Estructuras
de Resistencia de Algunos Microbios Cuando el alimento escasea, algunas bacterias esporulan, es decir, producen esporas. Las esporas son estructuras que contiene el material genético de la bacteria y que resisten largos periodos sin agua ni nutrimentos, en condiciones de calor o frío extremo. Algunas esporas siguen siendo viables después de miles de años e incluso después de hervirlas. Las esporas germinan rápidamente cuando absorben agua, se disuelve su cubierta y se forma una nueva pared celular (la envoltura de las bacterias). Una
espora bacteriana es como una bacteria momificada. El sarcófago
es la cubierta dura de la espora y las vendas de la momia son las membranas
que rodean al material genético de la bacteria. La diferencia es
que con un poco de agua, las esporas se transforman en células
activas, mientras que las momias, hasta hoy, nunca han vuelto a la vida.
Al inicio de la esporulación, el material genético de la célula se encuentra duplicado. En torno a una de las copias crece una membrana celular que la separa del resto de la célula. Luego, en torno a esta célula más pequeña, se forma una cubierta de dos capas. Finalmente la espora es liberada en un estado protegido e inactivo. Las bacterias no son los únicos microorganismos
que pueden formar esporas de protección. Algunos protozoarios también
lo hacen y a sus esporas se les llama quistes. Los quistes ayudan al protozoario
a sobrevivir mientras está fuera del hospedero, es decir fuera
del animal en que vive. Los
hongos también producen esporas, pero éstas, a diferencia
de las esporas de las bacterias, son una forma de reproducción
y se parecen más a una semilla que a una estructura de protección.
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