10 de agosto de 2004 Vol. 5, No. 7 ISSN: 1607 - 6079
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Figura 3. Petroglifos en un desfiladero del Sahara (Chabot, 1983).
Figura 4. Piedra de Rosseta, decreto grabado por sacerdotes egipcios en el siglo II a.C. (Chabot, 1983).

Se trata de un texto escrito en tres sistemas de escritura: demótico, hierático, y griego. Es decir, escritura “común”, “sagrada”, y su transliteración al griego. De ahí heredamos los mayistas el término “jeroglífica”: de hieros “sagrado” y glyphos “surco”, es decir, una escritura “sagrada y grabada”. Cabe aclarar que los primeros epigrafistas mayas trabajaron con los textos escritos en códices, es decir, los tres libros mayas escritos en papel que aún existen: Códice de Dresde, Códice de Madrid (o Tro-Cortesiano) y Códice de París.

Muy posiblemente en este momento ustedes se están preguntando, ¿pero no se ha podido descifrar la escritura maya?, ¿qué no fue ya traducida por un ruso? o ¿qué dice la escritura maya?

Se tienen conocimientos sobre la escritura en Mesoamérica (Fig. 8) desde la llegada de los primeros españoles al continente, pues entre los objetos que se enviaron a Carlos I estaban algunos libros, o códices, y por ello desde los primeros cronistas se comenzó a hablar de las letras, signos o dibujos que se empleaban para escribir sus historias, mapas, conocimientos sobre medicina, astronomía, etcétera. Pero mientras algunos documentos como los mexicas se transcribieron mediante el alfabeto del náhuatl al español, esto no ocurrió con las otras escrituras y este es el caso de la maya.

Figura 6. Mapa de Mesoamérica donde se señalan algunos sitios con escritura (Arellano, 2001).