/11/2019. Aprobación: 28/07/2020.

Vol. 21, núm. 5 septiembre-octubre 2020

¿Internacionalizar las licenciaturas de la UNAM?

Pablo G. Hofmann, Tomás García-González, Cecilia Montiel Ayometzi y Melchor Sánchez Mendiola Cita

Resumen

Actualmente, algunos de los procesos de relevancia a nivel global son el crecimiento vertiginoso de la población, así como sus requerimientos de recursos y los efectos que esto produce. Asimismo, la interacción de los grupos sociales se ha intensificado y complejizado, por lo que los retos que surgen de esta realidad no son abordables desde una sola disciplina, por un solo profesionista o en una sola región. Los egresados de las instituciones de educación superior (ies) deben tener la capacidad de identificar y abordar los problemas complejos, de impacto regional o global, con una aproximación interdisciplinaria y multicultural. La Universidad Nacional Autónoma de México (unam) está obligada a desarrollar en sus estudiantes las aptitudes necesarias para el ejercicio profesional en un contexto complejo y global. Una estrategia para atender esta necesidad es la creación de planes conjuntos con instituciones educativas de vanguardia que ofrezcan reconocimiento oficial de los estudios realizados. El presente trabajo tuvo como objetivo identificar las ies de vanguardia a nivel mundial, así como el análisis de las condiciones institucionales en la unam para el establecer convenios interinstitucionales, con el fin de ofrecer planes de estudio de licenciatura compartidos, con doble titulación. Mediante la identificación de las ies de vanguardia, la flexibilidad y áreas de conocimiento que componen las estructuras curriculares de la unam, así como el marco normativo que las rige, fue posible detectar la oportunidad para establecer los vínculos con otras ies y el sustento Normativo Universitario para ampliar la oferta educativa de la unam.
Palabras clave: educación superior, educación internacional, programas conjuntos, doble titulación, competencia profesional, interdisciplinar, multicultural.

International undergraduate studies at UNAM?

Abstract

Accelerated population growth, with its resource requirements and the effects it produces, is a current relevant global phenomenon. Additionally, the interaction among social groups has become tighter and more complex; hence, the challenges that arise from this new reality cannot be approached from a single discipline, by a single professional, or in a restricted location. Therefore, graduates of higher education institutions (heis) must be able to identify and analyze complex problems, with a regional or global impact, from an interdisciplinary and multicultural approach. The National Autonomous University of Mexico (unam) is responsible to promote the development of the necessary aptitudes in its students in order to perform their professional exercise in a global and complex context. One of the strategies to meet this need is the creation of joint educational programs with top-performing heis that offer official recognition of the studies carried out. The present work is aimed to identify the most prestigious heis internationally, as well as to analyze the institutional conditions at unam, for the establishment of interinstitutional agreements in order to offer joint educational programs for undergraduates with a degree in both institutions. Through the identification of the top international heis, the flexibility and knowledge-field content in the unam curricular structures, as well as the normative framework that regulates them, it was possible to detect the opportunity for the generation of the affiliations with other heis, in addition to the regulatory foundations to expand the unam educational spectrum.
Keywords: higher education, international education, joint programs, double degree, professional competence, interdisciplinary, multicultural.

Introducción

Uno de los fenómenos de mayor relevancia a nivel global, actualmente, es el crecimiento de la población humana a escala local, regional y mundial, con los requerimientos de espacio, agua, alimentos y energéticos, y los efectos que ello produce (deforestación, desechos biológicos e inorgánicos, etcétera). En los últimos 200 años, el número de habitantes humanos en el planeta ha tenido un crecimiento vertiginoso, desde 989.8 millones en 1800, hasta 7,710 millones en 2019 (hyde Database, 2019, de la Netherlands Environmental Assessment Agency). Con el crecimiento poblacional, la interacción de los grupos sociales se ha ido incrementando y complejizando.

Dependiendo del enfoque con el que se haya tenido la intención de establecer y describir estos vínculos, así como determinar su robustez, se han definido distintos conjuntos de retos globales, que son problemas de atención prioritaria para incidir positivamente en la calidad de vida de los pobladores del planeta entero, actuales y a futuro. Una de estas organizaciones, el Millennium Project, está constituido por 64 nodos (instituciones e individuos) alrededor del mundo, y publica anualmente el reporte del Estado del Futuro, de acuerdo con los resultados del análisis y proyecciones estimadas (Futures Research Methodology 3.0) en los rubros antes mencionados (Glenn et al., 2016; Glenn et al., 2017). Las propuestas de solución a los retos identificados por esta organización son las siguientes:

  1. Logro de un desarrollo sustentable y en relación con el cambio climático
  2. Acceso al agua limpia (potable) sin conflicto
  3. Crecimiento poblacional y balance con los recursos disponibles
  4. Democracia genuina y democratización de regímenes autoritarios
  5. Mejora en la toma de decisiones al integrar la previsión global
  6. Convergencia de las tecnologías de la información y de la comunicación para beneficio de la población mundial
  7. Reducción de la brecha pobres-ricos mediante la promoción de economías de mercado éticas
  8. Reducción de la amenaza por enfermedades nuevas y reemergentes
  9. Promoción de una educación para enfrentar los retos globales
  10. Desarrollo de valores compartidos para reducción de conflicto y promoción de la paz
  11. Mejora del estado social de la mujer, lo que incide en la mejora de la condición humana
  12. Reducción del poder de las redes de crimen organizado
  13. Satisfacción segura y eficiente de la demanda energética creciente
  14. Promoción de los avances científicos y tecnológicos para beneficio de la humanidad
  15. Incorporación de la ética en la toma de decisiones globales

La globalización puede entenderse como el incremento de la complejidad de los vínculos intergrupales, así como los problemas, producto de las actividades humanas con un impacto global, derivados del crecimiento de los sistemas sociales, y no solamente los procesos dentro de las esferas económica y política. Estos últimos han sido los conceptos más popularmente difundidos como globalización (Sheffield et al., 2013).

Por la complejidad de los niveles de interacción entre los factores derivados del crecimiento poblacional y las actividades humanas en todo el planeta, los retos globales identificados por las distintas organizaciones no son abordables desde puntos de vista de una sola disciplina, por un solo profesionista o en una sola región. Los retos definidos son de esencia altamente compleja y, además de tener repercusiones a nivel global, afectan regiones dentro de las cuales se encuentran grupos sociales de orígenes étnicos y culturales diversos, con necesidades o requerimientos distintos. El ejercicio profesional, entonces, estará basado en las llamadas competencias para el siglo xxi, que deberán ser parte fundamental para el diseño curricular en instituciones educativas alrededor del mundo (Binkley et al. 2012; Marope et al., s.f.). Binkley y colaboradores agrupan estas competencias en cuatro ejes conceptuales o categorías (ver tabla 1).

Formas de Pensamiento Formas de Trabajar Herramientas para el Trabajo Viviendo en el Mundo
Creatividad e innovación Comunicación Literacidad en información Ciudadanía (local y global)
Pensamiento crítico, solución de problemas y toma de decisiones Vida y carrera profesional
Colaboración (trabajo en equipo) Literacidad en Tecnologías de la Información y Comunicación (tic)
Aprendiendo a aprender, Metacognición Responsabilidad personal y social (incluyendo consciencia cultural y competencia)

Tabla 1. Categorías de competencias consideradas como necesarias para el ejercicio profesional y calidad de vida, en el contexto actual y futuro durante el resto del Siglo XXI. Fuente: Binkley, Erstad, Herman, et al., 2012.

Con la idea de generar las competencias necesarias para el ejercicio actual y futuro de las profesiones, es necesario el diseño e implementación de nuevas estrategias educativas, en conjunto con la redefinición y reingeniería de las estructuras curriculares en las instituciones de educación superior.

Es de suma importancia plantear los procesos educativos de manera tal que las competencias ideales, identificadas por las distintas organizaciones alrededor del mundo, sean el objetivo central de los procesos formativos. Lo anterior, en el entendido de que un plan de estudios está compuesto por una serie de elementos, organizados y planificados, con la intención específica de construcción de conocimientos, habilidades, actitudes y valores, que le permitan al egresado tener la capacidad de abordar problemas complejos de impacto global, como integrantes de grupos multidisciplinarios y multiculturales de profesionistas.

Una forma de favorecer de manera significativa el desarrollo de estas capacidades es mediante la internacionalización de los programas educativos de las instituciones de educación superior (Barragán-Codina y Leal-López, 2013). La ventaja de una doble titulación es el reconocimiento de los estudios realizados en los países de las instituciones participantes en el convenio; además, por supuesto, de una formación profesional en un ambiente multicultural, que facilite el desarrollo de habilidades de comunicación con equipos de trabajo multinacionales e interdisciplinarios, con un abordaje de problemas complejos desde más de una sola aproximación disciplinar y cultural.

La Universidad Nacional Autónoma de México (unam), con la intención de seguir cumpliendo con una de sus labores sustantivas, debe adaptar sus métodos y estrategias educativas para proveer a sus egresados con las herramientas necesarias para un ejercicio profesional de excelencia, en un mundo crecientemente globalizado, complejo y dinámico. Considerar la creación de planes conjuntos con instituciones educativas de otros países, con la posibilidad de doble titulación, será un elemento importante para mantener a la máxima casa de estudios a la vanguardia en la oferta de educación de calidad.

Por lo anterior, en el presente trabajo se exponen los resultados de la identificación de las instituciones de educación superior (ies) de vanguardia a nivel internacional, así como el diagnóstico de las condiciones académicas y normativas de la unam, con lo que se aporta información relevante para formular y establecer los convenios con ies de vanguardia, nacionales y de otros países. Esto permitirá la ampliación de la oferta educativa de la Universidad, mediante la implementación de planes de estudio compartidos, con doble titulación.

Método

Identificación de instituciones de educación superior de vanguardia

La identificación de las ies de vanguardia, de interés para la creación de programas conjuntos, con doble titulación, se obtuvo de los datos publicados por cinco organizaciones evaluadoras del desempeño de las universidades a nivel internacional:

  • Academic Ranking World University (arwu)
  • Center for World University Ranking (cwur)
  • qs World University Ranking (Quacquarelli Symonds Limited)
  • Times Higher Education – World University Rankings
  • Centre for Science and Technology Studies (cwts) Leiden Ranking

Identificación de las ies de vanguardia a nivel mundial

De los 20 listados publicados (un listado anual, de 2015 a 2018, por cada organización evaluadora), se utilizó la posición promedio de las ies en orden ascendente, como las universidades de vanguardia a nivel mundial.

Identificación de las ies de vanguardia a nivel internacional por área de conocimiento

De los listados publicados por la Academic Ranking World University (arwu) y la qs World University Ranking, para los años 2016 y 2018 respectivamente, se calculó la posición promedio de cada una de las instituciones y en orden ascendente se consideraron como universidades de vanguardia en cada área de conocimiento (las áreas de conocimiento se consideran de acuerdo al Artículo 16 del Estatuto General de la Universidad Nacional Autónoma de México, 2019).

Diagnóstico de los planes de estudio de licenciatura de la unam, en modalidad presencial

De los planes de estudio a nivel licenciatura en la unam, impartidos en modalidad presencial, se accedió a la información contenida en el Sistema Integral de Administración Escolar (siae) de la Dirección General de Administración Escolar de la unam (https://www.dgae-siae.unam.mx/), se descargó el listado total de asignaturas, tanto obligatorias como de elección. Del listado total de asignaturas de cada uno de ellos, se estimó el porcentaje de asignaturas obligatorias y asignaturas de elección. Se calculó también el porcentaje o proporción correspondiente a las áreas de conocimiento, según las agrupa la unam (i a iv).

Análisis de la Normatividad Universitaria para la creación de programas conjuntos con doble titulación

Con la intención de identificar los elementos normativos que dan sustento para pactar los convenios pertinentes de creación de programas conjuntos, con doble titulación, se realizó una búsqueda dentro de los Documentos de Normatividad Académica de la unam, con los términos “compartidos”, “conjuntos”, “convenios”, “flexibilidad”, “movilidad”, “titulación” e “internacional”.

Resultados y discusión

Identificación de Instituciones de Educación Superior de Vanguardia a nivel mundial

Con la posición promedio de las 200 Instituciones de Educación Superior (ies) de mejor desempeño, entre 2015 y 2018, se pudo identificar a las 317 de más alto desempeño a nivel internacional (ver gráfica 1, primeras 50 ies). Es notable la predominancia de las que se encuentran en países de habla inglesa (Estados Unidos de América y el Reino Unido, 41%) en el período mencionado. En el caso de México, la Universidad Nacional Autónoma de México es la única ies que figura, consistentemente, dentro de los resultados de los análisis de las organizaciones evaluadoras, en la posición promedio 186 (ver tabla S1. Material suplementario).



Gráfica 1. Representación gráfica del rango de ubicación de cada una de las 50 IES de más alto desempeño dentro de las jerarquizaciones publicadas, a nivel internacional, para el período comprendido entre 2015 y 2018. En este gráfico de cajas y bigotes, es posible apreciar la posición más alejada del primer lugar (dato de valor más alto en los bigotes), la posición más cercana a la primera posición (dato de menor valor en los bigotes) y el rango dentro del que más frecuentemente se ubicó a la institución (caja azul). El orden de las instituciones dentro de la gráfica corresponde a la posición promedio (en orden creciente, desde la posición más cercana al primer lugar, hasta la posición 50) en las jerarquizaciones de las 5 organizaciones evaluadoras en cada uno de los años, entre 2015 y 2018 (línea interna en la caja).

Además del desempeño global por su posición promedio cercana al primer lugar (más alto puntaje en las evaluaciones), una característica de las ies que puede tomarse en cuenta para definirlas como de vanguardia es qué tan constante es su posición dentro de las jerarquizaciones y qué tan amplio el rango de su posición. Esto se puede considerar como un indicador de la estabilidad académica en la realización de sus funciones.

Con las 317 ies identificadas como de vanguardia en el presente análisis como base, se consultaron las categorizaciones por la arwu y la qs World University Ranking, para los años 2016 y 2018, respectivamente, por área de conocimiento (Estatuto General de la Universidad Nacional Autónoma de México, 2019). Para el Área de las Ciencias Físico-Matemáticas y de las Ingenierías se identificaron 126 ies (ver tabla S2. Material suplementario), para las que destacan en temas considerados del Área de Ciencias Biológicas, Químicas y de la Salud, un total de 148 (ver tabla S3. Material suplementario), dentro del Área de Ciencias Sociales, un total de 122 Universidades (ver tabla S4. Material suplementario) y finalmente 49 ies que mejor se desempeñan en temas que corresponden al área de las Humanidades y de las Artes (ver tabla S5. Material suplementario).

Se hizo evidente que las instituciones educativas que ocupan las posiciones más cercanas al primer lugar son las que más frecuentemente se presentan en los listados, pero, además, el rango de su ubicación dentro de las jerarquizaciones es menos variable. Esto quiere decir que, sin importar de qué manera se evalúen, los indicadores considerados y los elementos que componen a cada indicador, así como la ponderación que los indicadores tengan dentro de cada evaluación global, las ies de mejor desempeño académico se mantienen siempre en los primeros lugares.

Es importante hacer una reflexión respecto a los principios bajo los cuales estas ies, que se encuentran siempre entre los primeros lugares, efectúan sus labores educativas, la generación de conocimiento, la difusión del mismo y su impacto a nivel global. Una revisión de la filosofía de trabajo y los mecanismos administrativos, más que los contenidos en los programas de estudio de éstas Instituciones, es de suma relevancia para que la unam considere el establecimiento de convenios académicos estratégicos y que en éstos se plantee la existencia de proyectos educativos conjuntos, con enfoques multiculturales, multi, inter y transdisciplinarios, con la emisión de un título o diploma por ambas instituciones.

Diagnóstico de los planes de estudio de licenciatura de la UNAM, en modalidad presencial

Se identificaron 126 planes de estudio de nivel licenciatura en modalidad presencial, de los cuales 37 corresponden al Área de las Ciencias Físico-Matemáticas y de las Ingenierías (área i), 27 al Área de las Ciencias Biológicas, Químicas y de la Salud (área ii), 22 al Área de las Ciencias Sociales (área iii) y 40 al Área de las Humanidades y las Artes.

El cálculo de la proporción de los elementos curriculares de elección, respecto a aquellos de carácter obligatorio, hizo evidente el grado de flexibilidad de los planes de estudio de las cuatro áreas de conocimiento en la unam. De igual manera que para la flexibilidad, se agrupó a las asignaturas por área de conocimiento (áreas i a iv), implicadas en cada plan de estudios, con base en su denominación y contenidos, obteniendo la proporción de cada una de éstas (ver gráficas S1, S2, S3 y S4. Material suplementario).

La proporción de los elementos curriculares de elección, o de las áreas de conocimiento, para cada plan de estudios, se podría considerar como la parte formativa cursada en el plan de estudios de una ies diferente a la unam, para establecer el convenio correspondiente. Mediante la realización de estudios superiores en contextos internacionales, se fomenta el desarrollo de vínculos y comprensión de otras culturas, así como la capacidad de comunicación efectiva en más de un solo idioma, y, con esto, se incide en la formación profesional con el desarrollo de las competencias descritas para el desempeño profesional durante el resto del siglo xxi. Esta información, en conjunto con la jerarquización de las ies que destacan por su desempeño en las diferentes áreas de conocimiento, sirve como base para realizar un análisis más detallado y que los cuerpos colegiados en las entidades académicas de la unam consideren la posibilidad del establecimiento de los convenios pertinentes, para la obtención del reconocimiento oficial o título emitido por las dos instituciones.

Análisis de la Normatividad Universitaria para la creación de programas conjuntos con doble titulación

La Normatividad Universitaria vigente, al momento de la redacción de este informe, contiene diversos artículos que mencionan los conceptos de planes compartidos, planes conjuntos, convenios, flexibilidad, movilidad, titulación e internacionalización. Aun cuando dichos artículos no hacen mención de los mecanismos por los cuales se pueden materializar los convenios para programas conjuntos, con doble titulación, el Marco Institucional de Docencia (unam, 2003) en su Artículo 12, hace mención de que el valor en créditos de una asignatura, módulo o práctica obligatoria (unidad curricular) no podrá ser sustituido por el valor de otra unidad curricular, obligatoria u optativa, a menos que se explicite esta condición en el plan de estudios, o esta situación sea dictaminada por el Consejo Técnico correspondiente. De la misma manera, los Lineamientos Generales para el Funcionamiento de los Estudios de Licenciatura (unam, 2015), en el numeral xix del Artículo 8°, así como los Lineamientos Generales para el Funcionamiento del Posgrado (unam, 2007), en su Artículo 2°, estipulan que es atribución de los Consejos Técnicos de las Entidades, o de los Comités Académicos de los Estudios de Posgrado, respectivamente, autorizar la sustitución de las actividades obligatorias u optativas por otras del mismo plan u otros planes vigentes (ver tabla 2). Con base en estos fundamentos normativos, es posible precisar las bases para establecer los convenios con otras ies, en los que se defina explícitamente que una proporción específica (unidades curriculares o créditos) de la carga académica (equivalente y equitativa) podrá ser cursada en la institución partícipe del convenio para que ambas instituciones emitan un título.

Documento normativo Artículo
Marco institucional de docencia (2003) Artículo 12. El valor en créditos de una asignatura, módulo, curso o práctica obligatoria, no podrá sustituirse por el valor de otra asignatura, módulo, curso o práctica, sea obligatoria u optativa, a no ser que consten explícitamente en el plan de estudios los casos de excepción, o éstos sean dictaminados por el consejo técnico correspondiente.
Ineamientos generales para el funcionamiento de los estudios de licenciatura (2015) Artículo 8o. Para las licenciaturas disciplinarias, de conformidad con la normatividad vigente, los consejos técnicos de las facultades y escuelas tendrán, al menos, las atribuciones siguientes: xix. La sustitución de actividades académicas obligatorias y optativas de un plan de estudios, por otras del propio plan o de otros planes vigentes.
Lineamientos generales para el funcionamiento del posgrado (2007) Artículo 2o. Las actividades académicas obligatorias de un plan de estudios podrán ser sustituidas por otras actividades académicas, obligatorias u optativas, del propio plan o de otros planes vigentes, de acuerdo con lo establecido en el Marco Institucional de Docencia, previa autorización del comité académico o del cuerpo colegiado encargado de la conducción del programa para el caso de las especializaciones.

Tabla 2. Normatividad Universitaria vigente que da sustento legal para la creación de planes o programas conjuntos, con doble titulación, previo convenio establecido con instituciones de educación superior de vanguardia. Fuente: Legislación Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Conclusión

La internacionalización de la educación superior es, en gran medida, una respuesta a las demandas de desarrollo de conocimientos, habilidades, actitudes y valores para el ejercicio profesional en todas las esferas del quehacer humano, dentro de un ambiente complejo y altamente dinámico a escala mundial. El caso específico de la creación de programas educativos en conjunto con instituciones de educación superior a nivel internacional es de importancia insoslayable para promover el desarrollo de la capacidad de funcionar dentro de grupos de trabajo multiculturales y multidisciplinarios, con habilidades de comunicación oral y escrita en más de un idioma, además de proporcionar la facultad para observar la realidad (local, regional o global) desde múltiples puntos de vista. Dentro del contexto de los retos globales, definidos de manera consensada por diferentes organizaciones, los procesos educativos deben estar orientados a la preparación de individuos capaces de identificar los problemas, definir su complejidad, así como de proponer distintas aproximaciones y las posibles soluciones, con plena consciencia de su repercusión en los ámbitos social, económico y ambiental.

Derivado del estudio realizado, es posible apreciar la ventana de oportunidad para establecer los vínculos con instituciones de educación superior y ampliar la oferta educativa de la Universidad Nacional Autónoma de México. Especialmente, con la mira puesta en la internacionalización de los planes y programas de estudio. Para este fin, es necesario hacer del conocimiento de los cuerpos colegiados de las entidades académicas de la unam, la filosofía y ventajas de la apertura y flexibilización de los procesos de formación. Todo esto con la intención de ampliar las fronteras del ejercicio profesional, no sólo en términos geográficos, sino también en la extensión de las herramientas cognitivas y competencias para la inserción de los egresados a un mundo globalizado, complejo y dinámico.

La información presentada en este documento, más que trazar una línea de acción, pone sobre la mesa las opciones para que cada entidad, de acuerdo con su juicio, considere la posibilidad de crear los programas conjuntos pertinentes y factibles, que estén plenamente justificados académicamente. Mediante la aprobación de los Consejos Técnicos de las entidades responsables de los planes de licenciaturas disciplinarias, así como de los Comités Académicos encargados de la conducción de los planes de licenciaturas interdisciplinarias, o de programas de posgrado, los estudios conjuntos realizados con doble titulación o grado podrán ser parte de la oferta educativa de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Por todo lo expuesto anteriormente, se hace patente la posibilidad de crear planes de estudio compartidos o conjuntos entre la unam y otras ies, en los niveles nacional, regional y mundial, con la intención de promover una formación más acorde a las necesidades emergentes de una realidad global.

Referencias

Bases de datos consultadas

Normatividad Universitaria revisada

Disponible en: http://abogadogeneral.unam.mx/legislacion/consulta/#

  • unam. (2019). Estatuto General de la Universidad Nacional Autónoma de México
  • unam. (2003). Marco Institucional de Docencia
  • unam. (2014). Reglamento General de Estudios Universitarios
  • unam. (2018). Reglamento General de Estudios de Posgrado
  • unam. (2015). Reglamento General para la Presentación, Aprobación, Evaluación y Modificación de Planes de Estudio
  • unam. (2009) Estatuto del Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia
  • unam. (2015). Lineamientos Generales para el Funcionamiento de los Estudios de Licenciatura
  • unam. (2007). Lineamientos Generales para el Funcionamiento de Posgrado

Material suplementario



Gráfica S1. Representación comparativa de la proporción de asignaturas obligatorias de cada una de las áreas de conocimiento (I, II, III, y IV) según su denominación dentro del plan de estudios de licenciatura (modalidad presencial) clasificado dentro del Área I (Ciencias Físico-Matemáticas y de las Ingenierías) en el Sistema de Administración Escolar de la Dirección General de Administración Escolar de la UNAM.


Gráfica S2. Representación comparativa de la proporción de asignaturas obligatorias de cada una de las áreas de conocimiento (I, II, III, y IV) según su denominación dentro del plan de estudios de licenciatura (modalidad presencial) clasificado dentro del Área II (Ciencias Biológicas, Químicas y de la Salud) en el Sistema de Administración Escolar de la Dirección General de Administración Escolar de la UNAM.


Gráfica S3. Representación comparativa de la proporción de asignaturas obligatorias de cada una de las áreas de conocimiento (I, II, III, y IV) según su denominación dentro del plan de estudios de licenciatura (modalidad presencial) clasificado dentro del Área III (Ciencias Sociales) en el Sistema de Administración Escolar de la Dirección General de Administración Escolar de la UNAM.


Gráfica S4. Representación comparativa de la proporción de asignaturas obligatorias de cada una de las áreas de conocimiento (I, II, III, y IV) según su denominación dentro del plan de estudios de licenciatura (modalidad presencial) clasificado dentro del Área IV (de las Humanidades y de las Artes) en el Sistema de Administración Escolar de la Dirección General de Administración Escolar de la UNAM.


Recepción: 09/12/2019. Aprobación: 11/06/2020.

Facebook
Twitter
YouTube
Instagram

Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079