Vol. 26, núm. 2 marzo-abril
Revista Digital Universitaria, un proyecto visionario que se adelantó a su tiempo: Víctor Guerra Ortiz
Adrián Estrada Corona Cita*Nota editorial
Esta entrevista fue publicada originalmente en el volumen 11, número 12, del 1 de diciembre de 2010, en la Revista Digital Universitaria, pero debido a que su versión original ya no está disponible en línea, la recuperamos y volvemos a publicarlo en el marco de los 25 años de la revista. El texto se presenta sin modificaciones de contenido, respetando la versión original.
Resumen
La Revista Digital Universitaria (rdu) de la unam fue un proyecto visionario que transformó la manera de difundir el conocimiento en la era digital. En una época donde dominaban las publicaciones académicas en papel, la
rdu surgió como una apuesta innovadora para compartir la producción científica y cultural de la universidad con el mundo. Bajo la dirección del Dr. Víctor Guerra Ortiz, esta iniciativa rompió paradigmas al adoptar un modelo de publicación arbitrado por pares, garantizando calidad y credibilidad en un formato completamente digital.
¿Cómo fue posible crear una revista de alto nivel en un entorno donde las publicaciones impresas eran la norma? ¿Qué desafíos enfrentó la unam al impulsar esta transformación? En esta entrevista, que recuperamos del año 2010 (en este 2025 la
rdu cumple 25 años), el Dr. Guerra Ortiz nos sumerge en la historia de esta publicación, revelando anécdotas, retos y el impacto de una idea que, con el tiempo, demostró ser un paso imprescindible hacia el futuro de la comunicación del conocimiento.
Palabras clave:
divulgación, difusión, publicación digital, inovación, internet.
Revista Digital Universitaria, a visionary project that was ahead of its time: Víctor Guerra Ortiz
Abstract
Revista Digital Universitaria (rdu) of unam was a visionary project that transformed the way knowledge is disseminated in the digital age. At a time when printed academic publications dominated, the rdu emerged as an innovative initiative to share the university’s scientific and cultural output with the world. Under the direction of Dr. Víctor Guerra Ortiz, this initiative broke paradigms by adopting a peer-reviewed publishing model, ensuring quality and credibility in a fully digital format.
How was it possible to create a high-level journal in an environment where print publications were the norm? What challenges did unam face in driving this transformation? In this interview, recovered from 2010 (as the rdu celebrates its 25th anniversary in 2025), Dr. Guerra Ortiz takes us through the history of this publication, revealing anecdotes, challenges, and the impact of an idea that, over time, proved to be an essential step toward the future of knowledge communication.
Keywords:
popular science, dissemination, digital publishing, innovation, internet.
Con motivo del décimo aniversario de la Revista Digital Universitaria , acudimos en busca de su fundador, el Dr. Víctor Guerra Ortiz, para compartir con él el ejemplar con que estamos festejando una década de difundir el quehacer universitario en línea. Además de transmitirle nuestra satisfacción por el honor de acompañar a la rdu en su cumpleaños número diez, le hemos pedido que se introduzca en sus recuerdos para que nos cuente cómo nació la rdu al iniciar también el siglo xxi.
Revista Digital Universitaria: A finales de los noventa, ¿cuál era el escenario alrededor de las tecnologías de la información y la comunicación que permitió pensar en la creación de la Revista Digital Universitaria?
Dr. Víctor Guerra Ortiz: Situémonos a finales de los ochenta. A finales de esa década el doctor Sarukhán inició un programa de academización de la vida universitaria. Y academización quiere decir que cualquier decisión tomada iba siempre a estar organizada en torno a una mejor vida académica de la unam. ¿Qué quiere decir académica? Pues atender mejor a nuestros estudiantes; que salgan mejor preparados; desarrollar mejor investigación, y comunicar la cultura lo mejor posible.
En ese esfuerzo de academización la Universidad decidió que la comunicación de hoy, entendida como Internet, era un elemento estratégico para integrar a nuestra comunidad universitaria. Internet en todos sus aspectos: como un espacio para recibir información, para consultar información y también para publicar información. A veces alguien comentaba: “bueno, esto de Internet es nada más traer información del mundo exterior aquí”. ¿Y lo nuestro qué?
En ese de lo nuestro qué, nunca quisimos descuidar todos los aspectos, tanto la llegada, como la generación y la salida de la información. Y la creación de una revista universitaria formal, en todo el sentido de la palabra, era un proyecto que se tenía que hacer, ineludible. Era una respuesta a cómo podemos hacer que el mundo conozca nuestros investigadores, conozca nuestras investigaciones: cómo podemos hacernos famosos, en palabras más sencillas.
Esa comunicación al exterior tenía que hacerse de una manera seria. Por eso quiero decir que los artículos por publicar tenían que estar revisados por pares, como si fuera una revista científica de las tradicionales. Entonces ese era el contexto. Era un contexto en el que la Universidad apostó a invertir en cómputo y comunicaciones, y lo hizo tanto para conocer el mundo exterior, como para que el mundo exterior conociera a la Universidad. Los dos elementos con la misma fuerza y la Revista era un elemento importantísimo en esa estrategia.
RDU: ¿Editorialmente, en relación a los recursos, cómo eran las condiciones en ese entonces para arrancar la rdu?
VGO: Realistamente, era un proyecto visionario. Era un proyecto que se adelantó a su tiempo. Había que hacer una labor de acercamiento y dar a conocer al mundo académico de la Universidad la importancia de participar en el proyecto, porque la riqueza de la revista iba a darse únicamente con la participación decidida de los mejores académicos de la Universidad. Nuestro argumento es:
Fue muy bien recibida por muchos de los mejores investigadores de la Universidad, quienes decidieron participar como réferis de las investigaciones y las publicaciones que en la rdu se iban a brindar.
RDU: ¿Cuáles eran los retos de la rdu en cuanto a la generación de contenidos?
VGO: Publicar en las revistas tradicionales requiere un esfuerzo importante, además de realizar la investigación que se va a publicar. Este esfuerzo radica en el sentido de que generalmente están saturadas de trabajos y hay que esperar muchos meses, incluso años, para que un artículo sea publicado. Además, hay que pagar por aparecer en esas revistas. Entonces, el que la Universidad o México tuvieran una revista arbitrada de alto nivel científico, era una salida para muchísimos investigadores que quisieran aprovechar esta oportunidad. Hay casos interesantes, simpáticos: un investigador del área de las geociencias publicó un artículo en la rdu. A los dos meses de la publicación vino a pedir que retiráramos su artículo. No sé que es retirar el artículo de algo ya publicado, pero, bueno, nos explicó que sus comisiones dictaminadoras lo iban a castigar por no haber publicado en papel y por haberlo hecho acá. En eso estábamos, cuando regresó otra vez a platicar con nosotros para decirnos:
Entonces, cuento esta anécdota que muestra cómo en ese entonces se tenía que trabajar mucho para explicar la valía del proyecto. Los tiempos nos han demostrado que la Universidad tenía razón y que este es un momento muy importante que ninguna institución, que se precie de tener los rangos de la Universidad, puede prescindir.
RDU: ¿Qué otro significado tuvo para la unam la aparición de la rdu, además del editorial?
VGO: Bueno, pues era una cuenta pendiente de la Universidad con el mundo científico. Resultaría incongruente que una de las mejores universidades del mundo no tenga una de las mejores revistas arbitradas. Yo prefiero decir que la Universidad es buena y que lo que nos faltaba era una revista, y no al contrario. Ese fue el significado.
RDU: En el mundo de las publicaciones, ¿qué grado de aceptación percibe que tienen las revistas digitales ante las impresas?
VGO: He tenido la suerte de formar parte de cuerpos asesores de instituciones científicas de Estados Unidos, dedicados a la publicación de revistas científicas muy importantes. Hoy muchas de estas revistas se publican únicamente en formato digital. Llegaron a la conclusión de que al llegar las universidades a los noventa, las ventajas de publicar en forma digital en Internet por mucho excedían a sus desventajas. La publicación en papel resultaba ser ya un peso muerto para sus propósitos de difusión de la ciencia, a la mayor cantidad de personas posible y lo más rápido posible.
RDU: ¿Qué futuro tendrán las publicaciones digitales? ¿Llegarán a desplazar a las impresas?
VGO: Sí, por supuesto, siempre y cuando, cosa que está sucediendo, las revistas digitales tengan el mismo grado de revisión de lo que se publica en papel. Es como en un puesto de periódicos: puede haber cosas muy bien hechas de un gran escritor y puede haber muchas que no tengan ningún valor literario. Todo depende de los cuerpos de profesionales y de los académicos que hagan el arbitraje de las publicaciones. Se van a diferenciar muy claramente las bien arbitradas de las mal arbitradas.
RDU: ¿Qué opinión le merece a usted el cumpleaños número diez de la rdu?
VGO: Evidentemente me siento orgulloso de haber participado, porque no fui el único. Fueron muchísimos universitarios, entre ellos los investigadores de primer nivel, quienes dedicaron tiempo a participar en este proyecto. Pero también me siento muy orgulloso por todas las personas que siguieron manteniendo la revista, dándole continuidad para que hoy lleguemos a los diez años. Probablemente es más importante la labor que ellos hicieron, de mantenerla, que simplemente haberla hecho nacer.
RDU: ¿Tiene usted algo más que decirle a la comunidad universitaria, en relación con el ambiente de la publicación digital y la difusión del conocimiento?
VGO: Bueno, la unam fue precursora de Internet en Latinoamérica y en muchos lugares del mundo. Fue de las primeras instituciones, fuera de Estados Unidos, que empezaron a desarrollar y dar el servicio de Internet de manera generalizada en México, a promover su utilización. Hoy vemos con esta celebración de diez años, que las autoridades universitarias no solamente tuvieron la idea de desarrollar este proyecto, sino que también tuvieron la entereza y la seriedad de mantenerla a lo largo de los años. Ojalá que la Universidad siga ocupando los primeros lugares en este país en cuanto a desarrollo académico, científico y cultural.