La
primera de ellas está constituida por los datos que provienen de
informes de los propios atletas, en forma de percepciones subjetivas experimentadas
durante los momentos más brillantes, que cada uno de ellos ha tenido
mientras participaba en la competencia. La segunda de las mencionadas
fuentes, la conforman los datos generados por estudios que comparan las
características psicológicas de los atletas exitosos con
otros menos afortunados, por ejemplo, atletas que han sido clasificados
olímpicos en comparación con otros que no lo han logrado
o que no son profesionales. La tercera fuente de información viene
de las personas que han preparado a los atletas, por ejemplo, entrenadores,
etc.
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