Introducción
Las primeras manifestaciones de ingeniería de las cuales se tiene registro en México son los diversos tipos de obras hidráulicas que construyeron nuestros antepasados indígenas en las épocas prehispánica y colonial. Entre las más importantes tenemos los chultunes o cisternas mayas subterráneas, los jagüeyes o depósitos artificiales de agua de lluvia a cielo abierto, excavados en terrenos cercanos a cerros en los que se canalizaban pequeñas corrientes pluviales o el agua de los techos, los acueductos artificiales para llevar agua a las poblaciones a partir de manantiales, tales como los acueductos de agua potable en la ciudad de Tenochtitlán, que se abastecían del manantial de Chapultepec, o los de los cerros Tezcutzingo y Purificación, en la zona de Texcoco, conocidos como los "baños de Nezahualcóyotl".
En esa época también se construyeron caminos como las rutas de los sacerdotes mayas o las calzadas que enlazaban a Tenochtitlan y presas de almacenamiento como la de Santa Clara Coatitlan, en el Estado de México, que data del 900 A. C. y la de Teopantecuanitlan, al norte de Guerrero, cuya cortina es de piedras y tierra y que almacenaba agua de manantial y de los escurrimientos de los cerros circundantes. Otras presas prehispánicas importantes fueron construidas en Tlaxcala y Xoxocotlan en Monte Albán, Oaxaca. Además fueron perforados pozos verticales para surtir de agua a las poblaciones al alcanzar los ríos subterráneos o los cenotes. (Rojas, 2008)
En la Cuenca de México se desarrollaron obras monumentales tales como los diques de protección ylas obras de riego de gran escala que llamaron poderosamente la atención de los españoles a su llegada en 1519. Las obras hidráulicas incluían diques y calzadas-dique interconectadas, que también funcionaban como caminos, grandes canales de navegación, de riego y de drenaje; presas, puentes, embarcaderos y compuertas. Esta compleja red de obras permitió la vida urbana en los islotes lacustres y el crecimiento de las ciudades y pueblos ribereños gracias a la construcción artificial de suelo, tanto agrícola como urbano. Al oriente de la ciudad de Tenochtitlan fue construido un gran dique para evitar las inundaciones, el cual fue demolido por los españoles y nunca más fue reconstruido. Su destrucción fue la causa de grandes inundaciones en la capital.
La primera escuela de constructores de la época prehispánica fue llamada Texcalco ó casa de obras públicas. En Texcalco, el joven aprendiz era aceptado como oficial a cargo de un maestro y después de tres años de oficialía comprobada, solicitaba al cabildo el examen teórico-práctico para ser maestro para, esta manera, convertirse en técnico y educador.
Una vez que terminó la etapa bélica de la conquista, los españoles empezaron a hacer exploraciones para localizar yacimientos de oro, pero al no tener conocimiento de minería ni de metalurgia usaron las técnicas indígenas de minado. Por esta razón en sus principios la producción fue escasa ya que los conocimientos especializados empezaron a surgir hasta el siglo XVI. Existen datos de que en 1525 hubo explotación en las minas de Tehuantepec; en Zumpango, Guerrero; en Sultepec en el Estado de México y en Tlapujahua, Michoacán. En 1534 se descubrieron las minas de Taxco. El producto principal de estas era la plata.
El auge minero se dio a mediados del siglo XVI pues se descubrieron minas en Zacatecas y Guanajuato.
Hacia el año de 1555 en Pachuca se desarrollaron nuevas tecnologías, como el sistema conocido como “beneficio de patio”, el cual permitía extraer la plata del mineral usando sal y pirita de hierro y mercurio, lo cual produjo más demanda de este último.
Por lo tanto, durante la época colonial el sector industrial que tuvo mayor desarrollo fue el de la minería. No es extraño entonces que, desde la fundación de la universidad, las primeras carreras de ingeniería hayan estado ligadas con las ciencias de la tierra.
En 1780 se empezó a gestar en México la primera escuela de ingeniería, en el Colegio de San Miguel el Grande, en la que se promovieron la física, la lógica, las matemáticas y la filosofía. El 1° de enero de 1792 se inauguró oficialmente la ingeniería minera con el Real Seminario de Minería o Colegio Metálico en el Hospicio de San Nicolás.
Durante el siglo XIX, la economía nacional se basaba en la minería y en las actividades comerciales. El control estaba en manos de los negociantes españoles quienes vendían plata, azúcar, cacao, pieles de ganado y adquirían vinos, herramientas, telas finas y aceite de oliva.
En el gobierno de Benito Juárez se introdujo la carrera de ingeniero civil en 1867 y el Colegio de Minería se transformó en la Escuela Especial de Ingenieros. En 1883 el presidente Manuel González transformó la Escuela Especial de Ingenieros en Escuela Nacional de Ingenieros. El nombre de la carrera de ingeniería civil se transformó al de ingeniero de Caminos, Puertos y Canales. (Jaime & Tinoco, 2005). En 1897 Porfirio Díaz promulgó la Ley de Enseñanza Profesional de la Escuela de Ingenieros. Históricamente la carrera de ingeniería con mayor número de alumnos inscritos ha sido la de ingeniería civil. En 1904 de 203 alumnos inscritos en la Escuela Nacional de Ingenieros, 136 lo estaban en ingeniería civil.
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