La Neurocienciay la inteligencia musical

...el mejor camino para empezar a comprender la mente humana
consiste en examinar sus distintas estructuras,
sus inteligencias individuales, para que, a la postre,
sepamos también cómo vincular tales inteligencias y
aprovecharlas con propósitos constructivos

Howard Gardner (1992)



La investigaciones surgidas desde la neurociencia nos permiten comprender porqué algunos individuos presentan una especial habilidad para cierta actividad musical mientras que les es imposible realizar otra. Es usual, en el campo de la música, comentar la gran destreza que logran los pianistas para leer partituras o la imposibilidad de algún músico destacado para entonar una serie de notas. Habilidades que se piensan están estrechamente relacionadas, como discriminar melodías o cantarlas, pueden depender de la activación de diferentes zonas de nuestro cerebro. En el área de la neurociencia es usual estudiar casos reales en donde los individuos presentan alguna anomalía en la competencia musical o estudios longitudinales que miden los cambios morfológicos y/o en la organización cerebral, en una persona, a través del tiempo.

Anomalías en la competencia musical

Se define una anomalía en la competencia musical cuando la capacidad de un individuo para integrar, reproducir y/o percibir la música es significativamente inferior a la del promedio de los sujetos normales. Se postula que esto puede ser por una perturbación funcional hemisférica o de los sistemas interhemisféricos. De esta forma, en relación a la estructuración funcional de ciertas regiones hemisféricas, podemos encontrar un continuo, en cuyos extremos se encuentran, por un lado los superdotados y por el otro, los dismúsicos.


Les Travaux d'Alexandre, (1958)*

En este tipo de anomalías podemos señalar tres niveles. a) Imposibilidad de discriminar sonidos, no se pueden distinguir los estímulos musicales de los ruidos o el lenguaje; puede ser una agnosia profunda provocada por lesiones en el lóbulo temporal derecho. b) Trastorno estructural, existen perturbaciones en la apreciación de los timbres, de las alturas, del ritmo y de la duración; las alteraciones anatómicas se encuentran por lo general en el hemisferio derecho; sin embargo, cuando la alteración es en el ritmo, se encuentra en el izquierdo. c) Trastorno semántico, la obra se percibe, evoca emociones pero su reconocimiento y su denominación, no son posibles. Las lesiones en general se encuentran en el hemisferio izquierdo (zona temporal).

Cambios morfológicos y/o en la organización cerebral

Para Vigouroux (1995), cualquier intento por explicar la aptitud artística debe tomar en cuenta la organización funcional del cerebro, especialmente por las cuestiones de asimetría hemisférica y dominancia cerebral. Postulado, con base en estudios en pintores y músicos, que la organización cerebral óptima exige una disposición bihemisférica de las representaciones artísticas.

En 1995 el neurólogo Gottfried Schlaug (Schlaug, Jaencke, Huang y Steiger, 1995) descubrió que los músicos profesionales, que habían empezado a tocar antes de los 7 años de edad, presentaban un cuerpo calloso más grueso de lo normal. Sin embargo, no era claro si este tamaño inusual del cuerpo calloso podría estar en el origen de la capacidad musical y no a la inversa; es decir, que los músicos podrían haber tenido desde el principio un cuerpo calloso más desarrollado. Sin embargo, en las investigaciones actuales de Schlaug y su grupo de trabajo (Schlaug, Forgeard, Zhu, Norton, y Winner, 2009), se concluye que el cuerpo calloso de seis niños que siguieron practicando con sus instrumentos durante esos años, al menos dos horas y media a la semana, creció, entre los seis y nueve años, un 25% en relación con el tamaño global del cerebro. Estos resultados fueron obtenidos analizando los cerebros de 31 niños, cuando tenían seis años y, posteriormente, cuando tenían nueve años, por medio de imágenes de resonancia magnética.

Las investigaciones de Laurel J. Trainor y colaboradores (2009), muestran que las respuestas del cerebro pueden evolucionar de manera diferente en el transcurso de un año, según los niños hayan sido formados o no en el conocimiento y la experiencia musical. Estos cambios tienen una relación directa con las mejores habilidades cognitivas constatadas en los niños que practican la música, lo que constituye una evidencia de que el aprendizaje musical tiene un efecto positivo sobre la memoria y la atención.

Los hallazgos anteriores indican la conveniencia de que la presencia y enseñanza musical sea parte medular en la formación integral del ser humano. No solamente por sus repercusiones en el desarrollo de competencias cognitivas y emocionales sino por la importancia intrínseca de la música en aspectos fisiológicos, individuales y sociales.


Le seize septembre, (1956)*

 

*Cuadros pintados por René Magritte (1898-1967).
La música forma parte de los 14 Canons sobre las ocho primeras notas del aria base de las Variaciones Goldberg BWV 1087 de Johann Sebastian Bach (1685-1750). Miembros del festival Marlboro, al piano Rudolf Serkin. Sony Classical, SMK 45892.


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