Los
pueblos que habitaron el territorio mexicano antes de
la llegada de los españoles, fueron muy hábiles
en el manejo de los animales, tanto en la explotación
de la fauna silvestre, como en la crianza y la domesticación.
La
domesticación de animales fue un fenómeno
universal. Se han encontrado indicios de esta actividad
en todo el mundo antiguo, excepto en Australia.