La gravedad y la inercia La gravedad y la inercia son de gran importancia para mantener la posición normal de los animales: la fuerza de gravedad, al jalar los cuerpos hacia el centro de la tierra permite establecer las direcciones de referencia horizontal y vertical, y la inercia (incapacidad de los cuerpos para modificar su estado de reposo o movimiento) permite determinar la dirección de las fuerzas. La mayoría de los animales poseen una simetría bilateral definida por 3 ejes perpendiculares que les permite saber cual es su posición de reposo y tratar de recuperarla cuando se ha perdido. En la figura 2 se muestran estos ejes.
Los receptores visuales, auditivos y olfatorios generalmente están ubicados en el extremo correspondiente a la cabeza. Además, todos los sensores con que cuentan los animales están en una posición especial y bien definida del cuerpo. Esto es muy importante porque el funcionamiento adecuado de la mayoría de los canales perceptuales necesarios para la navegación depende de que estén correctamente ubicados. Los apéndices (brazos, piernas, extremidades, cabeza, antenas u ojos) son generalmente utilizados para compensar las desviaciones de los ejes cuando se está en una situación de asimetría, tratando de mantener la orientación normal con respecto a la gravedad.
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