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de mayo de 2004 Vol. 5, No. 4 ISSN: 1607 - 6079 |
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Infrarrojo lejano Las estrellas dejan de verse en el lejano infrarrojo. En su lugar vemos la materia más fría (a menos de 140 grados Kelvin), que se encuentra en forma de nubes frías enormes de gas y polvo, que hay tanto en nuestra propia galaxia como en otras galaxias. En algunas de estas nubes se están formando nuevas estrellas. Las observaciones en el lejano infrarrojo pueden detectar estas proto-estrellas mediante el calor que irradian a medida que se contraen, lo cual tiene lugar mucho antes de que empiecen a quemar hidrógeno en sus núcleos. El centro de nuestra galaxia también brilla mucho en el lejano infrarrojo, por su alta concentración de estrellas inmersas en las densas nubes de polvo. Exceptuando el plano de nuestra galaxia, el objeto más brillante en el lejano infrarrojo es el núcleo de la galaxia M82. Tan sólo su núcleo irradia tanto en el lejano infrarrojo como lo hacen todas las estrellas de nuestra galaxia juntas. Esta energía proviene del polvo calentado por una fuente que está escondida de nuestra vista. Las regiones centrales de la mayoría de las galaxias brillan mucho en el lejano infrarrojo. |