Conclusión

El aprendizaje es un proceso continuo. Lo anterior es particularmente cierto en el ámbito de los museos u centros interactivos: no se deja de aprender sobre cómo comunicar mejor a un público tan dinámico y cambiante como el contemporáneo. El desarrollo de la Zona - i permitió a Explora afinar más aún su modelo de desarrollo museístico, definido en 2000. Desde la concepción de la nueva sala, se incorporó la “voz”, las expectativas y los intereses del visitante, y ello permitió orientar mejor el diseño educativo y museográfico de este espacio, para configurar un medio de comunicación y aprendizaje efectivo.

La Zona – i incorporó exitosamente las características esenciales de un museo de 4ª generación, para dar al visitante una experiencia personal, abierta, distinta en cada visita, que pone a prueba sus capacidades y le involucra cognitiva y afectivamente en su experiencia. Al igual que muchos teóricos y estudiosos del tema de la inteligencia, entre ellos el propio Gardner (2003), que señalan que ésta no puede “medirse” a través de pruebas escritas, el mejor campo para experimentar los alcances y las limitaciones que tiene cada individuo en cuanto a sus siete inteligencias, es mediante la “puesta en marcha” de cada una de ellas, mediante retos y actividades en los que la persona pueda poner a prueba las distintas habilidades que integran cada inteligencia. La Zona –i es un espacio que permite justamente que cada persona explore sus inteligencias.

 

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