María del Pilar Valencia Saravia pilar_valencia@cuaed.unam.mx
Es matemática egresada de la Facultad de Ciencias de la UNAM, donde estudió el bachillerato, licenciatura, maestría y doctorado. Tiene dos hijas hermosas: Adriana y Alicia. Ha realizado labores de investigación, divulgación y docencia, que es lo que más le gusta hacer. Tiene más de 20 años siendo profesora —en la UNAM, UAM, ITAM, Ibero y TESE— y prefiere trabajar con los estudiantes de primer ingreso. También ha participado en la elaboración de contenidos y planes de estudio. Su área de especialidad es la Teoría de gráficas y las Matemáticas discretas en general. Es instructora externa registrada en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y ha impartido cursos a empresas, es decir a sus empleados, para el desarrollo de habilidades matemáticas para el trabajo. Actualmente es coordinadora del área de Ciencias y Matemáticas de B@UNAM, donde se divierte —y también trabaja— muchísimo.
Valencia Saravia, María del Pilar (2017). 1:28 minutos para solucionar las cuitas de un asesor novel. En Revista Digital Universitaria (RDU), vol. 18, núm. 8, noviembre-diciembre. DOI: http://doi.org/10.22201/codeic.16076079e.2017.v18n8.a4
El modelo académico de B@UNAM requiere de sus asesores no solamente un alto nivel de preparación académica sino también de su conocimiento y manejo de recursos tecnológicos, disposición para aprender y un profundo compromiso con nuestros estudiantes. Se espera de ellos que contribuyan para que el estudiante aprenda de forma efectiva, motivada y placentera, que colaboren con tutores y coordinadores a minimizar la deserción y que detecten y atiendan, de forma diferenciada, a estudiantes en riesgo, a quienes llevan el avance propuesto y a aquellos que presenten características sobresalientes. Este breve video ilustra algunos puntos clave de la formación que implica un esfuerzo de 120 horas por parte del candidato a asesor.
Trabajo dedicado, con mucho cariño, a todos los superasesores de B@UNAM.
Palabras clave: bachillerato a distancia, B@UNAM, asesor en línea, TIC, educación en línea, docencia.
Ana Lía Herrera Lasso y Mantilla ana_herrera@cuaed.unam.mx
Es Licenciada en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Maestra en Historia por El Colegio de México y doctoranda del programa de doctorado de El Colegio de México. Su tema principal de estudio son las relaciones entre la Iglesia y el Estado en México durante la primera mitad del siglo XX. En los últimos años se ha dedicado a la educación en línea como asesora y responsable de contenidos académicos del área de Ciencias sociales en el Bachillerato a Distancia de la UNAM. En 2015 se incorporó al equipo de B@UNAM como Coordinadora del área de Ciencias sociales y Humanidades, desde agosto de 2016 es Coordinadora de Aprendizaje. Ha participado en diversos encuentros sobre educación a distancia, tanto en el país como en el extranjero, enfatizando las estrategias de aprendizaje a distancia en el área de las Ciencias sociales. Ha publicado en la Revista Mexicana de Educación a Distancia sobre los mismos temas.
Gustavo Álvarez Sánchez
Licenciado, Maestro y Doctor en Filosofía por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Autor de dos libros filosóficos, así como de artículos publicados en revistas especializadas en filosofía. Ponente en coloquios y congresos nacionales e internacionales. Cuenta con una residencia de investigación doctoral en la Universidad Complutense de Madrid, España. Ha sido asesor de B@UNAM desde 2011 en el área de Humanidades y ha participado en el desarrollo de materiales para diversos proyectos dentro del Bachillerato.
Águeda Venegas de la Torre
Doctora en Historia por el Instituto Mora. Sus líneas de investigación se centran en procesos electorales, la formación de espacios políticos, la construcción de la ciudadanía, el papel de las instituciones en la formación del Estado mexicano, el ejercicio del gobierno y la administración de justicia en el siglo XIX. Ha realizado diversas publicaciones y ha participado en congresos nacionales e internacionales. Actualmente es docente-investigadora en la Universidad Autónoma del Estado del Hidalgo y es miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI), nivel I. Ha colaborado con B@UNAM como asesora del área de Ciencias sociales desde 1911, y ha participado en diversos proyectos del Bachillerato revisando y creando contenidos.
Lasso y Mantilla, Ana Lía Herrera, Álvarez Sánchez, Gustavo y Venegas de la Torre, Águeda (2017). Cursos de formación docente: un diseño a seis manos vía hangouts. Revista Digital Universitaria (RDU). Vol. 18, núm. 8, noviembre-diciembre. DOI: http://doi.org/10.22201/codeic.16076079e.2017.v18n8.a5
La formación docente y continua de los asesores de B@UNAM es una de las actividades fundamentales de nuestro Bachillerato. Los materiales en línea de las asignaturas se actualizan por lo menos cada seis meses, por ello es necesario que también nuestros asesores estén actualizados en su disciplina. Los cursos de formación tienen como objetivo acercar a los docentes a investigaciones y propuestas científicas y académicas vigentes, producto del trabajo de especialistas en cada área. Los expertos desarrolladores de estos cursos son especialistas en la materia, con sólidas trayectorias académicas, además de ser asesores de B@UNAM. El trabajo colaborativo entre todo el equipo es fundamental para que el resultado sea positivo.
En este video se verá el proceso de generación de ideas para un curso de formación, y de manera intercalada, el producto final de dichas ideas.
Palabras clave: formación docente, B@UNAM, colaboración, hangouts, actualización.
Susana Sabath susana_sabath@cuaed.unam.mx
Es Química por la UNAM, Maestra en educación por la Universidad Iberoamericana (UIA), cuenta con una especialidad en docencia por UNAM. Actualmente es Coordinadora de operación y desarrollo del Bachillerato a Distancia (B@UNAM). Ha sido Directora Ejecutiva en la Escuela de Administración de la CDMX; Secretaria Académica del Colegio de Bachilleres; Directora de Planeación del Colegio de Bachilleres; Directora Académica del Instituto Técnico de Formación Policial de la Secretaría de seguridad Pública (SSP) de la CDMX; Subdirectora de Relaciones Internacionales en Es Química por la UNAM, Maestra en educación por la Universidad Iberoamericana (UIA), cuenta con una especialidad en docencia por UNAM. Actualmente es Coordinadora de operación y desarrollo del Bachillerato a Distancia (B@UNAM). Ha sido Directora Ejecutiva en la Escuela de Administración de la CDMX; Secretaria Académica del Colegio de Bachilleres; Directora de Planeación del Colegio de Bachilleres; Directora Académica del Instituto Técnico de Formación Policial de la Secretaría de seguridad Pública (SSP) de la CDMX; Subdirectora de Relaciones Internacionales en CONACYT; Jefe de departamento de Técnicas y Sistemas en la Subsecretaría de Educación Superior e Investigación Científica (SEP); docente, jefe de materia, jefe de sección y coordinadora del área de Ciencias Experimentales en el CCH-UNAM. Ha sido asesora en evaluación y diseño de planes de estudio, elaboración de programas y materiales didácticos.
CONACYT; Jefe de departamento de Técnicas y Sistemas en la Subsecretaría de Educación Superior e Investigación Científica (SEP); docente, jefe de materia, jefe de sección y coordinadora del área de Ciencias Experimentales en el CCH-UNAM. Ha sido asesora en evaluación y diseño de planes de estudio, elaboración de programas y materiales didácticos.
Es mamá de tres hijos y abuela de dos nietos. Además de trabajar, le encanta convivir con su familia, reunirse con los amigos, leer, ir al cine y viajar (cuando tiene tiempo).
Sabath, Susana (2017). Estudiantes y sus experiencias en B@UNAM. Revista Digital Universitaria (RDU), vol. 18, núm. 8, noviembre-diciembre. DOI: http://doi.org/10.22201/codeic.16076079e.2017.v18n8.a6
A través de videos y entrevistas, se da a conocer en un breve espacio el radio de acción del Bachillerato a Distancia B@UNAM. Este proyecto se aprobó en 2007, con el propósito de apoyar a migrantes hispanoparlantes residentes en el extranjero para continuar sus estudios. A lo largo de 10 años, se ha extendido a 34 países, 16 estados y 118 municipios de la República, dando oportunidad de cursarlo a deportistas de alto rendimiento, artistas, personas con capacidades diferentes, adolescentes, jóvenes y adultos, de áreas urbanas y rurales, quienes pueden ingresar al nivel superior y cuentan con herramientas para acceder a mejores empleos.
Palabras clave: bachillerato a distancia, B@UNAM, oportunidades, estudiantes.
Referencias para ampliar la perspectiva sobre estudiantes B@UNAM:
Jackeline Bucio García jackeline_bucio@cuaed.unam.mx
Doctora en Lingüística, UNAM.
La Dra. Jackeline Bucio García es licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM, maestra en estudios de Asia y África, con especialidad en el área de Japón por El Colegio de México, y doctora en Lingüística por la UNAM.
Ha trabajado en el área de Lengua y Literatura del Bachillerato a Distancia de la UNAM como asesora y desarrolladora de cursos, así como en la formación de profesores en el Diplomado de aplicaciones TIC para la enseñanza del programa H@bitat Puma de la DGTIC y en el Diplomado en Docencia para la educación a distancia de la CUAED. Ha participado en el diseño y tutoría de cursos masivos abiertos en línea (MOOC) de la UNAM en la plataforma Coursera. Actualmente sus intereses de investigación se centran en la ciberpragmática, la narración digital, la lectura en pantalla, así como la edición de Wikipedia en contextos educativos.
Amantes de la cultura del remix y seguidores de las oportunidades del mundo digital, presentamos este giphybook (o librogif) como parte de las celebraciones de los diez años del Bachillerato en línea (B@UNAM). Navegaremos a través de algunos hitos en la vida de este modelo educativo: el nacimiento de la idea, la incredulidad sobre la efectividad de la educación a distancia, la llegada a tierras lejanas, etcétera. Nuestra idea fue tramar un relato ad doc a partir de diversas creaciones GIF que generosos (e ingeniosos) internautas han donado al ciberespacio.
Esperamos que los lectores disfruten esta narración de bucles animados que engloban nuestra visión sobre nuevas formas de lectura, el aprendizaje en línea y la cultura de compartir y reutilizar recursos educativos abiertos.
Guadalupe Vadillo Bueno guadalupe.vadillo@gmail.com
Directora del Bachillerato a Distancia (B@UNAM), Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Psicóloga, con maestría en Educación del sobresaliente y Doctorado en Educación. Cuenta con entrenamientos en Terapia breve y junguiana. Fue Coordinadora de psicología, Asesora de vice-rectorías y Directora de educación continua en la Universidad de las Américas y por 12 años supervisó su Centro de idiomas. Ha sido asesora de 37 tesis de licenciatura, tres de maestría y tres doctorales. Asesora para la innovación educativa por seis años del Colegio Hebreo Tarbut. Durante un año, tuvo el cargo honorario de Directora ejecutiva del Espacio Común de Educación Superior a Distancia. Actualmente es Coordinadora de la Red de Bachilleratos Universitarios Públicos a Distancia.
Ha diseñado, asesorado, tutorado y coordinado diversos cursos y programas en línea. Es autora de dos de los primeros cursos abiertos masivos en línea (MOOC) en México, a través de UNAM-Coursera:
Ser más creativos con más de 340 mil estudiantes registrados y
Aprender, con más de 65 mil. Desde 2011 es docente en línea de la carrera de Psicología de la FES-Iztacala UNAM.
Francisco Cervantes Pérez francisco_cervantes@cuaed.unam.mx
Coordinador de Universidad Abierta y Educación a Distancia de la UNAM. Especialista en informática mexicano, especializado en educación a distancia y redes neuronales. Es presidente de la Academia Mexicana de Informática. Es Ingeniero Mecánico Electricista por la Facultad de Ingeniería de la UNAM con la especialidad en Sistemas Eléctricos y Electrónicos. Sus estudios de Maestría los realizó en la División de Estudios de Posgrado de la misma Facultad, en Electrónica Digital y Microprocesadores; cursó el doctorado en Ciencias de la Computación y de la Información en la Universidad de Massachusetts en Amherst, EUA. Es investigador nacional nivel II en el Sistema Nacional de Investigadores.
Vadillo Bueno, Guadalupe y Cervantes Pérez, Francisco (2017). Y tú… ¿qué piensas del aprendizaje en línea? Revista Digital Universitaria (RDU), 18(8), noviembre-diciembre. DOI: http://doi.org/10.22201/codeic.16076079e.2017.v18n8.a7.
Quienes han probado un buen programa de educación en línea, relacionan esta modalidad con ventajas asociadas a calidad, flexibilidad y formación en habilidades para el siglo XXI. Sin embargo, una parte de la población en general tiene dudas y recelos acerca de su efectividad y del tipo de experiencia de aprendizaje que significa. En este artículo presentamos una lista de pros y contras, frecuentemente expresados por uno y otro grupo, e ilustramos los aciertos y las soluciones que aporta un programa como el Bachillerato a Distancia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Palabras clave: educación a distancia, aprendizaje en línea, Internet, bachillerato, educación media superior.
Tan complejo como hablar de política…
Esto de aprender a través de Internet se ha vuelto, en muchos casos, como un asunto de religión o de política que divide las opiniones y genera grandes pasiones en uno u otro sentido. Para que cada quien se sienta cómodo, cada lector puede elegir la postura que mejor refleja su actitud respecto a estudiar en esta modalidad, en especial, un nivel educativo completo como es el bachillerato. Para ilustrar cada punto, presentamos las características del Bachillerato a Distancia (B@UNAM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Puedes darte una idea de su evolución con este breve video del décimo aniversario.
Y, ahora, elije tu posición respecto al aprendizaje en línea (da clic en la imagen):
¿Así que tienes tus dudas sobre el aprendizaje en línea?
Mucha gente se acerca a la educación basada en Internet con gran desconfianza. Por ello hicimos una encuesta recientemente y ahora compartimos las objeciones que detectamos, para que puedas identificar las que describen tu actitud hacia esta modalidad. Incluimos también ejemplos de cómo pueden solucionarse esas piedras en el camino, para generar una experiencia de aprendizaje muy agradable y productiva.
1. No es posible atender a cada estudiante como se merece
Sobre todo para quien no ha tenido experiencias de aprendizaje en línea, la relación de docentes y estudiantes por medio de Internet puede parecer algo difícil de establecer y desarrollar. Ello podría llevar a pensar que resulta complicado entender las particularidades de cada estudiante: definir con precisión sus intereses, fortalezas y áreas de oportunidad. Sin embargo, quizá sea incluso más fácil detectar esos tres elementos cuando se trabaja en línea. Debido a que es posible generar evaluaciones diagnósticas que permiten identificar esas áreas altas y bajas en cada aprendiz, también resulta posible crear menús de contenidos específicos para cada perfil: de esta forma el que tiene vacíos de información puede llenarlos antes de avanzar, y quienes ya manejan la información o tienen las habilidades previstas, pueden proceder a temas y retos de orden superior. Una descripción de estas trayectorias individualizadas está en este artículo (Vadillo, 2017).
2. El estudiante de seguro se siente muy solo
Este es uno de los grandes mitos alrededor de la educación a distancia, incluso, se ha postulado la hipótesis de la compensación social: al estar en línea, no hay tiempo para estar con otros fuera de línea. Sin embargo, la investigación formal nos aclara el punto: un estudio de Song y sus colegas (2014), que involucró la revisión de 18 estudios previos con un total de casi 9 mil participantes, descubrió que esto no sucede: más bien, quienes tienen algunas limitaciones en habilidades sociales prefieren estar en redes sociales en línea como Facebook, justamente para compensar esas áreas de oportunidad.
Así como la presencialidad no asegura sentirse acompañado (como se dice en El principito: “También se está solo entre los hombres”), tampoco el trabajo autónomo implica soledad. En B@UNAM atendemos desde estudiantes sobresalientes de 13 años hasta personas de la tercera edad. En todos los casos a través del trabajo de tutores nos aseguramos de que haya muchas oportunidades de socialización en la vida de nuestros aprendices. La plataforma, por supuesto, aporta una variedad de oportunidades a través de las experiencias de aprendizaje colaborativo y de la interacción constante del estudiante con su maestro y su tutor. Pero sabemos que la vida es mucho más amplia y promovemos que haya actividades deportivas, educativas, sociales y culturales que complementen la formación de cada estudiante.
3. Los cursos en línea tienen menor calidad
Al igual que en las escuelas presenciales, existen programas de distintos niveles de calidad: el que una escuela sea presencial no la hace buena (¡ni mala!). Lo mismo sucede con la modalidad en línea. Los programas que cumplen estándares, evalúan su desempeño y pueden presentar evidencia de su efectividad, son los que deben considerarse cuando uno busca dónde estudiar. Una manera de identificar calidad es a través de artículos y tesis publicados sobre el programa. Puedes consultar las investigaciones sobre B@UNAM en la lista que está aquí.
4. Eso es para adultos a los que ya no les queda otra opción o para reprobadores que no pueden con la escuela tradicional
El rigor académico está definido por los programas de estudio, los recursos de aprendizaje y la mediación de los docentes, no por la modalidad. Si bien la educación a distancia empezó teniendo muchos adultos que, por limitaciones de tiempo, requerían esquemas de estudio más flexibles (que no menos rigurosos), cada vez hay más jóvenes que desean aprender en línea. El caso de B@UNAM lo ilustra con claridad: cundo surgió, en 2007, sólo el 1% de los interesados eran adolescentes. En 2016, la cifra subió a más del 49%: cada vez contamos con alumnos más jóvenes. En Estados Unidos, en 2016 tres y medio millones de estudiantes estaban tomando cursos en línea y se espera que la cifra suba a cinco millones para 2020 (Clinefelter y Asianian, 2016).
5. No todo se puede enseñar en línea y esa modalidad no es para todos
Quizá esta premisa surge de pensar que aprender en línea debe ser una reproducción de lo que sucede en un aula presencial. Cuando uno deja de lado esa preconcepción y explora una experiencia de aprendizaje diseñada específicamente para la modalidad a distancia, se percata de que aprender conceptos, construir conocimiento, generar proyectos y soluciones creativas, experimentar y trabajar tanto de manera individual como colaborativa es totalmente posible.
Por otra parte, pensar que sólo los más jóvenes pueden beneficiarse de este tipo de aprendizaje implica negar que el crecimiento en el uso de dispositivos como teléfonos inteligentes o tabletas aumenta día con día entre personas mayores. Por ejemplo, el Pew Research Center empezó a medir el uso de tecnologías de comunicación e información entre adultos mayores en el año 2000: entonces, solo el 13% las utilizaba, mientras que en 2016, la cifra asciende a 67% (Anderson y Perrin, 2017). Hay estudios, como el de Begoña Peral-Peral y sus colegas (2015) que señala que la edad por sí misma no es indicador de uso de redes sociales, pero que algunas variables psicológicas, como la edad de la que el adulto mayor se siente o su nivel de ansiedad psicológica, sí hacen diferencia.
En B@UNAM hemos tenido estudiantes de todas las edades, condiciones económicas y que viven tanto en áreas urbanas como rurales. También, hemos tenido el privilegio de servir a personas con discapacidad auditiva, motora y visual, así como a personas con capacidades intelectuales sobresalientes. Porque pensamos que no existe un estudiante promedio y que cada uno de nosotros es diferente y especial, nuestros materiales en línea permiten adaptarse a esas individualidades. Además, el trabajo del tutor, experto en psicopedagogía, hace que todo el equipo docente tenga claro cuáles son las fortalezas y las áreas de oportunidad de cada aprendiz. Además de atender a los estudiantes que solicitan algún apoyo, el tutor a diario analiza las comunicaciones y trabajos de seis estudiantes diferentes. Registra el resultado de dicho análisis en un documento titulado Quién es quién y, con las aportaciones de los asesores (o profesores en línea), complementa la información, para elaborar un informe personalizado que sirve al equipo de docentes para personalizar al máximo la experiencia.
Si su opinión se ha hecho más positiva después de esta lectura, seguramente le interesará dar una ojeada a esta otra parte:
Usted ya tiene una buena opinión acerca de la educación en línea. Aquí vamos a presentarle hechos que le harán tener incluso más confianza en esta modalidad.
1. Es una opción verde que da mucha libertad y flexibilidad a estudiantes y docentes, al tiempo de ahorrar dinero
La enorme ventaja de eliminar la necesidad de trasportarse de y hacia la escuela, tanto para docentes como para estudiantes, resulta en una disminución de la huella de carbono, esto permite que se le considere un elemento importante de la educación sustentable (Harizan, Hilmi y Atan, 2015). El hecho de que los materiales estén en línea y no haya necesidad de comprar libros, sacar fotocopias ni imprimir, también representa una contribución al medio ambiente.
La libertad para acceder a la plataforma en los horarios que cada quien establece, cubriendo los requisitos de dedicación establecidos, aporta un escenario donde maestros y alumnos tienen las riendas de la experiencia educativa en sus manos. Esta flexibilidad permite incidir también en la reducción o eliminación de tiempos de traslado que, se sabe, afecta el desempeño académico y puede promover la deserción, además de que implica gastos adicionales para el aprendiz o su familia (por ejemplo, Lorenzo, Ruiz, Toyos, Benítez y Santos, 2011; Heredia y Gómez, 2007).
2. Promueve el desarrollo de habilidades de auto-regulación y sentido de auto-eficacia, así como una cultura digital amplia
Debido a la naturaleza de su dinámica, el aprender en línea tiende a promover la auto-regulación, que implica la habilidad de controlar las conductas, pensamientos y emociones, y que está relacionada con el sentido de auto-eficacia (confianza en la habilidad para lograr resultados) (Cho y Cho, 2017). Estudiar en línea significa crear hábitos de organización del tiempo, así como un sentido de perseverancia y un buen manejo de la computadora para buscar, procesar y crear información, lo cual es necesario para el avance a lo largo del programa. Muchos de los testimonios que nuestros estudiantes aportan al terminar lo mencionan. Por ejemplo:
3. Permite que todos, independientemente de su ubicación, accedan a una educación de calidad
Una problemática que se enfrenta en México, así como en otros muchos países, es la falta de homogeneidad en cuanto a calidad y amplitud de los programas que se ofrecen, en particular en zonas rurales y comunidades pequeñas (por ejemplo, Watson, Pape, Murin, Gemin y Vashaw, 2011). Así, es frecuente que los estudiantes no tengan acceso a todas las asignaturas que desearan (como el caso de optativas) o que los docentes tengan que hacer un esfuerzo por impartir asignaturas cuyos contenidos no forman parte de sus áreas de formación profesional, o que involucran conocimientos y habilidades que no han desarrollado.
La educación en línea que cuenta con materiales completos para la experiencia de aprendizaje, como es el caso de B@UNAM, asegura el cumplimiento de todo el programa de estudios. Si, además, se trata de materiales que se actualizan cada semestre, como en nuestro programa, también se asegura que el estudiante se forme en las tendencias, hechos, fenómenos y hallazgos más recientes.
4. Todo aprendiz está en primera fila, con toda la atención de su asesor y tutor
En las aulas presenciales, es frecuente que la atención del maestro se centre en quienes más colaboran o demuestran interés, dejando de lado a los que tienen un desempeño o involucramiento menor. La atención constante del equipo docente de los programas en línea promueve un clima de confianza y seguridad en el estudiante. Saber que habrá una respuesta en las siguientes horas y que todos los trabajos y comentarios se procesan con detalle y profesionalismo necesariamente aporta a la experiencia de aprendizaje.
5. Los docentes interesados pueden desarrollar las habilidades para la práctica en esta modalidad
Si bien es claro que las habilidades y estrategias necesarias para la docencia en línea son diferentes a las del entorno presencial, también existen una variedad de recursos para la formación del profesor en este ambiente (por ejemplo, Pineda y Tamayo, 2016). En el caso de B@UNAM, además de cumplir el perfil profesiográfico1 específico para la asignatura en la que el candidato se quiere certificar, es necesario que pase por un proceso de formación inicial que tiene una duración de 120 horas. Incluye una sesión de inducción donde se presenta el modelo educativo y características fundamentales del programa, un taller de uso de plataforma en rol docente, un curso en línea sobre mejores prácticas de asesoría a distancia, además de que el maestro debe tomar el curso o asignatura en que desea certificarse, como estudiante, para que lo conozca con profundidad y para asegurar su manejo de las temáticas. La experiencia se complementa con un seminario presencial en el que se discuten las implicaciones pedagógicas de dicho curso o asignatura.
Ahora, contesta la encuesta para conocer tu opinión.
Una vez que hemos revisado algunos puntos que señalan ventajas de la educación en línea, a lo mejor le interesa conocer cómo piensan quienes perciben un lado oscuro en este tema. Puede revisar esos comentarios aquí.
Conclusiones
Cada vez resultan más evidentes las ventajas de la educación en línea. Desde luego, existen retos que enfrentar, como la calidad de la conexión a Internet que puede obstaculizar los logros del mejor programa con los docentes más capacitados y motivados. Otro gran desafío es la aceptación social: muchos padres de familia desean que sus hijos estudien exactamente de la misma manera en que ellos lo hicieron. Sin embargo, el crecimiento en número de cursos y programas en línea, así como la matrícula, tanto en México como en muchos otros países, evidencian una aceptación creciente.
B@UNAM cumplió este marzo sus primeros diez años y se prepara para la revisión curricular que complementa a su nuevo modelo de diseño de materiales: de esta manera pretendemos resolver áreas de oportunidad y amplificar las fortalezas que, con el trabajo y asesoría de expertos, docentes y de los propios estudiantes, se han ido consolidando. Finalmente, esperamos que ahora leíste este artículo, te acerques con más curiosidad y entusiasmo al mundo del aprendizaje en línea, como él:
Harizan, S. H. M., Hilmi, M. F. y Atan, H. (2015). Distance education as environmentally-friendly learning option. Journal of Global Business and School Entrepreneurship. 1(2), 1-7. Recuperado de: http://gbse.com.my/isi16/GBSE%201(2),%201-7%20(2015).pdf.
Heredia, Y. y Gómez, M. V. (2007). Factores que afectan el desempeño académico de alumnos de escuelas primarias públicas de Nuevo León. Memorias del IX Congreso Nacional de Investigación Educativa. Mérida, México: COMIE. Recuperado de: http://www.ruv.itesm.mx/convenio/catedra/recursos/material/cn_03.pdf.
Peral-Peral, B., Arenas-Gaitán, J. y Villarejo-Ramos, A. F. (2015). From digital divide to psycho-digital divide: elders and onlline social networks. Comunicar. 23(45), 57-64. DOI: <https://doi.org/10.3916/C45-2015-06.
Pineda, J. E. y Tamayo, L. H. (2016). E-moderating and E-tivities: the implementation of a workshop to develop online teaching skills in in-service teachers. Profile. 18(1), 94-114. DOI: https://doi.org/10.15446/profile.v18n1.44269.
Song, H., Zmyslinski-Seelig, A., Kim, J., Drent, A., Victor, A., Omori, K. y Allen M. (2014). Does Facebook make you lonely?: A meta analysis, Computers in Human Behavior, 36, 446-452. DOI: https://doi.org/10.1016/j.chb.2014.04.011