Vol. 26, núm. 1 enero-febrero 2025

Almidón al rescate: creando empaques sostenibles y biodegradables

Heidi Andrea Fonseca Florido, Wendy Sartillo Bernal y Antonio Serguei Ledezma Pérez Cita

Resumen

El uso excesivo de polímeros sintéticos en productos desechables, como bolsas y envases, genera acumulación en vertederos y cuerpos de agua, afectando la salud del ambiente y los seres vivos. Los bioplásticos son una alternativa sostenible, destacando el almidón por su bajo costo y biodegradabilidad, aunque con limitaciones como baja resistencia al agua y propiedades mecánicas pobres. El succinato de polibutileno (pbs) complementa estas propiedades, pero su alto costo y biodegradabilidad limitada lo hacen menos accesible. Las mezclas de almidón y PBS buscan combinar sus ventajas, mejorar la degradación del PBS y reducir costos, ofreciendo una solución más sostenible frente a la contaminación plástica.
Palabras clave: bioplásticos, contaminación plástica, materiales biodegradables, polímeros sintéticos, sustentabilidad.

Starch to the rescue: creating sustainable and biodegradable packaging

Abstract

The excessive use of synthetic polymers in disposable products, such as bags and containers, leads to accumulation in landfills and water bodies, impacting the health of the environment and living organisms. Bioplastics offer a sustainable alternative, with starch standing out for its low cost and biodegradability, though it has limitations like low water resistance and poor mechanical properties. Polybutylene succinate (pbs) complements these properties, but its high cost and limited biodegradability make it less accessible. Starch and PBS blends aim to combine their advantages, enhance PBS degradation, and reduce costs, providing a more sustainable solution to plastic pollution.
Keywords: bioplastics, plastic pollution, biodegradable materials, synthetic polymers, sustainability.

Problemas ambientales causados por el uso excesivo de plásticos de un solo uso

Durante décadas, la fabricación de empaques se ha realizado a partir de plásticos derivados de recursos fósiles, como el petróleo, debido a su fácil procesamiento, bajo costo y excelentes propiedades funcionales. Sin embargo, su uso excesivo y disposición inadecuada, ha detonado en graves problemas de salud y de contaminación ambiental a nivel mundial. Un referente para tener una idea de la gravedad del problema es el incremento en la demanda de los plásticos elaborados de petróleo: en el año 2008 se produjeron 245 millones toneladas, mientras que para el 2019 se incrementó a 368 millones de toneladas a nivel global y, tan sólo un año después, en el 2020, la demanda incrementó en un 40% (Nanda et al., 2022).

Uno de los riesgos (figura 1) es la acumulación de empaques de un solo uso y sus desechos en el suelo: con el paso del tiempo los plásticos se descomponen en partículas muy pequeñas, casi difíciles de distinguir a simple vista y se liberan otros compuestos tóxicos, así como metales pesados que pueden permanecer en la superficie causando cambios en las propiedades del suelo, el crecimiento de la vegetación y la actividad de los microrganismos. En cuerpos de agua, como océanos y ríos han provocado la muerte de más de 1 millón de aves marinas y 100,000 animales marinos en todo el mundo, lo que pone en peligro la vida acuática (Othman et al., 2021).

Del mismo modo, las emisiones a la atmósfera, como efecto de la producción e incineración de dichos plásticos, provocan la liberación de gases tóxicos que afectan la calidad del aire contribuyendo negativamente al calentamiento global y perjudican la salud de las personas (Howard et al., 2021). En el ámbito de la salud, la quema de desechos plásticos aumenta potencialmente el riesgo de enfermedades pulmonares y cardíacas, padecimientos respiratorios, náuseas, dolores de cabeza, erupciones en la piel, cáncer, defectos de nacimiento, así como daño severo en el sistema nervioso y reproductivo en humanos. En la agricultura, las sustancias tóxicas se pueden incorporar en los cultivos y en el agua, e ingresar al cuerpo humano a través del consumo de alimentos (Rosenboom et al., 2022).



Problemas asociados por el empleo y la disposición inadecuada de los materiales derivados del petróleo.

Figura 1. Problemas asociados por el empleo y la disposición inadecuada de los materiales derivados del petróleo.

Frente a esta situación, se han promovido alternativas que permiten enfrentar la problemática ambiental. Una de las propuestas que han surgido, es el uso de materiales biodegradables o biopolímeros, y quizás te preguntas ¿qué es un material biodegradable?, pues bien, este proviene del concepto biodegradación, que es la capacidad que tiene un material o sustancia de degradarse por la acción de microorganismos. El proceso de biodegradación inicia cuando el material comienza a fragmentarse en pedazos cada vez más pequeños, debido a factores ambientales como el sol, el agua o el oxígeno, y por agentes biológicos, entre los que se encuentran las acciones de insectos, lombrices, hongos y bacterias.

Una vez que el material está lo suficientemente degradado, los microorganismos pueden asimilarlo y utilizarlo como fuente de alimentación; al final del proceso se genera una transformación total de los materiales por moléculas simples como agua, dióxido de carbono, metano y biomasa, los cuales pueden reintegrarse al medio ambiente para la formación de recursos renovables (figura 2). La biodegradación de estos materiales representa una opción para reducir la acumulación y los consecuentes problemas de contaminación ambiental.



Representación esquemática del proceso de biodegradación.

Figura 2. Representación esquemática del proceso de biodegradación.

Estos materiales biodegradables o biopolímeros, pueden ser fuentes renovables (origen natural) como las proteínas (zein, seda), los polisacáridos (almidón, quitosano, celulosa) y los lípidos (ácidos grasos); o sintetizados a partir de materia prima obtenida de la naturaleza, como el ácido poliláctico (pla) o el succinato de polibutileno (pbs); o de fuentes no renovables como el alcohol de polivinilo (pva), la policaprolactona (pcl), polibutilen adipato-co-tereftalato (pbat) y el pbs (Shaikh et al., 2021; Cheng et al., 2021) (tabla 1).

Tabla 1. Materiales biodegradables o biopolímeros: nombre común, fuente de obtención y propiedades

Nombre Nombre común De dónde se obtiene Propiedades
Proteínas Piel, microrganismos, huevo, leguminosas, etc. De origen natural, bajo costo, resistentes
Polisacáridos Plantas, exudados de plantas, caparazón de crustáceos, etc. Abundantes, bajo costo, renovables, versátiles
Ácido poliláctico PLA Fermentación de almidón de maíz o caña de azúcar Transparencia, dureza, resistencia, rigidez, biocompatibles
Succinato de polibutileno PBS Fermentación de azúcares y/o fuentes fósiles Alta rigidez, flexibilidad, estabilidad térmica
Polibutilen adipato-co-tereftalato PBAT Fuente fósil/no renovable Alta elongación y flexibilidad, resistencia al agua, estabilidad térmica
Polihidroxialcanoatos PHA Microorganismos Flexible, resistente, biocompatible

Almidón: polisacárido transformado a plástico

El almidón es un biopolímero que se encuentra en la naturaleza en forma de estructuras conocidas como gránulos, los cuales pueden ser extraídos de diversas fuentes botánicas como: maíz, papa, arroz, trigo, y otras no convencionales como malanga, plátano, yuca, sorgo, mango, jícama, frijol o chícharo, entre otras (Adewale et al., 2022). El tamaño y forma de los gránulos de almidón depende de la fuente botánica de donde se obtenga (figura 3). Se pueden encontrar de forma ovalada y elíptica (entre otras formas), y tamaños desde 1 μm (amaranto) hasta 100 μm (papa) (Agama et al., 2017). Este polisacárido es la reserva energética de las plantas y es considerado la fuente primaria de energía para el ser humano.



Formas de los gránulos de almidón dependiendo su fuente de obtención

Figura 3. Formas de los gránulos de almidón dependiendo su fuente de obtención.

El almidón termoplástico (tps) se obtiene mediante el uso de calor y la incorporación de plastificantes como el glicerol y agua, confiriéndole características y propiedades similares a los plásticos. Entre los métodos tradicionales utilizados para producir tps, se encuentran la formación de película por solución (casting) y técnicas de procesado de plásticos. El tps es altamente biodegradable, de bajo costo, afín al agua y biocompatible. No obstante, en años recientes, se han desarrollado tecnologías más avanzadas para desarrollar materiales biodegradables innovadores a base de almidón que permitan su uso y aplicación en la vida cotidiana.

A través de técnicas como el electrohilado se obtienen fibras que son utilizadas, principalmente, como filtros para aire y agua, en la administración controlada de medicamentos para heridas y en la regeneración de tejidos (nervios, tendones); mediante la impresión 3D se pueden obtener piezas con aplicación para las áreas médica, automotriz, aeronáutica, etcétera. Por medio de la extrusión reactiva se pueden unificar varios procesos típicos de la industria de los polímeros en una única etapa para la obtención de filamentos y películas; por otra parte, en la nanotecnología para la obtención de nanopartículas y materiales con aplicación en el área de alimentos, cosmetología y envasados (Cheng et al., 2021).

Materiales basados en almidón termoplástico para la elaboración de empaques

En la actualidad se requiere implementar el uso de materiales biodegradables como alternativa para reducir la problemática ambiental mencionada. Sin embargo, materiales como el pla, pva, pcl, pbat y pbs, presentan costos elevados hasta tres veces más que, por ejemplo, el polietileno de baja densidad (ldpe) (Beluci et al., 2023), lo que hace difícil su uso y aplicación en el mercado, además, su producción se concentra en Asía, Europa y Estados Unidos, lo que incrementa los costos de importación y logística, así como limita su disponibilidad en el territorio nacional.

Una alternativa para contrarrestar dichas desventajas es el desarrollo de mezclas con otros materiales de menor costo, como es el caso del almidón termoplástico que tiene diversas ventajas, entre las que destaca su producción a nivel nacional. Las mezclas a base de almidón podrían incrementar la velocidad de biodegradación, reducir la dependencia de proveedores extranjeros y mejorar la disponibilidad de materias primas nacionales a través de la generación de tecnología nacional para la elaboración de empaques. Asimismo, se podría promover el uso de fuentes de almidón no convencionales, como son los provenientes de desechos agrícolas o agroindustriales.

Biodegradación de los biopolímeros

Existen diferentes medios o condiciones en las que se puede llevar a cabo la biodegradación de los biopolímeros, tal y como se observa en la figura 4. Sin embargo, no todos los materiales son biodegradables en todos los medios, tal es el caso del pbs, que únicamente se degrada en composta industrial, mientras que el almidón termoplástico se desintegra en medios marinos, suelos, vertederos, composta casera, digestión anaerobia y compostaje industrial.

Los materiales compostables como el pbs deberían exhibir un alto grado de biodegradabilidad y desintegración en una escala de tiempo limitada en condiciones de compostaje; es por ello que se considera que la adición de un componente altamente degradable en diversos medios, como el almidón, aumentará la velocidad de biodegradación del pbs.



Biodegradación del PBS y el almidón en diferentes medios

Figura 4. Biodegradación del PBS y el almidón en diferentes medios.

Normativa en México para la biodegradabilidad y compostabilidad

En México, los procedimientos para evaluar la biodegradación y/o compostabilidad se habían definido mediante la aplicación de normas internacionales (atm, iso), sin embargo, más recientemente, la normativa en México busca regular la producción, uso, disposición y tratamiento de los plásticos para empaques, con el objetivo de reducir el impacto ambiental en el planeta, mediante el desarrollo de normas nacionales. Por lo tanto, se han definido normas para evaluar la biodegradabilidad y compostabilidad de estos materiales, teniendo en cuenta que un material puede ser biodegradable, pero no necesariamente es compostable.

Un material (plástico o polímero) biodegradable es aquel que se degrada o fragmenta como resultado de la acción del sol, la lluvia, el aire, bacterias, hongos y algas, lo que puede ocurrir en un periodo de tiempo extenso (más de 1 año), debido a que no existen condiciones definidas de temperatura y humedad para llevarse a cabo la biodegradación de manera controlada. En este proceso se generan dióxido de carbono, agua y biomasa. Por otro lado, un plástico compostable es aquel que se somete a una degradación biológica en condiciones específicas (58°C y 55% de humedad) en un sistema de compostaje y del se obtienen productos como dióxido de carbono, agua y composta, que puede ser usada como fertilizante sin producir residuos tóxicos. Es importante destacar que para este tipo de materiales plásticos degradables, el tiempo de compostaje suele ser más rápido, de 3 a 6 meses (Lambert y Wagner, 2017).

En la actualidad, la normativa en México que establece los requisitos que deben cumplir los materiales y productos plásticos de un solo uso, para ser considerados como materiales biodegradables y/o compostables, se define bajo los criterios de la norma mexicana NMX-E-273-NYCE-2019. Esta norma describe una secuencia de procedimientos para la evaluación de la capacidad de desintegración de los materiales (iso 20200), Biodegradación inherente (iso 14855 / astm D5338), así como la evaluación del impacto ambiental o ecotoxicidad (oecd 208).

Entre estas, la norma iso-20200, constituye una norma internacional aplicable en México, la cual específica el método de prueba para determinar el grado de desintegración de los materiales plásticos, simulando condiciones de compostaje a nivel de laboratorio durante un periodo de 3 meses. La norma iso-20200 permite la determinación del grado de desintegración de los materiales plásticos compostables a nivel laboratorio, debido a que se tiene un mayor control de las condiciones de compostaje tales como la temperatura, contenido de humedad y proporciones de los componentes de la composta, lo que es favorable para la reproducibilidad y evaluación de diferentes materiales poliméricos. Esta norma se limita a la evaluación de un primer criterio descrito en la norma nmx antes mencionada, puesto que para cumplir con los demás se requiere de equipos más sofisticados lo que encarece su aplicación y evaluación.

De igual forma, la norma nmx, además de garantizar la biodegradación en un tiempo no mayor a 6 meses (iso 14855 / astm D5338), especifica que un material biodegradable y el producto de su degradación no debe tener impacto adverso en plantas. Por ello en específico, bajo la norma mexicana se debe cumplir con los siguientes criterios:

  1. El material debe desintegrarse (degradación física y microbiológica) en un 90% en fragmentos menores a un tamaño específico (aprox. 2 mm), dentro de un plazo determinado (3 meses).

  2. Debe cumplir con un nivel de conversión del carbono orgánico en dióxido de carbono (CO2), dentro de un plazo determinado de 6 meses (degradación química y microbiológica).

  3. Su ecotoxicidad (efecto en las plantas), se establece mediante la evaluación del contenido de metales y otros componentes tóxicos, así como mediante la comparación del crecimiento de plantas en un compost control (residuos orgánicos que no contiene el material de la prueba), con una muestra de compost del mismo residuo orgánico que contiene 10% de material de ensayo, añadido al comienzo del compostado. No deben presentarse diferencias en el crecimiento y desarrollo de las plantas en los dos medios.

Mezclas base-almidón y succinato de polibutileno PBS, una alternativa para la producción de empaques ecológicos

La mezcla de TBS y PBS es atractiva en la industria de empaques debido a que ambos son materiales biodegradables y su combinación podría acelerar la biodegradabilidad del pbs y bajar su costo, mientras que mejora la procesabilidad y las propiedades mecánicas del almidón (Suchao et al., 2014).

El pbs es un polímero considerado uno de los candidatos más atractivos para la fabricación de empaques debido a sus excelentes propiedades como biodegradabilidad, resistencia mecánica, alta flexibilidad, buena estabilidad térmica y resistencia química similar a la del polietileno (pe) (Suchao et al., 2014; Zhang et al., 2019).

Sin embargo, sí se compara con otros materiales similares como el polipropileno (pp), el pbs posee un alto costo económico que restringe sus aplicaciones. En la figura 5 se presentan las ventajas del pbs, el almidón y las características favorables de la mezcla de estos biopolímeros.



Ventajas técnicas del almidón, el PBS y la mezcla base almidón/PBS

Figura 5. Ventajas técnicas del almidón, el PBS y la mezcla base almidón/pbs.

Bajo este contexto, se han desarrollado mezclas a base de almidón y pbs, con el objetivo de aprovechar el uso del almidón, como fuente biodegradable y de alta disponibilidad en México, e incrementar la biodegradabilidad del pbs, disminuir su costo, para finalmente mejorar la aplicación de estos biopolímeros en la industria del empaque. Derivado de lo anterior, se elaboraron mezclas de pbs y almidón, incorporando un 10%, 30% y 50% de almidón, glicerol y agua (las mezclas fueron nombradas como PBS90/TPS10, PBS70/TPS30 y PBS50/TPS50, respectivamente, de acuerdo a la composición).

Las pruebas de biodegradabilidad basadas en la Norma iso 20200, mostraron que la incorporación de tps al pbs incrementó el porcentaje de desintegración hasta un 90% en la mezcla PBS50/TPS50, y la adición de un 10% y 30% de tps a la mezcla, aumentó el porcentaje de desintegración del pbs desde un 2% hasta el 12% y 36%, respectivamente (después de 3 meses, como se presenta en la figura 6). Además, se observó una disminución del tamaño de los fragmentos recuperados de las muestras después del proceso de biodegradación, a mayor incremento de almidón en la composición de las mezclas.

De acuerdo con la normativa, únicamente la muestra pbs50/tps50 y el tps son materiales biodegradables debido a que el porcentaje de desintegración cumplió con el mínimo del 90%. Se considera que las muestras PBS90/TPS10 y pbs podrían alcanzar el porcentaje de desintegración que se requiere, en un lapso de tiempo mayor a los 3 meses de duración de la prueba, aun así, el tiempo de desintegración de las mezclas es menor al tiempo de desintegración de los plásticos de origen fósil o sintético (pe, ldpe, pp). Estos resultados se deben a la mayor velocidad de biodegradación del tps respecto al pbs, resultante de su afinidad al agua y una mayor actividad de los microorganismos que favorece la desintegración del material en menor tiempo.

De acuerdo con los resultados, la mezcla con 50% de almidón podría presentar beneficios al medio ambiente y a la industria, debido a que los empaques de un solo uso que se produzcan con esta mezcla se desintegrarían casi en su totalidad, lo que contribuiría principalmente a disminuir la acumulación de materiales plásticos. Adicionalmente, al provenir de fuentes naturales no se generarían sustancias tóxicas que afecten los diferentes ecosistemas. Por otro lado, para la industria la adición de mayores cantidades de almidón representaría una disminución en los costos de producción de materiales de empaques y una reducción en la dependencia de materias primas extranjeras como el pbs.



Tasa de biodegradación del PBS, TPS y mezclas PBS/almidón

Figura 6. Tasa de biodegradación del PBS, TPS y mezclas PBS/almidón.

Conclusiones

Un aumento en la conciencia de nuestra sociedad durante los últimos años, sobre el impacto nocivo por el manejo inadecuado y el incremento en el uso de plásticos de fuentes fósiles, ha promovido la necesidad de ayudar a desacelerar este impacto sobre el medio ambiente.

Las mezclas base almidón, ofrecen una alternativa de gran interés a nivel nacional y mundial para la elaboración de empaques, ayudando a reducir la problemática ambiental, a través del uso de materiales naturales y biodegradables que perduren menos en el tiempo y puedan reincorporarse a la tierra.

La adición del almidón al pbs aumentó la tasa de desintegración respecto al pbs puro. La mezcla pbs50/tps50 cumple con los criterios para considerarse como un material biodegradable debido a que la tasa fue mayor al 90%. Se observó que las mezclas PBS90/TPS10 y PBS70/TPS30, al tener menor contenido de almidón, el tiempo podría llegar a ser mayor a 3 meses.

Las mezclas pbs/tps, representan una alternativa potencial para sustituir a los polímeros sintéticos en la fabricación de empaques de un solo uso, debido a que muestran propiedades funcionales similares a estos y exhiben la característica de ser biodegradables, lo que ayudaría en gran medida a contrarrestar la problemática ambiental causada por la acumulación de los plásticos.

Finalmente, las mezclas base almidón representan una opción interesante para reducir la dependencia de materias primas extranjeras y costos, gracias a que el almidón es una materia renovable que se puede obtener de diversas fuentes botánicas e inclusive de desechos agrícolas y/o agroindustriales.

Referencias

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Recepción: 2023/09/23. Aprobación: 2024/11/11. Publicación: 2025/01/13.

Vol. 26, núm. 1 enero-febrero 2025

La dualidad de la tortuga de orejas rojas: mascota carismática y especie invasora

Ernesto Becerra, Yessica Rico y Areli Gutiérrez Martínez Cita

Resumen

Las tortugas son organismos carismáticos, por lo que son muy buscadas como mascotas. La especie más vendida a nivel mundial es la tortuga de orejas rojas (Trachemys scripta elegans), que es considerada entre las 100 más invasivas en todo el mundo. La falta de información ha llevado a su liberación en hábitats naturales convirtiéndose en animales exóticos invasores. La presencia de la tortuga en México es preocupante, ya que se desconoce si en los hábitats acuáticos naturales hay presencia de poblaciones viables ya establecidas. Debido a que México tiene una gran diversidad de tortugas, resulta importante evaluar la situación actual de esta especie invasora y su influencia en la diversidad de tortugas en el país.
Palabras clave: reptiles, mascotas, especies exóticas, hábitats acuáticos.

The duality of the red-eared slider: charismatic pet and invasive species

Abstract

Turtles are charismatic organisms and are very popular as pets. The most popular species worldwide is the red-eared slider (Trachemys scripta elegans), which is considered among the 100 most invasive species worldwide. The lack of information has led to their release into natural habitats, becoming invasive alien species. The presence of the red-eared slider in México is alarming since it is unknown if there are already established viable populations in natural freshwater habitats. Because Mexico has a high diversity of turtles, it is important to evaluate the current situation of this invasive alien species and its influence on the diversity of turtles in the country.
Keywords: reptiles, pets, alien species, aquatic habitats.


Introducción

Desde hace más de 220 millones de años, en la tierra ya habitaban las tortugas (Lovich y Gibbons, 2021), a las que podemos considerarlas fósiles vivientes, puesto que a lo largo de todo este tiempo su forma ha cambiado muy poco. Actualmente, son organismos muy exitosos pues han logrado colonizar gran variedad de hábitats como los desiertos, bosques, ríos y océanos. El caparazón de una tortuga es su rasgo más característico y sobresaliente, con lo que estos organismos han fascinado a los humanos desde hace mucho tiempo. Históricamente han sido fuente de alimento, y se han encontrado en representaciones artísticas como pinturas rupestres y esculturas (ver figura 1). Además, forman parte del imaginario colectivo a través de historias y leyendas en diferentes culturas alrededor del mundo (Campbell, 2002; Guevara Chumacero et al., 2017).



Artesanías de tortuga hechas con chuspata en el mercado municipal de Pátzcuaro, Michoacán

Figura 1. Artesanías de tortuga hechas con chuspata en el mercado municipal de Pátzcuaro, Michoacán. Crédito: Ernesto Becerra, 2023.

Cuando hablamos del hábitat natural de las tortugas, es inevitable pensar en los estanques, ríos, arroyos, lagunas, océanos, o cualquier cuerpo de agua. En particular, los sistemas de agua dulce y las especies que los habitan son ecosistemas vitales para el desarrollo de la humanidad y sus sociedades. Los ríos y cuerpos de agua dulce proveen servicios básicos, entre los que se encuentra el agua para consumo y uso doméstico, el riego de cultivos agrícolas, el consumo para uso ganadero y actividades industriales (Arthington et al., 2010). Además, los sistemas de agua dulce albergan el 10% de la biodiversidad mundial (Strayer y Dudgeon, 2010; Kopf et al., 2015). Desafortunadamente son ecosistemas frágiles que han sufrido importantes alteraciones por causa de las actividades humanas, como su sobreutilización, desecación, contaminación, modificación de sus cauces naturales, y la introducción de especies exóticas, como peces y tortugas (Arthington et al., 2010; Dudgeon, et al., 2006; Oberdorf, 2022), lo que ha ocasionado una pérdida importante de su biodiversidad natural (Strayer y Dudgeon, 2010).

Debido a que las tortugas acuáticas son impresionantemente diversas, desde las formas, los colores vistosos, los tamaños, y sus patrones del caparazón, suelen ser organismos carismáticos y atractivos, y aún más cuando son crías, por su tamaño tan pequeño. De la misma manera, por su bajo precio en el mercado y sus cuidados en apariencia sencillos, se han convertido en uno de los organismos más adquiridos como mascota. Probablemente, en algún momento de nuestra vida, tuvimos alguna mascota, como gatos, perros, peces y, sin duda, pequeñas tortugas. De acuerdo con algunos datos, en 1970, aproximadamente entre el 1.5 y 3.2% de la población de Estados Unidos de América (eua) tenía al menos una tortuga como mascota. Aunque, es común que se tenga más de una, por lo que se estima que existen alrededor de 2.5 a 15 millones de tortugas como mascotas sólo en eua (Lamm et al., 1972). Pero ¿cuál es el problema?

De mascotas a especies invasoras

Muchos amantes de las mascotas compran tortugas sin considerar los requerimientos y cuidados que necesitan. Por ejemplo, muchas veces se desconoce que pueden llegar a medir hasta 40 cm, lo que requiere de espacios grandes. Por ejemplo, para mantener dos tortugas acuáticas se recomienda un espacio de 1.5 m de largo, 60 cm de ancho y 50 cm de profundidad, con capacidad de 75 litros de agua como mínimo, ya sea un estanque artificial o un contendor plástico que cumpla con dichas características (Petco, s.f.). Con respecto a su dieta y conducta, pocas veces se sabe que son carnívoras, y que poseen un comportamiento competitivo, lo cual puede parecer que son agresivas cuando son manipuladas, ya que lanzan mordidas a modo de defensa, las cuales pueden ser dolorosas y de riesgo considerable. Por ello, cuando son adultas se torna complicado cuidar de ellas, lo que lleva a los dueños a buscarles un mejor lugar para vivir. Como sus dueños piensan que los ríos, lagos o presas, son el hábitat indicado para que las tortugas vivan libremente, éstas suelen terminar en estos cuerpos de agua; sin embargo, rara vez se considera que pueden ocasionar consecuencias negativas para las especies nativas del lugar en donde se depositaron.

La tortuga más vendida en las tiendas de mascotas a nivel mundial es la tortuga de orejas rojas, cuyo nombre científico es Trachemys scripta elegans. Esta especie es nativa del río Misisipi, en Norteamérica, y recibe su nombre por las manchas rojas detrás de sus ojos en ambos lados de su cabeza (Legler y Vogt, 2013). Su caparazón es de color verde con diferentes tonalidades, que van desde el olivo hasta el verde muy obscuro, con un patrón de líneas horizontales amarillas o incluso negras (ver figura 2). La tortuga de orejas rojas también es considerada una de las 100 especies más invasivas en el mundo (Global Invasive Species Database [gisd], 2023). En este sentido, se estima que entre los años 1999 y 2018, más de 192 millones de tortugas fueron exportadas de eua a otras partes del mundo para el mercado de mascotas, y 88% de ellas eran tortugas de oreja roja (Easter y Carter, 2024), lo cual trae consecuencias serias para la invasión de ecosistemas naturales alrededor del mundo.



Tortuga de orejas rojas

Figura 2. Tortuga de orejas rojas (Trachemys scripta elegans). Crédito: Areli Gutiérrez, 2023.

¿Por qué es riesgoso introducir una especie a un ambiente natural?

Los animales exóticos invasores son llamados así por ser especies que establecen una población fuera de su área de distribución natural y que pueden convertirse en una amenaza para la diversidad biológica nativa y sus ecosistemas. La introducción de especies invasoras es la segunda causa de amenaza para la biodiversidad en todo el mundo, después de la pérdida de hábitat (conabio, 2023). Si una especie llega a un nuevo ambiente y tiene alguna ventaja competitiva sobre las especies nativas, sus poblaciones pueden crecer dramáticamente, e incluso pueden reproducirse con especies cercanas y nativas, resultando en descendencia híbrida, es decir, organismos con características intermedias entre dos especies.

Las tortugas no son malas por naturaleza, pero el descuido del hombre las ha llevado al extremo de ser perjudiciales para muchas especies y sus ecosistemas. Por sus características, la tortuga de orejas rojas tiene una gran capacidad para adaptarse a diversos ecosistemas acuáticos, los cuales puede llegar a perturbar de manera severa, afectando a distintos organismos, como a otras especies de tortugas nativas. Por ejemplo, en Francia, se han realizado experimentos en condiciones controladas en los que pusieron a coexistir a la tortuga de orejas rojas y a una especie nativa, la tortuga de estanque europea (Emys orbicularis). Se observó que la especie nativa redujo considerablemente su peso y su capacidad de sobrevivir, posiblemente debido a la capacidad superior de competencia de la tortuga de orejad rojas (Cadi y Joly, 2004). En eua también se observó un resultado similar con la tortuga vientre rojo (Pseudemys rubriventris), la cual es nativa y está amenazada (Pearson et al., 2015).

La presencia en sistemas acuáticos naturales de la tortuga de orejas rojas ocasiona que ésta compita con las especies nativas por el alimento, sitios para anidar, espacios de asoleo y refugios. Además, pueden introducir parásitos o enfermedades que afectan a las tortugas nativas (Aresco 2010; Cadi y Joly, 2003). Los efectos de la invasión de la tortuga de orejas rojas son tan severos que en la actualidad su importación y comercio están prohibidos en varios países (gisd, 2023).

Situación en México

Para México existen pocos registros de la presencia de la tortuga de orejas rojas: en Coahuila, Chiapas, Yucatán, Veracruz, Puebla y Aguascalientes. Sin embargo, se desconoce con certeza en dónde hay poblaciones viables ya establecidas, y los daños que puede ocasionar (Becerra et al., 2024).

El establecimiento de la tortuga de orejas rojas en los ecosistemas de agua dulce puede ocasionar la competencia con las especies nativas y además aumentar el riesgo de hibridación con otras especies, es decir que se haya reproducido con las especies nativas, pudiendo dejar descendencia (ver figura 3), cuyos efectos sobre los ecosistemas se desconoce. Debido a que México tiene una gran diversidad de tortugas, resulta importante evaluar la situación actual de esta especie invasora y su influencia en la diversidad de tortugas en el país.



Tortuga con patrones de coloración que indica que puede ser la cruza híbrida de una especie nativa con la tortuga de orejas rojas

Figura 3. Tortuga con patrones de coloración que indica que puede ser la cruza híbrida de una especie nativa con la tortuga de orejas rojas. Crédito: Ernesto Becerra, 2022.

¿Qué dice la ley?

En México existen diferentes mecanismos y formas de atender el problema de las especies invasoras. Este país cuenta con un documento federal que lista todas las especies que se encuentran en alguna categoría de peligro, el cual es la nom-059-semarnat-2010. En dicho documento la especie de tortuga de orejas rojas (Trachemys scripta) se encuentra clasificada como especie protegida. A su vez, debido al riesgo que representan los organismos invasores para el país, se ha elaborado un análisis de riesgo de invasividad a partir del cual se creó la lista de especies exóticas para México; en dicho documento, la tortuga de oreja roja se encuentra como especie invasora (Diario Oficial de la Federación dof-2016). En este caso, la legislación es inconsistente, lo que puede tener consecuencias serias para la conservación debido a la confusión que se podría generar por la inclusión de la especie en ambos documentos oficiales y vigentes.

¿Qué podemos hacer para resolver el problema?

La situación actual de degradación para los ecosistemas en México y el riesgo para la biodiversidad son evidentes, pero ¿qué acciones podemos realizar para contribuir a solucionar esta situación? Existen tres acciones que los ciudadanos podemos hacer de forma concreta: 1) no comprar ningún tipo de especie de tortuga; 2) considerar la adopción de una tortuga (si conoces a alguien que ya no pueda tenerla y deseas tener una), y 3) evitar su liberación en ambientes naturales.

Es muy importante recordar que las tortugas son organismos silvestres que se encuentran mejor en su ambiente natural (ver figura 4), por lo que, si está en nuestras manos, hay que evitar comprar cualquier especie de tortuga. Muchas veces no lo sabemos, pero las especies pueden venir directamente de ecosistemas naturales, o bien haber sido colectadas de forma ilegal, con lo que al comprarlas estamos contribuyendo al tráfico ilegal de especies. El que las tortugas sean organismos asombrosos no significa que debamos tener una como mascota, ya que, al igual que un perro o un gato, requiere esfuerzo, cuidados y espacio por un periodo prolongado de tiempo.

Si nosotros o alguna persona cercana tiene una tortuga en casa, es importantísimo no liberarla a cuerpos de agua naturales. Es fundamental tener en cuenta que la liberación de cualquier especie de tortuga nunca debe ser una opción, pues, una vez que una tortuga es liberada es extremadamente difícil poder removerla de ese medio natural.



Tortuga casquito en su hábitat natural

Figura 4. Tortuga casquito (Kinosternon) en su hábitat natural, El Palmito, Durango. Crédito: Ernesto Becerra, 2023.

Para ayudar a la conservación de las especies de tortugas nativas y de sus hábitats naturales, y a pesar de que actualmente es muy fácil encontrarlas a la venta en tiendas de mascotas o en mercados informales, hay que tener en cuenta que la compra no es la única opción de adquirir una tortuga. El hacerlo conlleva a que el problema siga creciendo en magnitud y consecuencias. Por lo tanto, una mejor elección sería buscar la posibilidad de adoptar, ya que existen muchas personas u organizaciones que no pueden mantener a su mascota y que están buscando un nuevo dueño. De esta manera no sólo estamos ayudando a la tortuga que adoptamos a encontrar un nuevo hogar, sino que también estamos contribuyendo con la conservación de las especies nativas y con la conservación en general de los ecosistemas, previniendo la liberación de estos ejemplares en los lugares que no son nativos. De igual forma, si nosotros tenemos una tortuga de la especie que sea, y ya no podemos mantenerla más con nosotros, es importante nunca liberarla al ambiente natural y mejor buscar darla en adopción para encontrar un nuevo dueño responsable de sus cuidados.

Agradecimientos

Agradecemos a las organizaciones Rufford Foundation, Idea Wild y swan por el financiamiento del proyecto del cual se deriva el presente escrito.

Referencias

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Recepción: 2023/08/15. Aprobación: 2024/11/20. Publicación: 2025/01/13.

Vol. 26, núm. 2 marzo-abril 2025

¿Por qué es importante incluir poblaciones poco estudiadas en la investigación psicolingüística?

Stanislav Mulík, Armando Quetzalcóatl Angulo Chavira y Natalia Arias-Trejo Cita

Resumen

Este artículo explora cómo dos grupos tradicionalmente poco estudiados pueden ofrecer valiosos conocimientos sobre el procesamiento y aprendizaje del lenguaje: las personas con síndrome de Down y los hablantes de lenguas indígenas. A pesar de enfrentar desafíos cognitivos y en la producción de habla, las personas con síndrome de Down demuestran habilidades lingüísticas notables, como una comprensión avanzada del vocabulario y la capacidad de anticipar información lingüística. Estos hallazgos podrían llevar a intervenciones más eficaces para mejorar sus habilidades de comunicación. Por otro lado, se analiza el bilingüismo en hablantes de lenguas indígenas, cuyas experiencias lingüísticas a menudo difieren de las de los hablantes de lenguas mayoritarias. El desarrollo del vocabulario en estos hablantes está influenciado por factores culturales, lo que presenta una visión única sobre cómo se aprende el lenguaje en contextos diversos. Este artículo destaca la necesidad de ampliar la investigación psicolingüística para incluir una mayor diversidad de poblaciones, lo cual no solo beneficia el avance científico, sino que también promueve una sociedad más inclusiva.
Palabras clave: Síndrome de Down, ilingüismo indígena, psicolingüística, desarrollo del vocabulario, inclusión social.

Why is it important to include understudied populations in psycholinguistic research?

Abstract

This article explores how two traditionally understudied groups can offer valuable insights into language processing and learning: individuals with Down syndrome and speakers of indigenous languages. Despite facing cognitive and speech production challenges, individuals with Down syndrome demonstrate remarkable linguistic skills, such as advanced vocabulary comprehension and the ability to anticipate linguistic information. These findings could lead to more effective interventions to improve their communication skills. On the other hand, the article examines bilingualism in indigenous language speakers, whose linguistic experiences often differ from those of speakers of majority languages. Vocabulary development in these speakers is influenced by cultural factors, providing a unique perspective on how language is learned in diverse contexts. This article highlights the need to expand psycholinguistic research to include a broader diversity of populations, which not only benefits scientific progress but also promotes a more inclusive society.
Keywords: Down Syndrome, Indigenous Bilingualism, Psycholinguistics, Vocabulary Development, Social Inclusion.


Introducción

La psicolingüística busca conocer cómo los humanos procesamos el lenguaje, por medio de experimentos controlados que aíslan, miden o manipulan los fenómenos de interés. Gracias a este campo de estudio, hoy en día tenemos conocimientos sobre los mecanismos de aprendizaje de lenguas y la producción o percepción del habla.

En la investigación psicolingüística, normalmente se estudia a grupos que en sus diversas características representan al promedio de la población. Un ejemplo son las personas neurotípicas ––aquellas que no presentan trastornos neurológicos ni problemas en el aprendizaje, comprensión y uso del lenguaje––. La elección de la población suele estar motivada por la necesidad de los investigadores de tener control sobre los diferentes aspectos que pueden afectar a los resultados de los experimentos psicolingüísticos. Además, se suele considerar alumnos universitarios debido a la facilidad que supone reclutarlos. Aunque los estudiantes pueden tener características representativas del grueso de la población, en ningún caso representan toda la diversidad que naturalmente existe en la humanidad. Esta variabilidad incluye personas con problemas de visión o audición, personas en situación de pobreza, personas con alteraciones genéticas o los hablantes de lenguas desprestigiadas, entre muchas otras. Todas estas características causan particularidades en el desarrollo y uso de lenguaje.

En este artículo, exponemos la idea de que estudiar poblaciones que no representan el comportamiento típico es muy provechoso para el entendimiento del lenguaje. A continuación, ilustramos nuestro punto con dos poblaciones muy diferentes que, en general, son poco estudiadas en la psicolingüística. Por un lado, presentamos un acercamiento a la manera en la cual las personas con síndrome de Down comprenden el lenguaje. Por otro lado, revisamos algunos estudios sobre el lenguaje en niños indígenas que pueden ser bilingües. Es importante recalcar que nuestra intención no es comparar estas poblaciones —ya que una población tiene una alteración genética y la otra no—. Más bien, este artículo intenta evidenciar la importancia de estudiar el lenguaje de poblaciones marginadas por diferentes razones, tanto para el avance científico como para su inclusión social.

Personas con síndrome de Down

El síndrome de Down es un trastorno genético provocado por una copia extra, completa o parcial, del cromosoma 21, y es la causa biológica más frecuente de discapacidad intelectual en el mundo, aproximadamente uno de cada mil niños nace con él. La Organización Mundial de la Salud introdujo el término trisomía 21 para hacer referencia a las personas con síndrome de Down, ya que todavía en los años setenta se hablaba de ellas como individuos con retraso mental. Este término estigmatizante surgió a raíz de que en el síndrome de Down se presenta un desarrollo cognitivo menor al esperado de acuerdo con la edad.

Los niños con síndrome de Down presentan características físicas específicas, como una cavidad oral pequeña y una lengua alargada, que impactan su capacidad para hablar (ver figura 1). Asimismo, experimentan infecciones frecuentes del oído medio y esto hace que perciban los sonidos de manera distorsionada. Además, se ha reportado que los niños con síndrome de Down tienen una probabilidad cuatro veces mayor que los niños neurotípicos (aquellos cuyo desarrollo cognitivo se encuentra dentro de patrones normativos) de presentar alteraciones en la eficiencia de sueño, como despertares frecuentes y problemas de respiración. Estas deficiencias también afectan las características del lenguaje, principalmente en el desarrollo del vocabulario temprano, en la producción del habla y en su capacidad de memoria de trabajo, o sea, la información que se mantiene presente en la mente para, por ejemplo, comprender toda una oración.

Figura 1. Una niña jugando que presenta las características físicas típicas de una persona con síndrome de Down.
Crédito: pikisuperstar, s.f.

¿Qué se sabe de las habilidades de lenguaje en niños con síndrome de Down?

Una de las áreas de ventaja de los niños con síndrome de Down es la comprensión de vocabulario, en contraste con su producción. Carencias en la producción de palabras pueden ser el resultado de una deficiente memoria a corto plazo. Al igual que los demás niños, los que tienen síndrome de Down empiezan a decir sus primeras palabras en el segundo año de su vida. Sin embargo, a partir de ese momento adquieren nuevas palabras a un ritmo más lento que los niños neurotípicos. Un paso importante en el desarrollo típico del léxico es la explosión del vocabulario —un incremento rápido en la adquisición de palabras que ocurre cerca de los dos años—. Este aumento también se ha visto en los niños con síndrome de Down, aunque se da entre los 3 y los 5 años de edad.

La comprensión de vocabulario en niños con síndrome de Down, similar a los niños neurotípicos, puede ser producto de habilidades conservadas en el aprendizaje de palabras. Por ejemplo, identifican correctamente objetos familiares como cama o leche y pueden hacer uso de estrategias como la exclusividad mutua —asignar una palabra nueva a un objeto nuevo cuando se sabe que los otros objetos son familiares y ya poseen un nombre—. Aún más, recientemente, en el Laboratorio de Psicolingüística de la unam demostramos que los niños con síndrome de Down extienden palabras recién aprendidas a otros objetos de la misma forma. Por ejemplo, un objeto redondo que rebota puede ser de un color o multicolor, pero siempre se le llama pelota. Esta estrategia de extensión permite considerar rasgos constantes para asignar significado e ignorar características secundarias —como el color—.

Las personas con síndrome de Down también son capaces de anticipar información lingüística; por ejemplo, pueden usar el contexto de una oración como “La gallina pone…” para anticipar que terminará en la palabra huevos (ver figura 2). Esta habilidad es similar a la presentada en niños neurotípicos con una edad de desarrollo parecida, siempre y cuando los verbos están altamente relacionados con la palabra a predecir (p. ej., leer – libro). Sin embargo, cuando la relación es menor, tienen problemas para anticipar la siguiente palabra. En conjunto, los estudios previos sugieren que las personas con síndrome de Down basan su predicción principalmente en asociaciones y muestran dificultad cuando las asociaciones entre palabras son débiles (Arias-Trejo et al., 2019; Angulo-Chavira et al., 2022). Estas diferencias podrían explicar algunos de los obstáculos con los que se encuentran para aprender y usar el lenguaje, pero el estudio de esta población también aporta información muy valiosa sobre la relación y la independencia entre los procesos de producción y comprensión del lenguaje.

Figura 2. Los niños con síndrome de Down pueden anticipar información lingüística altamente probable.
Crédito: modificada de prostooleh, s.f.

Hablantes de lenguas indígenas

Se estima que a nivel mundial actualmente existen alrededor de 7000 lenguas, de las cuales la mayoría son indígenas. Una lengua indígena se puede entender como una lengua que se habla por un grupo étnico vulnerable y autóctono de una región específica (ver figura 3). Algunas lenguas indígenas tienen sólo un pequeño número de usuarios —son lenguas minoritarias— y muchas están en peligro de extinción (Moseley, 2010).

Figura 3. Niña hablante del idioma balinés, una de las numerosas lenguas indígenas del mundo.
Crédito: Kireyonok_Yuliya, s.f.

En México, entre 5 y 10% de la población hablan alguna lengua indígena, o lengua originaria. Éstas pertenecen a 11 familias lingüísticas diferentes. Se pueden organizar en 68 agrupaciones, que constituyen hasta 364 variantes regionales. La Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas (2023) estipula que todas las lenguas son lenguas nacionales, pero en la práctica aún existe mucha discriminación lingüística y falta de inclusión (La Prensa, 2024). Además, existe muy poca investigación del bilingüismo de lenguas indígenas mexicanas y el español desde el enfoque psicolingüístico, ya que este tema se suele estudiar más desde el punto de vista de lenguas en contacto o educación indígena (Serrano, 2019).

Muy a menudo, los hablantes de lenguas indígenas también hablan la lengua mayoritaria del entorno en el cual viven. A diferencia del bilingüismo de lenguas mayoritarias —por ejemplo, hablar inglés y español—, el bilingüismo indígena suele ser caracterizado por un desplazamiento lingüístico, cuando una lengua desplaza o sustituye a otra, que casi siempre resulta en el detrimento o hasta pérdida de la lengua indígena (Chi Pech, 2023). Aun así, hablar o entender una lengua indígena junto con el español es bilingüismo (Mulík et al., 2021).

¿Qué nos dicen estudios con niños indígenas sobre el lenguaje?

Los hablantes de lenguas indígenas tienden a escribir y leer en la lengua mayoritaria pero no en la lengua indígena, el uso de la cual se mantiene a menudo por medio de la tradición oral. En el caso de niños indígenas, el desarrollo de su vocabulario en la lengua indígena podría ser diferente que en la lengua mayoritaria. Por ejemplo, un estudio realizado con hablantes de lenguas indígenas de Australia reportó que el desarrollo del vocabulario de los niños indígenas en inglés ––la lengua mayoritaria–– estaba relacionado con la actividad de lectura de libros en inglés entre padres e hijos (ver figura 4). En contraste, no se encontró el efecto de lectura de libros en lengua indígena en el vocabulario de esta lengua. El factor que sí tuvo efecto en el vocabulario en la lengua indígena fue la participación de los niños en la práctica de narración oral de cuentos en esta lengua (Farrant et al., 2014). Esto apunta a una necesidad de actividades culturalmente apropiadas para el desarrollo de vocabulario en niños hablantes de lenguas indígenas, ya que habrá estrategias de desarrollo del lenguaje que ayudan más que otras.

Figura 4. Las diferentes prácticas narrativas pueden estar relacionadas con diferentes lenguas en los niños bilingües. Izquierda, tradición oral. Derecha, lectura de libros.
Créditos: freepik, s.f.a; freepik, s.f.b.

Más allá del desarrollo de vocabulario, los estudios psicolingüísticos que se han realizado con niños indígenas nos ofrecen conocimiento sobre, por ejemplo, si los pensamientos sobre números son posibles sin la existencia de las palabras que los pueden expresar. La gran mayoría de las lenguas del mundo cuenta con palabras para los números exactos, así que los hablantes están acostumbrados a pensar en cantidades exactas que tienen un nombre. Sin embargo, un estudio reportó que la habilidad de pensar en números exactos no depende de si la lengua tiene palabras para cantidades exactas. El estudio se llevó a cabo en Australia con tres grupos de niños entre 4 y 7 años, quienes hablaban ya sea el warlpiri, el anindilyakwa o el inglés. A diferencia del inglés, ninguna de estas dos lenguas indígenas australianas cuenta con palabras que se refieren a números. Cuando los investigadores compararon la manera en la cual los tres grupos de niños australianos realizaban tareas numéricas con hasta 12 objetos, no encontraron ninguna diferencia entre ellos y, en consecuencia, pudieron concluir que el procesamiento numérico no depende de la posibilidad de expresarlo en palabras, sino del concepto de número que los humanos desarrollamos de manera ajena al lenguaje (Butterworth et al., 2008).

¿Qué podríamos aprender si consideramos a los niños indígenas en los estudios de bilingüismo de corte psicolingüístico?

Algunos hablantes de lenguas indígenas mexicanas y el español pueden considerarse como hablantes de herencia (Mulík et al., 2021). Los hablantes de herencia son aquellas personas bilingües que en casa suelen utilizar su lengua materna —lengua de herencia—, pero en contextos escolares o laborales le dan más uso a la lengua mayoritaria —en el caso de México, el español—. El bilingüismo de herencia está muy extendido por el mundo y en nuestro país, porque surge, por ejemplo, en situaciones de migración o de diferentes niveles de prestigio de las lenguas. Un ejemplo de un hablante de herencia sería un hijo de migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos: habla el español en casa, pero el inglés en todos los demás contextos sociales.

La exposición a una lengua de herencia desde el nacimiento puede influir en diversos aspectos del desarrollo lingüístico. Tradicionalmente, se ha presupuesto que los niños asignan un nombre por objeto, sin embargo, los infantes bilingües demuestran que este proceso de aprendizaje de vocabulario puede ser más flexible (Gangopadhyay y Kaushanskaya, 2020). Estos niños se percatan de que un mismo objeto puede tener dos denominaciones distintas; por ejemplo, mientras que en español decimos tortilla, en otomí se le nombra hme (pronunciada con la h sonora, como en la palabra house del inglés). Al principio, este proceso de asignación de dos palabras para un mismo objeto puede resultar en un vocabulario relativamente más reducido en ambas lenguas, si lo comparamos con el de los niños monolingües. No obstante, a largo plazo, los niños bilingües no sólo igualan, sino que en ocasiones superan el vocabulario de niños monolingües de la misma edad. Lo anterior es evidente en niños bilingües que aprenden dos lenguas prestigiosas que usan de manera continua. Sin embargo, no está claro qué ocurre cuando una de las lenguas se va perdiendo, como sucede con algunos hablantes de herencia en México.

Para abordar estas dinámicas en una población que ha sido poco representada en la investigación psicolingüística, en nuestro laboratorio estamos llevando a cabo estudios con niños bilingües que hablan tanto una lengua indígena como el español (por ejemplo, Mulík y Arias-Trejo, 2025). Con estos estudios, esperamos proporcionar información novedosa y valiosa sobre los procesos de adquisición de vocabulario en niños bilingües de una lengua minoritaria y una lengua mayoritaria. De esta manera, pretendemos contribuir a una mejor comprensión de los fenómenos de aprendizaje y pérdida de lenguas, especialmente en el contexto de la diversidad lingüística de México. Asimismo, invitamos a otros investigadores del área de la psicolingüística a aumentar los esfuerzos sobre el bilingüismo indígena mexicano.

Conclusiones

En este trabajo, abordamos dos poblaciones muy diferentes con las que hemos trabajado en nuestro laboratorio, para ejemplificar cómo su estudio desde la psicolingüística puede ayudarnos a responder algunas preguntas fundamentales en este campo de investigación. Como el lector puede apreciar, muchas de las preguntas siguen sin ser respondidas, por lo que son necesarios más estudios de esta índole. La investigación en estas áreas es crucial para mejorar la calidad de vida y apoyar el aprendizaje y desarrollo de habilidades lingüísticas en personas con síndrome de Down, así como para generar conocimiento sobre diferentes tipos de bilingüismo y apoyar en erradicar el estigma del bilingüismo indígena y la preservación y revalorización de las lenguas originarias en México y en el mundo. La inclusión de poblaciones poco investigadas en los estudios psicolingüísticos tiene serias implicaciones tanto científicas —una mejor generalización de los resultados hacia la diversidad poblacional— como sociales —una mayor inclusión y aceptación de los grupos marginados y vulnerables—.

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Recepción: 2023/06/27. Aprobación: 2025/02/07. Publicación: 2025/03/11.

Vol. 26, núm. 2 marzo-abril 2025

¿Qué hay en el plato de la totoaba? Descubre su dieta con ciencia forense

Alicia Abadía Cardoso, Yolanda Schramm Urrutia, Ivone Giffard Mena, Arlette Pacheco Sandoval y Jennyfers Chong Robles Cita

Resumen

La totoaba, un pez único de México, estuvo al borde de la extinción debido a la sobrepesca. Para salvarla, la Universidad Autónoma de Baja California ha logrado avances significativos con un proyecto de reproducción en cautiverio. Pero aún falta mucho por aprender sobre su biología, como qué come en su hábitat natural. Afortunadamente, técnicas genéticas innovadoras, como la metagenómica, ahora nos permiten conocer con precisión las especies que forman parte de su dieta. Este descubrimiento no sólo mejora las estrategias de conservación de la totoaba en su entorno natural, sino que también optimiza su desarrollo en cautiverio. Al entender mejor sus necesidades alimenticias, se pueden tomar decisiones más informadas para proteger a esta especie en peligro y asegurar su futuro.
Palabras clave: totoaba, conservación, metagenómica, extinción, dieta.

What’s on the totoaba’s plate? Discover its diet with forensic science

Abstract

The totoaba, a unique fish from Mexico, was on the brink of extinction due to overfishing. To save it, the Autonomous University of Baja California has made significant progress with a captive breeding project. However, much is still to be learned about its biology, such as what it eats in its natural habitat. Fortunately, innovative genetic techniques, such as metagenomics, now allow us to accurately identify the species that make up its diet. This discovery not only enhances conservation strategies for the totoaba in its natural environment but also optimizes its development in captivity. By better understanding its nutritional needs, more informed decisions can be made to protect this endangered species and secure its future.
Keywords: totoaba, conservation, metagenomics, extinction, diet.


En el corazón del Golfo de California

El operativo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (profepa) fue un golpe certero: cuatro totoabas, dos hembras y dos machos de entre 81 y 136 cm, que por su tamaño eran consideradas adultas (Berdegué, 1955), fueron decomisadas. Estas fueron capturadas en una red de pesca ilegal y retiradas rápidamente de las aguas del Golfo de California, donde ya no tenían escape. Las “policías del mar” las sacaron del agua, frescas, y con un futuro incierto. Esta acción no sólo representó un acto de justicia en el océano, sino que también ofreció la oportunidad de desvelar uno de los secretos mejor guardados de estos gigantes marinos: ¿qué comen realmente las totoabas en su hábitat natural?

Las totoabas (Totoaba macdonaldi), esos imponentes gigantes marinos que habitan en el Golfo de California, han intrigado a los científicos durante décadas. ¿De qué se alimentan? ¿Cómo entendemos su dieta? A través de la ciencia y la genética, se ha logrado desvelar parte de sus secretos mediante el uso de técnicas innovadoras.

¡La totoaba es un pez realmente grande! Puede medir hasta dos metros y alcanzar un peso de 135 kg cuando es adulto. Este pez habita exclusivamente en las zonas costeras del Golfo de California, desde el Delta del Río Colorado, pasando por las costas de Baja California y Sonora, hasta llegar a Sinaloa (Figura 1) (Cisneros-Mata et al., 1995). Es tan única que sólo se encuentra en este ecosistema, lo que la convierte en una especie endémica. Además, las totoabas migran para reproducirse. Entre febrero y mayo, todas viajan hacia el Delta del Río Colorado, donde se agrupan. Después de este periodo, los juveniles y adultos regresan al sur, hacia las aguas más profundas de las grandes islas (Berdegué, 1955; Cisneros-Mata et al., 1995).

Distribución de la totoaba

Figura 1. Distribución de la totoaba en la zona costera del Alto Golfo de California (en azul).
Crédito: modificado de Arvizu y Chávez, 1972.

Durante varias décadas, la pesca indiscriminada de totoaba casi llevó a la especie a la extinción. En 1975, la totoaba fue declarada en peligro de extinción, y se prohibió su pesca (semarnat, 2010). Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por protegerla, la totoaba se asemeja a otro pez muy valorado en Asia, el bahaba, al que se le atribuyen, de manera infundada, propiedades medicinales y afrodisíacas. Este pez está tan amenazado debido a la sobrepesca que su captura ilegal comenzó a verse como una alternativa. Así nació el tráfico ilegal de totoaba, cuyo destino final era el mercado asiático (Cisneros-Mata et al., 2020).

¿Qué ocurre cuando una especie está al borde de la extinción?

Cuando una especie se encuentra en riesgo de desaparecer, se implementan estrategias para incrementar su población. En 1994, la Universidad Autónoma de Baja California (uabc) inició un ambicioso proyecto para recuperar la totoaba, una especie clave tanto ecológica como económicamente para la región. El proyecto se enfocó en su reproducción en cautiverio con tres objetivos principales:

  1. Estudiar la biología de la especie.
  2. Producir totoabas para el consumo humano y reducir la pesca de ejemplares silvestres.
  3. Liberar juveniles en el Alto Golfo de California para favorecer su recuperación.

Gracias a este esfuerzo y al trabajo conjunto con otras instituciones, se han liberado más de 500,000 juveniles en su hábitat natural (Enríquez Paredes et al., 2023). Además, desde 2011, la carne de totoaba cultivada en la uabc se comercializa de manera legal (Figura 2) (Enríquez Paredes et al., 2023).

Cultivo de totoabas

Figura 2. Cultivo de totoabas en la Universidad Autónoma de Baja California (arriba). De izquierda a derecha: juvenil de totoaba, tanque con totoabas juveniles, totoabas adultas reproductoras.
Crédito: L. Enríquez, I. Giffard (2019).

No obstante, para mejorar el éxito de este proyecto es necesario profundizar en el conocimiento de la biología de la totoaba en su entorno natural. Comprender su dieta requiere estudiar su hábitat a lo largo de las distintas etapas de su vida (juveniles, preadultos y adultos), sus migraciones y sus necesidades energéticas. Esta información permite diseñar dietas óptimas en laboratorio para su crianza en cautiverio.

¿Cómo descubrimos lo que come la totoaba?

Investigar la dieta de una especie requiere el uso de diversas técnicas (Nielsen et al., 2018), y la elección de la más adecuada depende de los hábitos alimenticios de la especie en cuestión.

  1. Observación directa. Esta técnica es útil para especies terrestres, pero resulta inviable en el caso de la totoaba, que habita en el mar, lo que impide presenciar sus hábitos alimenticios en tiempo real.
  2. Análisis de excretas. Permite identificar restos de alimentos, pero para la totoaba, recolectar muestras resulta complicado debido a su entorno.
  3. Análisis de contenido estomacal. Implica capturar ejemplares y examinar sus estómagos en busca de restos de presas. Este método tradicional requería sacrificar múltiples individuos y dependía de que el alimento no estuviera completamente digerido.

Sin embargo, para las especies en peligro de extinción, la extracción de estómagos resulta inviable. Por ello, se ha recurrido a una técnica más avanzada: la metagenómica, que consiste en el estudio del adn presente en una muestra para identificar las especies que han interactuado con ella, incluso si ya han sido digeridas (Pompanon et al., 2012).

El adn, compuesto por cuatro nucleótidos1 (adenina [A], guanina [G], citosina [C] y timina [T]), forma secuencias únicas en cada especie (Figura 3) (Watson y Crick, 1953). Al analizar el contenido estomacal de una totoaba mediante metagenómica, se pueden identificar las especies consumidas con gran precisión (Fernandes et al., 2018).

Diagrama de la estructura de una molécula de ADN

Figura 3. Diagrama de la estructura de una molécula de ADN. Cada especie tiene una secuencia única de nucleótidos (letras), lo que permite su identificación a partir del ADN. Crédito: A. Abadía (2023).

Análisis forense: descifrando la dieta de la totoaba

Tras el decomiso de las totoabas, surgió una nueva oportunidad para entender más a fondo a estos gigantes marinos. El análisis forense, utilizando la innovadora técnica metagenómica, permitió adentrarse en el misterio de su dieta. Al emplear esta técnica, los científicos pudieron descifrar los secretos de lo que las totoabas realmente consumen en su hábitat natural, incluso cuando los restos de su alimentación ya han sido digeridos.

Estómago de totoaba abierto
Figura 4. Estómago de totoaba abierto para la obtención de muestras (~0.02 g), las cuales se colocaron en tubos para la posterior extracción de ADN.
Crédito: A. Abadía (2020).

El proceso comenzó con una disección minuciosa de los ejemplares. Se realizó un corte continuo desde la base de la boca hasta el costado, para exponer los órganos sin moverlos de su lugar. Una vez identificados los órganos, se extrajeron para ser pesados y medidos.

Luego, se extrajo el adn de cada muestra y se secuenció, obteniendo las secuencias de nucleótidos únicas de cada especie presente en el contenido estomacal. Estas secuencias se compararon con las de una base de datos global llamada GenBank, que alberga información genética de miles de especies.

Este trabajo se llevó a cabo en colaboración con el grupo de Nutrición Acuícola de la uabc, quienes tomaron datos físicos de los ejemplares, como tallas y peso. Mientras tanto, el equipo de investigación del Laboratorio de Ecología Molecular de la misma universidad extrajo los estómagos de las totoabas y los colocó en charolas de disección (Figura 4). Los estómagos fueron cuidadosamente abiertos para evitar contaminaciones y se encontraron partes de peces como anchovetas, así como estructuras duras como escamas y huesos. A pesar de la digestión avanzada, se lograron extraer seis muestras del contenido estomacal para analizarlas en el laboratorio.

¿Qué comieron las totoabas adultas?

Gracias al análisis metagenómico, se descubrió que las totoabas se alimentan de al menos 11 especies diferentes. Las presas más comunes fueron la anchoveta del Pacífico (Cetengraulis mysticetus), la lisa común (Mugil cephalus), la anchoveta de California (Engraulis mordax) y el chano norteño (Micropogonias megalops), todas ellas especies comunes en el Golfo de California. También se identificaron diversas especies de krill, pequeños crustáceos similares a camarones (Figura 5).

Principales especies consumidas por la totoaba

Figura 5. Principales especies consumidas por la totoaba.
Crédito: A. Abadía (2023).

Se encontraron parásitos y microorganismos en el contenido estomacal, pero estos no forman parte de su dieta, sino que probablemente fueron ingeridos incidentalmente (Mroue-Ruiz et al., 2023).

Este estudio es el primero en documentar la dieta de la totoaba mediante metagenómica, una técnica que ofrece muchas ventajas sobre los métodos tradicionales. Análisis previos basados en técnicas convencionales (Berdegué, 1955; De Anda-Montañez et al., 2013) sólo habían identificado cinco de las 11 especies encontradas en este estudio, lo que demuestra la mayor precisión de la metagenómica.

Si bien la metagenómica es una herramienta valiosa, no está exenta de limitaciones. Por ejemplo, sólo permite detectar la presencia o ausencia de una especie en la muestra, sin proporcionar información sobre la cantidad de presas consumidas, su tamaño, etapa de desarrollo o sexo. Por ello, se recomienda complementarla con técnicas tradicionales de reconocimiento morfológico en futuros estudios. De esta manera, se obtendrá un panorama más completo que incluya tanto la identificación de especies como la cantidad consumida de cada una.

¿Cómo ayuda la metagenómica en la conservación de la totoaba?

El uso de la metagenómica como método alternativo para analizar la dieta de la totoaba tiene implicaciones importantes para su conservación y el manejo de sus poblaciones en cautiverio. Este estudio permite comprender mejor la interacción de la totoaba con otras especies a través de su alimentación, así como analizar variaciones en su dieta a lo largo del año o entre individuos de diferentes edades.

Uno de los mayores desafíos en el cultivo de totoaba ha sido la formulación de dietas adecuadas para su óptimo desarrollo. Gracias a este estudio, ahora es posible diseñar dietas más cercanas a su alimentación natural, lo que podría mejorar la supervivencia, la salud y el crecimiento de los ejemplares criados en cautiverio.

En conclusión, este trabajo amplía el conocimiento sobre la dieta de la totoaba en su entorno natural y demuestra las ventajas de la metagenómica como herramienta para la investigación biológica y la conservación de esta especie emblemática.

El avance científico permite mejorar la precisión de las investigaciones y optimizar el manejo de los recursos naturales. Al aplicar herramientas innovadoras como la metagenómica, se promueve la conservación de especies clave y se favorece la producción de alimentos sanos y sostenibles, con un impacto positivo en la salud del planeta y en nuestra calidad de vida.

Agradecimientos

Agradecemos a la Dra. Asunción Lago Lestón y a la Biól. Fadya Hussein Mroue Ruiz por su participación fundamental en la realización de este proyecto. El proyecto fue financiado por la 20ª convocatoria interna de la Universidad Autónoma de Baja California. También agradecemos al personal de la Unidad de Manejo Ambiental (uma) de Reproducción y Crianza de Totoaba de la uabc por su apoyo en la facilitación de los especímenes.

Referencias

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Recepción: 2023/10/12. Aceptación: 2024/10/04. Publicación: 2025/03/11.

Vol. 26, núm. 2 marzo-abril 2025

Muelas en apuros: historia del dolor dental

Marine Ortiz Magdaleno y Amaury de Jesús Pozos Guillén Cita

Resumen

Quienes han experimentado un dolor dental saben lo desagradable que puede ser. En muchos casos, este dolor se debe a la pulpa, un tejido ubicado en un espacio hermético dentro del diente, rodeado por la dentina y el esmalte. Las enfermedades pulpares, especialmente las causadas por caries, generan una sensación de presión, ya que la pulpa está confinada en una estructura cerrada llamada cámara pulpar. Esto puede provocar un dolor extremadamente intenso.
El objetivo de este artículo es analizar las causas del dolor originado en el tejido pulpar, una molestia que puede llegar a ser una verdadera pesadilla para quien lo sufre.
Palabras clave: dolor dental, diente, pulpa, caries, tejido pulpar.

Trouble with molars: a history of tooth pain

Abstract

Anyone who has experienced dental pain knows how unpleasant it can be. In many cases, this pain is caused by the pulp, a tissue located in a sealed space inside the tooth, surrounded by dentin and enamel. Pulp diseases, especially those caused by cavities, create a sensation of pressure, as the pulp is confined within a closed structure called the pulp chamber. This can lead to extremely intense pain.
The aim of this article is to analyze the causes of pain originating in the pulp tissue, a discomfort that can become a true nightmare for those who suffer from it.
Keywords: dental pain, tooth, pulp, cavities, pulp tissue.


Historia del dolor dental

La humanidad ha padecido problemas de salud oral desde la prehistoria, buscando diversas soluciones para mitigarlos o eliminarlos. Los pueblos primitivos mostraron un interés particular en aliviar los padecimientos dentales, siendo los egipcios los primeros en desarrollar tratamientos para el dolor dental, alrededor del año 2600 a. e. c. Se ha evidenciado que, entre el 2900 y el 2750 a. e. c., los remedios consistían en remover la caries con un cincel de metal, perforando los dientes para aliviar el dolor, el cual era considerado un verdadero tormento. Pero ¿cómo era posible someterse a este procedimiento sin la existencia de anestesia dental? En aquella época, el uso de herramientas metálicas era la única alternativa para eliminar el dolor (Díaz de Kuri, 1994). Debido a la extrema incomodidad y sufrimiento que causaba, los pacientes solían ser inmovilizados en sillas, generalmente inconscientes durante el procedimiento.

Las civilizaciones antiguas también empleaban remedios herbales: el opio y el cannabis eran utilizados como analgésicos para curar el dolor. Cada cultura aliviaba el dolor dental de acuerdo con sus creencias, realizando procedimientos paliativos y alguno curativos. El conocimiento científico de la historia del dolor comenzó en el siglo xix: cuando existía una herida visible era comprensible el origen y la causa del dolor. Sin embargo, de no encontrarse una causa aparente, se creía que la persona había sido hechizada, poseída por un espíritu maligno o que los demonios se habían apoderado de su cuerpo; por ello, se pensaba que un rezo o una plegaria eliminaría el dolor (Sanfilippo 1986).

¿Qué es el dolor de muelas?

Asistir al dentista puede llegar a ser realmente atemorizante para algunas personas. Incluso, a veces, lo evitamos y prolongamos el tiempo de la consulta lo más posible, resistiendo el dolor a toda costa y autorrecetándonos medicamentos, pensando que las molestias desaparecerán en cualquier momento. No obstante, el famoso dolor de muelas indica que algo no anda bien en el diente. Por un lado, uno de sus orígenes más comunes es el tejido pulpar. Por el otro, existen diversos motivos del dolor de muelas: un golpe, una fisura en el diente, enfermedades de las encías, y el desgaste dental severo conocido como bruxismo (Iaculli et al., 2022).

La caries es una de las enfermedades infecciosas más prevalentes a nivel mundial y la principal causa del dolor de muelas. Se trata de un proceso destructivo provocado por bacterias presentes en la boca, que inicia en el esmalte1 y progresa hacia la dentina.2 Estas bacterias metabolizan los azúcares y almidones de los alimentos y bebidas, generando ácidos que atacan el componente mineral del diente, debilitando su estructura progresivamente (Bae et al., 2020). Si no se trata a tiempo, la caries puede evolucionar hasta convertirse en una lesión extensa y agresiva. Cuando alcanza el tejido pulpar, provoca irritación e inflamación, una afección conocida como pulpitis (ver figura 1). Es importante destacar que el dolor pulpar puede aliviarse con el tratamiento adecuado (Kahler et al., 2023).

Dolor de muelas

Figura 1. El dolor de muelas ocasionado por el tejido pulpar es espontáneo, intenso y pulsátil, dura minutos inclusive horas.
Créditos: iStock, uso reservado.

¿Por qué es tan intenso el dolor pulpar?

La pulpa es un nervio con una alta irrigación de vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas que mandan impulsos a nuestro cerebro, lo que puede ocasionar un dolor punzante y agudo. Es el único tejido blando dentro de la estructura del diente y se localiza en un espacio hermético conocido como cámara pulpar, que funciona como una caja fuerte protegida por el tejido más duro del cuerpo humano: el esmalte dental (Ommerborn et al., 2023).

A pesar de la dureza del esmalte, el diente se debilita debido a la pérdida gradual de minerales como el calcio y el fosfato, un proceso conocido como desmineralización. Como resultado, los dientes se vuelven más frágiles y propensos a fracturarse, y la dentina se ablanda y pierde su resistencia, lo que facilita la formación de cavidades que destruyen la estructura dental. En casos avanzados, estas lesiones pueden alcanzar la cámara pulpar, exponiendo el tejido pulpar y poniendo en riesgo la vida de la pulpa (Iaculli et al., 2022). En las primeras etapas, la caries es tan pequeña que no causa dolor. Sin embargo, si no se trata a tiempo, las bacterias continuarán avanzando, destruyendo poco a poco el diente y provocando un dolor intenso (Tong et al., 2022).

¿Existen diferentes enfermedades pulpares?

La pulpa manifiesta su estado de salud a través del dolor en diferentes intensidades: leve, moderado o severo; sin embargo, éste no necesariamente representa la gravedad de la lesión (Santos et al., 2021). Así, la pulpitis reversible ocurre cuando la pulpa está inflamada, pero después de que se elimina la caries el dolor desaparece, lo que significa que las bacterias responsables de la caries ocasionaban la dilatación de los vasos sanguíneos y, por lo tanto, el dolor; no obstante, la pulpa continua con vitalidad (Lin et al., 2020).

Si el dolor pulpar continúa a pesar de que ya se haya eliminado la caries, se diagnóstica una pulpitis irreversible, en la que la pulpa está gravemente enferma y no será capaz de retornar a un estado sano. Aquí se elimina la pulpa con un tratamiento endodóntico, conocido popularmente como matar al nervio. En casos graves pueden formarse abscesos dentales que son acúmulos de pus causados por la infección bacteriana. La pus proviene del absceso dental y fluye por una fístula (ver figura 2), que es conducto de drenaje que conecta el sitio de la infección con la superficie de la encía. El tratamiento consiste en un antibiótico para eliminar la infección, y así evitar su propagación y mantener la salud bucal (Kahler et al., 2023).

Absceso dental

Figura 2. El absceso dental es una acumulación de pus causada por una infección bacteriana; está localizado cerca del diente afectado.
Créditos: iStock, uso reservado.

Otra enfermedad es la necrosis pulpar, que ocurre cuando las bacterias de una caries extensa e invasiva en el tejido dental y pulpar terminan con la vida de la pulpa. Entonces ésta ya no responde a los estímulos de frío y calor; es decir, el paciente no tiene la sensibilidad para sentir los cambios térmicos en el diente afectado. Al igual que en la pulpitis irreversible, el tratamiento consiste en realizar una endodoncia para eliminar el tejido pulpar muerto (Lin et al., 2020).

¿Cómo puedo saber si tengo pulpitis?

Este temible dolor pulpar resulta sumamente molesto y puede desencadenarse al masticar ciertos alimentos o al ingerir bebidas frías o calientes. Se presenta de forma repentina e intermitente (ver figura 3). El dolor pulpar es un síntoma, una experiencia sensorial y emocional desagradable que puede intensificarse hasta el punto de afectar la rutina y las actividades diarias, obligando a solicitar una consulta dental urgente para identificar y tratar la causa del dolor (Longridge y Youngson, 2019). En algunos casos, el dolor puede sentirse hasta la cabeza, el oído y la mandíbula, y suele aumentar al recostarse sobre el lado afectado debido a la presión ejercida en el área de la cara. Además, producen cambios en la coloración del diente, mal aliento, fracturas e incluso la formación de orificios (Aminoshariae y Kulild, 2021).

Caries dental

Figura 3. La caries dental ocasiona dolor de muelas, que puede iniciar al masticar o simplemente al tocarnos el diente afectado, al dormir en determinada posición, al ingerir bebidas frías o calientes, y al comer alimentos dulces y ácidos.
Créditos: iStock, uso reservado.

Los síntomas asociados con el dolor pulpar pueden variar dependiendo de la gravedad o la presencia de infección. Algunos de los más comunes incluyen dolor intenso, palpitante y persistente, hinchazón en la zona afectada, sensibilidad dental con alimentos y bebidas calientes o frías, sangrado de la encía y presencia de pus. La intensidad de los síntomas clínicos puede variar dependiendo del grado de inflamación de la pulpa, la presión en la cámara pulpar y la viabilidad de las fibras nerviosas. En casos severos, el dolor puede ser tan intenso que interfiere con la masticación y el habla. El dolor pulpar puede comenzar durante la mañana, pero en la noche empeora, porque al acostarnos la sangre fluye hacia la cabeza y la presión dentro de la cámara pulpar aumenta, con lo que se intensifica el dolor (Pigg et al., 2021).

Pruebas de vida en el tejido pulpar

Para reconocer el estado de salud de la pulpa, es decir, si la pulpa está viva o muerta, es necesario realizar varias pruebas clínicas en el diente afectado. Éstas consisten en aplicar estímulos para saber si el tejido pulpar reacciona o no. Una de las más comunes es la prueba térmica, que consiste en realizar cambios de temperatura en el diente: si el paciente tiene la sensación del cambio de temperatura en el diente significa que la pulpa está viva, en caso de que no sienta la sensación del frío o calor la pulpa está muerta. Para confirmar este diagnóstico, es indispensable que el odontólogo tome una radiografía y así identifique la profundidad de la caries y su cercanía con la cámara pulpar, que alberga al tejido pulpar (Ommerborn et al., 2023).

Recubrir la pulpa para mantener su vitalidad

En caso que la caries no alcance la cámara pulpar, pero se encuentre muy próxima, es recomendable colocar un material dental conocido como base cavitaria. Este material recubrirá indirectamente a la pulpa de manera preventiva para evitar lesiones irreversibles y así preservar su vitalidad. Las bases cavitarias, además de proteger a la pulpa, estimulan la formación de dentina, y funcionan como materiales de aislamiento para evitar sentir los cambios bruscos de temperatura, que agreden a la pulpa (Pergolizzi et al., 2023).

Pero ¿qué pasa si la caries logra atravesar la cámara pulpar por un pequeño orificio? Entonces el dolor se intensificará debido a que la pulpa queda expuesta, y será necesario realizar un recubrimiento pulpar directo, el cual consiste en colocar un material dental en contacto directo con el tejido pulpar para lograr preservar su vitalidad. Es recomendable que este tipo de procedimientos se realice en pacientes jóvenes, cuya lesión fue producida por un traumatismo accidental o al momento de eliminar la caries, y siempre y cuando sean atendidos lo más pronto posible. Es importante señalar que el éxito de recubrir de manera directa la pulpa depende del tamaño de su exposición (Tedesco et al., 2020). En el caso de la exposición pulpar muy extensa es necesario realizar el tratamiento endodóntico: se anestesia de manera local el diente y se hace una cavidad en el diente llamada acceso pulpar, que permite la entrada para los instrumentos que eliminan el tejido pulpa (Tong et al., 2022).

¿Cómo cuidar el tejido pulpar?

Es necesario mantener los dientes sanos para evitar las enfermedades pulpares. La prevención y la higiene oral es la mejor manera para evitar daños en los dientes. Las recomendaciones son: cepillarse los dientes después de cada comida utilizando el cepillo adecuado, no ingerir excesos de alimentos ácidos y azucarados, acudir al dentista mínimo una vez al año. En caso de tener un dolor de muelas es importante ir lo antes posible al dentista, quien revisará e identificará la causa del dolor y así realizará el tratamiento adecuado.

Conclusión

La pulpitis es una dolorosa inflamación del tejido pulpar y su principal causa es la caries. Mantener una adecuada higiene oral es clave para evitar su presencia. Las características de este dolor dependen de las condiciones del estado de salud de la pulpa, por lo que la importancia de un diagnóstico temprano se traduce en poder realizar un tratamiento conservador en el diente afectado y evitar sufrir de mucho dolor.

Referencias

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Recepción: 2023/09/30. Aprobación: 2024/10/07. Publicación: 2025/03/11.

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Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079