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Vol. 24, núm. 2 marzo-abril 2023

socia

Sonidos en peligro de extinción: la música frente al cambio climático

Alma Mendoza Ponce Cita

Resumen

El clima y la música vibran juntos. Por ejemplo, a través del impacto que tiene la variabilidad climática en los materiales con los que se crean los instrumentos. Uno de los casos más famosos es el de los Stradivarius, que fueron resultado de una maestría inigualable del laudero italiano, pero también consecuencia de un período de enfriamiento en Europa entre los siglos xiv y xix, que causó características acústicas únicas en la madera. En el mismo sentido, las nuevas condiciones climáticas están extinguiendo sonidos por la desaparición de los materiales: esto ya sucede con ciertos modelos clásicos de guitarras Fender. En este artículo se narran algunas historias del clima y la música, y las perspectivas que el cambio climático trae consigo en los sonidos del mundo.
Palabras clave: música, clima, Stradivarius, Fender, sonidos.

Endangered sounds: music in the face of climate change

Abstract

Music and climate vibrate together. For example, climate variability has a large influence on the materials on which instruments are made. One case is the world-famous string instruments made by Stradivarius. They were the result of the incredible skill by the luthier, but also the cold period present in Europe during the xiv and xix was responsible for the unique acoustic characteristics of the wood. Similarly, the new climatic conditions are causing the extinction of key materials: for example, the wood employed in many classic Fender guitars. In this article, I share some stories on how climate and music have been linked. Additionally, we explore the perspectives that climate change brings into the sounds of the world.
Keywords: music, weather, climate, Stradivarius, Fender, sounds.

La influencia del clima en los instrumentos Stradivarius

El clima influye de varias formas en la música. Por ejemplo, al afectar la composición de la madera de los árboles con los que se construyen los instrumentos, pues la estructura de estos altera la ejecución musical.

Uno de los casos más conocidos nos remonta al siglo xvii y al famoso laudero Antonio Stradivari, quien hizo violines, violas, violoncellos, mandolinas, guitarras y arpas. Los instrumentos de Stradivari han sido reconocidos a lo largo de la historia musical como piezas únicas por su sonido vibrante y profundo (Burckle y Grissino-Mayer, 2003; Mauro, Jarno y Luigi, 2022). Algunos de ellos son considerados tan preciados que se han cotizado en más de 20 millones de dólares (ver video 1).



Video 1. ¿Por qué los Stradivarius son tan caros? (GENIAL, 2018).


¿Qué hace a estos instrumentos tan únicos? La respuesta es la madera. Las propiedades mecánicas y acústicas únicas de la madera y su atractivo estético la convierten en el material de elección para la música, ya sea en instrumentos o en el interior de las salas de conciertos. En el mundo existen varias especies de árboles que se usan para producir instrumentos de viento, cuerdas o percusión, y las cualidades de la madera (entre ellas su densidad) influyen en la velocidad de la transmisión del sonido.

Uno de los árboles preferidos para las tapas de madera de varios instrumentos, como en el caso del violín, es el abeto; mientras que instrumentos de viento y para los pianos se privilegian al ébano y al abedul, respectivamente (Wegst, 2006). En el caso de los violines de Stradivari, el fondo estaba hecho de arce (Acer platanoides o Acer pseudoplatanus L.) y el frente era de pícea (Picea abies (L.) o abeto blanco (Abies alba Mill.). La madera del abeto es muy importante ya que gran parte de la calidad del instrumento está influenciada por la madera escogida para el frente (Cherubini et al., 2022). Los abetos y arces que crecían en los bosques de Paneveggio en el norte de Italia, de donde Stradivari obtenía la madera para sus instrumentos, tenían características únicas por haber crecido durante la Pequeña Era del Hielo europea (1300-1850) (Burckle y Grissino-Mayer, 2003).

El meteorólogo Grissino-Mayer señaló que el punto máximo de esta era del hielo se dio entre 1645 y 1715, lo que provocó las tasas más lentas en 500 años de crecimiento de los árboles, lo que coincide con la producción de violines de Stradivari, de 1666 a 1737 (Burckle y Grissino-Mayer, 2003). Así, el descenso de las temperaturas y la reducción de la radiación solar afectó la formación de la madera, con lo que el crecimiento celular de la primavera no fue tan diferente al del otoño y el invierno, provocando una densidad superior a la que normalmente tienen estos árboles.

Este cambio en la estructura celular de la madera afectó la forma en que las vibraciones del sonido se transmiten y permitió la creación de estos magníficos instrumentos. Al respecto, es importante añadir que, si bien las propiedades acústicas dependen del tipo de madera, las habilidades y procesos de los lauderos y de los artesanos que construyen los instrumentos son determinantes para su calidad.

Cambio climático, música y guitarras Fender

El cambio en el clima, visto como la intensificación en magnitud y frecuencia de eventos extremos (sequías, inundaciones, tormentas), y las modificaciones en temperatura y patrones de lluvia pueden impactar al mundo de la música y a la creación de instrumentos. Es decir, el clima y el manejo forestal imponen nuevos retos que podrían poner en riesgo la creación de más instrumentos y de magníficos sonidos. Tal es el caso de la tormenta violenta en 2018 que arrancó más de 14 millones de árboles en la cordillera de las Dolomitas, donde está localizado Paneveggio, el bosque de los violines (ver figura 1; Reuters Staff, 2018).

El bosque de Paneveggio

Figura 1. El bosque de Paneveggio, localizado en la provincia de Trento, Italia (Viducoli, 2012).

La investigación sobre el clima, el manejo de especies de plantas y la construcción de instrumentos musicales no es muy amplia; sin embargo, los registros que se tienen nos hacen ver la relación cercana entre estos elementos. No sólo las estaciones del año, los bosques y ríos son las fuentes de inspiración de las más grandes obras musicales de la historia, sino que tienen una relación intrínseca en la producción de los sonidos, lo que varía paralelamente al cambio de las especies y del clima.

El cambio climático también impactará al blues, jazz, rock y al heavy metal, ya que amenaza a la manufactura de las guitarras clásicas como las Fender. Las inundaciones y la extensión de plagas, relacionadas con el cambio climático, han llevado a la extinción de las guitarras que están hechas con un tipo especial de fresno (Fraxinus spp).

Este árbol se desarrolla en las tierras bajas del río Missisipi, donde existe un proceso en el que cada invierno y primavera las lluvias en el centro de Estados Unidos se combinan con el deshielo del norte del Mississippi e inundan las tierras bajas. En verano, los suelos se secan, dejando al descubierto a los anhelados fresnos. Las características de humedad y temperatura hacen que la densidad de la madera sea baja y que provoque un sonido especial en las guitarras (Runwal, 2020). En los años cincuenta, el fabricante de guitarras Leo Fender (Clarence Leonidas Fender) adoptó este tipo de fresno para sus famosas guitarras. Músicos como Bluesman Muddy Waters, Keith Richards de los Rolling Stones y Chrissie Hynde de los Pretenders han ocupado este tipo de guitarras hechas con el fresno del Mississipi.

Sin embargo, en el 2019, Fender anunció que dejaría de usar ese fresno en su líneas clásicas y más vendidas Stratocasters y Telecasters (ver figura 2) que han sufrido pocas modificaciones en décadas, reservando la madera sólo para modelos de guitarra clásicos más exclusivos de gama alta (Runwal, 2020). La carencia de fresnos provocó el fin de la producción de estos tipos de guitarras. Dicha escasez se debió a la prolongación de los períodos de inundación, lo que ponía en riesgo a las poblaciones restantes de fresno, en especial los árboles jóvenes, que pueden sobrevivir unos meses en inundaciones, pero no grandes períodos, sobre todo cuando sus estructuras foliares quedan cubiertas de agua (Munoz et al., 2018).

Guitarra Fender Telecaster

Figura 2. Guitarra Fender Telecaster, 1996 (ArtBrom, 2009).

Entre junio de 2018 y julio de 2019, Estados Unidos experimentó los 12 meses más lluviosos registrados, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica del país. Las inundaciones en el río Mississippi son más grandes y frecuentes hoy que en cualquier otro momento de los últimos 500 años por dos razones: 1) las oscilaciones de El Niño y la Multidecadal del Atlántico, y 2) el manejo humano debido a la construcción de infraestructuras que han modificado la sedimentación del río y su flujo (Munoz et al., 2018). Estos eventos provocaron la disminución poblacional de los fresnos por la baja sobrevivencia de los árboles jóvenes bajo condiciones de inundación.

Otra amenaza para estos fresnos es la de los escarabajos barrenadores (Agrilus planipennis Fairmaire) provenientes de Asia (ver figura 3). Esta plaga fue identificada en 2002 en el estado de Michigan (Haack et al., 2002) y a partir de ahí se ha extendido a más de 35 estados en dicho país (U.S. Department of Agriculture, 2022), provocando pérdidas ecológicas y económicas enormes (DeSantis et al., 2013). La expansión de este parásito, capaz de matar millones de árboles, se ha asociado con el cambio climático y se prevé que pueda abarcar más zonas (Liang y Fei, 2014).

Escarabajo barrenador

Figura 3. Escarabajo barrenador esmeralda del fresno (usda-aphis, 2012).

Cuidados de los instrumentos ante el clima

La influencia que tiene el clima en la música no sólo se da durante el crecimiento de los árboles. También impacta lo ya manufacturado, pues la temperatura y la humedad afectan la madera de los instrumentos, ya sean de cuerdas o algunos de aliento como las gaitas.

Las condiciones cambiantes hacen que la madera se expanda y se contraiga, creando tensión, lo que puede ser causa de daños. Por ejemplo, el frío y la falta de humedad pueden contraer la madera, lo que provoca que ésta se cuartee. Con el fin de evitar los impactos negativos hay algunas medidas que se aconsejan, como el uso de ceras o cremas para evitar grietas, el mantener la humedad entre 40 y 60%, y tener los instrumentos lejos de fuentes de calor y usar humidificadores.

Sonidos en peligro de extinción

Finalmente, podemos deducir que el clima también afecta a la ejecución musical. Tal es el caso de las percusiones o los instrumentos de aliento. Se sabe que el aire más frío es más pesado y proporciona más presión a la superficie de los tambores, causando una ligera disminución en el volumen. De manera contraria, el aire más cálido, que es más liviano, hace que rebote más el sonido, y que éste resuene con más fuerza.

Existen muchos estudios acerca de los impactos del clima y del cambio climático sobre elementos como la agricultura, la biodiversidad o las islas de calor urbanas, y se prevé que los efectos negativos se exacerben. Sin embargo, hay aspectos que, si bien no parecieran ser tan urgentes, también serán afectados, y que han sido pobremente investigados.

El clima tiene una relación estrecha con la música, la cual se verá afectada ante las nuevas condiciones. El cambio climático tendrá efectos directos o indirectos en muchas especies que se utilizan para hacer instrumentos musicales, y, aunque éstas no desaparezcan, su uso será limitado para estos fines. Esto nos llevará a perder la oportunidad de escuchar sonidos únicos y exquisitos de violines, guitarras, violas, etcétera. Pensar en sonidos en peligro de extinción tendría que fortalecer los estudios para visualizar los posibles efectos de las nuevas condiciones climáticas sobre la música.

Referencias

  • Burckle, L., y Grissino-Mayer, H. D. (2003). Stradivari, violins, tree rings, and the Maunder Minimum: a hypothesis. Dendrochronologia, 21(1), 41-45. https://doi.org/10.1078/1125-7865-00033.
  • Cherubini, P., Carlson, B., Talirz, W., y Wiener, M. H. (2022). Musical string instruments: Potential and limitations of tree-ring dating and provenancing to verify their authenticity. Dendrochronologia, 72, 125942. https://doi.org/10.1016/j.dendro.2022.125942.
  • DeSantis, R. D., Moser, W. K., Gormanson, D. D., Bartlett, M. G., y Vermunt, B. (2013). Effects of climate on emerald ash borer mortality and the potential for ash survival in North America. Agricultural and Forest Meteorology, 178-179, 120-128. https://doi.org/10.1016/j.agrformet.2013.04.015.
  • GENIAL. (2018, 30 de octubre). Por qué los violines Stradivarius son tan caros [Video]. YouTube. https://youtu.be/zrV9s7NXd6s.
  • Haack, R. A., Jendak, E., Houping, L., Marchant, K. R., Petrice, T. R., Poland, T. M., y Ye, H. (2002). The emerald ash borer: a new exotic pest in North America. Newsletter of the Michigan Entomological Society, 47(3), 1-5.
  • Liang, L., y Fei, S. (2014). Divergence of the potential invasion range of emerald ash borer and its host distribution in North America under climate change. Climatic Change, 122(4), 735-746. https://doi.org/10.1007/s10584-013-1024-9.
  • Mauro, B., Jarno, B., y Luigi, S. (2022). Dendrochronological analysis of the Stradivari’s harp. Dendrochronologia, 74, 125960. https://doi.org/10.1016/j.dendro.2022.125960.
  • Munoz, S. E., Giosan, L., Therrell, M. D., Remo, J., Shen, Z., Sullivan, R. M., Wiman, C., O’Donnell, M., y Donnelly, J. P. (2018). Climatic control of Mississippi River flood hazard amplified by river engineering. Nature, 556(7699), 95-98. https://doi.org/10.1038/nature26145.
  • Reuters Staff. (2018, 3 de noviembre). Italian storms claim 17th life, and 14 million trees. Reuters. https://www.reuters.com/article/us-italy-weather-idUSKCN1N80L8.
  • Runwal, P. (2020, 28 de octubre). Climate Change Hits Rock and Roll as Prized Guitar Wood Shortage Looms. Scientific American. https://rb.gy/mlkfwf.
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  • Viducoli, (2012, 20 de agosto). [La foresta di Paneveggio] [Fotografía]. Wikimedia Commons. https://rb.gy/ky4u7v.
  • Wegst, U. G. K. (2006). Wood for sound. American Journal of Botany, 93(10), 1439-1448. https://doi.org/10.3732/ajb.93.10.1439.

Agradecimientos

A Francisco Estrada Porrúa por la idea de incluir a las guitarras eléctricas en este artículo.



Recepción: 27/10/2022. Aprobación: 17/02/2023.

Vol. 24, núm. 2 marzo-abril 2023

El calentamiento global está afectando a todos los cerdos del mundo

Esther Sánchez-Villalba, Hernán Celaya-Michel y Miguel Angel Barrera-Silva Cita

Resumen

Uno de los animales de granja que más se ven afectados por el calentamiento global son los cerdos. En este trabajo, se explorará por qué los cerdos son más susceptibles al calor que otros animales, cómo identificar a un cerdo con estrés por calor y cómo pueden los cerdos mantener su temperatura corporal normal. También se expondrán las principales estrategias que los científicos han utilizado para ayudar a los cerdos a sobrellevar el estrés por calor, principalmente mediante la modificación de la temperatura ambiente en la que se alojan. Sin embargo, todavía se necesitan más estudios para llegar a una solución práctica y accesible para todos los criadores de cerdos, ya que la implementación de algunos de estos métodos puede ser costosa. Por lo tanto, se necesita la colaboración de más científicos y personas interesadas en ayudar a los cerdos que sufren de calor en todo el mundo.
Palabras clave: cerdo, estrés por calor, modificación de la temperature ambiente, científicos, soluciones practices.

Global warming is affecting all the pigs of the world

Abstract

One of the farm animals most affected by global warming are pigs. This work explores why pigs are more susceptible to heat than other animals, how to identify a pig with heat stress, and how pigs can maintain their normal body temperature. The main strategies that scientists have used to help pigs cope with heat stress will also be discussed, primarily by modifying the ambient temperature in which they are housed. However, more studies are needed to reach a practical and accessible solution for all pig breeders, as implementing some of these methods can be costly. Therefore, the collaboration of more scientists and interested individuals is needed to help pigs suffering from heat around the world.
Keywords: pig, heat stress, modification of ambient temperature, scientists, practical solutions.

Introducción

Chaman y cerdo preparado para comer
Figura 1. Chaman y cerdo preparado para comer.

La temperatura ambiental es el factor ecológico más importante que determina el crecimiento, desarrollo y productividad de los animales domésticos (Collier y Gebremedhin, 2015). Sin embargo, desde mediados del siglo xx, el clima ha estado cambiado en todo el mundo (Cuervo-Robayo et al., 2020). Las temperaturas ambientales aumentan a causa del calentamiento global y las proyecciones indican que seguirán elevándose (Renaudeau y Dourmad, 2021).

Los cerdos son uno de los animales que más se ha visto afectado debido al aumento de la temperatura por el calentamiento global. No es de extrañarse que sus criadores están muy preocupados al no encontrar una solución práctica para ayudar a estos pobres animales a combatir el calor intenso que experimentan al vivir en lugares donde las temperaturas ambientales son cada día más extremas. Imagínate, incluso se cuenta que uno de los criadores llevó a uno de sus cerdos con un chamán para que lo ayudara a quitarle el calor. Sin embargo, la única solución que encontró el chamán fue comerse al pobre animal.

A consecuencia de la historia anterior, sea un mito o no, los criadores han hecho un llamado a todos los científicos del mundo para que los ayuden a encontrar soluciones prácticas para proteger a sus cerdos de las elevadas temperaturas. A continuación, se describen los principales hallazgos y estrategias que han realizado los científicos para ayudar a los cerdos a sobrellevar el calentamiento global (ver figura 1).

¿Por qué los cerdos son más susceptibles al calor que otros animales?

Durante sus investigaciones, los científicos se dieron cuenta de que los cerdos son animales homeotérmicos, es decir, que pueden mantener una temperatura constante en su cuerpo sin importar la temperatura ambiente, con ciertos límites, claro. A pesar de que se caracterizan por vivir en una variedad de climas en todo el mundo, los científicos notaron que los cerdos no toleran bien el exceso de calor (Gourdine et al., 2021; Renaudeau y Dourmad, 2021). Esto se debe a la capa gruesa de piel y grasa que cubre todo su cuerpo y a la falta de glándulas sudoríparas funcionales, que no les permiten sudar como a los humanos (Ross et al., 2015).

Lo anterior provoca que el cerdo sea menos eficiente para perder calor en comparación con otros animales. Por ejemplo, un cerdo, a partir de un peso de 30 kilogramos alojado en un lugar donde la temperatura ambiente está entre 18 y 25 ˚C se observa tranquilo y sin estrés, pero cuando otro cerdo con el mismo peso se encuentra en una temperatura ambiente superior a 25 ˚C, el animal entra en estrés (ver figura 2). A esta condición fisiológica los científicos la llaman estrés por calor (da Fonseca de Oliveira et al., 2019; Dou et al., 2017; Zhang et al., 2020). El estrés por calor se da cuando un animal no puede mantener el equilibrio entre la acumulación de calor y la eliminación de este (Dou et al., 2017; Renaudeau y Dourmad, 2021), lo que ocasiona un daño a su salud.

Cerdo con y sin estrés por calor

Figura 2. Izquierda. Cerdo (≥ 30 kg) con estrés por calor a una temperatura superior a 25 ˚C. Derecha. Cerdo (≥ 30 kg) sin estrés por calor dentro de una temperatura ambiente de 18 a 25 ˚C.

¿Cómo puedo identificar a un cerdo con estrés por calor?

Podemos detectar a un cerdo que sufre estrés por calor porque cambia su comportamiento: comienza a disminuir su consumo de alimento, aumenta el de agua, reduce su actividad dentro del corral (no juega ni socializa) y se acuesta con el cuerpo estirado y jadeando (ver figura 3). Es muy importante que el criador logre identificar oportunamente estas señales para que pueda auxiliarlo lo más rápido posible, de lo contrario puede morir a consecuencia del estrés por calor.

Senales de estres por calor en cerdos

Figura 3. Señales de estrés por calor en cerdos.

¿Cómo un cerdo puede mantener la temperatura de su cuerpo?

Para mantener su temperatura corporal normal, los cerdos necesitan la capacidad de disipar el exceso de calor (ver figura 4). Uno de los mecanismos que utilizan es la radiación, que implica la redistribución del flujo sanguíneo hacia la piel para disminuir la temperatura corporal (Cottrell et al., 2015). Además, los cerdos también pierden calor a través de la evaporación, que se realiza a través del jadeo durante la respiración (Cottrell et al., 2015; Huynh et al., 2007). Si un cerdo no logra eliminar el exceso de calor mediante estos mecanismos, no podrá regular su temperatura corporal y entrará en estrés por calor.

Cerdo controlando su temperatura

Figura 4. Cerdo controlando su temperatura al perder calor por radiación y evaporación.

¿Qué estrategias existen para reducir el estrés por calor?

Según el conocimiento científico sobre la fisiología de los cerdos, se han propuesto varias estrategias para ayudar a disminuir los efectos nocivos del estrés por calor. Entre ellas se encuentra: modificar la alimentación (aumentando la digestibilidad del alimento para reducir la cantidad de calor generado por la digestión), suplementar las dietas con antioxidantes o reducir el número de animales dentro del corral. No obstante, la vía más eficaz para reducir el estrés por calor de estos animales es la modificación de la temperatura ambiente en la que se alojan. Actualmente, los criadores de cerdos utilizan diferentes estrategias para modificar el ambiente (ver figura 5), como la sombra, el enfriamiento del piso, mojar la piel del cerdo y el uso de nebulizadores (Mayorga et al., 2019).

Reducir el estrés por calor de un cerdo

Figura 5. Estrategias para reducir el estrés por calor en cerdos: 1) sombra, 2) enfriamiento de piso, 3) mojar la piel y 4) uso de nebulizadores.

¿Por qué usamos sombras para reducir el estrés por calor en los cerdos?

Es un método sencillo y rentable para los cerdos alojados al aire libre que consiste en disminuir la radiación solar a través de la provisión de sombra, ya sea mediante árboles o barreras artificiales como láminas galvanizadas o telas de sombra. Los científicos han reportado que este método es efectivo para reducir significativamente la temperatura ambiente en la que se encuentran los cerdos, lo que a su vez disminuye la acumulación de calor en el cuerpo de los animales. Por lo tanto, la construcción de un techo sobre el alojamiento de los cerdos puede ser una solución efectiva para reducir el estrés por calor en ellos (Wimmler et al., 2022; ver figura 5).

¿En qué consiste la pérdida de calor por el enfriamiento del piso?

Consiste en hacer que el cerdo pierda calor mediante el contacto con un material sólido de una temperatura más baja, que se consigue a través del enfriamiento del piso con agua fría (ver figura 5). Aunque resulta muy eficaz para reducir el estrés por calor en los cerdos, su implementación suele ser costosa para la mayoría de los criadores (Mayorga et al., 2019; Zhu et al., 2021).

¿De qué se trata la estrategia de mojar la piel del cerdo?

Como su nombre indica, la simple acción de mojar la piel del cerdo puede ayudarlo a reducir el calor, y si se combina con un sistema de ventilación de aire adecuado (ver figura 5), se puede convertir en una herramienta muy efectiva para aliviar el estrés por calor. De esta manera, la temperatura corporal del cerdo se puede reducir de manera eficiente y rápida, lo que hace que esta estrategia sea muy útil para los criadores de cerdos (Mayorga et al., 2019).

¿En qué se basa la utilización de nebulizadores para reducir la temperatura ambiente donde se encuentran alojados los cerdos?

El uso de nebulizadores colocados en la entrada de los corrales puede ayudar a reducir la temperatura del aire a través de la evaporación del agua (ver figura 5). Actualmente, existen dos tipos de nebulizadores: el primero utiliza una boquilla atomizadora de alta presión para crear gotas muy finas de agua que no humedecen la superficie, ya que la evaporación ocurre en una condición de alta humedad. El segundo nebulizador crea gotas más grandes de agua que pueden mojar la superficie donde se encuentra el cerdo. Es importante mencionar que todas las estrategias de enfriamiento basadas en la evaporación del agua tienen limitaciones en función de la cantidad de humedad presente en el aire (Haeussermann et al., 2007; Mayorga et al., 2019).

Conclusión

Los cerdos de todo el mundo están siendo afectados por el calentamiento global. Por ello, las investigaciones sobre el impacto y la vulnerabilidad de los cerdos a las elevadas temperaturas ambientales se encuentran en desarrollo. Sin embargo, los científicos han logrado implementar varias estrategias de manejo para ayudar a estos animales a sobrellevar mejor el estrés por calor provocado por el aumento de las temperaturas en el planeta tierra.

No obstante, aún son necesarios más estudios para llegar a una solución práctica y al alcance de todos los criadores de cerdos, ya que la implementación de algunos métodos expuestos en este escrito es todavía muy costosa. Se necesita de la unión de científicos y personas interesadas en el tema para ayudar a más cerdos que están sufriendo de calor en el mundo (ver figura 6).

Reducir el estrés por calor de un cerdo

Figura 6. Cerdo estresado por el calor busca ayuda de su criador.

Referencias

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Recepción: 14/04/2022. Aprobación: 23/01/2023.

Vol. 24, núm. 2 marzo-abril 2023

Intervenciones en el paisaje urbano desde la funcionalidad ecológica

Guillermo Castillo Cita

Resumen

Las ciudades son responsables de generar grandes cantidades de emisiones globales de gases de efecto invernadero y del consumo de los recursos naturales disponibles, lo que impacta de manera negativa al medio ambiente. Es por eso que las intervenciones al paisaje de ecosistemas urbanos representan una estrategia viable para mejorar su funcionalidad ecológica y contribuir a la mitigación de los efectos del cambio climático. Para ello, es fundamental incorporar el papel de la riqueza de especies, la diversidad funcional y la complejidad espacial como lineamientos para el diseño de intervenciones paisajísticas urbanas, lo cual se explora en este texto.
Palabras clave: infraestructura urbana, diseño, ecología, cambio climático, espacios verdes urbanos.

Urban landscape interventions from an ecological functionality perspective

Abstract

Cities are responsible for generating large amounts of global greenhouse gas emissions and for the consumption of available natural resources, which negatively affects the environment. That is why landscape interventions in urban ecosystems represent a viable strategy to improve their ecological functionality and contribute to mitigating the effects of climate change. For this, it is essential to incorporate the role of species richness, functional diversity and spatial complexity as guidelines for the design of urban landscape interventions, all of which is explored in this text.
Keywords: urban infrastructure, design, ecology, climate change, green urban spaces.

Revitalizar la funcionalidad ecológica en el paisaje urbano

Desde 2006 hay más personas viviendo en ambientes urbanos que rurales. Como consecuencia, las ciudades concentran alrededor de 80% del pib mundial. Asimismo, son responsables de generar 70% de emisiones de gases de efecto invernadero y también del consumo de 75% de los recursos naturales disponibles (United Nation Environment Programme [unep], 2017; World Wildlife Foundation [wwf], 2021). Gracias a esto, las ciudades representan una oportunidad ideal para reducir el impacto medioambiental de nuestras sociedades, mediante la implementación de políticas ambientales enfocadas en detonar sinergias positivas entre el desarrollo urbano y la conservación de la naturaleza.

En este sentido, las intervenciones al paisaje de un ecosistema urbano pueden tener un efecto positivo para afrontar el impacto del cambio climático, ya que representan una estrategia viable para mejorar la funcionalidad ecológica a nivel de paisaje (wwf, 2021). La implementación de lineamientos de diseño ecológico para espacios verdes urbanos es una innovación que puede mitigar problemas ambientales como sequías, inundaciones, erosión y la proliferación de especies invasoras. Del mismo modo, se pueden diseñar paisajes que son más fáciles de mantener por parte de los gobiernos locales, evitando la proliferación de malas hierbas o la dependencia de insumos químicos (Rainer, 2021).

La literatura ecológica ha documentado cómo en la naturaleza la riqueza de especies, la diversidad funcional y la complejidad espacial son algunos de los principales factores que promueven servicios ecosistémicos,1 como el soporte de microorganismos e invertebrados en el suelo, el ciclaje de nutrientes, el secuestro del carbono atmosférico, la desintoxicación de los residuos, así como la infiltración y el almacenamiento de las aguas pluviales (Dailey, 2013; Storkey et al., 2015). A pesar de esto, la mayoría de los proyectos relacionados con la arquitectura del paisaje verde urbano están basados en enfoques tradicionales de plantación, que privilegian factores estéticos en su diseño y que carecen de la complejidad y funcionalidad de sus homólogos naturales.

Así, los enfoques tradicionales se fundamentan en la disposición de las plantas en bloques de monocultivos para expresar ideas de diseño. Se busca priorizar las cualidades estéticas de una plantación en lugar de su dinámica funcional o ecológica. Sin embargo, este enfoque conlleva varias desventajas. Una de ellas es que todas las plantas del bloque tienen el mismo patrón fenológico, es decir, tienen la misma forma y el mismo comportamiento temporal. Esto implica que las plantas no serán capaces de cubrir el suelo de manera eficiente y precisa, y en estos huecos pueden establecerse malezas o plantas invasoras. Otra desventaja es que la exposición del suelo al aire libera carbono a la atmósfera, lo que reduce la capacidad del suelo para infiltrar el agua. Para solventar estos problemas comúnmente se emplean cubiertas plásticas o herbicidas pre-emergentes que implican costos y que tienen un impacto negativo en el medio ambiente (Rainer, 2021).

Queda claro, entonces, que los aprendizajes derivados de la teoría ecológica2 y la ecología de la restauración3 deben ser incluidos en los lineamientos de diseño de regeneración de la funcionalidad de un ecosistema urbano. En este sentido, el lineamiento de diseño central es el uso de comunidades de plantas como base para crear sistemas funcionales.

Una de las principales directrices de diseño es que la selección y acomodo de plantas a utilizar en la intervención promuevan la biodiversidad y las condiciones de estabilidad temporal para las distintas especies. Por ejemplo, durante los meses fríos, especies herbáceas tolerantes a la sombra cubrirán el sustrato mientras que en verano especies más altas y tolerantes al sol crecerán encima de ellas. Este tipo de estructuración aumenta los servicios de los ecosistemas, a la vez que proporciona combinaciones estables a largo plazo, lo cual es importante para reducir el mantenimiento requerido en los paisajes diseñados.

Siguiendo el ejemplo, una estrategia para diseñar espacios diversos es cubrir el suelo mediante la superposición de plantas. Para esto, su acomodo debe de conceptualizarse en diferentes capas verticales, cada una de las cuales desempeña distintas funciones a lo largo del año. La primera capa o base deberá estar compuesta por especies bajas, tolerantes a la sombra, que cubran el suelo y que permitan equilibrar las especies que son vistosas en primavera, pero efímeras, con especies estables y con presencia en invierno. La segunda capa o superior, debe de componerse por especies longevas, altas, erguidas y visualmente más dominantes. Estas plantas se asocian tradicionalmente con las plantaciones de arquitectura paisajística, incluyendo hierbas ornamentales, hierbas verticales y plantas perennes en forma de arbusto.

De esta manera el estrato base deberá tener más diversidad de especies y biomasa.4 Las especies de la capa superior estarán más espaciadas y con menor densidad, lo que creará una mayor estabilidad a lo largo del tiempo, ya que es menos probable que las especies más altas den sombra a las plantas de la capa inferior (Rainer 2021).

En México tenemos como ejemplo de un tipo de infraestructura verde que incorpora principios ecológicos en su diseño a la milpa , una práctica agrícola que consiste en una combinación de cultivos de maíz, frijol y calabaza en una misma parcela. La disposición espacial de plantas en una milpa se hace con un propósito preciso, donde cada especie tiene un papel específico en el sistema. Por ejemplo, algunas plantas se utilizan como sistemas de sombra para otras, mientras que otros son utilizados como fuentes de nutrientes para el suelo (ver figura 1).

Milpa

Figura 1. Detalle de una milpa. Es posible apreciar el arreglo espacial vertical que ocurre entre las plantas de maíz y las de calabaza.
Crédito: Archivo Gráfico, 2010.

La teoría ecológica en la gestión y diseño del paisaje urbano

Un ejemplo para el manejo y gestión de diseños urbanos es la teoría de la C-S-R de Grime (2012). Ésta provee un marco de clasificación ecológica que permite hacer una selección con base a la identificación de los factores externos que limitan el crecimiento de las plantas en una localidad. La teoría propone que es posible agrupar a las plantas de acuerdo con sus características en función de tres grandes estrategias de vida: competitivas (C), tolerantes al estrés (S) y ruderales (R).5 Estos grupos se favorecerán por los niveles de estrés (debido a la disponibilidad de recursos) y las perturbaciones (pérdida de cobertura vegetal) presentes en un entorno (ver figura 2).

Representación esquemática

Figura 2. Representación esquemática de la teoría de la C-S-R. Una planta competitiva (C), tolerante al estrés (S) y ruderal (R) y sus rasgos funcionales asociados forman un triángulo de compensación de recursos de tres vías. La ventaja de cada estrategia se rige por los niveles de estrés y perturbación ambiental.
Crédito: elaboración propia a partir de Wood y Franks (2018).

Cuando el estrés y la perturbación son mínimos, se verán favorecidas especies que presenten una estrategia de competencia (C). Por otro lado, cuando el estrés sea elevado, es decir los recursos estén limitados, pero las perturbaciones sean escasas se favorecerá una estrategia de tolerancia al estrés (S). Finalmente, cuando el estrés sea bajo y las perturbaciones, abundantes se verán favorecidas especies con estrategias de colonización ruderales (R). La infraestructura verde urbana, con alto nivel de perturbación y suelos húmedos, favorecerá a estrategias ruderales y competidoras, mientras que un espacio verde con sus suelos poco profundos y altas temperaturas favorecerá las plantas con estrategias de tolerancia al estrés.

Estrategia Rasgos (ejemplos)
Competitiva:
Rasgos que facilitan el acaparamiento de los recursos locales
Alta concentración de clorofila
Hojas grandes
Dosel grande
Producción de aleloquímicos
Gran extensión de las raíces
Tolerancia al estrés:
Rasgos que facilitan la supervivencia en entornos crónicamente improductivos
Crecimiento lento
Defensas mecánicas (espinas)
Defensas químicas
Mecanismos de desintoxicación
Producción de eliminadores de radicales libres
Ruderal:
Rasgos que facilitan el rápido restablecimiento de una población
Ciclo de vida corto
Alta capacidad fotosintética
Elevado número de semillas
Alta capacidad de dispersión de las semillas

Tabla 1. Definiciones de la teoría de la C-S-R.

La teoría C-S-R permite clasificar las estrategias de plantas como competitivas, tolerantes al estrés o ruderales (colonizadoras) con base en atributos funcionales. Adaptada de Grime y Pierce (2012), modificada de Wood y Franks (2018).

Recientemente, Teixeiro et al., (2022) propusieron un modelo de tres pasos para el diseño y la gestión de las intervenciones del paisaje que considera explícitamente factores ecológicos. El primer paso es la evaluación de los efectos del cambio climático previstos en la zona. El segundo es la creación de una base de datos de especies vegetales seleccionadas por su capacidad de adaptación y mitigación de los extremos climáticos. El tercero es desarrollar un procedimiento de diseño y gestión de plantaciones con las siguientes etapas: i) definición de objetivos para responder a los problemas de cambio climáticos en la zona, ii) evaluación del estado actual del lugar de intervención para determinar las modificaciones necesarias, iii) selección de especies que hay que eliminar, controlar, mantener o añadir, iv) combinación de especies para aumentar la diversidad y estabilidad y v) creación de un protocolo de seguimiento para evaluar la efectividad de la propuesta.

Importancia de la participación de la comunidad en el diseño e implementación de espacios verdes urbanos

Las intervenciones en espacios verdes urbanos representan una oportunidad prometedora para mitigar los efectos del cambio climático en las ciudades. Para lograrlo, se requiere de la incorporación del pensamiento ecológico en su planificación y manejo. Las intervenciones de espacios verdes urbanos son proyectos locales y, en muchos casos, públicos, por lo que la participación plena y activa de las partes interesadas es fundamental para alcanzar un resultado exitoso.

La inclusión de la comunidad local y de las autoridades correspondientes en el diseño y la ejecución de los proyectos fomentará el apoyo de la población y ayudará a resolver posibles problemas. Esto contribuirá en la creación de soluciones que se adapten a las condiciones locales, maximizando la funcionalidad del espacio y fomentando la responsabilidad compartida en su mantenimiento a largo plazo (wwf, 2021). Así, la invitación es hacia los gobiernos, para que desde la política pública faciliten la creación de grupos multidisciplinarios en donde arquitectos, horticultores, ecólogos y gestores diseñen en conjunto con la ciudadanía los espacios verdes en los que habitamos.

Referencias



Recepción: 08/11/2022. Aprobación: 23/01/2023.

Vol. 24, núm. 2 marzo-abril 2023

Ballenas jorobadas: mensajeros transoceánicos en la coyuntura climática

Lili Pelayo González, Enrique Martínez Meyer, Guillermina Alcaraz Zubeldia y Lenin E. Oviedo Correa Cita

Resumen

Las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero están causando un calentamiento del océano que tiene graves consecuencias para la biodiversidad marina. Entre las especies más vulnerables al cambio climático se encuentra la ballena jorobada, cuyas poblaciones se distribuyen en todos los océanos del mundo y realiza migraciones desde las zonas polares y templadas, donde se alimenta, hasta las áreas tropicales, donde se reproduce. El cambio climático ha alterado la disponibilidad de las presas de la ballena, provocando cambios en la duración de sus migraciones, su distribución, su estado de salud y su reproducción. Como resultado, algunas poblaciones de esta especie se encuentran En Peligro, aunque aún se conoce poco sobre los efectos precisos del cambio climático en su ecología y su población. Para abordar esta problemática, es necesario llevar a cabo estudios interdisciplinarios que permitan obtener información sobre la ballena jorobada desde diferentes perspectivas, a fin de construir estrategias de mitigación que estén alineadas con el enfoque de Una Salud y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ods).
Palabras clave: cambio climático, ballena jorobada, mamíferos marinos, objetivos de desarrollo sostenible.

Humpback whales: transoceanic messengers in the climatic situation

Abstract

Anthropogenic greenhouse gas emissions are causing ocean warming with serious consequences for marine biodiversity. Among the species most vulnerable to climate change is the humpback whale, whose population is distributed throughout the world’s oceans and migrates from the polar and temperate zones, where it feeds, to tropical areas, where it reproduces. Climate change has altered the availability of whale prey, causing changes in the duration of their migrations, their distribution, their state of health, and their reproduction. As a result, some populations of this species are endangered, although little is yet known about the precise effects of climate change on their ecology and population. To address this problem, it is necessary to carry out interdisciplinary studies that allow obtaining information on the humpback whale from different perspectives, in order to build mitigation strategies that are aligned with the One Health approach and the Sustainable Development Goals (sdg).
Keywords: climate change, humpback whale, marine mammals, Sustainable Development Goals.

Las ballenas jorobadas: migrantes y mensajeros marinos

Las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero están provocando cambios en el clima y el calentamiento del océano. Los organismos marinos más afectados por las condiciones cálidas son aquellos con alta fidelidad espacial y con preferencias de temperatura específicas. Dado lo anterior, se espera que los organismos marinos eviten áreas con condiciones ambientales desfavorables o busquen nuevos hábitats acordes con su preferencia térmica.

La ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) es una especie que se encuentra en todos los océanos del mundo y que realiza migraciones desde las zonas polares y templadas hasta la franja tropical (ver figura 1). La ballena jorobada se alimenta en zonas costeras frías y productivas durante el verano, para almacenar reservas energéticas que le permitan migrar hacia zonas de reproducción en el invierno. Estos organismos llegan a aguas cálidas, tranquilas y someras ubicadas en la franja tropical para aparearse, parir y amamantar a los recién nacidos (Meynecke et al., 2021).

Poblaciones de ballenas jorobadas y su categoría de protección

Figura 1. Poblaciones de ballena jorobada y su categoría de protección bajo el Acta de Especies en Peligro. Clasificación basada en NMFS y NOAA (2016). Crédito: elaboración propia.

Durante la migración y la reproducción, las ballenas jorobadas se abstienen de comer y dependen exclusivamente de sus reservas energéticas para llevar a cabo ambos procesos. En este sentido, las ballenas jóvenes, machos y hembras adultas sin cría son los primeros en emprender la migración hacia las zonas de alimentación, mientras que las hembras con cría son las últimas en hacerlo. Esto se debe a que deben invertir más tiempo en el amamantamiento para garantizar que la cría se desarrolle adecuadamente, aumente sus reservas energéticas y, por ende, tenga una mayor probabilidad de supervivencia durante su primera migración (ver figura 2).

Ballena jorobada adulta

Figura 2. Ballena jorobada adulta.
Crédito: elaboración propia.

Las ballenas jorobadas se caracterizan por su alta fidelidad hacia las áreas de alimentación y reproducción, así como por sus rutas migratorias definidas y sincronización marcada en sus tiempos de migración. Debido a que estos hábitats se encuentran separados por más de 5000 km, las ballenas pasan gran parte del año migrando. Durante su viaje, siguen las zonas costeras en busca de aguas tranquilas para minimizar el gasto energético durante el nado, descansar y amamantar a sus crías que emprenden su primer viaje (ver figura 3). Sin embargo, la proximidad a la costa expone a estos mamíferos a riesgos de origen natural y humano, que pueden ser letales.

Ballena jorobada migrando

Figura 3. Ballena jorobada migrando.
Crédito: elaboración propia.

Después de la prohibición de la caza ballenera en 1985, las poblaciones de ballena jorobada han estado en proceso de recuperación, y en la actualidad, la mayoría de ellas están creciendo. Por esta razón, su categoría de protección actual es “Sin Riesgo”. Sin embargo, existe una población que se encuentra en la categoría “Amenazada” y cuatro especies que están catalogadas como “En Peligro” (ver figura 1). Las razones principales por las que estas poblaciones aún no se han recuperado están relacionadas con diversos riesgos: como el enmalle en redes de pesca, las colisiones con embarcaciones, el ruido antropogénico, la presencia de contaminantes y eventos de calentamiento marino anormales que alteran la disponibilidad y calidad de sus presas. Por tanto, es fundamental entender su dinámica poblacional y cómo responden a los cambios en las condiciones ambientales para desarrollar estrategias de conservación más efectivas.

Mensajes del verano: más calor, menos comida

La mayoría de las poblaciones de ballena jorobada se alimenta en zonas donde ocurren afloramientos de aguas ricas en nutrientes. Estas condiciones favorecen la productividad primaria y, por ende, el crecimiento de las poblaciones de organismos que forman parte de su dieta. Sin embargo, en eventos de calentamiento marino anormales, como “El Niño” y las olas cálidas marinas1, la productividad marina disminuye y con ella la densidad de zooplancton, que es el principal alimento de las ballenas jorobadas. Como resultado, estos mamíferos deben desplazarse hacia zonas costeras o latitudes más altas para encontrar alimento, lo que aumenta su gasto energético y los expone a mayores riesgos, como el enmalle en redes de pesca (Santora et al., 2020).

Las poblaciones de ballena jorobada están siendo impactadas por fenómenos como “El Niño” y las olas cálidas marinas, lo que ha llevado a la necesidad de modificar su dieta y distribución. En las últimas cinco décadas, algunas de las poblaciones planctónicas que conforman su alimentación han migrado más de 1000 km hacia los polos debido al cambio climático. Este desplazamiento, sumado a la alteración del ciclo de vida y la fenología de las especies planctónicas, ha generado un desajuste entre la máxima abundancia de presas y la presencia de las ballenas. Condiciones cálidas anormales están adelantando el período de mayor abundancia de zooplancton y están reemplazando a las especies de zooplancton de agua fría por organismos de aguas cálidas de baja calidad alimentaria debido a su baja concentración de lípidos. Es fundamental considerar estos cambios para establecer estrategias de conservación efectivas y proteger a las ballenas jorobadas en el futuro. (Richardson, 2008).

La alimentación en áreas cercanas a la costa, donde se ubican y desarrollan asentamientos humanos, también incrementa la ingesta de presas con altos niveles de contaminantes orgánicos persistentes, como pesticidas y compuestos clorados. La alteración de su alimentación ocasiona que las ballenas jorobadas no almacenen suficientes reservas energéticas (baja condición corporal) y que aumente la concentración corporal de contaminantes. La bioacumulación de contaminantes orgánicos persistentes puede alterar la respuesta endócrina, suprime la actividad del sistema inmune, causa cáncer, produce irritación de la piel y los ojos, congestión pulmonar, daño neurológico, trastornos hepáticos, disminuye la tasa de reproducción y el estado de salud de las crías (Weir y Pierce, 2013).

Si las ballenas jorobadas no tienen suficientes reservas energéticas y no se encuentran en buen estado de salud, su capacidad para completar la migración hacia sus zonas de reproducción, gestar y cuidar a sus crías a través de la lactancia disminuye notablemente. Además, si las ballenas llegan a sus zonas de reproducción en un estado de salud inadecuado, es más probable que adelanten el inicio de la migración hacia las zonas de alimentación, lo que acorta su tiempo de estancia en las zonas de reproducción, lo que a su vez puede tener un impacto negativo en las crías recién nacidas (ver figura 4).

Cría de ballena jorobada

Figura 4. Cría de ballena jorobada durante su primer invierno.
Crédito: elaboración propia.

Mensajes del invierno: más calor, menos amor

Los eventos de calentamiento marino son cada vez más frecuentes e intensos, lo cual acerca a las ballenas jorobadas al límite de su tolerancia térmica, lo que puede reducir la capacidad de mantenimiento o recuperación de sus poblaciones. De acuerdo con los modelos climáticos, 35% de sus áreas de reproducción experimentarán anomalías en la temperatura marina superficial mayores a 1 °C para fines del siglo xxi (von Hammerstein et al., 2022).

Las ballenas jorobadas migran a zonas tropicales para maximizar la inversión de energía en la reproducción y no en la termorregulación (Meynecke et al., 2021). Las áreas de alimentación de esta especie presentan una temperatura superficial promedio de 5-18 °C. Durante la migración las ballenas jorobadas experimentan cambios graduales de temperatura, hasta llegar a las zonas de reproducción, que suelen alcanzar temperaturas entre 21-28 °C.

Los cambios de temperatura afectan la fisiología y el comportamiento reproductivo de las ballenas jorobadas adultas, ya que los machos producen señales acústicas y cantos para atraer parejas (ver figura 5). El inicio regular del canto se relaciona con la temperatura superficial del mar, por lo que cuando ocurren eventos de calentamiento, la distribución y densidad de individuos cambia y los machos no cuentan con la proximidad necesaria con otros machos para poder aprender y practicar las canciones, ni tampoco son escuchados por las hembras adultas (Kowarski et al., 2022).

Despliegues de cortejo de macho adulto en hábitat reproductivo

Figura 5. Despliegues de cortejo de macho adulto en su hábitat reproductivo.
Crédito: elaboración propia.

La disminución en el canto de las ballenas jorobadas es un reflejo de que los niveles de testosterona no han alcanzado el umbral mínimo, lo cual se relaciona con temperaturas marinas elevadas y con la ocurrencia de florecimientos algales. Los florecimientos algales generan neurotoxinas (ácido domoico) que pueden suprimir el comportamiento de canto, causar enfermedades y eventualmente la muerte.

Otra afectación relacionada con la reproducción de las ballenas jorobadas provocada por el cambio climático es la disminución en el número de nacimientos, ya que una hembra puede requerir un año de descanso si su condición corporal no se repone. También se han registrado cambios en la esperanza de vida, puesto que la nutrición —amamantamiento durante las primeras semanas— y el crecimiento durante las primeras etapas de vida pueden afectar el tamaño corporal adulto, así como sus capacidades fisiológicas (ver figura 6).

Cría de ballena jorobada próxima a migrar

Figura 6. Cría de ballena jorobada próxima a emprender su primera migración.
Crédito: elaboración propia.

Crucemos el océano fomentando la interdisciplina

La ballena jorobada es considerada una especie longeva y, por ende, centinela del océano. A pesar de que las poblaciones de esta especie se están recuperando a partir de la prohibición de la caza ballenera, existen poblaciones que permanecen en estado crítico debido al cambio climático y otros estresores antropogénicos. Por lo tanto, es importante incorporar información desde distintas disciplinas para tener un panorama más amplio de la ecología de las ballenas jorobadas y de la calidad de los ecosistemas marinos.

La aproximación “Una salud” es un enfoque unificador integrado que procura equilibrar y optimizar de manera sostenible la salud de las personas, los animales y los ecosistemas (fao, s. f.). Este enfoque ha cobrado relevancia a nivel mundial al promover esfuerzos interdisciplinarios para solucionar y mitigar las preocupaciones englobadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas, donde están incluidos la vida marina y el cambio climático por requerir acciones inmediatas.

Algunas de las metas incluidas en estos objetivos son:

  1. 1. Aumentar los conocimientos científicos y desarrollar la capacidad de investigación con el fin de mejorar la salud de los océanos.
  2. 2. Incorporar medidas relativas al cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales, así como mejorar la educación, la sensibilización y la capacidad humana e institucional respecto de la mitigación del cambio climático y la adaptación a él, la reducción de sus efectos y la alerta temprana (ods, 2023).

Los estudios interdisciplinarios permitirán llenar vacíos en la información ecológica y poblacional de la ballena jorobada, posibilitando el diseño e implementación de estrategias adecuadas para mitigar los impactos del cambio climático en esta especie y favorecer su conservación.

Referencias

  • Kowarski, K., Cerchio, S., Whitehead, H., y Moors-Murphy, H. (2021). Where, when, and why do western North Atlantic humpback whales begin to sing? Bioacoustics, 31(4), 450-469. https://doi.org/10.1080/09524622.2021.1972838
  • Meynecke, J. O., de Bie, J., Barraqueta, J. L. M., Seyboth, E., Dey, S. P., Lee, S. B., Samanta, S., Vichi, M., Findlay, K., Roychoudhury, A., & Mackey, B. (2021). The Role of Environmental Drivers in Humpback Whale Distribution, Movement and Behavior: A Review. Frontiers in Marine Science, 8. https://doi.org/10.3389/fmars.2021.720774
  • nmfs (National Marine Fisheries Service) y noaa (National Oceanic and Atmospheric Administration). (2016, 9 agosto). Endangered and Threatened Species; Identification of 14 Distinct Population Segments of the Humpback Whale (Megaptera novaeangliae) and Revision of Species-Wide Listing. Federal Register. (81 FR 62259). https://bit.ly/3niGIdm
  • Richardson, A. J. (2008). In hot water: zooplankton and climate change. ices Journal of Marine Science, 65(3), 279-295. https://doi.org/10.1093/icesjms/fsn028
  • Santora, J. A., Mantua, N. J., Schroeder, I. D., Field, J. C., Hazen, E. L., Bograd, S. J., Sydeman, W. J., Wells, B. K., Calambokidis, J., Saez, L., Lawson, D., y Forney, K. A. (2020). Habitat compression and ecosystem shifts as potential links between marine heatwave and record whale entanglements. Nature Communications, 11(1). https://doi.org/10.1038/s41467-019-14215-w
  • von Hammerstein, H., Setter, R. O., van Aswegen, M., Currie, J. J., y Stack, S. H. (2022). High-Resolution Projections of Global Sea Surface Temperatures Reveal Critical Warming in Humpback Whale Breeding Grounds. Frontiers in Marine Science, 9. https://doi.org/10.3389/fmars.2022.837772
  • Weir, C. R., y Pierce, G. J. (2012). A review of the human activities impacting cetaceans in the eastern tropical Atlantic. Mammal Review, 43(4), 258-274. https://doi.org/10.1111/j.1365-2907.2012.00222.x
  • fao (Food and Agriculture Organization). (s. f.). Una Salud. https://www.fao.org/one-health/es
  • ods (Objetivos de Desarrollo Sostenible) (2023, 2 marzo). 17 Goals to Transform Our World. https://www.un.org/sustainabledevelopment/


Recepción: 10/11/2022. Aprobación: 15/02/2023.

Vol. 24, núm. 2 marzo-abril 2023

El parque como cura de la ecoansiedad

Karen Hinojosa Hinojosa y Amanda Melissa Casillas Zapata Cita

Resumen

La ecoansiedad es un impacto psicológico a la salud derivado del cambio climático. Sus efectos se dan de formas diferenciadas en poblaciones vulnerables. Es importante conocer estrategias de mitigación para avanzar hacia un mundo con mayor justicia climática. Entre ellas están los parques y áreas verdes en las ciudades, pues, por una parte, mitigan el cambio climático al reducir las temperaturas, captar agua de lluvia y fomentar la biodiversidad; por otra, propician la relajación, reducen la ansiedad, favorecen la salud mental, educan sobre la naturaleza local y contribuyen a la construcción de redes locales. El parque en sí mismo ofrece oportunidades valiosas: a la población, para restablecer su salud física y mental, y al medio ambiente, de saneamiento y regulación. A pesar de los múltiples beneficios de la acción climática en los parques, existe cierta renuencia debido a que los esfuerzos de escala reducida pocas veces son percibidos como una contribución a gran escala, a pesar de que sí pueden sumar de forma colectiva entre toda la sociedad.
Palabras clave: ecoansiedad, mitigación, cambio climático, parque, justicia climática.

The park as a cure for eco-anxiety

Abstract

Eco-anxiety is a psychological impact on health derived from climate change. Its impacts occur in differentiated ways in vulnerable populations. It is important to know mitigation strategies to move towards a world with greater climate justice. Parks and green areas in cities can function as mitigation strategies. On one hand, they mitigate climate change by reducing temperatures, capturing rainwater, and promoting biodiversity; on the individual level they promote relaxation and mental health, reduce anxiety, educate about local nature, and encourage local networks. The park itself offers the population valuable opportunities: to the population, of restoring their physical and mental health; to the environment, sanitation and regulation. Despite the multiple benefits of climate action in parks, there is some reluctance as small-scale efforts are rarely perceived as a large-scale contribution, even though they can indeed add up collectively across society.
Keywords: eco-anxiety, mitigation, climate change, park, climate justice.

La ansiedad climática y sus impactos en poblaciones vulnerables

Tu corazón está palpitando, tienes la respiración acelerada, te hace falta el aire. Sientes claustrofobia, náusea, ganas de salir corriendo. Dolor y desesperación. Puedes intuir que se aproxima un ataque de pánico. En su versión más extrema, sientes que te vas a morir.

Lo que acabamos de describir es más o menos como se siente la ansiedad. Ésta es una emoción que experimentamos cuando nos sentimos amenazados. Todas las personas la hemos experimentado de vez en cuando, es sano y normal, pues nos alerta del peligro (Vanin, 2018), lo que puede hacer que busquemos más información sobre la situación que nos acontece y encontremos posibles soluciones. No obstante, por más racional que sea, cuando la ansiedad se convierte en una constante puede tener repercusiones negativas en nuestra salud y bienestar, particularmente en los años formativos.

La ecoansiedad o ansiedad climática es aquella que nos genera el cambio climático (Albrecht, 2011). Las emociones relacionadas con ella, a lo largo de la vida, son las mismas: preocupación, miedo, ira, tristeza, desesperación, culpa y vergüenza, así como esperanza. Sin embargo, en infancias y juventudes a estas emociones se pueden sumar tanto un sentimiento de traición por la inacción de los adultos, como impotencia por su incapacidad de actuar (Hickman et al., 2021).

Por tanto, el cambio climático tiene implicaciones importantes para la salud y el futuro de las infancias y juventudes. Por la etapa de vida en la que se encuentran, la combinación de mucha exposición a la información, comprensión en desarrollo y poco poder para limitar sus efectos negativos, les hace vulnerables a la ansiedad climática.

Entre los mayores de edad, la ansiedad climática tiende a disminuir a partir de los 35 años (Gifford y Gifford, 2016). Sin embargo, en adultos, la ecoansiedad nos puede mover a tomar decisiones como no procrear hijos, aunque se les desee, por temor a su futura calidad de vida (Reátegui Lozano, 2022). El cambio climático también puede despertar un proceso de duelo ecológico por la pérdida de condiciones ambientales que se han experimentado en el pasado.

Aunque la mayoría de los estudios sobre los impactos de la ansiedad climática se han realizado en una población caucásica (Clayton y Karazsia, 2020), otro grupo en el que ha sido muy estudiada es entre los miembros de las culturas Inuit y Sami, en la región ártica del norte de Europa, pues están sufriendo transformaciones climáticas de forma acelerada. Sus culturas están íntimamente relacionadas con la naturaleza y el territorio, con una subsistencia fuertemente ligada al pastoreo. Entre los jóvenes que se dedican a esta actividad, uno de cada tres ha contemplado el suicidio, dadas las tasas de mortalidad de su ganado por el incremento en temperaturas (Jaakkola, 2018).

Quienes habitan territorios que han sufrido grandes transformaciones por el cambio climático, quienes han tenido que desplazarse por el cambio climático, así como quienes sienten una conexión profunda con la naturaleza, también son más susceptibles a sufrir ansiedad climática (Clayton, 2020). Es un fenómeno en crecimiento en el interés científico (Panu, 2020), y que se espera continúe así conforme más se sienten los efectos del cambio climático.

De la ansiedad a la acción climática

El Panel Intergubernamental del Cambio Climático (The Intergovernmental Panel on Climate Change o ipcc) ha concluido que el cambio climático ya está afectando cada región habitada en nuestro planeta (2021). Por ello, cada vez es más frecuente el mensaje sobre la necesidad de sensibilizarnos ante él. Sin embargo, la cantidad de información respecto al cambio climático puede ser agobiante y puede generar parálisis por la incapacidad de procesar tanto la información como las emociones complejas que en nosotros despierta (O’neill y Hulme, 2009).

Nos quejamos como sociedad de la falta de acción generalizada ante el cambio climático, pero a menudo no consideramos cómo la prevalencia de este tema y el tono en el cual se comunica está afectando a juventudes e infancias. En la encuesta más grande que se ha realizado a la fecha sobre la ansiedad climática en las juventudes, con perspectivas recopiladas de más de 10,000 jóvenes en más de 10 países, se encontraron niveles significativos de angustia psicológica asociada con el cambio climático, exacerbada por la falta de acción rápida de sus respectivos gobiernos (Coffey et al., 2021).

Acción climática es, desde las instituciones públicas o privadas, cualquier medida, política, o programa con miras a reducir los gases de efecto invernadero, construir resiliencia al cambio climático o apoyar y financiar esos objetivos (Cognuck González y Numer, 2020; Naciones Unidas, 2022). Desde la perspectiva individual se trata de cualquier actividad que ayude a adaptarnos, mitigar los efectos negativos, o ser resilientes al cambio climático.

La acción climática colectiva, como las iniciativas que se llevan a cabo en los parques y espacios públicos, es efectiva de tres maneras. Primero, facilita el aprendizaje social y provoca cambios en las actitudes y comportamiento de la comunidad. Segundo, puede allanar el camino para innovaciones políticas. Y tercero, en el caso de las iniciativas institucionalizadas, puede influir en la política climática local (Winkelmann et al, 2022).

Un factor crítico para realizar acción climática es la educación orientada a la acción, que empodere a la población a generar estrategias tangibles que pueda implementar colectivamente, en lugar de la información limitada a la sensibilización o el miedo. Este proceso de acción climática en un lugar natural cercano como es un parque tiene un papel significativo y una agencia para los niños y adolescentes, lo que permite respuestas adaptativas, en lugar de maladaptativas, a la ansiedad climática (Crandon et al., 2022).

El parque como factor de mitigación de la ecoansiedad y del cambio climático

Un elemento urbano que no sólo mitiga los efectos negativos del cambio climático, sino que reduce nuestra ecoansiedad, se encuentra en los parques. Un parque, cuando incluye vegetación nativa, fomenta la biodiversidad (Ikin et al., 2015) y regenera la salud medioambiental en el contexto local.

Los parques son parte de la infraestructura verde urbana, al integrarse a una serie de espacios interconectados entre sí que permiten la conservación de los ecosistemas y sus funciones ambientales. Asimismo, proveen servicios ecológicos a las ciudades, lo que contribuye a la mitigación del cambio climático, al regular la temperatura, mejorar la calidad del aire, absorber el agua de lluvia y preservar los espacios naturales que sirven de refugio a especies de la región (Vásquez, 2016).

O, poniéndolo de manera más simple: pasar tiempo en un parque puede ser un antídoto para la ansiedad climática. En esta misma línea, estos espacios benefician a la salud mental de las personas. Las plantas y arbolado dispuestos en estos lugares recobran en el ser humano su vínculo con la naturaleza y sirven como tratamiento psicológico para liberar el estrés y la ansiedad (Fierro y Totaro, 2009).

Las medidas para hacer frente al cambio climático pueden ser muy diversas y tener efectividad a corto y largo plazo. De igual forma, las acciones encaminadas a la adaptación de sus efectos buscan disminuir la vulnerabilidad y optimizar la capacidad de resiliencia de la población (Emilsson y Ode Sang, 2017). Los servicios ambientales que proveen los parques en las ciudades ayudan en esta capacidad de afrontar los efectos generados por la alteración del clima (Pimienta Barrios y Robles Murguia, 2014).

En este sentido, los parques tienen un rol importante en educar y sensibilizar a la población sobre la naturaleza, comprender sus ciclos y procesos ecológicos (Olivos Aragonés y Navarro, 2013), particularmente para quienes habitan en ciudades densamente pobladas, donde la presencia de vegetación generalmente es mínima y está concentrada en estos espacios. Al conformar una porción de las áreas verdes urbanas y funcionar como lugares de acceso público, los parques permiten a diversos grupos de edad relacionarse con elementos naturales. Así, la posibilidad de visitar estos espacios para realizar actividades recreativas y de esparcimiento es esencial para la población. Desde un enfoque social los parques facilitan la convivencia e interacción de los habitantes y refuerzan su sentido de comunidad (Borja i Sebastià y Muxí Martínez, 2003).

Estos espacios embellecen y mejoran la percepción del paisaje urbano. Los árboles son los elementos más notorios en las áreas verdes urbanas, y su valor ornamental tiende a elevar la plusvalía de los asentamientos en donde se ubican y concentran (Irarrázaval, F., 2012). Además, los árboles también mejoran la calidad ambiental y la salud de las personas (Carrillo-Niquete, et. al, 2022; ver figura 1).

Figura 1. Beneficios medioambientales, personales y sociales de la acción climática en los parques.
Crédito: elaboración propia.

Conclusión

La ansiedad climática probablemente cobrará un papel importante en la sociedad en el futuro cercano, impactando de forma diferenciada a poblaciones vulnerables. Ante este escenario, el parque ofrece oportunidades valiosas: a la población, de restablecer su salud física y mental; al medio ambiente, de saneamiento y regulación. Por medio de la educación ambiental que se genera en el parque, se busca aminorar las repercusiones ambientales del cambio climático, a partir de fomentar una conciencia en la población, que conlleve a acciones favorables hacia el medioambiente. Algunos ejemplos de acción climática en el parque son talleres de conocimiento de vegetación nativa, instalación de huertos comunitarios, caminatas o rodadas al parque, talleres de compostaje o reciclaje, así como jornadas de reforestación que permitan aumentar el arbolado urbano, entre otras.

A pesar de los múltiples beneficios de la acción climática en los parques, existe cierta renuencia, debido a que los esfuerzos de escala reducida pocas veces son percibidos como una contribución a gran escala, a pesar de que efectivamente pueden sumar de forma colectiva entre toda la sociedad. Se trata de acciones que por su escala barrial son poco vistosas, pero que por su cercanía a la vida cotidiana tienen potencial de impacto profundo. Un factor determinante para visibilizar efectos de la acción climática a profundidad, por encima de desarrollar actitudes y comportamientos proambientales, son las modificaciones al estilo de vida de la población (De Castro, 2002; Moraga Núñez, 2022). La acción climática en el parque nos ofrece eso: aprendizaje, sensibilización, sanación de nosotros y del medio ambiente desde la cotidianidad.

Referencias

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Recepción: 10/11/2022. Aprobación: 15/02/2023.

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Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079