La minificción iberoamericana

¡ABRIÓ LOS OJOS!¹

Abrió los ojos. (Había estado tirado en su butaca toda la mañana fea, durmiendo su largo, desesperado hastío). Las cuatro paredes de su cuarto estaban oscuras de tanto deslumbre. Una ventanita cuadrada cortaba el cuadro resplandeciente. Un cielo azul limpio, casas radiantes de sol y sombra, una plaza llena de gentes gritando y corriendo.
“Ésa es la vida, sal”, le dijeron seres oscuros por dentro de su sangre. Y se tiró por la ventana.

Juan Ramón Jiménez

En la actualidad, resulta frecuente encontrar en diversos medios como libros, revistas o algún blog, historias breves en las que prevalece el tono humorístico, la reflexión o el final inesperado. Son chispazos minúsculos de una cuartilla como máximo en los cuales la imaginación y participación activa del lector resultan fundamentales para completar el sentido del texto.

La Revista Digital Universitaria dedica el número de julio a explorar y profundizar en la minificción literaria iberoamericana porque se ha constituido en un género literario independiente, cuya característica esencial reside en decir mucho en muy poco espacio, utilizar unas cuantas palabras para contar una historia y decir algo más, incluso que la historia misma. El lector conocerá cómo surgió este género en México, Perú, Ecuador, Argentina y España. Asimismo, este número justifica su existencia debido a la proliferación de narrativas pequeñas y al interés de numerosos estudiosos que han dedicado más de dos décadas a comprender y desentrañar los mecanismos de construcción del género más joven de la literatura: la minificción.

Este el momento de la proliferación y el auge de la literatura breve, ¡sean, pues todos bienvenidos al universo multifacético de lo mínimo!