Aspecto del nuevo edificio de Ars Electronica Center

Ars Electronica con sede en Linz, Austria, cuenta con un centro de exhibición, un laboratorio de experimentación y un festival que convoca anualmente a científicos, artistas, programadores y técnicos para reflexionar sobre las transformaciones sociales y artísticas originadas por la tecnología. Si bien el énfasis de la tecnología actual está en la comunicación, también ha modificado las prácticas artísticas y la forma en que éstas se perciben.

La vinculación con la comunidad es muy importante.

El desarrollo tecnológico ha supuesto una traslación en la utilización de soportes y plataformas para disciplinas que no se plantearon desde el principio. Para Héctor Cuevas Vázquez del Mercado, Investigador de la Dirección General de Servicios de Cómputo Académico de la UNAM, “el software es el que ha permitido utilizar de nuevas maneras el hardware”, asegura que estamos en una época en que ya no se trata de mejorar la tecnología, sino de utilizar de manera novedosa la que ya tenemos.

Gerfried Stocker, director artístico de Ars Electronica, comentó durante la charla que sostuvo en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT), como parte de las actividades del pasado Festival de México en el Centro Histórico, que su labor ha sido la de “integrar los cambios tecnológicos en la vida cotidiana”, así como estudiar los nuevos estándares en la creación, difusión y preservación del arte digital.

El primer Festival de Ars Electronica se realizó en septiembre de 1979

La movilidad de los recursos digitales a disciplinas como el diseño, la música o la danza; la inminente conversión tecnológica análoga-digital en los medios electrónicos; la participación cada vez mayor de los usuarios en la creación de sus propios recursos digitales; la simplificación de interfaces y la accesibilidad a la información en línea; presuponen nuevos retos en materia de derechos de autor, legislación sobre medios de comunicación, y en el estudio de las nuevas relaciones entre arte y tecnología.

En treinta años, Ars Electronica ha acompañado la revolución digital cuestionando y promoviendo el debate sobre los procesos y los productos derivados de la tecnología, falta, sin embargo, generar un conocimiento más amplio y formal del concepto de arte digital. Asistimos actualmente a continuas victorias del software sobre el hardware, a la era de los usuarios, una oportunidad para crear a partir de la tecnología los más novedosos contenidos digitales.