Vol. 22, núm. 1 enero-febrero 2021

El aula virtual y la olla exprés

Teresa I. Fortoul Cita

Resumen

No es lo mismo emplear la computadora como editor de textos que como herramienta para armar un aula para un curso en línea. Además, durante esta pandemia, me he dado cuenta de que, a pesar de las diferencias generacionales, siempre hay algo que compartir entre madre e hija, como emplear la olla exprés.
Palabras clave: tecnología, aulas virtuales, cursos en línea, olla exprés.

A virtual classroom and a pressure cooker

Abstract

Using a computer as a text editor is not the same as using it as a tool for developing a classroom for an online course. Besides, during this pandemic I have realized that, despite generational differences, there is always something to be shared between mother and daughter, like using a pressure cooker.
Keywords: technology, virtual classroom, online courses, pressure cooker.




Finalizaba el año escolar cuando nos avisaron que entrábamos a cuarentena. En ese momento no sentí los cambios que se vendrían para el trabajo en línea. Una asignatura semestral que iba en progreso se ajustó con el empleo del correo y logramos terminar el semestre sin novedad.

Mi encuentro con la tecnología no fue suave. El trancazo lo sentí cuando enfrenté el hecho de que reiniciaríamos clases y que ¡todo sería en línea! Era tal mi incertidumbre que me paralicé. Tomé los cursos ofrecidos, los cuales me brindaron cierta seguridad para enfrentar lo que venía. Sin saber bien qué plataforma emplearía para las clases, recurrí a mi hija, que ya tenía experiencia en eso.

Muy decidida, pues, inicié el montaje de mi aula, con cursos y todo. Hubo un momento en que dudé si podía plasmar en un curso en línea eso que di por tantos años en un aula presencial. Cada intento era un regreso al inicio, como si me hubiera metido en un laberinto del que no podía salir. Un día mi hija me vio tan bloqueada que me dijo:

—Ma, ya no le des vueltas y siéntate a armar tu curso. Me preocupa que no avanzas. Deja de procrastinar, yo te ayudo.

Con toda la paciencia del mundo, se sentó junto a mí y me fue guiando para armar la dichosa aula. Poco a poco fui avanzando e introduciendo los materiales para cada tema. Cada paso era un reto que intentaba resolver sola, pero siempre había un temor escondido y absurdo de que todo se borraría y tendría que volver a empezar. Así transcurrieron las semanas previas al inicio de los cursos, en las que pude apreciar el trabajo que mi hija y yo realizamos juntas durante la pandemia. Dos generaciones, madre e hija, compartiendo vivencias, saberes y experiencias.

Puedo decir que, en este intercambio de conocimientos, ella aprendió a usar la olla exprés y a hacer arroz, y yo a emplear las herramientas necesarias para transformar mi asignatura presencial en un aula virtual. Ella aprendió a perderle el miedo a que explotara la olla exprés, y yo a que lo hiciera la computadora.

Sigo en proceso de aprendizaje, pero si algo nuevo ocurre que requiere de mi experta en esa dichosa aula, sólo lanzo un grito de auxilio:

—¡Hijitaaaaa!



Recepción: 09/10/2020. Aprobación: 1/12/2020.

Vol. 22, núm. 1 enero-febrero 2021

Enseñanza y divulgación: tareas impostergables y complementarias durante la pandemia

Guillermo N. Murray-Tortarolo Cita

Resumen

Durante varios años he sido profesor en la unam y divulgador de la ciencia. La pandemia me ha enseñado que ambas cosas se parecen de manera profunda. En este texto cuento mi experiencia y mis sentires sobre la enseñanza, la ciencia y la divulgación en tiempos virtuales.
Palabras clave: divulgación, enseñanza, clases virtuales, narrativa, pandemia.

Teaching and dissemination: urgent and complementary tasks during the pandemic

Abstract

I have been a professor at unam for several years, and also a science popularizer. The pandemic has taught me that both activities are highly similar. In this text I share my experience and my feelings about teaching, science and its dissemination, in these virtual times.
Keywords: science popularization, teaching, virtual courses, narrative, pandemic.




Dos de las cosas que más disfruto dentro de la actividad científica son la enseñanza y la divulgación de la ciencia, que curiosamente se parecen mucho. En ambas nos enfrentamos a un público desconocido al que queremos contarle una historia, con la diferencia de que en el aula nuestro público nos cuestiona de vuelta y nos pide explicarle las cosas desde muchas perspectivas diferentes. Las dos actividades requieren de pasión, dedicación y amor al arte, además de mucha paciencia y estudio del método. Pero, a pesar de todo, ambas las hago por gusto, por amor al arte y porque creo que forman parte de mi compromiso ante la sociedad como científico que soy.

La pandemia trajo consigo la necesidad de una educación virtual y sacudió nuestro mundo. En un principio, me agarró desprevenido, sin saber cómo enfrentarme a una nueva estructura después de años de dar las materias frente a un grupo y de ver las caras de mis alumnos, de conocerlos personal y profesionalmente, de verlos crecer y aprender cada día. ¿Cómo podía seguir enseñando estadística y climatología desde la computadora? ¿Cómo podía enseñar materias naturalmente prácticas y extensas, de manera breve y clara? Estoy seguro de que muchos de los profesores —si no es que todos— se enfrentaron a preguntas similares.

Es aquí donde regresé al principio básico de la divulgación, de la enseñanza y de la ciencia misma: al final estamos compartiendo una historia. Para mí, la clave para las clases virtuales ha sido recordar cómo se cuenta una historia. Tratar de enfocar cada sesión en un único tema, narrado de forma clara y sucinta. También me ha servido recordar que la enseñanza no se trata de vaciar conocimiento en mentes vacías, sino de un diálogo entre diferentes formas de entendimiento del mundo. De esta manera, ha sido fundamental para mí dejar un tiempo extenso en cada sesión para resolver dudas, platicar con los alumnos y escuchar sus voces individuales.

Al final no puedo decir que me encanten las clases virtuales, sigo extrañando la interacción humana y el trato directo con los alumnos. Pero sí puedo decir que he encontrado una manera para seguir enseñando de la forma en que me gusta —con el plus de poder hacerlo en pijama—, y que mis alumnos me siguen sorprendiendo todos los días, aunque no pueda ver directamente sus caras.



Recepción: 12/10/2020. Aprobación: 1/12/2020.

Vol. 22, núm. 1 enero-febrero 2021

Experiencias de la enseñanza en época de pandemia: la respuesta de los estudiantes

Laura Consuelo Flores González Cita

Resumen

En un inicio, la noticia sobre la pandemia generó entre los alumnos felicidad porque no tendrían que ir a la escuela, pero con el paso de los meses esa felicidad cambio por ansiedad y por un anhelo por regresar a un salón de clases.
Palabras clave: pandemia, enseñanza, aprendizaje, regreso a clases, experiencia.

Teaching experiences in times of pandemic: the students’ response

Abstract

At first, the news about the pandemic generated happiness among the students, because they would not have to go to school, but as the months went by, that happiness changed due to anxiety and a desire to return to a classroom.
Keywords: pandemic, teaching, learning, return to school, experience.




El viernes 13 de marzo del 2020 transcurrió normal, mis estudiantes de bachillerato no sabían que sería su último día de clases presenciales, su último día siendo un grupo. Ellos no sabían que ya no tendrían clases en su salón y que ya no estarían con sus profesores mientras explicaban la lección del día.

Fue fatídico. 16 de marzo, “estamos en cuarentena”, dicen las autoridades. Todo se paralizó por los altos contagios del coronavirus y las noticias sobre lo que pasaba en China y en España estaban a la orden del día.

Mis alumnos me preguntaban por correo y por redes sociales que si era verdad que no tendríamos clases y mi respuesta siempre fue la misma “por el momento NO y NO salgan de sus casas”. Esa respuesta les causaba una felicidad impresionante: “¡No tendremos clases!”, pensaban ellos, “¡qué divertido!” Bueno, no era tan divertido porque no podían salir debido a que todo lo que no fuera esencial estaba cerrado. “Pero qué importa, ¡no tendremos clases, qué chingón!”, era lo que leía en las publicaciones de mis alumnos.

Mientras, las escuelas y los docentes no tardamos en enfrentarnos al gran reto: ¡las clases en línea! y por Google Classroom… No miento, fue cansado preparar el material, adecuar las planeaciones, hacer las aulas virtuales para cada materia y lograr avisarles a todos los alumnos que ya tendrían clases en línea. Pero aun así nadie se imaginaba todo lo que viviríamos…

Empezaron las videollamadas por Zoom y con ello otro conflicto, permitir a los alumnos entrar a la intimidad del hogar del docente y viceversa. Allí fue donde las diferencias y las carencias se hicieron notables. No todos los alumnos tienen una computadora o un smartphone con conexión a internet, no todos viven la pandemia de la misma forma. Pasaron las semanas y los meses y cada día los alumnos estaban más estresados por tantas tareas que entregar —y los profesores por tantas tareas que revisar—.

Y aquí es donde los mensajes de mis alumnos cambiaron: “¿Maestra, cuando regresamos a la escuela? Es que en mi casa tengo hermanos que también tienen que hacer y entregar tareas y sólo tenemos una computadora en casa”, “¿Cuándo regresamos?”, “¡Maestra, ya la extraño!”, “¿Maestra, cuando regresamos a la escuela?” Y mi respuesta siempre es la misma: no lo sé.



Recepción: 12/10/2020. Aprobación: 1/12/2020.

Vol. 22, núm. 1 enero-febrero 2021

La Cátedra Digital: un modelo hiflex para la contingencia sanitaria

María del Carmen González Videgaray y Rubén Romero Ruiz Cita

Resumen

Se presenta el modelo educativo híbrido flexible (hiflex) llamado “La Cátedra Digital”, desarrollado como opción para la educación en línea durante la contingencia. Se describe su estructura y su uso para beneficio de los docentes y alumnos, además de dar cuenta de la experiencia de su aplicación.
Palabras clave: modelo educativo, educación en línea, educación híbrida, plataforma educativa, video corto.

La Cátedra Digital: a hiflex model for the sanitary emergency

Abstract

We present “La Cátedra Digital”, a flexible, hybrid (hiflex) educational model, that was developed as an alternative for online education during the pandemic contingency. For the benefit of teachers and students, we describe its structure and use, and we will comment on the experience of its application.
Keywords: educational model, online education, hybrid education, educational platform, short video.




La contingencia sanitaria nos colocó, de un día para otro, dentro de una película de ciencia ficción con tintes de terror gótico. Ahora sólo podemos vernos —o escribirnos— a través del cristal de la tecnología. Así, fuimos llamados a impartir clases en la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), a partir de marzo de 2020, literalmente de un día para otro.

Comenzamos con el bonito y práctico modelo hcp (Hágale Como Pueda), que de alguna manera nos permitió franquear el momento. Después vino un espacio intersemestral para hacer algo inédito: concebir cómo dar clases en esta nueva normalidad. Eso fue nuevo. Un período de reflexión sobre la forma más eficaz de usar la parafernalia tecnológica que se había desplegado a nuestro alrededor, para lograr la meta fundamental: un aprendizaje significativo en los estudiantes.

La abundancia de opciones es rica, pero, hasta cierto punto, agobiante. ¿Por dónde comenzar? Hicimos una clasificación rápida: ambientes virtuales de aprendizaje (ava), plataformas de videoconferencia, recursos, actividades, redes sociales. ¿Qué nos convenía elegir? ¿Qué mezcla y con qué dosificación sería la mejor? Buenas preguntas.

Por otra parte, el futuro es incierto. ¿Hasta cuándo durará la contingencia? Si hacemos recursos y actividades en línea, ¿servirán también para la actividad híbrida o presencial?

Decidimos poner manos a la obra y diseñar un modelo para la educación a distancia de emergencia: La Cátedra Digital. Unimos estas dos palabras en una especie de oxímoron que reflejara las tensiones que vivimos y que además sonara atractivo. De los griegos a la covid-19.

La Cátedra Digital.

La Cátedra Digital se resume en la figura 1. Sus cimientos, la base, se constituye por dos elementos: primero, el ava; segundo, la plataforma de videoconferencias. Como ambiente virtual de aprendizaje elegimos Moodle, por su robustez, flexibilidad y gratuidad. Y, bueno, porque lo hemos usado desde 2005. Como plataforma de videoconferencias nos decidimos por Zoom, que es ya muy conocido por todos.

El punto es que el ambiente virtual actúa como estructura base para todo lo demás. En él se asientan las videoconferencias, los recursos y las actividades. Como las clases normalmente son de dos horas, se imparte media hora en Zoom (para tener contacto personal), una hora dedicada a los recursos, que son básicamente videos cortos junto con las actividades, y media hora para regresar a dudas y comentarios.



Recepción: 16/10/2020. Aprobación: 1/12/2020.

Vol. 22, núm. 1 enero-febrero 2021

Aprendizaje vertical

Patricia M. Valdespino Castillo Cita

Resumen

En los eventos de enseñanza y aprendizaje de nuestra vida, hay personajes que juegan papeles clave. Maestros, tutores, familiares, novelas, canciones, columnas periodísticas, a menudo nos ayudan a entender las cuestiones que rondan nuestra cabeza. Pero con frecuencia los rechazamos porque son mensajes o actitudes de gente mayor y el desfase generacional no nos deja entenderlos bien.

Los tiempos de la covid-19 nos tienen encerrados en casa y nos alertan que justamente “los viejos” son un grupo vulnerable. Además, se nos ha pedido que cuidemos a los abuelos.

Si tenemos la suerte de contar con una conexión de internet, aparentemente podemos aprender de todo lo que queramos con un clic. Esto podría llevarnos a explorar solamente lo que nos parece atractivo, fácil y cómodo. Con este testimonio, invito a reflexionar sobre el papel de los viejos en el aprendizaje de generaciones enteras. Intento llamar a la apertura hacia voces diversas y a entender que todos jugamos un papel para caminar hacia una sociedad más madura.
Palabras clave: aprender en casa, aprendizaje transgeneracional, riqueza cultural.

Vertical learning

Abstract

In the teaching and learning events of our life, there are characters who play key roles. Teachers, mentors, relatives, novels, songs, newspaper columns, often help us understand the questions in our heads. However, we often reject them because they are messages or attitudes from older people and the generation gap does not allow us to understand them well.

The times of covid-19 have us locked up at home. They alert us that precisely “elderly people” are a vulnerable group. Also, we have been asked to take care of grandparents.

If we are lucky enough to have an internet connection, it seems that we can learn anything we want with just one click. This could lead us to explore only what we find attractive, easy and comfortable. With this testimony, I invite you to acknowledge on the role of the elderly in the learning of entire generations. I call for openness towards diverse voices and for the understanding that we all play a role in moving towards a more mature society.
Keywords: learning from home, transgenerational learning, cultural richness.




Que si me quedo en casa, que si atiendo mis clases, que si puedo cocinarme pollo. Mil kilómetros de distancia y mis padres quieren enseñarme todo.

No ven que ya no es como antes, hoy el aprendizaje es horizontal, en tiempo real. Puedes aprender de todo con un clic: algo superficial, profundo, en video, escrito, interactivo…, como tú quieras.

En otra época los familiares eran los maestros y entre más viejos, más maestros. Bueno, creo que ya ni es correcto llamarles viejos. Tercera edad, adultos mayores…, sí, ¡así está mejor!

Ahora los viejos son personajes para las estadísticas. Son vulnerables, provocadores, obstinados, malhablados, lentos, malhumorados o extraoptimistas. Hay viejos que callan, viejos que nunca lo hacen. Además, ahora hay más tipos de viejos, los de la tercera, los de la cuarta edad.

Vocecitas irritantes, opinando de internet, de la desigualdad, del amor, de las mujeres. Esos que a veces mezclan una anécdota de la historia de los pueblos para decirte algo del pañal del bebé. O que de repente se quedan callados y se vacían de lágrimas así sin más. O que sueltan cualquier chiste verde sin miramientos.

Hoy, después del enésimo noticiario del día sobre la covid, algo se me heló por dentro. No sé si será el sentimentalismo que trajo el encierro. O el vacío de lo “urgente” de cada día. Y extrañé las palabras de los viejos.

Tuve de repente nostalgia y hambre de viejos maestros, algunos que recientemente se han ido. De hecho, toda esta situación es tan confusa que me gustaría consultarlos. Probablemente saldrían con textos recontrarebuscados y excéntricos, pero igual me gustaría tenerlos cerca. Creo que me trae paz y me conforta saber que alguien está pensando.

Claro que me faltan Monsiváis, José Emilio, Marcelino, Leonard Cohen, tantos… Muchos que me dejaban con esa sensación de no estar entendiendo la película completa. Me faltan Gelman, Galeano, tan incansables como irrepetibles. Sampedro, que era como el abuelo que me guiaba por la eternidad. Gabo se ha ido también, con sus maravillas arrancadas de la tierra. Mundstock, Aute, Quino… Los tiempos de la covid se llevaron artistas con venas por las que circuló amor, miedo, hambre, pasión. Si se llevara a alguno más, sería insoportable.

Me pregunto si ha cambiado la forma de pensar.

Extraño más a mis queridos viejos, que parece que me preguntan: ¿qué pensaría yo en su lugar?



Recepción: 17/10/2020. Aprobación: 1/12/2020.

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Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079