13Esta idea la retomo en parte de la noción de libido e impulsos libidinosos planteados por Sigmund Freud, así como de su noción de sugestión social. La diferencia consiste en que para Freud, la libido es el impulso sexual; mientras que, en mi opinión, el sujeto nace con una carga vital que late desde el instante de su ser-en-el-mundo, la cual es prefigurada como masculina o femenina de acuerdo con los condicionamientos sociales a los que es sometido a lo largo de su estar-en-el-mundo. En cuanto al planteamiento de Freud, véanse sus artículos “Sugestión y libido” y “Psicoanálisis y teoría de la libido” en Obras completas, tomo III, trad. Luis-López Ballesteros y de Torres, Biblioteca Nueva, Madrid, 1996, pp. 2575-2578, 2674-2676 respectivamente.
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