Introducción
Las tecnologías digitales permiten integrar texto, imágenes, audio y video en los mensajes que utilizamos para informarnos, comunicarnos y aprender. ¿Cómo incide esta combinación de medios en la forma en que percibimos la información y generamos un significado a partir de ella? ¿Facilita la comprensión del mensaje? ¿Y el aprendizaje?A partir de la investigación de diversos psicólogos cognitivos sobre la percepción y la memoria, Richard Mayer propuso una teoría para explicar cómo nuestro cerebro procesa contenidos multimedia y aprende de ellos. Fue concebida con la intención expresa de ayudar a profesores y diseñadores instruccionales a crear materiales educativos que favorezcan el aprendizaje.
En la actualidad, conocer la Teoría del Aprendizaje Multimedia de Mayer no sólo resulta útil para quienes trabajamos en el sector educativo. Todos nosotros consultamos y elaboramos recursos multimedia —como presentaciones digitales, infografías, gifs, videos y memes— para nuestras comunicaciones cotidianas en el ámbito escolar, profesional y personal. Conocer cómo funciona nuestro cerebro nos ayudará a diseñar mejor nuestros materiales multimedia.
Principio |
¿Qué propone? |
¿Por qué facilita el aprendizaje? |
Coherencia |
Eliminar cualquier información superflua del mensaje (incluidos elementos de formato como dibujos, marcos, viñetas) |
Para evitar el uso innecesario de los recursos de la memoria de trabajo |
Señalamiento |
Señalar los elementos importantes del mensaje |
Para facilitar que sean identificados y transferidos a la memoria de trabajo |
Contigüidad |
Colocar elementos relacionados cerca unos de otro |
Para evitar que la memoria de trabajo tenga que invertir recursos en identificar esas relaciones |
Segmentación |
Dividir la información en bloques |
Para que los contenidos puedan ser procesados en la memoria de trabajo |
Pre-entrenamiento |
Introducir los términos nuevos así como cualquier información necesaria |
Para que esta información pueda ser aprendida y no tenga que ser procesada también en la memoria de trabajo |
Modalidad |
Presentar las palabras de manera hablada |
Para aprovechar los dos canales de la memoria sensorial y de trabajo |
Multimedia |
Presentar palabras e imágenes, y no sólo palabras |
|
Personalización |
Utilizar un lenguaje conversacional |
Para evitar el uso innecesario de recursos de la memoria de trabajo que implica comprender términos complejos |
Fuente: adaptación de Mayer, R. (2010).
En estas investigaciones, Mayer y sus colegas compararon en qué medida la aplicación de un principio incidió en la capacidad de las personas de aprender un procedimiento y aplicarlo en la solución de problemas. El efecto atribuido a cada principio es reportado como un número: entre mayor sea el número, mayor el efecto.
Para crear material multimedia efectivo, revisa el cuadro anterior e identifica los principios que han demostrado mayor efecto y la próxima vez que tengas que preparar una presentación o una infografía, aprovecha el conocimiento científico que ha generado esta teoría.
Si quieres saber más:
Lee un artículo que explica con mayor detalle la Teoría de Aprendizaje Multimedia y los principios que se desprenden de ésta, te recomendamos:Latapie Venegas, I. (2007). Acercamiento al aprendizaje multimedia. Investigación Universitaria Multidisciplinaria, 6(6) p. 7-14. Recuperado de: <http://mc142.uib.es:8080/rid=1LSRTKTS2-Z35XP7-1Y5/aprendizaje%20multimedia(mayers).pdf>.
Observa alguno de los videos en que Richard Mayer explica su teoría (sólo disponibles en inglés).
Green, T. (2014). Talking multimedia learning with Richard Mayer. Video disponible en: <https://www.youtube.com/watch?v=Q5eY9k3v4mE&t=14s>.
Harvard University (2014). Research based principles for multimedia learning. Video disponible en: <https://www.youtube.com/watch?v=AJ3wSf-ccXo&t=48s>.
Bibliografía
Orwell, George. 2017. The Collected Essays, Journalism, And Letters Of George Orwell, Vol. 4. Nueva York: Harcourt, Brace, Javanovich. p. 128.
Plath, Sylvia (2005). The Bell Jar. Nueva York: Harper Perennial Modern.
Tres libros con un mismo eje
Una de las formas en las que se expresa la enorme riqueza y diversidad cultural del país, son los mitos, leyendas y relatos de los diversos grupos indígenas que lo han habitado a lo largo de la historia. La memoria colectiva y las narraciones de cada comunidad son parte fundamental de su identidad, ya que además de generar un sentido de pertenencia, dan forma y sustento a sus prácticas. A pesar de las grandes diferencias entre cada uno de los pueblos indígenas, hay ciertos rasgos comunes compartidos en toda Mesoamérica, tanto en el pasado prehispánico, como en la actualidad. En esta colección buscamos divulgar algunas de esas historias compartidas, haciendo una sola narración en la que se integren las diversas versiones y dimensiones del mismo mito.La memoria colectiva y las narraciones de cada comunidad son parte fundamental de su identidad, ya que además de generar un sentido de pertenencia, dan forma y sustento a sus prácticas. | ||
En cada libro se da a conocer, a través de las narraciones míticas de algún animal en particular, lo que éste simbolizaba en la época prehispánica. | ||
Galería
Vol. 18, Núm.8 noviembre-diciembre 2017.
Un giphybook para B@UNAM en su X aniversario
Jackeline Bucio García CitaAmantes de la cultura del remix y seguidores de las oportunidades del mundo digital, presentamos este giphybook (o librogif) como parte de las celebraciones de los diez años del Bachillerato en línea (B@UNAM). Navegaremos a través de algunos hitos en la vida de este modelo educativo: el nacimiento de la idea, la incredulidad sobre la efectividad de la educación a distancia, la llegada a tierras lejanas, etcétera. Nuestra idea fue tramar un relato ad doc a partir de diversas creaciones GIF que generosos (e ingeniosos) internautas han donado al ciberespacio.
Esperamos que los lectores disfruten esta narración de bucles animados que engloban nuestra visión sobre nuevas formas de lectura, el aprendizaje en línea y la cultura de compartir y reutilizar recursos educativos abiertos.
Palabras clave: B@UNAM, remix, GIF, narrativa digital, aprendizaje en línea, lectura digital.
Vol. 18, Núm.8 noviembre-diciembre 2017.
Laudería. Arte y pasión
Entrevista a Gabriela Guadalajara
Gabriela Guadalajara
Cita
Mi nombre es Gabriela Guadalajara y me dedico a la laudería. Un laudero es un constructor de instrumentos musicales, aunque el término se aplica básicamente a constructores de instrumentos de cuerda frotada (familia del violín) y cuerda pulsada (familia de la guitarra).
Hay muchas formas de aprender, la preparación académica es una de ellas, pero aun habiendo estudiado la carrera, es necesario trabajar en un taller en donde haya mucho movimiento, es decir, muchos instrumentos para ser reparados o construidos y en donde haya constantemente problemas para resolver. También es muy importante trabajar directamente con los músicos.
Foto: Gabriela Guadalajara.
Foto: Gabriela Guadalajara.
El trabajo de los lauderos (aunque es algo muy creativo), igual que la arquitectura, tiene que cumplir con una función práctica, los instrumentos no sólo tienen que sonar bien, sino que deben que ser fáciles de tocar y ser herramientas para que alguien cree música. También se puede aprender sólo trabajando en un taller (o varios) como se hacía anteriormente, los aprendices empezaban desde muy jóvenes adquiriendo experiencia a lo largo de los años hasta convertirse en maestros.
Durante el siglo XIX la familia del violín experimentó cambios significativos, con ello la música comenzó a requerir más volumen y un estilo muy diferente y las orquestas empezaron a ser más grandes. Así es como surgió el violín al que hoy en día llamamos moderno, con el que trabajan la mayoría de lauderos. La gran mayoría de los instrumentos famosos (italianos y de otros países) no eran exactamente como los conocemos hoy; a lo largo de la historia sufrieron transformaciones fundamentales; por ejemplo, les cambiaron los mangos que eran más gruesos y con una forma un poco diferente, los diapasones eran más cortos y no eran casi nunca de ébano sólido, eran de otras maderas y tenían solo una chapa de ébano u otra madera dura; el diseño del puente era diferente, no se usaba barbada ni en el violín ni en la viola y los chelos no tenían espiga para apoyan en el suelo, sólo un botón para sostener el cordal. Las cuerdas también eran diferentes, estaban fabricadas con tripas (de borrego o vaca) y algunas incluso estaban cubiertas de metal. Cabe mencionar que éstas cuerdas se siguieron usando hasta mediados del siglo XX. Es muy importante mencionar también que los arcos y la técnica para tocar eran diferentes.
Foto: Gabriela Guadalajara.
Desde las décadas de 1970 y 1980 existe un gran interés (que crece continuamente), por hacer música respetando y siguiendo el estilo barroco lo mejor posible. Lo que yo hago es construir instrumentos en estilo barroco, es decir, los hago como los hacían (o lo más parecido posible) en el siglo XVII y XVIII. No podemos saber exactamente como sonaban, pero tenemos muchas referencias para imaginarlo y existen muchos ejemplos de instrumentos en su estado original. Otra cosa que hago es “reconvertir” al estilo barroco instrumentos originales de la época que fueron “modernizados” en algún momento en el siglo XIX.
También fabrico y trabajo con violas da gamba, instrumentos de la familia de la cuerda frotada pero un poco diferentes. Hay muchos tamaños y se tocan todas apoyadas en las piernas (como el chelo), tienen 6 o 7 cuerdas, no tienen espiga y la mayoría tienen fondos planos y no con bóveda como en la familia del violín. Estos instrumentos fueron muy populares durante el renacimiento y barroco y hay muchísima música escrita para estos instrumentos que en los últimos años se ha rescatado y reinterpretado.
Crecí en un hogar en donde siempre hubo música y en donde también dibujábamos, pintábamos y hacíamos cosas con las manos. Mi mamá y mi hermano son artistas (de diferente forma), mi otro hermano era músico y mi papá es un amante de la música y músico aficionado. Desde niña fui a todo tipo de conciertos y supe de la existencia de los lauderos por mi papá.
En la adolescencia empecé a tocar chelo y lo hice intermitentemente durante mucho tiempo hasta que entendí que el hecho de que me guste la música no necesariamente me obliga a tocarla; hay otras formas de trabajar para que siga viva, soy muy buen público y tengo pasión por lo que hago, pero no tenía pasión por tocar. Después de muchas vueltas descubrí que existía una carrera de laudería y ahí me quedé. Estudié en la Escuela de Laudería del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en Querétaro, México. Siempre me interesó la música del periodo barroco y empecé a aprender más sobre los instrumentos de esa época. Por fortuna el fundador y director de la escuela en ese entonces, el maestro Luthfi Becker, había dedicado gran parte de su vida profesional en Francia a las violas da gamba y al barroco, lo cual me abrió una puerta más para aprender. En mi último año de la carrera, gracias al maestro Becker, tuve la oportunidad de venir como aprendiz a Nueva York, después de un tiempo en un taller en donde sólo se trabajaba en estilo “moderno”, llegué al taller de Bill y Phil Monical, especializado en barroco; estuve ahí como aprendiz hasta que me ofrecieron trabajo, y me quedé ahí casi una década; para mí fue el mejor lugar para desarrollar todo lo que me interesaba.
Foto: Gabriela Guadalajara.
A finales del 2007 abrí mi taller en donde, además del trabajo que ya mencioné, doy mantenimiento a los instrumentos de la Sociedad de Violas da Gamba de Nueva York y a los instrumentos barrocos de algunas escuelas y universidades como la New York University, Juilliard y Princeton. Ocasionalmente también me llaman del museo Metropolitan para dar mantenimiento o revisar instrumentos antes de algunos conciertos. Ésta es una profesión apasionante, pero yo le diría a quien esté interesado en ser laudero, que tiene que considerar que éste trabajo no sólo requiere de una paciencia enorme para la actividad diaria sino también mucha paciencia para ver resultados. En lo profesional es un trabajo que da muchas satisfacciones, pero van a pasar muchos años para empezar a verlas.
Foto: Gabriela Guadalajara.
Foto: Gabriela Guadalajara.
También les diría que el campo de trabajo incluye muchas otras actividades interesantes además de la construcción de instrumentos nuevos, como por ejemplo la restauración, investigación histórica, identificación de instrumentos y avalúos, docencia, reparación, conservación en museos, estudio de acústica y biología de la madera, etcétera y que se pueden combinar.