Vol. 26, núm. 2 marzo-abril 2025

¿Qué hay en un número?

Guillermo N. Murray-Tortarolo Cita

Resumen

Los números están en todo lo que nos rodea. Desde el preparar una receta hasta el comprar alimentos o ver la velocidad del auto, los números están profundamente arraigados en nuestra vida. Los científicos pasamos la mayor parte de nuestra actividad buscando los números que explican el universo, evaluándolos y presentando argumentos para cuando no son convincentes. A partir de los números hemos creado la civilización y modificado nuestro entendimiento de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. En este artículo te cuento la importancia que existe en un número a través de tres relatos: la búsqueda de las constantes universales, la primera colaboración científica internacional y una historia sobre el riesgo que implica no conocer algunos números.
Palabras clave: números, matemáticas, ciencia, conocimiento.

What’s in a number?

Abstract

Numbers are everywhere around us. From preparing a recipe, to buying food, or checking the speed of a car, numbers are deeply ingrained in our lives. As scientists, we spend most of our time searching for the numbers that explain the universe, evaluating them, and presenting arguments when they are not convincing. From numbers, we have created civilization and modified the understanding of ourselves and the world around us. In this article, I will tell you about the importance of a number through three stories: the search for universal constants, the first international scientific collaboration, and a story about the risks of not knowing certain numbers.
Keywords: numbers, mathematics, science, knowledge.


—¿Qué hay en un nombre? —le pregunta Romeo a Julieta—. Aquello que llamamos Rosa olería igual de bien, aunque cambiemos el nombre.

Romeo aludía a que su amor iba más allá de los apellidos que él y Julieta llevaban; implicaba que éstos eran sólo un nombre insignificante. Pero este artículo no se trata de nombres, sino de números. Haciendo un símil a lo anterior, la pregunta es: ¿qué hay en un número? Esa es posiblemente una de las preguntas más importantes para los científicos, quienes pasamos años de nuestra vida y muchas horas de estudio tratando de comprender si un número tiene o no sentido.

Te daré un ejemplo, si yo te digo que existe un huevo que pesa 8 kg, tú inmediatamente me vas a decir que estoy loco (el huevo más grande, de avestruz, pesa a lo sumo 1.5 kg). Tu experiencia ha demostrado que el número que te presento es imposible. En este caso podemos detectar el error gracias a nuestras vivencias, pero ¿qué pasa cuando esto no es suficiente? Por ejemplo, ¿qué pasaría si yo te digo que la fuerza de gravedad en Júpiter es de 25 m/s2, o si te dijera que es de 200 m/s2? ¿Cuál es la respuesta correcta? ¿O ambas son incorrectas?1 A lo mejor aquellos que estudian astronomía no tuvieron problemas para encontrar la respuesta, yo personalmente tuve que buscarla en internet.

Lo anterior es un ejemplo para evidenciar que, al final, mucha de la ciencia se trata de ponerle valores a ciertos números. Es la búsqueda por encontrar números escondidos y debatir sobre los que existen. Números que nos permiten entender mejor nuestro mundo y, con un poco de suerte, generar predicciones. Pero no quiero que sólo lo creas de mi palabra, así que en este artículo te voy a presentar tres ejemplos de la importancia que puede tener un número en nuestro mundo, y los esfuerzos monumentales que se hacen para conseguirlos. El primero es la historia de la búsqueda de constantes universales y algunas de las más importantes que hemos encontrado. En segundo lugar, te contaré cómo surgió la primera colaboración científica internacional, y de cómo logramos determinar la distancia entre los planetas de nuestro sistema solar. Finalmente, cerraremos con una visión de lo que pasa cuando no nos podemos poner de acuerdo en un número y las consecuencias que puede tener para nuestra humanidad. Acompáñame entonces a ver qué hay en un número.

La regularidad en un mundo caótico: la búsqueda de constantes universales

A primera vista el mundo pinta caótico y desordenado. Al menos así le debió de haber parecido a nuestros ancestros durante muchos miles de años. Para explicar el medio errático, recurrieron a toda clase de explicaciones, que adquirieron la forma de dioses de los elementos.

Así vivió la humanidad por miles de años, hasta que llegó la revolución del pensamiento, la famosa Ilustración. Junto con esto surgió una forma de pensar, un método que fue el que cambiaría todo: el método científico. Y entonces el universo antes caótico comenzó a tener sentido. Empezamos a encontrar patrones en el caos: constantes universales. Y así, durante los siguientes tres siglos (de 1700 a la actualidad), el número de constantes creció y creció. Aquí te cuento la historia de tres de ellas, que a mi gusto han sido de las más importantes en el entendimiento del mundo.2

No hay miedo más común en nuestra humanidad que la oscuridad, y, por lo tanto, no hay mayor insignia del dominio sobre el mundo que entender la luz. Durante mucho tiempo, la luz fue algo místico, aunque algunos filósofos árabes ya sugerían que posiblemente tenía una velocidad finita. Galileo hizo sus mejores esfuerzos para medirla, pero no lo logró. Fue hasta la llegada de Ole Rømer, quien en 1676 y con una habilidad matemática impresionante,3 logró generar el primer cálculo de su velocidad, en 220,000 km/s. Hoy sabemos que el valor exacto es en realidad de 299,792.458 km/s, pero fue gracias a Rømer que pudimos comenzar a poner números a lo intangible (Spence, 2019).

Si la oscuridad nos aterra, uno de los mayores anhelos de nuestra humanidad es volar. Pero por más que lo intentamos, siempre acabamos pegados al suelo; empujados por una fuerza que durante mucho tiempo pareció invisible. Gracias a Newton, en 1687 —con la caída de la famosa manzana—, se caracterizó la ley de la gravitación universal, que describe la atracción que genera la masa entre dos cuerpos.

No obstante, esta ley también llevaba una constante —la de gravitación universal—, misma que tardó otros 100 años, hasta 1798, en ser explicada. Fue gracias a Henry Cavendish, físico británico, con un increíble experimento —que lleva su nombre— que pudimos determinarla en 6.67430×10-11 Nm2/kg2. A partir de allí, se podría calcular la aceleración que necesitamos para escapar del planeta… Y el resto es historia satelital (Falconer, 1999).

Habiendo domado la oscuridad y la gravedad, lo que siguió fue entender cómo dominar la materia. ¿Qué se puede hacer para crear mezclas exactas de sustancias que nos interesan? Esa fue justamente la pregunta que se hizo Amadeo Avogadro en 1811, y que lo llevó a encontrar una constante fundamental en la química, que además llevaría su nombre: el número de Avogadro. Esta increíble constante define la proporción entre el número de átomos o moléculas en un mol de un elemento o sustancia. En otras palabras, reconoce que no todas las sustancias pesan lo mismo si tienen la misma cantidad de átomos (por ejemplo, una molécula de agua pesará menos que una molécula de dióxido de carbono) y para mezclarlas debemos conocer las equivalencias. La constante se define como 6.02214 X1023 kg/mol, o seiscientos dos mil doscientos catorce trillones… Un número similar a la cantidad de estrellas en todo el universo (Schmiermund, 2022).

Después de eso la cantidad de constantes que encontramos en el universo comenzó a crecer de forma exponencial, con nuevos hallazgos casi cada década. Se encontraron relaciones entre energía y radiación (constante de Boltzmann y luego de Planck), el cero absoluto de temperatura, de la carga eléctrica de protones y electrones, entre muchas (muchas) otras. Entonces, ¿qué hay en estas grandes constantes universales, estos números tan únicos? Bueno, detrás de todos ellos hubo mentes brillantes, experimentos ingeniosos y sobre todo un arduo trabajo, que cambiaron nuestra forma de entender el universo y con ello también nuestra tecnología y nuestro diario vivir.

Los esfuerzos por conseguir un número: la medición del sistema solar

En la actualidad las distancias en el mundo se han reducido de manera impresionante. Podemos llegar prácticamente a cualquier parte en menos de un día y nos podemos comunicar de forma inmediata con amigos que tengamos en China, Sudáfrica o la Antártida. También las distancias en el espacio se han hecho un poco más pequeñas, ya logramos llegar a la Luna y con suerte en algunos años más estaremos pisando Marte. Es más, podemos calcular con exactitud la distancia entre dos puntos en nuestro planeta y también entre la Tierra y otros cuerpos del sistema solar. Pero durante la mayor parte de la humanidad esto no fue así, sabíamos que existían otros planetas, pero no teníamos idea de que tan lejos estaban. Esto cambió gracias a la primer gran colaboración científica internacional: el mayor esfuerzo por determinar un número.

La historia comienza en 1760, con la predicción de Edmond Halley —hay un cometa muy famoso con su nombre— de que existiría un eclipse planetario, en el que Venus cruzaría exactamente por el Sol y sería visible desde la Tierra. Gracias a ello, si se tenían suficientes mediciones exactas en diferentes lugares del mundo, sería posible estimar la distancia entre la Tierra y el Sol por primera vez.4 Sería una oportunidad única en un siglo, que requeriría tener mediciones astronómicas en prácticamente todo el planeta. He así que comenzó la primera gran colaboración científica internacional. Algunos científicos viajaron miles de kilómetros (en varios meses) por tierra y barco, para llegar a selvas remotas en la India, Filipinas y México. Otros se aventuraron a la tundra de Rusia y Noruega, a lugares tan fríos que por poco estaban desolados. Muchos de ellos murieron en el intento, algunos antes de llegar, otros en el camino de regreso. Todo este enorme sacrificio por un único número (Wolf, 2020).

Con enormes esfuerzos se logró hacer la determinación, y por primera vez en la historia de la humanidad tuvimos noción de la enorme distancia entre nuestro planeta y el Sol, y junto con ello el tamaño del sistema solar. ¡La distancia entre la Tierra y el Sol es de 150millones de kilómetros! ¡Y la distancia a la nube de Oort, donde termina nuestro sistema solar, es de 30 trillones de kilómetros! En este hecho en particular, vale la pena cuestionarnos ¿qué hay en un número? Las valiosas vidas de investigadores, recursos, y sobre todo mucha pasión por el conocimiento. Esta historia se repetiría varias veces después, hasta que en el mundo moderno nos hemos acostumbrado a ver colaborar a científicos de todas partes del globo. Hoy en día siguen existiendo grandes esfuerzos conjuntos para encontrar números, como el gran colisionador de Hadrones, la estación internacional en Antártida o el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático.

Cuando el número nos elude: la historia de la sensibilidad climática

Hasta ahora te he contado la historia de números que logramos medir y determinar, con pequeños o grandes esfuerzos, pero su valor —su nombre— es siempre el mismo. No obstante, existen números que no son constantes, sino variables, cuya determinación cambia según nuestro entendimiento del universo y cuyo valor puede tener grandes repercusiones. Existen muchos ejemplos de lo que menciono, pero aquí te quiero contar de un caso en particular.

Al día de hoy no existe la menor duda que el clima global está cambiando y que se debe a las actividades humanas. El calentamiento planetario que estamos viviendo es consecuencia del aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero, resultado de nuestra industria y cambio de uso de suelo. El debate se encuentra en qué tanto más se calentará nuestra Tierra, para un mismo nivel de emisiones. Te explico. Imaginemos que como humanidad decidimos dejar de emitir gases de efecto invernadero el día de mañana, o que nos ponemos de acuerdo para llegar a emisiones cero en 2030 o 2050. ¿En qué temperatura global aterrizaríamos? Uno pensaría que la respuesta debería ser sencilla, pero es todo lo contrario. El número que relaciona los gases con la temperatura es uno de los más escurridizos que hay: la sensibilidad climática.

Lo anterior se debe a que nuestra Tierra es un sistema complejo5 y nuestra atmósfera aún más. Esto quiere decir que cada molécula de gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano u óxido nitroso) no tendrá el mismo efecto de calentamiento: algunas calentarán más, otras menos; como resultado, diferentes modelos predictivos pueden arribar a conclusiones muy distintas para la temperatura global para una misma química atmosférica. La predicción de esta relación es la llamada sensibilidad climática.

Lo anterior tiene implicaciones muy serias para nuestra humanidad y la toma de decisiones. Imaginemos que el número de la sensibilidad es muy bajo (por ejemplo, de 1°C por cada 200ppm de dióxido de carbono). Esto significaría que podríamos emitir muchísimos gases de efecto invernadero antes de calentar el planeta. Así, la preocupación por reducir las emisiones sería muy poca. Pero si, en cambio, la sensibilidad es muy alta (por ejemplo, de 4°C por cada 200ppm de dióxido de carbono), entonces, la Tierra se calentará rápidamente con pocas emisiones y nos urgirá mitigarlas (Intergovernmental Panel on Climate Change, 2021). Evidentemente, las decisiones políticas de mitigación y adaptación son diametralmente diferentes en ambos escenarios y por eso hay tanta discusión en torno a este número. De esta forma, un pequeño número, lleno de incertidumbre, tiene serios impactos en la política internacional, en el funcionamiento de la Tierra y en nuestra propia existencia.

Los números nos acompañan y nos seguirán acompañando

A lo largo del artículo te conté algunas historias breves sobre la relevancia de los números para nuestra humanidad. Desde aquellos que cambiaron nuestro entendimiento del mundo, pasando por las luchas por encontrar algunos, hasta llegar al riesgo que implica el desconocer otros. El mundo que nos rodea está lleno de ellos; el entenderlos y determinarlos modifica radicalmente el camino que tomamos en un sinfín de rubros.

Si tú te dedicas o piensas dedicarte a cualquier rama de la ciencia, los números formarán una parte integral de tu actividad diaria. Hasta estoy seguro de que te volverás experto, experta o experte en leer e interpretar valores que muy pocos podrán entender. ¿Quién sabe? A lo mejor hasta puedes encontrar una nueva constante universal…

Aún si tu camino no es la ciencia, los números te seguirán acompañando en tu vida cotidiana. Desde la administración financiera (como dividir la cuenta del restaurante o entender consumos de agua y luz en nuestros hogares), hasta la gestión de nuestros tiempos, e incluso en temas de salud (por ejemplo, para calcular las calorías que necesitamos en el día a día). Como ves, los números están en casi todo lo que hacemos, incluso en actividades que no parecen matemáticas a simple vista.

Así, cuando nos preguntamos qué hay en un número, en realidad estamos preguntando: ¿cómo funciona nuestro diario vivir, nuestra humanidad, la vida misma, nuestro planeta y en el universo?

Referencias

  • Goldsmith, S. (2023, 25 de agosto). The Movement to Rename Species. The Nature Conservancy. https://tinyurl.com/jy72bjwr.
  • Intergovernmental Panel on Climate Change (ipcc). (2023, 29 de junio). Annex vii: Glossary. En Masson-Delmotte, V., P. Zhai, A. Pirani, S.L. Connors, C. Péan, S. Berger, N. Caud, Y. Chen, L. Goldfarb, M.I. Gomis, M. Huang, K. Leitzell, E. Lonnoy, J.B.R. Matthews, T.K. Maycock, T. Waterfield, O. Yelekçi, R. Yu, and B. Zhou (Eds.), Climate Change 2021 – The Physical Science Basis: Working Group i Contribution to the Sixth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change (pp. 2215-2256). Cambridge University Press. https://doi.org/10.1017/9781009157896.022.
  • Schmiermund, T. (2022). Avogadro Constant. Springer Fachmedien Wiesbaden.
  • Spence, J. C. (2019). Lightspeed: the ghostly aether and the race to measure the speed of light. Oxford University Press.
  • Wulf, Andrea. 2020. En búsqueda de Venus. Editorial Taurus.


Recepción: 2023/10/19. Aprobación: 2024/12/03. Publicación: 2025/03/11.

Vol. 26, núm. 2 marzo-abril 2025

Optimización eléctrica: el poder de los algoritmos bio-inspirados

José Alfonso Sánchez Cortez, Hernán Peraza Vázquez y Adrián Fermín Peña Delgado Cita

Resumen

Cada día, dependemos de sistemas eléctricos que nos permiten llevar una vida conectada, pero detrás de la electricidad que llega a nuestros hogares, hay un desafío complejo: cómo hacer que esos sistemas funcionen de manera más eficiente y menos costosa. Aquí es donde entran los algoritmos bio-inspirados. Estos algoritmos, basados en los comportamientos observados en la naturaleza, ofrecen una manera innovadora de resolver problemas que parecen difíciles de abordar. Si bien su uso tiene un impacto directo en la economía, también pueden mejorar la sostenibilidad de los sistemas eléctricos, reduciendo su huella ambiental. Desde la optimización del consumo energético hasta la mejora de la seguridad operativa, estos algoritmos encuentran soluciones inteligentes a través de patrones que no siempre son evidentes para el ojo humano. En un mundo donde los sistemas eléctricos se vuelven cada vez más complejos, estos algoritmos emergen como aliados poderosos, flexibles y capaces de ofrecernos un futuro energético más limpio y eficiente.
Palabras clave: algoritmos, optimización, sistemas eléctricos, bio-inspirados, eficiencia energética.

Electrical optimization: the power of bio-Inspired algorithms

Abstract

Every day, we rely on electrical systems that keep us connected, but behind the electricity that powers our homes, there is a complex challenge: how to make these systems work more efficiently and cost-effectively. This is where bio-inspired algorithms come in. These algorithms, based on behaviors observed in nature, offer an innovative way to solve problems that seem difficult to tackle. While their use has a direct economic impact, they can also improve the sustainability of electrical systems by reducing their environmental footprint. From optimizing energy consumption to enhancing operational safety, these algorithms find smart solutions through patterns that are not always evident to the human eye. In a world where electrical systems are becoming increasingly complex, these algorithms emerge as powerful, flexible allies capable of offering us a cleaner and more efficient energy future.
Keywords: algorithms, optimization, electrical systems, bio-inspired, energy efficiency.


El recorrido de la energía: ¿cómo llega a nuestro hogar?

Despiertas en una mañana cualquiera: preparas tu café, enciendes la radio y entre el murmullo de la rutina se desliza la pregunta, casi sin darte cuenta, ¿cómo se hace posible que la energía llegue de las centrales eléctricas hasta el enchufe de tu celular? En ese ir y venir diario se esconde una realidad fascinante: la optimización de sistemas eléctricos. Optimizar, en su esencia, significa encontrar la forma más inteligente y eficiente de hacer algo, una habilidad que la naturaleza domina con maestría y que, sorprendentemente, ha inspirado soluciones tecnológicas de gran alcance.

La sabiduría del entorno se refleja en los algoritmos “bio-inspirados”, herramientas que imitan procesos naturales para resolver problemas complejos de manera sencilla y rápida. En el ámbito de la generación y distribución de energía, estos algoritmos no sólo reducen el uso de combustibles ni minimizan las pérdidas energéticas, sino que también permiten gestionar sistemas cada vez más complejos. Este viaje de descubrimiento nos invita a explorar cómo la inspiración de la naturaleza puede transformar la manera en que operan los sistemas eléctricos de potencia.

Algoritmos Bio-inspirados: la naturaleza como maestra

En nuestro día a día, sin darnos cuenta, seguimos pequeños algoritmos: secuencias de pasos que nos ayudan a resolver desde qué ruta tomar hasta cómo organizar nuestros gastos. Un algoritmo, en términos simples, es una serie de instrucciones para alcanzar una solución. Los algoritmos bio-inspirados llevan esta idea un paso más allá, emulando comportamientos naturales para aproximarse a la mejor solución en problemas complejos (Márquez Vera, 2023).

Piensa en la agilidad de una araña al cazar, o quizás inspirados en la evolución biológica y su base genético-molecular como en el algoritmo genético (Sastry et al., s/f). Así funcionan estos algoritmos: generan, de forma aleatoria, una población inicial de posibles soluciones y, a partir de patrones inspirados en la naturaleza, seleccionan y mejoran esas soluciones para acercarse a un resultado óptimo (Jakšić et al., 2023).

Para visualizarlo de manera otra manera, piensa en alguien que organiza su quincena para pagar tarjetas de crédito, servicios, renta y despensa, sin quedarse en números rojos. La persona debe equilibrar ingresos y egresos, decidiendo cuáles deudas liquidar por completo y cuáles sólo abonar. Este desafío, común en la vida diaria, es análogo a un problema de optimización en ingeniería, donde un algoritmo bio-inspirado podría ayudarnos a distribuir los recursos de manera ideal y sin sobresaltos.

Sistema eléctrico de potencia: el recorrido de la energía

Antes de adentrarnos en la aplicación de estos algoritmos, es necesario comprender qué es un sistema eléctrico de potencia. Este sistema se encarga de generar, transmitir y distribuir la energía eléctrica que usamos cada día. Desde las imponentes centrales de generación hasta las torres y postes que adornan nuestras carreteras y vecindarios, cada componente juega un papel vital en llevar la energía a nuestros hogares (n.d, 2023) (figura 1).

Representación de un sistema eléctrico de potencia

Figura 1. Representación de un sistema eléctrico de potencia que abarca la generación, transmisión y distribución de energía, ilustrando el recorrido de la energía desde su origen hasta nuestros hogares.
Crédito: Shutterstock, uso reservado.

Sin embargo, el trayecto de la energía no es sencillo: implica superar desafíos de ingeniería, como minimizar las pérdidas durante la transmisión, mantener la estabilidad del sistema ante el crecimiento de la demanda y manejar el costo variable del combustible. Cada día, operadores y especialistas deben resolver cálculos complejos para garantizar un funcionamiento óptimo, abriendo la puerta a la aplicación de algoritmos bio-inspirados.

Aplicación de algoritmos bio-inspirados en sistemas eléctricos de potencia

Con el crecimiento constante del consumo energético —desde hogares hasta grandes industrias—, la planificación para generar la energía necesaria se ha vuelto una tarea titánica. Se debe contemplar la volatilidad en los precios, las necesidades futuras y, cada vez más, la integración de fuentes de energía renovable. Estas últimas, como la solar, presentan el reto de la intermitencia: sus horas de producción dependen del sol, limitándose, por ejemplo, a un rango entre las 9:00 y 17:00 (Shaheen et al., 2019) (figura 2).

Trayectoria del sol a lo largo de un día

Figura 2. Trayectoria del sol a lo largo de un día, ilustrando la variación de la radiación solar.
Crédito. autoría propia.

Ante este escenario, surge la necesidad de combinar fuentes para formar sistemas híbridos, donde la energía solar se complemente con, por ejemplo, la eólica, para asegurar un suministro constante (figura 3).

Sistema híbrido de generación que integra energía solar y eólica

Figura 3. Ejemplo de sistema híbrido de generación que integra energía solar y eólica para satisfacer la demanda eléctrica.
Crédito. Shutterstock, uso reservado.

La optimización en este contexto se vuelve vital. Imagínate resolver el enigma de reducir las pérdidas en la transmisión o equilibrar la generación con la fluctuante demanda, todo mientras se manejan los costos de combustible. Aquí es donde los algoritmos bio-inspirados emergen como soluciones innovadoras. Estos algoritmos aprovechan la adaptabilidad y la eficiencia que la naturaleza ha perfeccionado durante millones de años (Ma et al., 2020; Ullah et al., 2020).

Existen diversas metodologías inspiradas en la naturaleza que ayudan a resolver problemas complejos de forma eficiente (Peraza-Vázquez et al., 2021 y 2024):

  • El algoritmo de enjambre de partículas (pso). En este enfoque, cada “partícula” representa una posible solución, como una configuración del flujo eléctrico en la red. Estas partículas se desplazan por el espacio de soluciones, ajustando su posición según su experiencia y la del grupo, tal como lo hacen las aves en una parvada. Este movimiento coordinado permite que el enjambre se acerque gradualmente a la mejor solución, ayudando a reducir las pérdidas en la transmisión o mejorar la distribución de la carga (Kennedy y Eberhart, 1995) (figura 4).
  • Imagen de una parvada de aves en vuelo

    Figura 4. Imagen de una parvada de aves en vuelo, simbolizando la sincronía y dinamismo que dan nombre al algoritmo de enjambre de partículas.
    Crédito. Shutterstock, uso reservado.

  • El algoritmo de optimización de mariposas (boa). Inspirado en la búsqueda de alimento y el ritual de apareamiento de las mariposas, este algoritmo asigna a cada solución una “fragancia” que aumenta conforme se acerca a la óptima. Las soluciones se atraen entre sí a través de funciones matemáticas que simulan estos comportamientos naturales, lo que permite una exploración efectiva del espacio de búsqueda y lleva a configuraciones que minimizan las pérdidas energéticas en el sistema (Arora y Singh, 2019) (figura 5).
  • Comportamiento natural de las mariposas

    Figura 5. Comportamiento natural de las mariposas en su búsqueda de alimento y apareamiento, fuente de inspiración para algoritmos de optimización.
    Crédito. Shutterstock, uso reservado.

  • El algoritmo del chacal dorado (gjo). Basado en la caza cooperativa de estos animales, el algoritmo divide la búsqueda en tres etapas: primero, explora diversas soluciones de forma aleatoria; luego, agrupa las mejores opciones; y finalmente, “ataca” o explota las soluciones más prometedoras. Este enfoque se utiliza para optimizar la generación eléctrica, reduciendo los costos de combustible (Chopra y Mohsin Ansari, 2022) (figura 6).
  • Estrategia de caza cooperativa del chacal dorado

    Figura 6. Serie de imágenes que ilustran la estrategia de caza cooperativa del chacal dorado (Canis aureus): A) Pareja en acción; B) Búsqueda de presas; C) Acecho y cercamiento; D-E) Abalanzamiento sobre la presa.
    Crédito. Chopra y Mohsin Ansari, 2022.

Estos algoritmos no sólo han demostrado ser útiles para reducir pérdidas en la transmisión, disminuir costos de generación y optimizar el flujo eléctrico, sino que también se aplican en la optimización de redes eléctricas inteligentes, donde su integración en tiempo real puede mejorar la distribución y el consumo de energía (R. Wang et al., 2019). Ejemplos de su uso incluyen la reducción de pérdidas de potencia activa en sistemas de prueba de 30 buses (Zadehbagheri et al., 2023) y la mejora de la eficiencia en la distribución de energía en otros escenarios (Dora et al., 2023).

Innovación y sostenibilidad: el futuro de los sistemas energéticos

La fascinante convergencia entre la naturaleza y la tecnología nos muestra cómo los comportamientos observados en el reino animal y vegetal pueden traducirse en soluciones innovadoras para desafíos modernos. Los algoritmos bio-inspirados, basados en procesos tan variados como la caza, el apareamiento o la cooperación en grupo, han demostrado ser herramientas valiosas para optimizar sistemas eléctricos de potencia. Su aplicación no sólo permite minimizar pérdidas y reducir costos, sino que también abre la puerta a una gestión más sostenible y eficiente de los recursos energéticos.

En una sociedad que cada día demanda más eficiencia y sostenibilidad, la inspiración natural se erige como un faro de innovación. Sin embargo, es fundamental recordar que ningún algoritmo es la solución mágica para todos los desafíos; la continua investigación y el desarrollo de nuevos enfoques seguirán siendo esenciales para responder a las complejidades del mundo actual.

Referencias

  • Arora, S., y Singh, S. (2019). Butterfly optimization algorithm: A novel approach for global optimization. Soft Computing, 23(3), 715–734. https://doi.org/10.1007/s00500-018-3102-4.
  • Chopra, N., y Mohsin Ansari, M. (2022). Golden jackal optimization: A novel nature-inspired optimizer for engineering applications. Expert Systems with Applications, 198, 116924. https://doi.org/10.1016/j.eswa.2022.116924.
  • Dora, B. K., Rajan, A., Mallick, S., y Halder, S. (2023). Optimal Reactive Power Dispatch problem using exchange market based Butterfly Optimization Algorithm. Applied Soft Computing, 147. https://doi.org/10.1016/j.asoc.2023.110833.
  • Jakšić, Z., Devi, S., Jakšić, O., y Guha, K. (2023). A comprehensive review of bio-inspired optimization algorithms including applications in microelectronics and nanophotonics. Biomimetics, 8(3). https://doi.org/10.3390/biomimetics8030278.
  • Kennedy, J., y Eberhart, R. (1995). Particle swarm optimization. IEEE International Conference on Neural Networks – Conference Proceedings, 4. https://doi.org/10.4018/ijmfmp.2015010104.
  • Ma, R., Li, X., Gao, W., Lu, P., y Wang, T. (2020). Random-fuzzy chance-constrained programming optimal power flow of wind integrated power considering voltage stability. IEEE Access, 8. https://doi.org/10.1109/ACCESS.2020.3040382.
  • Márquez Vera, M. A. (2023). Inteligencia de enjambre: De los sistemas naturales a los artificiales. Revista Digital Universitaria, 24(1). https://doi.org/10.22201/cuaieed.16076079e.2023.24.1.11.
  • n.d. (2023, junio 30). Plataforma Nacional de Energía, Ambiente y Sociedad. https://energia.conacyt.mx/planeas/electricidad/sistema-electrico-nacional.
  • Peraza-Vázquez, H., Peña-Delgado, A., Ranjan, P., Barde, C., Choubey, A., y Morales-Cepeda, A. B. (2021). A Bio-Inspired Method for Mathematical Optimization Inspired by Arachnida Salticidade. Mathematics, 10(1), 102. https://doi.org/10.3390/math10010102.
  • Peraza-Vázquez, H., Peña-Delgado, A., Merino-Treviño, M., Morales-Cepeda, A. B., y Sinha, N. (2024). A novel metaheuristic inspired by horned lizard defense tactics. Artificial Intelligence Review, 57(3). https://doi.org/10.1007/s10462-023-10653-7.
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  • Shaheen, M. A. M., Hasanien, H. M., Mekhamer, S. F., y Talaat, H. E. A. (2019). Optimal power flow of power systems including distributed generation units using sunflower optimization algorithm. IEEE Access, 7. https://doi.org/10.1109/ACCESS.2019.2933489.
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  • Wang, R., Li, Q., Zhang, B., y Wang, L. (2019). Distributed consensus-based algorithm for economic dispatch in a microgrid. IEEE Transactions on Smart Grid, 10(4). https://doi.org/10.1109/TSG.2018.2833108.
  • Wang, Z., Younesi, A., Liu, M. V., Guo, G. C., y Anderson, C. L. (2023). AC optimal power flow in power systems with renewable energy integration: A review of formulations and case studies. IEEE Access, 11. https://doi.org/10.1109/ACCESS.2023.3314330.
  • Zadehbagheri, M., Ildarabadi, R., y Javadian, A. M. (2023). Optimal power flow in the presence of HVDC lines along with optimal placement of FACTS in order to power system stability improvement in different conditions: Technical and economic approach. IEEE Access, 11. https://doi.org/10.1109/ACCESS.2023.3283573.


Recepción: 2023/11/16. Aceptación: 2024/11/12. Publicación: 2025/03/11.

Vol. 26, núm. 2 marzo-abril 2025

Pesca y acuicultura: ¿cómo salvar nuestros mares?

Sergio Escárcega-Rodríguez Cita

Resumen

En los últimos 50 años, el clima de la Tierra ha cambiado drásticamente, y gran parte de la culpa recae en la sobreexplotación de nuestros recursos naturales. Este fenómeno ha afectado incluso a la acuicultura, que ha crecido rápidamente, pero a un alto costo para el medio ambiente. Para frenar estos impactos, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (onuaa), o más conocida como fao promueve enfoques como el Enfoque Ecosistémico de la Pesca (eep) y el Enfoque Ecosistémico de la Acuicultura (eea), que buscan una forma más equilibrada de gestionar estos sectores. En México, aunque ya existe legislación en la materia, es clave actualizarla para alinearla con estos enfoques globales, enfocados en la sostenibilidad. Adaptarse a estos marcos no sólo sería un paso hacia prácticas acuícolas más responsables, sino también una medida crucial para preservar la biodiversidad y garantizar un futuro más saludable para el planeta.
Palabras clave: acuicultura, sostenibilidad, pesca, biodiversidad, México.

Fishing and aquaculture: how to save our oceans?

Abstract

In the last 50 years, Earth’s climate has changed drastically, largely due to the overexploitation of our natural resources. This phenomenon has even affected aquaculture, which has grown rapidly but at a high environmental cost. To mitigate these impacts, the fao promotes approaches like the Ecosystem Approach to Fisheries (eaf) and the Ecosystem Approach to Aquaculture (eaa), which aim for a more balanced way of managing these sectors. In Mexico, although there is already legislation on the matter, it is crucial to update it to align with these global approaches focused on sustainability. Adapting to these frameworks would not only be a step toward more responsible aquaculture practices but also a crucial measure to preserve biodiversity and ensure a healthier future for the planet.
Keywords: aquaculture, sustainability, fishing, biodiversity, Mexico.


Rediseñar la regulación pesquera y acuícola

En los últimos 50 años, el planeta ha sufrido transformaciones que cambiaron las condiciones climáticas que prevalecieron durante más de 10 mil años. Esta alteración es consecuencia directa de la presión humana sobre los recursos naturales, que ha llevado a sobrepasar varios límites críticos para la sostenibilidad. Este desajuste pone en peligro los equilibrios de los ciclos biogeoquímicos1 a gran escala y, por ende, la viabilidad del capital natural, entendiendo esto como la biodiversidad global (b@unam, 2024); (Rockström, 2021).2 En términos sencillos, estamos arriesgando el futuro de la vida tal como la conocemos.

Es momento de actuar

La urgencia de tomar medidas para frenar el deterioro ambiental es cada vez más evidente. Es fundamental implementar estrategias que reduzcan el impacto negativo tanto en las prácticas productivas como en los hábitos de consumo, con el propósito de garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones y preservar el patrimonio natural. En este contexto, la acuicultura, que ha experimentado un crecimiento significativo en las últimas décadas, representa un sector clave que no puede quedar rezagado.

A nivel global, la fao ha promovido el Enfoque Ecosistémico de la Pesca (eep) y el Enfoque Ecosistémico de la Acuicultura (eea)3 (Andrade Pérez y Shepherd, 2006), resaltando la importancia de marcos regulatorios más amplios para la gestión sostenible del sector. Estos enfoques, formalmente introducidos en el sector pesquero a través del Código de Conducta para la Pesca Responsable (fao, 1995), integran aspectos ecológicos, sociales y económicos esenciales para la sostenibilidad y gobernanza4 del sector (onu, 2024). Su meta es lograr que la pesca y la acuicultura se desarrollen sin comprometer la salud de los ecosistemas ni el bienestar de las comunidades que dependen de ellos.

Desde 2006, la fao ha trabajado en la consolidación de un enfoque ecosistémico para la acuicultura, y en 2011 estableció lineamientos específicos para su implementación (fao, 2011). La adopción de estos principios ha demostrado que es posible integrar sostenibilidad y productividad (fao, 2018). Un ejemplo de ello es el cultivo intensivo de peces en sistemas suspendidos (Figura 1).

Cultivo intensivo de peces

Figura 1. Cultivo intensivo de peces en sistemas suspendidos.
Crédito: Panorama Acuícola (2019).

Los pilares del enfoque ecosistémico

Cuando hablamos del Enfoque Ecosistémico de la Pesca (eep) y el Enfoque Ecosistémico de la Acuicultura (eea), no estamos sólo describiendo un conjunto de normas técnicas. Estas directrices de la fao proponen un proceso participativo de ordenación, en el que se incluyen diversas voces de la sociedad: gobiernos, académicos, productores y comunidades. Todo esto debe estar adaptado a los riesgos propios de la pesca y la acuicultura. Entre las características más destacadas de estos enfoques, encontramos:

  • La participación activa de todas las partes interesadas en cada etapa de la planificación y aplicación.
  • Un análisis exhaustivo de los elementos clave del sistema de pesca o acuicultura: lo ecológico, lo social, lo económico y la gobernanza, todo visto desde una perspectiva global que también considera factores externos, como el cambio climático.
  • Toma de decisiones basada en los mejores conocimientos disponibles, tanto científicos como tradicionales, impulsando evaluaciones de riesgo.
  • El diseño de planes de ordenación específicos para diferentes zonas o sistemas, con límites claros que faciliten su implementación efectiva.

Para su implementación efectiva, se requiere un ciclo de ordenación que incluya planificación, ejecución y retroalimentación para ajustar el marco regulatorio ante nuevos desafíos. En este sentido, las figuras de gobernanza, como los Consejos Nacionales de Pesca y Acuicultura que operan en México y otros países, juegan un papel crucial.

Cambio climático: el gran desafío

El eep y el eea son herramientas fundamentales para mitigar los efectos del cambio climático en la pesca y la acuicultura. Al fortalecer la resiliencia5 del sector, se reduce su vulnerabilidad a eventos climáticos extremos (De Silva y Soto, 2009). Un ejemplo de esto ocurrió en México en octubre de 2023, cuando el huracán Otis impactó Acapulco con categoría 5 y vientos de hasta 300 km/h (Figura 2). Este evento subraya la necesidad urgente de establecer esquemas de adaptación que protejan a los sistemas de cultivo, como los que operan en jaulas flotantes en el mar (Escárcega-Rodríguez, 2020), especialmente en regiones expuestas a ciclones tropicales.

Impacto del huracán Otis en Acapulco

Figura 2. Impacto del huracán Otis en Acapulco, octubre de 2023.
Crédito: Domínguez et al., (2023).

Planificación espacial para un futuro sostenible

Uno de los pilares del eep/eea es la planificación espacial de la acuicultura, que debe equilibrar viabilidad económica con sostenibilidad social y ambiental. En especial, cuando se realiza en espacios compartidos, como el mar o cuerpos de agua naturales (fao y Banco Mundial, 2015). En este contexto, la fao ha orientado a muchos países en la planificación espacial, incluyendo la zonificación y la selección de sitios para acuicultura con una perspectiva ecosistémica (Aguilar-Manjarrez, Soto y Brummett, 2017). En México, por ejemplo, la identificación de ecorregiones marinas ha sido crucial para guiar el desarrollo y la planificación de la acuicultura.

EEP/EEA: avances y retos globales

A nivel global, se han logrado avances importantes en la aplicación de los elementos del eep/eea, que van desde la sensibilización de los responsables de la formulación de políticas y los interesados directos en materia de pesca y acuicultura, hasta el desarrollo de actividades de pesca y acuicultura rentables y generadoras de empleo, que sólo se logran con un enfoque integrado y sostenible para el aprovechamiento de los recursos acuáticos vivos y su entorno.

La proliferación de proyectos alineados con estos enfoques ha sido clave, promovidos tanto por organismos gubernamentales como por ongs dedicadas a la gestión de recursos naturales. Ejemplos destacados en América Latina incluyen el cultivo de camarón en el Golfo de Fonseca, Nicaragua, donde colaboraron empresarios, pescadores, universidades, ongs y gobiernos; y en Chile, la implementación de áreas de manejo integrado para la pesca y el cultivo de salmón en la región de Los Lagos (Soto y Jara, 2005).

Resulta alentador que el porcentaje de los países que adoptan el eep o un enfoque similar creció del 69% en 2011 al 79% en 2015. Sin embargo, el grado de adopción difiere entre las regiones. En América Latina, de destacarse, llega al 84% (fao, 2018).

México frente a la acuicultura sostenible

En México, los esfuerzos por aplicar los principios del eep/eea se reflejan en documentos como la Carta Nacional Acuícola (imipas, 2024), que define especies y zonas de cultivo, así como en lineamientos específicos de ordenación para distintas entidades federativas. Sin embargo, aún hay áreas pendientes, como:

  • Evaluación de la capacidad de carga de cuerpos de agua federales.
  • Desarrollo de tecnologías innovadoras para la producción sostenible de crías de peces diádromos6 (Pérez, 2018; Escárcega-Rodríguez, 2023).
  • Planificación adecuada para la gestión de la pesca y la acuicultura en cuencas hidrográficas y ecorregiones marinas (Figura 3).
Ecorregiones marinas de México

Figura 3. Ecorregiones marinas de México. Base para la planificación espacial de la acuicultura.
Crédito: CONABIO, (2022).

Es fundamental adaptar el cultivo de especies marinas y de agua dulce a la capacidad de carga de los ecosistemas, considerando incluso un enfoque regional. Esto cobra especial relevancia en los modelos intensivos, como el cultivo en jaulas flotantes de tilapia y bagre en cuerpos de agua continentales, o de pargos, pámpanos y corvinas en el mar. En estos casos, es crucial implementar mecanismos que mitiguen el impacto ambiental, principalmente el aumento de materia orgánica y nutrientes en los cuerpos de agua receptores.

Mirando hacia el futuro

Es fundamental profundizar en la aplicación del eep/eea en México. Aunque existe un marco legal amplio para regular y fomentar la pesca y la acuicultura, es necesario actualizarlo y adaptarlo a los criterios más recientes de la fao. La preocupación por la sobreexplotación de los ciclos biogeoquímicos y su impacto en la biodiversidad hace urgente esta adecuación. La conapesca, como autoridad en la materia, deberá considerar este reto dentro del Consejo Nacional de Pesca y Acuicultura, el principal mecanismo de gobernanza intersectorial para la sostenibilidad del sector.

Referencias



Recepción: 2023/10/09. Aceptación: 2024/10/08. Publicación: 2025/03/11.

Vol. 26, núm. 2 marzo-abril

Revista Digital Universitaria, un proyecto visionario que se adelantó a su tiempo: Víctor Guerra Ortiz

Adrián Estrada Corona Cita

*Nota editorial

Esta entrevista fue publicada originalmente en el volumen 11, número 12, del 1 de diciembre de 2010, en la Revista Digital Universitaria, pero debido a que su versión original ya no está disponible en línea, la recuperamos y volvemos a publicarlo en el marco de los 25 años de la revista. El texto se presenta sin modificaciones de contenido, respetando la versión original.



Resumen

La Revista Digital Universitaria (rdu) de la unam fue un proyecto visionario que transformó la manera de difundir el conocimiento en la era digital. En una época donde dominaban las publicaciones académicas en papel, la rdu surgió como una apuesta innovadora para compartir la producción científica y cultural de la universidad con el mundo. Bajo la dirección del Dr. Víctor Guerra Ortiz, esta iniciativa rompió paradigmas al adoptar un modelo de publicación arbitrado por pares, garantizando calidad y credibilidad en un formato completamente digital.

¿Cómo fue posible crear una revista de alto nivel en un entorno donde las publicaciones impresas eran la norma? ¿Qué desafíos enfrentó la unam al impulsar esta transformación? En esta entrevista, que recuperamos del año 2010 (en este 2025 la rdu cumple 25 años), el Dr. Guerra Ortiz nos sumerge en la historia de esta publicación, revelando anécdotas, retos y el impacto de una idea que, con el tiempo, demostró ser un paso imprescindible hacia el futuro de la comunicación del conocimiento.
Palabras clave: divulgación, difusión, publicación digital, inovación, internet.

Revista Digital Universitaria, a visionary project that was ahead of its time: Víctor Guerra Ortiz

Abstract

Revista Digital Universitaria (rdu) of unam was a visionary project that transformed the way knowledge is disseminated in the digital age. At a time when printed academic publications dominated, the rdu emerged as an innovative initiative to share the university’s scientific and cultural output with the world. Under the direction of Dr. Víctor Guerra Ortiz, this initiative broke paradigms by adopting a peer-reviewed publishing model, ensuring quality and credibility in a fully digital format.

How was it possible to create a high-level journal in an environment where print publications were the norm? What challenges did unam face in driving this transformation? In this interview, recovered from 2010 (as the rdu celebrates its 25th anniversary in 2025), Dr. Guerra Ortiz takes us through the history of this publication, revealing anecdotes, challenges, and the impact of an idea that, over time, proved to be an essential step toward the future of knowledge communication.
Keywords: popular science, dissemination, digital publishing, innovation, internet.


Con motivo del décimo aniversario de la Revista Digital Universitaria , acudimos en busca de su fundador, el Dr. Víctor Guerra Ortiz, para compartir con él el ejemplar con que estamos festejando una década de difundir el quehacer universitario en línea. Además de transmitirle nuestra satisfacción por el honor de acompañar a la rdu en su cumpleaños número diez, le hemos pedido que se introduzca en sus recuerdos para que nos cuente cómo nació la rdu al iniciar también el siglo xxi.

Revista Digital Universitaria: A finales de los noventa, ¿cuál era el escenario alrededor de las tecnologías de la información y la comunicación que permitió pensar en la creación de la Revista Digital Universitaria?

Dr. Víctor Guerra Ortiz: Situémonos a finales de los ochenta. A finales de esa década el doctor Sarukhán inició un programa de academización de la vida universitaria. Y academización quiere decir que cualquier decisión tomada iba siempre a estar organizada en torno a una mejor vida académica de la unam. ¿Qué quiere decir académica? Pues atender mejor a nuestros estudiantes; que salgan mejor preparados; desarrollar mejor investigación, y comunicar la cultura lo mejor posible.

En ese esfuerzo de academización la Universidad decidió que la comunicación de hoy, entendida como Internet, era un elemento estratégico para integrar a nuestra comunidad universitaria. Internet en todos sus aspectos: como un espacio para recibir información, para consultar información y también para publicar información. A veces alguien comentaba: “bueno, esto de Internet es nada más traer información del mundo exterior aquí”. ¿Y lo nuestro qué?

En ese de lo nuestro qué, nunca quisimos descuidar todos los aspectos, tanto la llegada, como la generación y la salida de la información. Y la creación de una revista universitaria formal, en todo el sentido de la palabra, era un proyecto que se tenía que hacer, ineludible. Era una respuesta a cómo podemos hacer que el mundo conozca nuestros investigadores, conozca nuestras investigaciones: cómo podemos hacernos famosos, en palabras más sencillas.

Esa comunicación al exterior tenía que hacerse de una manera seria. Por eso quiero decir que los artículos por publicar tenían que estar revisados por pares, como si fuera una revista científica de las tradicionales. Entonces ese era el contexto. Era un contexto en el que la Universidad apostó a invertir en cómputo y comunicaciones, y lo hizo tanto para conocer el mundo exterior, como para que el mundo exterior conociera a la Universidad. Los dos elementos con la misma fuerza y la Revista era un elemento importantísimo en esa estrategia.

RDU: ¿Editorialmente, en relación a los recursos, cómo eran las condiciones en ese entonces para arrancar la rdu?

VGO: Realistamente, era un proyecto visionario. Era un proyecto que se adelantó a su tiempo. Había que hacer una labor de acercamiento y dar a conocer al mundo académico de la Universidad la importancia de participar en el proyecto, porque la riqueza de la revista iba a darse únicamente con la participación decidida de los mejores académicos de la Universidad. Nuestro argumento es:

Creemos que es tan importante publicar en papel como publicar en Internet. Unos tienen alguna ventaja mayor sobre los otros, y viceversa.

Fue muy bien recibida por muchos de los mejores investigadores de la Universidad, quienes decidieron participar como réferis de las investigaciones y las publicaciones que en la rdu se iban a brindar.

RDU: ¿Cuáles eran los retos de la rdu en cuanto a la generación de contenidos?

VGO: Publicar en las revistas tradicionales requiere un esfuerzo importante, además de realizar la investigación que se va a publicar. Este esfuerzo radica en el sentido de que generalmente están saturadas de trabajos y hay que esperar muchos meses, incluso años, para que un artículo sea publicado. Además, hay que pagar por aparecer en esas revistas. Entonces, el que la Universidad o México tuvieran una revista arbitrada de alto nivel científico, era una salida para muchísimos investigadores que quisieran aprovechar esta oportunidad. Hay casos interesantes, simpáticos: un investigador del área de las geociencias publicó un artículo en la rdu. A los dos meses de la publicación vino a pedir que retiráramos su artículo. No sé que es retirar el artículo de algo ya publicado, pero, bueno, nos explicó que sus comisiones dictaminadoras lo iban a castigar por no haber publicado en papel y por haberlo hecho acá. En eso estábamos, cuando regresó otra vez a platicar con nosotros para decirnos:

no, no, no, no lo vayan a retirar, porque no tienen idea cuánta gente en el mundo ya está citando mis trabajos. Me he dado a conocer y aunque me castiguen, o no me castiguen, mis comisiones dictaminadoras por haber publicado en una revista digital arbitrada de la unam, ya me ha traído beneficios académicos importantes.

Entonces, cuento esta anécdota que muestra cómo en ese entonces se tenía que trabajar mucho para explicar la valía del proyecto. Los tiempos nos han demostrado que la Universidad tenía razón y que este es un momento muy importante que ninguna institución, que se precie de tener los rangos de la Universidad, puede prescindir.

RDU: ¿Qué otro significado tuvo para la unam la aparición de la rdu, además del editorial?

VGO: Bueno, pues era una cuenta pendiente de la Universidad con el mundo científico. Resultaría incongruente que una de las mejores universidades del mundo no tenga una de las mejores revistas arbitradas. Yo prefiero decir que la Universidad es buena y que lo que nos faltaba era una revista, y no al contrario. Ese fue el significado.

RDU: En el mundo de las publicaciones, ¿qué grado de aceptación percibe que tienen las revistas digitales ante las impresas?

VGO: He tenido la suerte de formar parte de cuerpos asesores de instituciones científicas de Estados Unidos, dedicados a la publicación de revistas científicas muy importantes. Hoy muchas de estas revistas se publican únicamente en formato digital. Llegaron a la conclusión de que al llegar las universidades a los noventa, las ventajas de publicar en forma digital en Internet por mucho excedían a sus desventajas. La publicación en papel resultaba ser ya un peso muerto para sus propósitos de difusión de la ciencia, a la mayor cantidad de personas posible y lo más rápido posible.

RDU: ¿Qué futuro tendrán las publicaciones digitales? ¿Llegarán a desplazar a las impresas?

VGO: Sí, por supuesto, siempre y cuando, cosa que está sucediendo, las revistas digitales tengan el mismo grado de revisión de lo que se publica en papel. Es como en un puesto de periódicos: puede haber cosas muy bien hechas de un gran escritor y puede haber muchas que no tengan ningún valor literario. Todo depende de los cuerpos de profesionales y de los académicos que hagan el arbitraje de las publicaciones. Se van a diferenciar muy claramente las bien arbitradas de las mal arbitradas.

RDU: ¿Qué opinión le merece a usted el cumpleaños número diez de la rdu?

VGO: Evidentemente me siento orgulloso de haber participado, porque no fui el único. Fueron muchísimos universitarios, entre ellos los investigadores de primer nivel, quienes dedicaron tiempo a participar en este proyecto. Pero también me siento muy orgulloso por todas las personas que siguieron manteniendo la revista, dándole continuidad para que hoy lleguemos a los diez años. Probablemente es más importante la labor que ellos hicieron, de mantenerla, que simplemente haberla hecho nacer.

RDU: ¿Tiene usted algo más que decirle a la comunidad universitaria, en relación con el ambiente de la publicación digital y la difusión del conocimiento?

VGO: Bueno, la unam fue precursora de Internet en Latinoamérica y en muchos lugares del mundo. Fue de las primeras instituciones, fuera de Estados Unidos, que empezaron a desarrollar y dar el servicio de Internet de manera generalizada en México, a promover su utilización. Hoy vemos con esta celebración de diez años, que las autoridades universitarias no solamente tuvieron la idea de desarrollar este proyecto, sino que también tuvieron la entereza y la seriedad de mantenerla a lo largo de los años. Ojalá que la Universidad siga ocupando los primeros lugares en este país en cuanto a desarrollo académico, científico y cultural.



Vol. 26, núm. 2 marzo-abril 2025

25 años de la Revista Digital Universitaria: nuevo ciclo, misma pasión

Rosa María del Ángel Martínez, Morgana Carranco, Mario Alberto Benavides Lara y Ana María del Pilar Martínez Hernández Cita

Llega marzo y con él un número muy significativo, ya que ¡la Revista Digital Universitaria cumple 25 años! En este marco, quienes formamos parte de su equipo editorial queremos refrendar su espíritu universitario, que conlleva, entre otras cosas, el compromiso con la apertura a distintas y nuevas formas de conocimiento y su difusión. A lo largo de estos años, la rdu se ha adaptado a los nuevos tiempos. Surgida como la primera revista completamente digital de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), su camino ha estado marcado por el cambio, no sólo tecnológico, sino también en los temas, realidades y formas de abordarlos.

En su devenir, este proyecto ha enfrentado diversos retos: desde mudarse cuatro veces de casa editora, pasando por consolidarse en los índices y bases de datos más importantes de revistas en Hispanoamérica, hasta la constante misión de mantenerse actualizada, tanto en las temáticas que publica como en la forma en la que lo hace. Para ello, además de la comunicación escrita, ha explorado otras narrativas, como el video, el pódcast y una ingente campaña de difusión cuyo objetivo es alcanzar audiencias cada vez mayores.

Desarrollo científico y tecnológico, biodiversidad y cambio climático, perspectiva de género y diversidades, derechos humanos y ética, salud pública y bienestar socioemocional, prácticas educativas y artísticas, transformaciones sociales y nuevos horizontes epistemológicos son, entre otros, los temas que durante este tiempo han poblado el espacio digital de la revista. Así, en un equilibrio entre la divulgación y la investigación, la rdu, junto con la pléyade de autoras y autores que han confiado en nosotros para dar a conocer su trabajo, ha dado cuenta de las principales preocupaciones a las que como humanidad nos enfrentamos.

Editar cada uno de los artículos que conforman los números y el trabajo que esto implica hasta su publicación es una labor que, además de pericia técnica, requiere una profunda pasión por lo que se hace. Mencionar la palabra pasión en una revista académica podría parecer contradictorio, al menos en la visión dicotómica que separa la razón de la emoción, pero creemos que no hay palabra más precisa para describir la entrega, el cariño y las horas dedicadas a este proyecto.


Imagen de celebración de los 25 años de la Revista Digital Universitaria

Con el afán de ofrecer contenidos cada vez más relevantes y pertinentes, aprovechamos para anunciar un nuevo ciclo para la Revista, que se reflejará, en primera instancia, en un cambio en su periodicidad: de bimestral a trimestral, lo cual se concretará a partir del siguiente número (mayo-julio-agosto). Estamos convencidas y convencido de que esta acción redundará positivamente en todos los procesos de la rdu, traduciéndose en una mayor calidad de los contenidos y en maneras innovadoras de llegar a los distintos públicos. Por ello, los invitamos a seguir consultando la Revista y a continuar enviando sus materiales.

Fiel a su estilo, en este número de la rdu, las mentes curiosas encontrarán un abanico de temáticas y formas de aproximarse a ellas que combinan vanguardia y coloquialidad, sugiriendo, como en cada número, un viaje que nos llevará desde los mares hasta los virus, y de los algoritmos a los avances en marketing y psicolingüística.

En la sección Impresiones, el artículo “Pesca y acuicultura: ¿cómo salvar nuestros mares?” plantea la importancia de generar legislaciones que coadyuven a transformar las prácticas de explotación de recursos marinos hacia formas sostenibles y de preservación de los ecosistemas. Por su parte, en Varietas el texto “Carbohidratos: ¿defensores o cómplices de los virus?” explica de manera clara los avances en la investigación sobre los mecanismos de infección de los virus en el cuerpo humano y cómo la alimentación influye en este proceso.

En otro segmento de temas más inspirados en la transformación de los procesos sociales, económicos y humanos se pueden encontrar tres artículos que amplían la mirada en la comprensión de la mente, el cuerpo y su vinculación con la tecnología. Así, el artículo “Optimización eléctrica: el poder de los algoritmos bio-inspirados” explora el afán humano de inspirarse en la naturaleza para replicar y encontrar la mejor manera de, en este caso, llevar la luz a nuestros hogares. Este texto hace un recorrido por diversos algoritmos que ejemplifican la eficiencia energética y el uso óptimo de los recursos, como los que se observan en la organización de los enjambres, el vuelo de las mariposas y las formas colectivas de caza de los chacales.

De la naturaleza pasaremos a la economía con el artículo “De lo tradicional a lo digital: el marketing mix en la era tecnológica”, que aborda cómo la publicidad ha cambiado con la cada vez más tecnologizada realidad en la que el objeto de consumo ya no son sólo bienes tangibles, sino también productos digitales. Por último, como parte de este segmento, se presenta el artículo “¿Por qué es importante incluir poblaciones poco estudiadas en la investigación psicolingüística?”, el cual es una invitación a reflexionar, a la vez que propone una llamada a la acción, en torno a cómo desarrollar estrategias más incluyentes en beneficio de poblaciones histórica y socialmente excluidas basadas en la evidencia más reciente en el campo de la psicolingüística.

El artículo “¿Qué hay en un número? explora el papel crucial de los números en la ciencia y la sociedad a través de tres relatos: la búsqueda de constantes universales, la primera colaboración científica internacional y la importancia de comprender ciertos números clave para la sobrevivencia de la humanidad. En el ámbito de la salud, “Muelas en apuros: historia del dolor dental” aborda cómo las enfermedades pulpares, como las causadas por caries, pueden generar un dolor intenso y difícil de aliviar debido a la estructura cerrada de la pulpa. En la colaboración, “¿Qué hay en el plato de la totoaba? Descubre su dieta con ciencia forense”, se utiliza la metagenómica para estudiar la dieta de la totoaba, un pez endémico de México, y se habla de cómo este conocimiento puede ayudar en su conservación. “Estas ratas que ves (y también las que no ves)” examina la relación entre ratas y humanos, resaltando cómo las ciudades ofrecen recursos que facilitan la vida de estos animales, mismos que generan daños a la infraestructura y crean riesgos para la salud. Para controlarlas, se requiere mejorar nuestra comprensión de su comportamiento.

Por último, a manera de celebración, en Itinerante, y con el afán de compartir con nuestros lectores el camino que nuestra querida rdu ha recorrido, y las metamorfosis que ha experimentado, destacamos una recopilación sobre la historia y misión de la Revista Digital Universitaria, que incluye una entrevista al Dr. Víctor Guerra Ortiz, fundador de la rdu; un artículo de Luis Estrada Martínez sobre la comunicación de la ciencia en la unam; y las editoriales Revista Digital Universitaria de la unam: ¿Qué es más importante, el viaje o el destino?”, del Dr. Melchor Sánchez Mendiola, y “Mostrar y comunicar, misión de la Revista Digital Universitaria, de la Mtra. Ana María del Pilar Martínez Hernández.

Cerramos esta editorial agradeciendo a las personas más importantes para nosotros: a las lectoras y lectores, autoras y autores, así como a las dictaminadoras y dictaminadores, quienes hacen posible con su trabajo cotidiano y sus lecturas e interacciones que la rdu continúe caminando y explore nuevas veredas. También queremos reconocer y agradecer al Dr. Melchor Sánchez Mendiola, quien encabeza nuestra casa editora, la Coordinación de Evaluación, Innovación y Desarrollo Educativos (ceide), por su amplia confianza y apoyo; a las y los miembros del Comité editorial, quienes con su acompañamiento y compromiso nos brindan un referente permanente; a la unidad de sistemas de la ceide, especialmente a los ingenieros Milton García e Isaac Aboytes, quienes con su profesionalismo hacen posible que la Revista se materialice en cada número; al área de publicaciones de la unam, que nos ha brindado su asesoría permanente, y a todas y todos los prestadores de servicio social que han hecho de la Revista, y al igual que nosotros, su casa y escuela, y que con su trabajo ayudan a dar forma a este proyecto.

Finalmente, al soplar las velitas digitales de esta cumpleañera, expresamos nuestro deseo de que la rdu cumpla, al menos, veinticinco años más, y que ustedes, apasionadas y apasionados lectores, sigan disfrutándola con nosotros.

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Revista Digital Universitaria Publicación bimestral Vol. 18, Núm. 6julio-agosto 2017 ISSN: 1607 - 6079