En la actualidad, gracias a las supercomputadoras, pueden realizarse en segundos trillones e, incluso, cuatrillones de cálculos numéricos, que con papel y lápiz se desarrollarían a lo largo de millones de años. Así, con el también conocido equipo de alto rendimiento, desde hace poco más de dos décadas los científicos tienen la posibilidad de realizar experimentos con un alto grado de complejidad, como la modelación de explosiones de estrellas supernova y nucleares, la predicción de cambios climáticos, la determinación de los daños producidos por desastres naturales y la creación de nuevos materiales, entre otros.
El hecho de que en una gran cantidad de países estén
distribuidas las supercomputadoras que conforman el “Top 500” (las
quinientas computadoras más poderosas del mundo), nos da una idea de
lo que significa el supercómputo para la infraestructura científica
mundial, al que se integran paulatinamente más naciones. Sin embargo,
siendo una pieza clave para la investigación científica y tecnológica,
no sólo es necesaria la incorporación de más comunidades de investigadores
al equipo de alto rendimiento, sino también el aumento de las áreas
de aplicación, incluidas las sociales.
Además de datos históricos y
el panorama del supercómputo en México, en nuestro ejemplar de
marzo pretendemos dar a conocer cómo las supercomputadoras han causado
un impacto en áreas de investigación como la física y la química cuánticas,
la astrofísica y la nanotecnología. En esta última es sorprendente
la investigación de los átomos y las moléculas para la creación
de nuevos materiales; la invención de dispositivos electrónicos más
pequeños, y el diagnóstico, la detección y el control de enfermedades.
Por otra parte, mención importante merece el desarrollo
del propio equipo de alto rendimiento, pues de él depende la
obtención de velocidades cada vez mayores, que redunden, por ejemplo,
en cálculos numéricos y simulaciones más eficientes. Para ello requiere
atención especial el fomento y la consolidación de grupos de investigadores
especializados en la innovación de herramientas, interfaces y software,
con el fin de que sea aprovechado al máximo el potencial del supercómputo.
Adrián Estrada Corona
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