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Unido por siempre a Darwin ![]() Wallace en 1913 Imagen tomada de: www.wku.edu/~smithch/index1.htm / La historia que siguió se dio de manera un tanto precipitada: el 18 de junio de 1858, tras el impacto sufrido por Darwin al ver la carta y pensar que era su misma idea la que le estaba exponiendo Wallace, decidió comentarlo con sus amigos Joseph D. Hooker y Charles Lyell para buscar una solución. La propuesta de Hooker y Lyell fue la siguiente: presentar a la brevedad el escrito de Wallace junto con dos documentos de Darwin, un resumen de un escrito de 1844 en el que ya exponía sus ideas y una carta enviada en 1857 a su amigo el botánico estadounidense Asa Gray en la que de igual forma le comentaba su teoría. Todo se arregló para que el día primero de julio, durante la sesión mensual de la Sociedad Linneana de Londres se hiciera la presentación formal. Al evento, asistieron veinte y ocho personas, entre ellos Hooker y Lyell y miembros destacados de la Sociedad, y la presentación se dio según lo habían acordado: se leyeron los tres documentos, primero los de Darwin y luego el de Wallace, precedidos por una carta de presentación y de exposición de motivos de Hooker y Lyell. Hay puntos a destacar del evento: las ausencias obligadas de Darwin, por encontrarse enfermo, y Wallace, al estar en Borneo; el impacto del evento en aquel momento fue nulo prácticamente, en parte por la escasa audiencia y por la poca difusión tanto del evento como de las publicaciones. Con el paso de los años, la relación entre Wallace
y Darwin se volvió cercana, fueron buenos amigos y corresponsales
(intercambiaron correspondencia desde 1857 hasta 1881), aunque en
lo intelectual siempre mostraron enormes diferencias: la correspondencia
entre ambos nos da una idea muy clara de esas discusiones, propias
del quehacer científico, en las que su principal diferencia se centró
en la idea que ambos habían concebido, la selección natural, y su
aplicación para poder explicar los fenómenos evolutivos, en lo que
se puede ver como una diferencia básicamente de enfoque: Darwin siempre
se mantuvo a favor de explicaciones de corte naturalista, o sea, sin
necesidad de buscar respuestas fuera del marco de las ciencias naturales,
mientras que Wallace nunca descartó posibilidades de explicación,
incluidas algunas alejadas del naturalismo, como se puede ver a lo
largo de su vida.
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